JAVIER PARRA
La salida a la crisis ya está aquí. Ha tardado en suceder, pero por fin los grandes prohombres y estadistas de Madrid y Catalunya han conseguido iluminar el camino que conducirá al pueblo al bienestar, la libertad y la justicia. Mariano Rajoy y Artur Mas lanzan a los cuatro vientos la consigna que millones de hombres y mujeres grabarán en sus corazones y por la que darán su vida si es necesario:
“Proletarios de España y Catalunya, ¡comed banderas!”
Ya vale, ¿no? Discúlpenme ustedes si les ofendo pero les recuerdo que la bandera de un país no es más que un trapo que deja de tener utilidad cuando deja de representar al pueblo y se convierte en un arma arrojadiza de unos pueblos contra otros.
Claro que tengo mis banderas, como casi todo el mundo; unas banderas que me representan y que nunca han sido símbolo de confrontación entre pueblos sino de fraternidad entre ellos. Sin embargo, estaría dispuesto a renunciar a todas ellas por construir nuevos espacios de convivencia donde el pueblo, los trabajadores, fuesen dueños de su vida y su destino. Pero no nos confundamos, el pueblo es el pueblo y no quien lo somete, por tanto que no cuenten conmigo para defender la misma bandera que defiende el oligarca, el explotador, el banquero, el monarca… Que no cuenten conmigo los miserables de Rajoy y Mas para ocultar con banderas rojigualdas y esteladas la explotación del hombre por el hombre. Que no cuenten conmigo para que se deje de hablar de los criminales que abusan del pueblo mientras se habla de trapos y fronteras. Que no cuenten conmigo para defender los intereses de la burguesía española o catalana. Que no cuenten conmigo para enfrentar al fontanero andaluz con el camarero catalán. Rajoy, Mas y demás representantes de la burguesía: váyanse a la mierda y tráguense ustedes sus banderas.