Varios colegios y liceos están en toma en el país para protestar contra la ley Hinzpeter, reivindicaciones propias de los secundarios y denunciar anomalías en diversos establecimientos. Sin embargo, la situación varía mucho según los liceos y colegios respecto de la duración de las tomas o el nivel de represión.
Eloísa González, la vocera de la Asamblea Coordinadora de Estudiantes Secundarios (Aces), había anunciado un proceso de “radicalización” del movimiento estudiantil en los liceos y colegios, con la vuelta de las tomas, entre otras cosas. Ya está hecho, puesto que más de una decena de establecimientos escolares se encuentran en toma en Chile, pese a que la situación cambia cada hora.
Varios liceos han sido tomados por sus estudiantes y pronto desalojados por las autoridades municipales en rechazo a la Ley Hinzpeter, el apoyo a las reivindicaciones de los secundarios, sin olvidar las varias demandas propias de cada establecimiento.
LAS DEMANDAS DE LOS SECUNDARIOS
El liceo Miguel de Cervantes, en la calle Agustinas, está en toma desde hace tres semanas. Kevin y Mirco, igual que los 30 a 50 estudiantes que se quedan adentro la mayoría del tiempo, declaran que el liceo se volvió su “segunda casa”. Organizan talleres y proyectan documentales “para que los estudiantes no se desmotiven”. Existe un ambiente de “confianza y solidaridad” entre ellos, según cuentan.
Sus demandas son a la vez internas y más generales. Al nivel del liceo, denuncian el mal estado de las infraestructuras. “Tenemos salas pésimas que se agotan y con poca ventilación en el verano. En los baños, no hay papel higiénico y jabón, entonces las chicas tienen infecciones urinarias”, explica Mirco. Además, critican la existencia de “corrupción” al nivel de la dirección, ya que “la directora no hace llegar la plata de las subvenciones al liceo”.
Por supuesto, mantienen la toma por motivos también más generales, como el rechazo a la ley Hinzpeter, que a su juicio “criminaliza los movimientos sociales”, y el hecho de que “el conflicto estudiantil no se ha resuelto el año pasado”.
El liceo Miguel de Cervantes tuvo “suerte”, ya que no hubo violencias desde el inicio de la toma. “Los carabineros nunca entraron en el liceo. Simplemente pasan frente al edificio, para provocarnos, pero siempre es pacífico”- se alegran Mirco y Kevin.
LA VIOLENCIA INSTITUCIONAL
En cambio, los estudiantes del liceo Miguel Luís Amunátegui -en toma seis meses en año pasado- no tuvieron esta suerte. En la mañana, hicieron una reunión para discutir de la actitud que tener en lo que concierne sus demandas, a la vez internas y externas también. “Tenemos malas infraestructuras, con baños insalubres y un comedor precario, el aire pasa a través de las ventanas en las salas”, dijo Nicole, presidenta del Centro de Estudios de Alumnos (CEA) del liceo.
“Además, apoyamos la lucha y las demandas de todos los liceos, y no estamos de acuerdo con la ley Hinzpeter”- agrega Nicole.
Al final de la reunión, decidieron hacer un “paro reflexivo” -que se diferencia de una toma- y tener una “asamblea abierta para informar los estudiantes sobre la situación en los otros liceos entre otras cosas”.
Sin embargo, los estudiantes del liceo Miguel Luís Amunátegui tuvieron que hacer frente a la “violencia física y verbal de una gran parte de los docentes”. Algunos estudiantes fueron “golpeados”, denunció Nicole: “Ningún profesor nos está apoyando y la directora dijo que no estaba forjando ignorantes dentro de su liceo”.
MARCHAS HACIA EL MUNICIPIO
“Es por eso que nos fuimos del liceo, para ir a la municipalidad de Santiago, lo que constituye nuestra forma histórica de protestar”, dijo Nicole. Sin embargo, en la tarde, en el camino, los estudiantes del liceo fueron seguidos por los carabineros, quienes utilizaron gas y agua en contra de ellos. “Había tres piquetes de carabineros. Entonces nos separamos en pequeños grupos para llegar acá”, explica Nicole, en medio de una quincena de estudiantes, frente al municipio en Plaza de Armas, a las 15h30. La presidenta del CEA lamentó el hecho de que 15 estudiantes fueron detenidos.
Los estudiantes del liceo Miguel Luís Amunátegui no fueron los únicos que decidieron marchar hasta la municipalidad de Santiago hoy el lunes. Los del Internado Nacional Diego Barros Arana (INBA) iniciaron también una marcha en la mañana en la misma dirección. La marcha puso fin a la toma del recinto realizada más temprano en el día, después de haber tomado el liceo una primera vez el domingo en la tarde, antes de desocuparlo pacíficamente pasada la medianoche, tras orden del alcalde Pablo Zalaquett.
Marcharon hasta la municipalidad con el fin de protestar contra las amenazas lanzadas por Zalaquett de quitarles las becas y matrículas debido a sus reivindicaciones.
Al fin de la tarde, no había ningún estudiante dentro del INBA, y la dirección -en reunión- había dado instrucciones muy claras al personal del establecimiento: “No hablar”. Sin embargo, el personal nos informó de que los estudiantes deberían tener una reunión con el alcalde mañana, el martes.
SECUNDARIOS DETERMINADOS
Los secundarios parecen determinados. A pesar del hecho de que tienen “hasta mañana para entregar el liceo”, indica Mirco, del liceo Miguel de Cervantes, van a seguir la toma. “Es el alcalde que dio el orden, pero existe la misma consigna al nivel nacional: todos los liceos tienen que ser desalojados”- comenta.
Del mismo modo, Nicole, del liceo Miguel Luís Amunátegui, indica que van a seguir la lucha “indefinidamente”.
Desgraciadamente, no pueden contar con el apoyo de sus profesores. “Aunque algunos apoyan nuestras demandas, no lo pueden hacer abiertamente, porque la directora les amenaza”, explica Mirco. Nicole denuncia las mismas prácticas en su liceo: “Si los docentes nos apoyan, están amenazados por la directora que puede expulsarlos”- agrega.
Chloé Lauvergnier