domingo, 27 de abril de 2008

Paraguay: Derrota de los colorados, herederos de la dictadura de Strossner

Daniel Pereyra, en espacioalternativo.org




Luego de 61 años en el gobierno, la Alianza Nacional Republicana, los colorados, han sido desalojados del poder en las elecciones del 20 de abril. Fueron décadas de represión, paternalismo y fraude. Un régimen basado en las fuerzas armadas, aliado a las otras dictaduras del Cono Sur, con las que compartió el Plan Cóndor de exterminio de opositores; un gobierno asentado en la corrupción y el contrabando, representando a los terratenientes y el capital financiero.

Un régimen de campesinos sin tierra, una situación de miseria y paro, que obligaron a más de un millón de paraguayos a emigrar en busca de trabajo. Siempre aliados con Estados Unidos, del que aceptaron una base aérea en su territorio; uno de los pocos gobiernos que reconoce a Taiwan en detrimento de China.

La derrota se comenzó a gestar con la división de los colorados y con el surgimiento de la candidatura del ex obispo Fernando Lugo, que despertó las esperanzas de amplios sectores populares. Este, muy próximo a la Teología de la Liberación, trabajó durante años con indígenas y campesinos, en Ecuador y en Paraguay.

En torno a su persona se aglutinó un amplio frente que abarca desde el Partido Liberal, organización tradicional opositora a los colorados, hasta la extrema izquierda representada por el P-MAS (Partido Movimiento al Socialismo), y una amplia gama de movimientos sociales. El Movimiento Tekojojá, de reciente creación, es el que se podría considerar como la organización de Lugo.

Su programa básicamente se asienta en unas pocas promesas decisivas:

- Una reforma agraria integral imprescindible, con apoyo financiero y técnico para los campesinos;
- Una reforma del Estado, que implique el fin de la corrupción y garantice la división de los poderes;
- Una reactivación económica que impida la sangría de jóvenes emigrantes;
- Y una renegociación de los leoninos contratos de las centrales hidroeléctricas de Itaipú y Yacyretá (suscriptos respectivamente con las dictaduras de Brasil y Argentina), en razón de los cuales esos dos países apenas pagan a Paraguay un 8 % del valor de la electricidad en el mercado. Los mayores ingresos serán la base para financiar los emprendimientos sociales y económicos propuestos.

El entusiasmo generado por la campaña de Lugo y sus aliados, la esperanza que generó en amplias capas populares, han vencido a las múltiples tentativas de fraude realizadas desde el gobierno: reparto de alimentos, compra de cédulas, padrones integrados con ciudadanos muertos, desplazamiento de votantes a departamentos lejanos, etc.

Los resultados provisionales, ya aceptados por la oposición son los siguientes:
. Alianza Patriótica para el Cambio, Fernando Lugo, 40 %.
. Asociación Nacional Republicana, “colorados”, Blanca Ovelar, 30 %
. Unión Nacional de Ciudadanos Eticos, Lino Oviedo, 22 %.
. Partido Patria Querida, Pedro Fadul, 2 %.

En cuanto a los resultados a parlamentarios, igualmente provisionales, cabe destacar la muy probable elección de Camilo Soares, secretario general del P-MAS, como diputado e igualmente la de Anibal Carrillo, presidente de Tekojoja.
Y para el Senado igualmente probables la elección de Sixto Pereira, dirigente campesino, y Margarita Mbywangi, indígena aché.

Para el P-MAS estos resultados, de los que daremos más información próximamente, tanto por el puesto de diputado logrado como por la cantidad de votos y su mayor influencia social, implican un importante reforzamiento y la posibilidad de influir con más fuerzas en el difícil período que se abre en Paraguay. Una etapa llena de esperanzas y de riesgos, en la cual los sectores de la derecha seguramente unirán sus fuerzas en defensa de sus privilegios que verán amenazados.