por Igualdad
Miércoles, 08 de Mayo de 2013 11:57
Hemos seguido bregando, por diversos caminos, en la construcción
espacios unitario para enfrentar con unidad y lucha esta coyuntura
electoral 2013, así como los futuros procesos de lucha política y
social.
El Partido Igualdad ha considerado
necesario dar a conocer a la opinión pública nacional e internacional, a
sus militantes y al conjunto de participantes de las instancias de
lucha política social existentes en nuestro país, lo que ha sido su
accionar respecto del desarrollo de la búsqueda de unidad para el
proceso electoral del año en curso.
Con ocasión de su Congreso realizado el
19-20 de enero de 2013, Igualdad acordó ser protagonista activo en la
búsqueda de un proceso de convergencia que tuviera como resultado
asegurar la existencia de un único candidato o candidata a la
Presidencia de la República en las elecciones a realizarse a fines del
año 2013. De igual manera fue acuerdo de Congreso que esta convergencia
contemplara la existencia de una única lista parlamentaria y de un único
programa anticapitalista a ser presentado al pueblo de Chile para
asegurar una opción radicalmente diferente de las propuestas levantadas
por los integrantes del duopolio derecha-Concertación y de las posibles
alternativas que surgieran como diferentes sin serlo en el fondo de sus
planteamientos.
Para llevar a cabo esta resolución de su
Congreso, Igualdad inició una serie de conversaciones con actores
políticos y sociales interesados en el devenir de Chile y que se
planteaban en la búsqueda de transformaciones profundas que terminaran
con la actual situación de desigualdad e injusticias que caracteriza a
nuestra sociedad. En esas conversaciones, ya a fines de enero y
principios de febrero, se logró generar un acuerdo que dio origen a una
Mesa de Convergencia, integrada por cerca de 14 organizaciones políticas
y sociales, además de las representaciones de los 3 pre candidatos
presidenciales del sector (Marcel Claude, Gustavo Ruz y Roxana Miranda),
todos reunidos con el objetivo común de crear los mecanismos que
permitieran tener un/a solo/a candidato/a presidencial, una lista
parlamentaria única y un programa común de esta convergencia.
Junto con otras coincidencias políticas y
programáticas generales, una de las bases políticas fundamentales de
este acuerdo era que este referente no iba, en ningún caso, a llamar a
votar por los partidos ni candidatos del sistema, en especial por
Bachelet, y que el programa a construir tendría un carácter
profundamente transformador y anticapitalista.
Todo esto quedó plasmado en un documento
de 5 puntos, refrendado por todas las organizaciones presentes, con la
sola exclusión del Partido Humanista (producto que en esa fecha no
efectuaba aún sus procesos democráticos internos para decidir sus
alianzas y candidaturas), que rezaba lo siguiente:
“1) La convocatoria es a la unidad de
los movimientos sociales y la izquierda anticapitalista que,
constituidos en un nuevo referente político y electoral, se dispone a
librar un proceso de largo aliento que golpee rotundamente a los
conglomerados neoliberales gobernantes y sus aliados.
“2) Se construirá un Programa de cambios
radicales, desde las luchas de los pueblos y la ciudadanía. Entre sus
principales ejes se ubican: Asamblea Constituyente como proceso de
deliberación desde abajo, Renacionalización de los recursos naturales,
articular un sistema de derechos universales garantizados por el Estado,
gratuitos y de calidad; soberanía y autodeterminación a los pueblos del
territorio, entre otros puntos que irán desarrollándose en adelante en
base al proceso democrático y participativo que este referente impulse.
“3) El nuevo referente sólo votará por
la candidatura presidencial de los movimientos sociales y la izquierda;
nuestra vocación es al triunfo político y electoral de nuestro sector.
Ahora bien, en caso de haber segunda vuelta entre las fuerzas
neoliberales (alianza, concertación y sus aliados), el referente NO
llamará a votar por ninguno de dichos sectores.
“4) Nuestra construcción se realizará a
través de una estructura orgánica de base, democrática y participativa,
sostenida desde los territorios y con distintos niveles de articulación
según corresponda.”
“5) Nuestro sector y su referente
impulsarán una candidatura presidencial única y una lista parlamentaria y
de consejeros regionales única. Se establecerán para ellos los
mecanismos de elección de las candidaturas en torno a los criterios de
participación democrática y de base que son transversales al esfuerzo.”
Con estas claridades básicas
construidas, y con el compromiso de que el PH se reincorporaría al
proceso de Convergencia luego de sus decisiones internas, es que a
principios de marzo, y con la anuencia de todas los participantes de la
Mesa de Convergencia, se acordó convocar a una Cumbre de la Izquierda y
los Movimientos Sociales, espacio amplio y plural que sería el escenario
donde se tomarían las decisiones que concretaran el anhelo unitario
expresado por el conjunto de los participantes de la Mesa. Cabe hacer
notar que en dicho acuerdo estaban representados los comandos de los 3
presidenciables ya mencionados.
Desafortunadamente para los intereses
superiores del pueblo chileno, dicho proceso no dio los resultados que
el momento histórico le demandaba. Primero la decisión del Partido
Humanista, informada a principios de marzo, de no volver a participar de
la Mesa de Convergencia, el posterior abandono de esa instancia de
todos los grupos que apoyan a Marcel Claude (Maiz, Paiz, Libres de Sur),
unida a su decisión de proclamar a su candidato presidencial con la
voluntad de llevarlo hasta el momento mismo de la elección, fue
provocando la desafectación de la mayoría de los restantes actores
políticos y sociales participantes de la Mesa para los cuales la unidad
era y es el valor superior de una instancia como la mencionada.
Después de ya transcurridos
prácticamente dos meses de la decisión colectiva de convocar a una
Cumbre de la Izquierda y los Movimientos Sociales, hemos constatado que
de parte de muchas de las fuerzas políticas mencionadas no ha habido
hasta este instante una voluntad real, materializada en acciones
concretas y no sólo en declaraciones de intenciones, de llegar a un
evento democrático como el mencionado. No obstante ello, hemos seguido
bregando, por diversos caminos, en la construcción espacios unitario
para enfrentar con unidad y lucha esta coyuntura electoral 2013, así
como los futuros procesos de lucha política y social.
Para Igualdad es un deber ético buscar
todos los caminos posible para llevar a la práctica nuestro acuerdo de
Congreso, esto es ser un actor protagónico en los esfuerzos por lograr
la unidad de los que luchan, que, reiteramos, en este período se debe
expresar en una única candidatura presidencial, una única lista
parlamentaria y un programa común. Esta voluntad Igualdad la reitera hoy
y la sostendrá en la medida que se demuestren voluntades reales por
parte de los distintos actores para llevarla adelante.
Para ello, avanzamos en un nuevo ciclo
de construcción de unidad y convergencia con los movimientos sociales de
Chile, desde abajo. Este nuevo camino será caracterizado por la unidad
de diversos movimientos sociales en lucha que en Chile están dispuestos a
avanzar con vocación de construir el Poder Popular y que proyecte un
gobierno de los trabajadores y los pueblos del territorio.
Por tanto, nuestro llamamiento es a una
efectiva convergencia desde abajo y a la construcción de la Vía Popular a
la Constituyente Social. Con estas directrices, Igualdad se enrumba a
su 5to Encuentro Nacional de Comunales, del cual saldrán sus acuerdos
políticos para enfrentar la nueva etapa política que se abre.
¡¡Arriba lxs que luchan!!
¡¡Que el pueblo Mande!!
Partido Igualdad
Herramienta política de los pueblos