sábado, 9 de mayo de 2009

LA HORA DE LA IZQUIERDA ANTICAPITALISTA EN CHILE


La izquierda anticapitalista organiza su aparición pública en Santiago, Valparaíso, Concepción, Coquimbo, Valdivia y otras localidades con el nombre de Movimiento de los Pueblos y los Trabajadores
Andrés Figueroa Cornejo Rebelión 3-5-2009 297 lecturas 2 comentarios
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1. Roxana Miranda es dirigenta de pobres de una agrupación que lucha audaz, incansable y añosamente por obtener una casa. La organización es ANDHA Chile a Luchar y reúne a miles de deudores habitacionales. No quieren las casas gratis. Quieren pagar un precio justo. Sin embargo, la especulación inmobiliaria y financiera les impone pagar sus viviendas 4 o 5 veces más de lo que valen. Hace unos días con el fin de visibilizar sus demandas, los deudores se subieron a una grúa en el centro de Santiago. En medio de los arrestos habituales de fuerzas especiales de carabineros por la acción de propaganda, Roxana Miranda afirmó “que la Presidenta (Bachelet) se cuide”. Muchas veces los deudores han marchado hasta la propia casa de la Mandataria a presentar sus reivindicaciones. Nunca han golpeado a nadie y se organizan abiertamente. Tras los dichos de Roxana, la Fiscalía Centro Norte la formalizó por amenazas en contra de la Presidenta. El gobierno castiga implacablemente no sólo la protesta de los pobres y los trabajadores, sino que ahora también la indignación verbalizada. Quieren que todos enmudezcan mansamente ante la mala vida. La paranoia gubernamental también es un signo de descomposición de la componenda transitoriamente en el Ejecutivo.


2. Cuando ya hay más de un millón de desempleados en Chile producto de la crisis capitalista –mucho más que los trabajadores organizados sindicalmente con capacidad de negociar en forma colectiva-, el derechista Instituto Libertad y Desarrollo evacuó un informe donde revela que hay un 42 % de asalariados que temen perder su empleo a marzo de 2009, casi un 10 % más que en el mismo mes de 2008. Según el colosal complejo bancario inversionista de EEUU, JP Morgan, Chile sería el tercer país de Latinoamérica más afectado por la crisis mundial, y estaría dentro del listado de las 15 economías más dañadas del planeta. Por su parte, el comercio criollo, a marzo de 2009, se ha contraído un 4,4 %, completando 9 meses a la baja. El presidente de la patronal Cámara Nacional de Comercio, Carlos Jorquiera, señaló que “Cuando hay bajas consistentes en la actividad comercial desde fines de septiembre (2008) hablamos, técnicamente, de una recesión.” Los alimentos perecibles y de supermercados se contrajeron en marzo un 12,6 % y un 8,1 %, negativamente, a marzo de 2009. Jorquiera dijo que en invierno “Creemos que va a aumentar el desempleo y seguiremos con las cifras de contracción.” La realización del valor de la mercancía se produce en su fase final, en el consumo. El retroceso sustantivo del consumo –subconsumo- profundiza el estancamiento del movimiento del capital. Se amontonan productos en las bodegas y, por tanto, se irrealiza su ciclo valórico que redunda en una merma en la ganancia. Si no se vende, la producción y las importaciones destinadas al mercado interno ralentizan sus motores. Chile está muy lejos de tocar fondo en lo que a efectos trágicos de la crisis económica compete. Mientras tanto, la banca continúa poniendo condiciones y restricciones leoninas para dotar de crédito a las personas y las pequeñas, medianas, e incluso grandes empresas (como la industria del salmón), pese a bajar los intereses meridianamente como reflejo obligado de la baja de tasas del Banco Central. La crisis multidimensional de un capitalismo en su estadio crepuscular, sin embargo, puede reinventarse a costa de la destrucción de fuerzas productivas y la intensificación de la explotación. La debacle de la civilización capitalista no es fatal y su otoño logrará prolongarse tanto como tarden en recomponerse las fuerzas sociales de los trabajadores y el pueblo para librar batallas sostenidas, frecuentes, crecientes y de signo anticapitalista. Eso lo sabe perfectamente la minoría enemiga de los intereses del pueblo trabajador.

3. El automovimiento del capital y su carrera ciega por la utilidad, como una ley metálica, en el actual período se caracteriza por la concentración oligopólica de los medios de reproducción de la vida y el resultado de una sociedad cada vez más desigual en Chile. El escándalo de la colusión de los precios de los medicamentos organizada por las tres cadenas farmacéuticas que controlan el mercado nacional es sólo un botón de muestra. Un 80 % de los chilenos viaja en LAN; un 60 % compra combustible en las bencineras de Copec. La mitad de la población consume pastas Carozzi, y el 50 % de las colocaciones en la banca están en el Santander, el Banco de Chile y el Banco de Crédito e Inversiones. Un 40 % de quienes emplean teléfono celular lo hacen con planes de Movistar, y un 40 % tiene un celular de Entel PCS; y casi un 40 % usa la electricidad producida por la empresa española Endesa. El Estado de Chile es un auténtico paraíso para la tendencia monopólica que conduce la economía mundial. En torno a los gigantescos oligopolios se organiza el enjambre de los pequeños productores, proveedores, comercio minorista (poniendo a un lado a las cadenas de supermercados, donde Wal Mart, luego de la compra del 75 % de D & S, planea una ofensiva incluso transfronteriza, e incursiones en la venta de crédito), condenados a los precios irrisorios por sus servicios y productos impuestos por las mega corporaciones. De hecho, son innumerables las quiebras de pequeñas empresas y la destrucción de empleo, considerando que el 80 % de los asalariados del país se desempeña en alguna pyme.

4. La morosidad en los pagos de las deudas ahora afecta hasta el Fisco. Quejas de diversos proveedores contra el Centro Nacional de Abastecimientos del Estado por el atraso de pago de montos millonarios de, por lo menos, las carteras de Obras Públicas y Salud, pone en riesgo la existencia de las propias empresas y servicios acreedores y revelan que los ahorros fiscales corren para oxigenar a los dueños de la banca y otras grandes industrias, pero se toma licencias peligrosas en otras áreas consideradas por el Estado como menos estratégicas. Las arcas públicas son finitas. Por mucho que el ministro de Hacienda cacaree sobre las precauciones tomadas por el gobierno durante años en materia de ahorro –a costa de gasto público e inversiones pro empleo estable y dentro de una matriz de desarrollo que supere la condición mono exportadora de la economía chilena-, los recursos fiscales (opacos y que nadie sabe con seguridad a cuánto ascienden y dónde están) acaudalados durante los gobiernos concertacionistas, ya se escucha el eco de la moneda cayendo en un pozo deshidratado.

5. Como habitando un mundo paralelo, pero que de alguna forma refleja las contradicciones ilusorias del bloque en el poder, el candidato presidencial de la Alianza por Chile, Sebastián Piñera, mediante un subterfugio legal hecho a su medida, procura borrar parcialmente su condición de empresario multimillonario a ojos de los eventuales votantes, “desligándose” a través del traspaso de la administración de buena parte de su patrimonio. El artilugio se llama “fideicomiso voluntario”. Piñera “sólo” se quedó oficialmente como dueño del club de fútbol más popular del país, Colo.Colo y el canal Chilevisión. Al lado, el candidato de la Concertación , el demócratacristiano, Eduardo Frei Ruiz Tagle, intenta peregrinamente ofrecer señales de cambio poniendo a un joven de 27 años, Sebastián Bowe, como Coordinador Jefe de su campaña presidencial. Se trata de un muchacho inofensivo, suelto de cuerpo y que intenta ofrecer una representación juvenil a Frei, el candidato concertacionista, que representa los mismos intereses de clase que Piñera y, por tanto, asegura el mismo patrón de acumulación capitalista inaugurado por la dictadura y amueblado por los gobiernos civiles. Desde abajo, la propaganda electoral sólo se observa como pirotecnia distante y ajena, toda vez que, de acuerdo a encuestas del poder, si el voto fuera a través de la inscripción automática y el voto voluntario, un 20 % del padrón electoral actualmente vigente d (y envejecido) y que habitualmente vota, no sufragaría, considerando además que prácticamente la mitad de los chilenos capacitados para votar, no se han inscrito en los registros electorales o se excusan de participar en las elecciones.

6. Producto de las correlaciones de fuerzas y el anticomunismo de la dirección de los partidos de la Concertación , en especial, de la pro imperialista Democracia Cristiana, el pacto instrumental entre la Concertación y la izquierda tradicional para horadar el sistema binominal consagrado en la Constitución del 80 a través de una fórmula de doblajes contra la ultra derechista Alianza por Chile en las próximas elecciones parlamentarias, resultó insatisfactorio para la izquierda electoral. “Lo que ha entregado la Concertación …es un avance pequeño y todavía insuficiente…” señaló el Presidente del Partido Comunista, Guillermo Teillier. Es por ello que resulta probable que lleven candidatos por fuera del pacto instrumental. En la convención de la izquierda tradicional, Teillier bajó su pre candidatura a Presidente a favor del ex funcionario concertacionista, Jorge Arrate. El gran perdedor, hasta el momento, ha sido el dirigente del Partido Humanista, Tomás Hirsch, quien, de acuerdo a la oferta parlamentaria, se quedó sin circunscripción transitoriamente, y luego de la votación en la Convención progresista, sólo obtuvo alrededor de un 20 % como candidato presidencial. Por su parte, Jorge Arrate procura reivindicar su papel durante el gobierno popular de Salvador Allende, omitiendo su ardua y exitosa labor por socialdemocratizar al Partido Socialista durante los 80, y el magro y continuista papel antipopular que jugó como jefe de las carteras de Educación y el Trabajo en los pasados gobiernos de la Concertación. Al parecer, el resultado de su candidatura está asociado a mordisquear electorado de la componenda en el Ejecutivo por la izquierda, al igual que la candidatura de Adolfo Zaldívar del PRI (desprendimiento de la DC ) está por atraer a sectores de la derecha de la Concertación.

7. La izquierda anticapitalista organiza su aparición pública en Santiago, Valparaíso, Concepción, Coquimbo, Valdivia y otras localidades para el Primero de Mayo. Hasta el momento, la edificación del instrumento político federativo de lucha llamado Movimiento de los Pueblos y los Trabajadores avanza aceleradamente luego de su nacimiento durante el encuentro nacional del 4 y 5 de abril, ,el cual aglutinó a decenas de activos contra el capitalismo, el imperialismo y con convicción de mayorías y poder. El MPT no es una plataforma electoral, una resucitación forzada de viejas agrupaciones revolucionarios, ni un partido de cuadros clandestino. Es sobre todo, el intento más serio de los últimos 20 años de reagrupar a las organizaciones, colectivos e iniciativas más resueltas por construir una alternativa y continente de lucha amplio, de composición mestiza, con la puntería puesta en la recomposición del movimiento real de los pueblos y los trabajadores en su necesario derrotero por la emancipación de las grandes mayorías expoliadas por el capitalismo. Al respecto, ya cuenta con un periódico denominado La Unidad , y con una agenda organizacional asociada a la construcción de asambleas sectoriales y territoriales, y a la división de las tareas propias de un empeño de aspiraciones gigantes. La unidad política del MPT también es un proceso en construcción, considerando sus piezas diversas y ligadas a sindicatos, trabajadores, ecologismo anticapitalista, feminismo, pueblos originarios, estudiantes y pobladores. En el MPT está casi todo por inventar y su capacidad de crecimiento y eventual constitución en actor relevante en la arena política chilena como síntesis de los intereses del pueblo trabajador y sus expresiones más multidimensionales estará dictada por la generosidad, la claridad política, sus potencias inclusivas, su rectitud, coherencia y disposición insobornable con la mayoría explotada. La lucha de clases transcurre solapadamente mientras se agudiza la crisis capitalista en Chile y es preciso organizar con paso seguro y democracia radical una herramienta que dispute la conducción de amplias franjas populares que, del descontento ambiental, pronto pasarán a la expresión activa contra los efectos trágicos de un capitalismo que busca sortear la actual crisis honda mediante la alianza estratégica con un Estado de su propiedad y el mantenimiento de sus tasas de ganancia a través de la concentración del capital y el empeoramiento de la vida de la mayoría social. El punto de arranque de la constitución de la hegemonía compleja, política y cultural de los intereses de los trabajadores y los pueblos contra el dominio de una burguesía transnacionalizada y minoritaria deja, paulatinamente, de ser un sueño y madruga su materialización. Sus llamados coyunturales –atados necesariamente a un horizonte de sentido de largo plazo- son que la crisis capitalista la paguen los patrones y crear las condiciones para marchar hacia una huelga general. Sus puntos de llegada son el poder popular y la inspiración última y general de construir una sociedad sin clases, una sociedad de iguales y libres, un Chile y un mundo donde la explotación, la miseria y la discriminación de cualquier signo no sean más que un mal recuerdo.