Domingo, 23 de Diciembre de 2012, Pablo Varas/Clarín
Algunos piensan que las ideas se mueren, otros que son los tiempos actuales quienes se encargan en algunos casos de asesinarlas, para luego enterrarlas en los patios/cementerios de los partidos políticos.
No hay duda también, que es posible que las ideas hayan sido asesinadas para que sus asesinos puedan habitar de mejor forma entre las nuevas ideas.
El actual modelo económico neoliberal, ha ido sacando lentamente espejitos de colores y caramelitos para hacer que su existencia sea más prolongada y cómoda, no hay duda de aquello cuando es capaz de convocar a la socialdemocracia europea en una travesía para la reparación de la crisis capitalista financiera, convenciendo que la única alternativa son los recortes presupuestarios, privatización de la salud, recortes salariales que llevan al empobrecimiento de millones de personas, millones de veces apaleados al estar en su gran mayoría cesantes, cuando los acuerdos/recortes se hacen para no tocar a los bancos ni el modelo.
Y mientras los sectores mayoritarios de la sociedad son apaleados, la bolsa, esa sagrada catedral, donde los más exclusivos juegan con todas las carta marcadas, van a buscar ya incontables millones de dólares y euros de beneficio; en esas esquinas no se habla de recortes. Millones y más millones salen diariamente desde los paraísos fiscales para sus actuaciones en un solo acto en el teatro bursátil….pura ganancia.
No cabe duda que el ir decapitando ideas que por largos años fueron pilares en el funcionamiento de los partidos políticos, tiene un resultado evidente: se han ido alejando del sector que representaban. Las ideas hoy condenadas al fuego eterno del olvido, eran la relación que se construía entre los que encontraban que era una manera de construir una vida más justa. Un modelo de sociedad equilibrado tenía que ver con esas ideas.
El asesinato masivo de las ideas y su enterramiento no son un asunto de los tiempos actuales, viene desde hace ya algunos decenios. El estalinismo por ejemplo, que fue reivindicado y descrito de manera explicita hoy nadie lo recuerda. Cuando llovía en Moscú se vendían muchos paraguas en Chile. El pensamiento anarquista hoy se mantiene pero de forma muy débil y sin expresión concreta en las organizaciones sociales. Hay que saludarles esa vocación de haber sido uno de los pilares fundamentales en el proceso educativo de la clase trabajadora, el fuerte trabajo en la organización como clase en los primeros decenios del siglo XX.
Son de color sepia los pliegos reivindicativos, el rol activo de los trabajadores que desde la calle gritaban…. “muera el chancho burgués”, o “abajo la ley”
Las ideas de cambios, las que expresaban formas diferentes de relación entre los sectores de la sociedad, hoy se van silenciando por el milagro acusado del realismo político. Se han instalado al interior de los partidos los nuevos videntes de la sociedad chilena y sus problemas, la distancia entre las urgencias de un país y los hijos del binominal está separada por un abismo.
En los últimos decenios hemos sido asombrados por algunos gimnastas socialistas que en tono alto insisten que se debe avanzar en humanizar al régimen capitalista, y en intentar explicar también lo inexplicable, como que el actual modelo es menos perverso que la esclavitud…los esclavos podían comer.
Añejos están los escritos que dieron origen a las fundaciones de partidos políticos de la izquierda, que colocaron a la dignidad del hombre como el primer día del nuevo calendario, y proponían un tipo de sociedad socialista en esos largos documentos de la sociedad chilena dividida en clases sociales que amenazaban a la clase dominante con eso de que los trabajadores, los artistas y los campesinos, siendo la fuerza mayoritaria harían avanzar la ruedas de la historia.
Cuando la tradicional izquierda antigua levanta la voz para sostener que se hace un deber moral volver a reinstalar a los administradores del actual criminal modelo, es que se está en el mejor momento para volver a fortalecer las ideas de siempre. Pueden algunos creerse que su trabajo de aportar a la amnesia está logrado, pero los duros y tozudos tiempos, las nuevas generaciones resisten a los embates y caminan a pasos firmes tras las ideas de siempre.
No hay dudas al ver a la izquierda tradicional antigua sentada con uno de los partidos protagonistas del golpe militar: hay que seguir enterrando las viejas ideas en el patio.
La ideas también se merecen el respeto, la más grande tragedia de Chile comienza justamente cuando la derecha PDC/PN/PATRIA Y LIBERTAD y el imperialismo norteamericano bombardearon La Moneda al estar en su interior un presidente sostenido en sus ideas de un proyecto diferente.
La nueva izquierda no pierde su rumbo…
Se prepara para los tiempos por llegar, que son de trabajo en todos los frentes. Los rebeldes, la nueva generación, no tiene miedo de colocarse frente al reformismo, se pone de pie frente al revisionismo, una y otra vez manifiesta que la experiencia los llevará a instalar en el centro de la política chilena, el debate por un nuevo país, por decirlo de otra forma… hacia su Segunda Independencia.
La nueva izquierda sabemos que no solo estará presente con sus ideas en el escenario 2013, sino que planifica los pasos que dará en el próximo periodo. Se escucha por muchas esquinas que la calle no será abandonada, y que es el mejor lugar para fortalecer las ideas… de siempre.