miércoles, 15 de agosto de 2012

CHILE: LA DEUDA DE TODOS CON EL PUEBLO MAPUCHE



Santiago de Chile, miércoles 15 de agosto 2012
Por Tania Peña
En el contexto del Día Internacional de los Pueblos Indígenas, instituido por Naciones Unidas para cada 9 de agosto, las comunidades mapuche en Chile dejaron claro que no había nada que celebrar.
Justamente ese día la Alianza Territorial Mapuche (ATM) instó a la ONU a tener un papel más activo frente al histórico despojo que han sufrido los pueblos originarios y en particular frente a graves hechos de violencia policial en la Araucanía chilena.
“Hacemos un llamado a las más altas autoridades del sistema de Naciones Unidas que funcionan en Chile a establecer una mesa de trabajo que permita la pronta solución de esta situación”, señaló en una carta la referida agrupación indígena.
El mensaje fue dirigido al Alto Comisionado de Naciones Unidas y a la Comisión Económica para América Latina y el Caribe.
“Recalcamos que la premura que nos impulsa es la de nuestros hijos que día a día, son agredidos y vulnerados por la represión del Estado chileno”, subrayó el comunicado.
La declaración hizo mención a la toma pacífica del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) por mujeres representantes de ATM que pidieron a ese organismo una actitud menos pasiva frente a los recientes desalojos que en la Araucanía dejaron cinco niños gravemente heridos.
La nota advirtió que las instituciones agrupadas en el Sistema de Naciones Unidas conocen la violencia estructural que sufre el pueblo mapuche en Chile y es por ello que se apela a que la ONU tenga un papel interlocutor frente al Estado chileno.
Natividad Llanquileo, exvocera de reconocidos líderes mapuche que la justicia chilena condenó a larga prisión bajo la cuestionada ley antiterrorista, concordó que la Unicef y los organismos de Derechos Humanos, nacionales e internacionales, han jugado un rol muy pasivo con la violencia que afecta a las comunidades mapuche.
Reflexionó la ahora estudiante de Derecho Penal que la vía de la toma “es una forma de manifestarse, de ser escuchado. Llega el momento en que uno se desespera, dado que los organismos nacionales no funcionan”.
Sobre la toma de las oficinas de Unicef en Chile comentó que constituye un llamado de atención no solo al Estado chileno, sino a la ciudadanía en general.
“Quizá no salga mucho de ahí. La gente que está dentro decidirá cuándo sale. Y seguramente lo harán muy decepcionados del organismo y las instituciones. Uno no sabe a quién recurrir”, expresó en entrevista publicada en el sitio Mapuexpress.
La reconocida representante del pueblo mapuche consideró que los gobiernos anteriores de la llamada Concertación chilena cometieron muchos errores, de los que este gobierno “no aprendió o no quiso aprender”.
A su juicio todo pasa por el interés económico que está dentro de las comunidades y “el Estado se ha convertido en un protector del poder económico más que de las personas”, manifestó.
En estos últimos días, paralelamente, autoridades ancestrales del pueblo mapuche denunciaron la presencia de grupos paramilitares en el territorio de Arauco que actúan solapados para incriminar a comuneros Mapuche en actos de violencia.
Jorge Huenchullán, vocero de una comunidad autónoma, precisó que “los paramilitares son hijos de agricultores y policías en retiro, que buscan inculpar a las comunidades mapuche”.
Las declaraciones de Huenchullán  tuvieron lugar a raíz de la realización hace dos semanas de una llamada cumbre de seguridad del gobierno, convocada a partir de ultra difundidas agresiones a latifundistas y empresarios privados.
En opinión del abogado José Aylwin, director del Observatorio Ciudadano de Derechos Humanos, es preocupante la imputación automática que se hace en Chile de hechos violentos a personas, comunidades y organizaciones mapuche sin tener los fundamentos necesarios para hacerlo.
Las acciones violentas en sectores rurales de las regiones del Bío Bío y La Araucanía, unos 800 kilómetros al sur de Santiago, son habitualmente atribuidas a los mapuche con el fin de justificar la militarización del territorio, coinciden sectores de la oposición en el país suramericano.
El propósito de la “pacificación de La Araucanía”, apuntan asimismo autoridades Mapuche, es detener la lucha por recuperar las tierras ancestrales usurpadas a los pueblos originarios.
Una carta de autoridades indígenas al gobierno en la antesala de la referida cumbre, a la que tuvo acceso Prensa Latina, señalaba: Esperamos que no se estigmaticen nuestras legítimas demandas por hechos de violencia en donde ni siquiera consta la participación mapuche.
Nosotros trabajamos por la sobrevivencia y subsistencia de nuestra cultura, recalcaba la misiva de los representantes del pueblo mapuche.
Un artículo de la revista Punto Final repasaba cómo a lo largo de la historia de Chile Âáel pueblo mapuche ha sido arrinconado y despreciado, dolorosamente olvidado por el chileno común, farandulizado,  futbolizado y endeudado.