viernes, 31 de julio de 2009

Chile: No es posible el indulto a torturadores


Los derechos humanos no son una cuestión de conflicto político o de diferente ideología, son una cuestión ética fundamental.

Enrrique Villanueva

Este debate sobre el indulto a torturadores no se puede desligar del tema de los derechos humanos, y de la ética, pero como surge en el marco de una democracia cada vez mas desperfilada y arrinconada a ser solo una expresión electoral, podemos sugerir que las opiniones de quienes levantaron la idea de este“perdonazo camuflado”, o que opinan sobre la conveniencia del indulto en bien de la reconciliación, seguramente lo que están haciendo es poner en el medio de la campaña presidencial un argumento espinoso e intencionado, o bien se están allanando el terreno para asegurar un cargo en un futuro gobierno.

Pero no es de extrañar que pasen estas cosas en nuestro país, en cuya democracia no se concibe realizar un debate nacional acerca, no solo de los derechos humanos, tampoco sobre lo aberrante que resulta seguir avalando y remozando una Constitución que la mayoría de los chilenos rechazamos; que fue diseñada y aprobada en medio de un régimen de terror, que consagra la exclusión y la discriminación. Estos temas a pesar de su importancia no son considerados como relevantes para el ejercicio de la democracia y la participación ciudadana. Entonces en esta realidad que vivimos, en la cual todo se diseña y ejecuta en acuerdos de cuatro paredes, no es de extrañar el llamado, o la opinión, a favor de indultar a torturadores.

Además que el intento de amnistiarlos, perdonarlos o indultarles no es nuevo,bajo la figura de la guerra antisubversiva en abril del año 1978( decreto Ley 2191 ) se concedió la amnistía“ a todas las personas que, en calidad de autores, cómplices o encubridores hayan incurrido en hechos delictuosos, durante la vigencia de la situación de Estado de Sitio comprendida entre el 11 de Septiembre de 1973 y el 10 de Marzo de 1978”..

En esa ocasión y por mucho tiempo después, se argumentó que pudo haber “errores o excesos” en la llamada “lucha antisubversiva”, con el objetivo deliberar a los inculpados cobijándoles con el mantode la “obediencia debida”. A estas alturas de la vida, quien no sabe que la “lucha antisubversiva” fue el eufemismo utilizado por la dictadura para falsear lo que en verdad ocurrió, una represión política sistematizada, masiva y de exterminio, que comprometió a las Fuerzas Armadas, Carabineros e Investigaciones y que constituyó un régimen de auténtico Terrorismo de Estado?.

Por esta razón la idea de indulto es contraria al respeto por los derechos humanos y en este ámbito no caben las excepciones. Los derechos humanos no son una cuestión de conflicto político o de diferente ideología, son una cuestión ética fundamental. Si admitimos una escala de valores para indultar a unos y no a otros, sabiendo que todos los inculpados,en distintos grados de culpabilidad, formaron parte de un régimen terrorista, estamos legitimando la tortura y el asesinato como medio de hacer política.

Por otra parte es cierto que no todos los militares son culpables de violaciones a los derechos humanos, los mandos de esa época generaron un espiral de miedo y violencia que involucró y comprometió al conjunto de las FFAA en sus planes y acciones. Sabemos también que la doctrina militar centra toda la responsabilidad en el mando, pero la obediencia debida no exculpa a los subordinados de sus acciones ni es tampoco un eximente de responsabilidad penal. Estamos hablando de personas, civiles y militares, que torturaron a otros, que asesinaron, que eran conscientes de lo que hacían, integrados a un régimen político que ejercía el terror, y que se sentían empoderados por este para hacer lo que hacían.

La obediencia debida ha sido y es un argumento espurio, esgrimido para justificar la represión, lo que ha permitido a sus autores intelectuales y materiales ( y también a muchos arrepentidos ), ampararse en la ejecución de “órdenes de servicio” o de “operaciones”, que disponían emprender acciones de “aniquilamiento” en contra de la “subversión” y el “enemigo interno”.

Por las razones expuestas, y como ex militares, no estamos de acuerdo con opiniones que hacen equivalente el indulto a torturadores con la reconciliación, aquí lo mas importante es no aceptar la embrutecedora y castrante "obediencia debida", que oculta el acto más cobarde que un ser humano puede ejecutar: la tortura. Por tal razón no hay torturadores de primerao de segunda, o personas calificadas en este contexto para recibirun indulto o no,el torturador es uno solo y su conducta cobarde y aberrante no puede ser exculpada bajo ninguna figura legal,independientemente de su grado jerárquico o ubicación (civil o militar) en la cadena de mando.

Finalmente cabe recordar a los impulsores de estas ideas, que en Chile y en nuestras FFAA, hubo varios centenares de oficiales y suboficiales quienes fuimos torturados, otros asesinados, encarcelados, y exiliados, por negarnos a cumplir con los planes de los sectores políticos y de los mandos militares que planificaron, encabezaron y ejecutaron el golpe en contra de Salvador Allende.

Por esa actitud valiente que asumimos frente a nuestro pueblo y ante nuestra conciencia, hoy podemos decir que es un acto de cobardía el ocultarse detrás del uniforme militar, del poder político, de la obediencia debida y de las leyes de amnistía, intentando justificar la participación, directa o indirecta, en el apoyo a una dictadura que amparó las violaciones, torturas crueles, infringidas a personas maniatadas, los asesinatos clandestinos o, para aminorar con el paso del tiempo, el papel directo de militares y civiles en estos hechos, que solo son calificables como crímenes de lesa humanidad.

OFICIALES Y SUBOFICIALES FUERZA AEREA DE CHILE, CONDENADOS EN EL PROCESO CONTRA BACHELET Y OTROS 1973.

La izquierda chilena en la encrucijada de las formas de lucha


Los últimos sucesos en Honduras han reavivado, en el seno de la izquierda, el viejo debate sobre las distintas formas de lucha y la consolidación del Poder Popular.


Los últimos sucesos en Honduras han reavivado, en el seno de la izquierda, el viejo debate sobre las distintas formas de lucha y la consolidación del Poder Popular.

El debate se ha centrado en torno a la viabilidad o inviabilidad de los gobiernos democráticos de corte progresista ; y más allá aún, en la posibilidad de consolidación del proyecto bolivariano del socialismo del siglo XXI. A pesar de la diversidad de enfoques, un punto unió las diversas opiniones: el reconocimiento indiscutible, de la dignidad del pueblo hondureño que, con determinación, se tomó las calles para hacer respetar su voluntad y la restitución de su presidente constitucional. Y aquellos que estuvimos acompañando a los hondureños en su larga marcha y espera (gracias a la transmisión en directo de TV Sur) ; una vez más, con dolor e impotencia, vimos como los militares, títeres del gran capital, dispararon contra un pueblo desarmado.

El viejo fantasma de David contra Goliat rescusitaba nuevamente en nuestra memoria.

Poder Popular versus dispositivo ideológico de dominación

A los chilenos, lo sucedido en Honduras, nos rememoró, irremediablememte, el golpe de Estado de 1973 y con ello, nuestro trauma histórico. Y en pleno contexto electoral de las presidenciales 2009, la lluvia de dardos descalificantes hacia el empleo de tal o cual forma de lucha, como era de prever, no se hizo esperar.

Para la izquierda extra-parlamentaria, la inviabilidad de la lucha electoral quedó demostrada trás el golpe de Estado de 1973 que puso fin a la experiencia popular. Este análisis pareciera omitir que dicha experiencia duró tan sólo 3 años, lapso de tiempo insuficiente para que el pueblo se dotara de organizaciones legítimas y capaces de orientar airosamente el proceso. Por otro lado, también se argumenta que trás 20 años de « show electoral », la izquierda parlamentaria, aparte de confundir al pueblo, no ha conseguido mucho (lo que es verdad). Pero al mismo tiempo, se omite de mencionar que la reconstrucción del tejido social y la construcción del Poder Popular, tampoco ha sido muy exitosa. Para muestra dos ejemplos :

1. Hay 3 millones de personas que no votan y un millón que votan entre nulo y blanco ; es decir que, en principio, no serían permeables a la farándula electoral. Cabría preguntarse entonces, y dónde están ?. Dada su invisibilidad social podemos concluir que, por ahora, no se inscriben con ninguna de las dos izquierdas.

2. La existencia de movimientos tales como : estudiantes, profesores, deudores, etc., son sin lugar a dudas, un reflejo del creciente malestar social que vive nuestro pueblo ; pero sin embargo, hasta la fecha, dichos movimientos, no sobrepasan sus reivindicaciones propias.

Es decir, por ahora, nada indica que estos sujetos aspiren a organizarse más allá o que aspiren a abrazar un proyecto de construcción alternativo de sociedad . Para que estos sectores, no terminen siendo funcionales a la mantención del sistema ; es necesario que superen su parcialidad y apolitisación. De ahí, la necesidad urgente de encontrar formas de participación social y política que despierten el interés de estos sectores.

Sin lugar a dudas, el rol preponderante que juega el dispositivo ideológico de dominación, en tal estado de cosas, es incuestionable. Es este dispositivo todopoderoso que hace que, en nuestro país, ya no sea tan sólo el modelo económico el que es neoliberal ; sino que también lo es la cultura de los chilenos con todos sus corolarios : individualismo, desclase, indiferencia social, desresponsabilisación política, ley del más fuerte, etc. En resumen, que la gran mayoría ande más pendiente de « pasarlo chancho (expresión chilena muy repandida) y que no termine de despertar de ese largo letargo impuesto por el neoliberalismo .

Si ya lo tiene difícil la izquierda parlamentaria para contrarestar el dispositivo y conseguir votos, más difícil aún lo tiene la izquierda extra-parlamentaria para lograr la adhesión a un proyecto, por cierto liberador, pero que solicita muchas renuncias y sacrificios. Proyecto que, hoy por hoy, el pueblo chileno, preso del dispositivo ideológico, no visualiza, ni contempla.

Revertir esta dinámica para una izquierda, sin grandes recursos, no resulta fácil. Diferente sería si se contara con medios de comunicación propios, con alcance e influencia de masas, tales como : radios, canales de televisión, etc.

Si bien es cierto que la experiencia chilena y la reciente experiencia hondureña, entre otras más, corroboran que la vía electoral no soluciona nuestros problemas y que nunca será un factor determinante para la consolidación de un proceso revolucionario ; también corroboran que la construcción del Poder Popular, en la práctica, resulta más compleja que en la teoría, pues requiere de un estado de conciencia más elevado del pueblo.

Felizmente que Chávez, Correa y Evo, tenían claro este punto y a pesar de tener un gran apoyo popular, fruto de largas luchas ; usaron las elecciones y se plebiscitaron. Y hoy día, legitimados ante su pueblo y la Comunidad Internacional, son gobiernos que paulatina y decididamente - y al precio de duras batallas anti-institucionales - abren el camino al socialismo del siglo XXI y muestran una alternativa al capitalismo en Latinoamérica.

Es verdad, los procesos sociales son particulares para cada país.

Hoy por hoy, las particularidades chilenas son : ausencia de tejido social y de Poder Popular organizado , ausencia de Fuerzas Armadas democráticas y presencia de una institucionalidad que favorece a los más poderosos y a la reproducción del sistema. Si a estas particularidades le agregamos la gran crisis económica internacional que, según las previsiones, en la medida que se vaya agudizando, tocará particularmente a Chile como país piloto del neoliberalismo y dependiente del centro de la crísis ; nos encontramos ante la posibilidad histórica, de que el pueblo chileno reconozca sus intereses de clase y aspire al cambio. Pero lo cierto es que la crisis, por si sóla, no resuelve la salida política . Es decir, con o sin crisis, no habrá posibilidad para la implementación de un proyecto alternativo de sociedad, si no se cuenta con una izquierda política legitimada y preparada para orientar esta lucha.

La izquierda extra-parlamentaria y el escenario electoral en Chile

Dentro de este contexto, el escenario electoral de las presidenciales 2009 no se presenta sin gran responsabilidad histórica para la izquierda chilena que, dado el actual panorama, tiene dos posibilidades : continuar legitimando los gobiernos concertacionistas o abrirle paso a la Derecha política. En este cuadro, la izquierda tradicional, sigue sosteniendo que se trata de romper con la exclusión ; lo que a su vez, les permitiría romper la institucionalidad pinochetista por dentro y en ese afán, se han aliado con la Concertación neoliberal y llaman al voto útil. Por su lado, la izquierda extra-parlamentaria sigue sosteniendo que la lucha electoral tan sólo sirve para legitimar la actual institucionalidad pinochetista y que se trata de quebrarla por fuera ; por lo tanto, no presenta candidatos y continúa avocándose a su trabajo de construcción de Poder Popular.

Ambas formas de lucha (institucional y anti-institucional) son presentadas, por los dos sectores, como excluyentes. Lo cierto es que ninguna de las dos formas puede presumir de grandes éxitos ; por un lado, la izquierda parlamentaria no ha logrado vencer la exclusión política ; y por otro lado, la izquierda extra-parlamentaria no ha consiguido salir de la marginalidad y la desarticulación.

En este contexto, se requiere de una izquierda revolucionaria articulada en torno a un « proyecto popular –socialista común » y que al mismo tiempo, adopte formas de lucha que contribuyan a darle más visibilidad a esta alternativa.

Se necesita una izquierda revolucionaria, que sin prejuicios, ni principismos, ocupe el espacio electoral, como un espacio de lucha más : ya sea levantando candidatos propios (honestos y dispuestos a romper las reglas del juego institucional) u oficializando el voto de protesta. Urge la presencia de una izquierda revolucionaria que ofrezca una alternativa a la franja de la población que hoy se apresta, no sin malestar, a votar por lo que ellos consideran el mal menor : Frei o Enriquez-Ominami ; pues les causa rechazo la idea que la Derecha política, complice de Pinochet, gobierne nuevamente (idea que está inscrita en la memoria colectiva de muchos chilenos). Se requiere una izquierda revolucionaria que brinde un espacio de expresión a aquellos que ya no quieren contribuir más, con su voto, a legitimar los gobiernos Concertacionistas ; pero que sin embargo, gustan de participar en coyunturas electorales pues lo consideran un derecho (aunque la institucionalidad sea lo que sea).

Tanto a los unos como a los otros, la izquierda extra-parlamentaria les ofrece como única alternativa la construcción de Poder Popular que es el resultado de un largo proceso que tira su legitimidad del pueblo conciente y organizado ; entretanto, lisa y llanamente, que nos parta un rayo!

Por cierto, plebiscitarse, de vez en cuando, para legitimarse y medirse no está mal para nadie. Lo que contribuiría, al mismo tiempo, a fortalecer las Organizaciones Populares en pos de las batallas decisivas.

No se trata de sustituir una forma de lucha por otra, se trata de hacerlas efectivamente complementarias.

Se requiere de una izquierda capaz de apreciar, objetivamente, la pertinencia de la utilización de tal o cual forma de lucha; y por sobre todo, que tenga la capacidad de implementarla oportuna y asertivamente. Para ilustrar esta idea, citaremos el caso del MIR que en los años 70 mucho habló de construcción de Poder Popular y se implicó, con voluntad y esfuerzo, en esta tarea; sin embargo, a la hora de los quiubos, estaba tan desarmada como las otras fuerzas para defender el gobierno popular. Una izquierda que salga del viejo y fallido debate sobre la « revolución por fuera o por dentro », porque ninguna de las dos formas ha demostrado, por si sóla, salvo en casos muy particulares, su infabiilidad histórica.

Y mientras nos ponemos de acuerdo, el capitalismo sigue arrasando, a un ritmo vertiginoso, con los pobres y el planeta todo. Y en el actual contexto de crisis económica deviene más voraz aún. Es que el capitalismo, por esencia ,nunca ha sido, no es, ni será sostenible. El día que deje de ser depredador ya no será más capitalismo.

Ante la barbarie inminente, las preguntas : ¿ Dónde diablos jugarán los niños ? y ¿ En que planeta y con que recursos naturales construiremos la nueva sociedad ? cobran toda su pertinencia.

Hoy más que nunca la revolución socialista se hace necesaria y urgente ; y en esta búsqueda, hay que experimentar todos los caminos para acercarce a ella.
P. León (Titulada en Ciencias Políticas) - M. Gonzáles (miembro del Colectivo Rodriguista Bélgica)

sábado, 25 de julio de 2009

A LOS TRABAJADORES DEL MUNDO

AHORA QUE LA PRECARIEDAD, RESIDUO DEL SISTEMA QUE MUERE, Y QUE DIA A DIA AFECTA A LA CLASE OBRERA Y A TODOS LOS ASALARIADOS ES CUANDO DEBEMOS UNIRNOS Y DECIR BASTA A ESTE SISTEMA, JUNTOS EN EL COMBATE PARA QUE LOGREMOS CAMBIAR EL MUNDO



A PROPÓSITO DE LAS PANDEMIAS

POR IVO MALDONADO

No me gustan los arreglines. No me agradan los pitutos. Me molesta la palabra pituto; también la palabra favor... ¿No me explico su importancia? ¿Pagan IVA? ¿Declaran? ¿Tienen personalidad jurídica? No lo creo, en realidad. Algunas veces yo mismo he sido un pituto; otras los he utilizado como todo buen chileno. "Chile el país menos corrupto de Latinoamérica". Patrañas: trastornos de la personalidad. Amigos de los amigos. Pero ahí van con sus trajes imponentes, con sus abrigos, con sus joyas, caminando con su sonrisa deshonesta, y esperando cumplir la divinidad del día. Se les considera como santos; son los encargados de la felicidad aquí en la tierra. Ellos nos hacen felices. "Me sacaron el parte", "lo pasaron de curso", "no quiero hacer el servicio".
Todos necesitamos de un pituto; la historia los necesita. Por ejemplo: Camus lo necesitó para ganar el Nobel, antes que Sartre. Frei para ser presidente antes que Lagos. Y De Caprio no hubiese actuado en Titanic de no ser por... Se dan cuenta... qué sería de ellos sin un pituto, tantos y por todas partes. ¿Dónde no hay pitutos?
Sé que son importantes. Pero no se me mal entienda. ¿Qué pasaría si no existieran? Seguramente, no habría tantos mediocres; las cosas se harían como deben; no nos inundaríamos en el invierno. Los trabajos serían trabajo. Los premios tendrían el valor del premio.
Ustedes no leen mis libros. Feliz como en mi poema "Y el premio qué". (Los pitutos dominan hoy por hoy al mundo. No deberían elegirse autoridades, sino pitutos. Yo voto por tal fulano porque me conoce, o es amigo de mi amiga. Y es mi pituto).
Algo debe pasarnos. Algo que nos haga comenzar de nuevo. Sin familia. Sin amigos. Sin esposa, tal vez. Ahora, mientras termino estas líneas, recuerdo que incluso, para poder enamorarse, necesitamos de un pituto. Definitivamente, quien no tiene un pituto no merece vivir.

miércoles, 15 de julio de 2009

Chile: Hacia la Asamblea Constituyente

o cuando el pueblo se atreve a ser dueño de su destino
por M.E.Vega (Chile)
martes, 14 de julio de 2009
La Asamblea Constituyente debe ser un proceso emancipatorio de nuestro pueblo entendiendo y pensando en los ciudadanos, en el pueblo, en las distintas corrientes de opinión. Una iniciativa como ésta debe pasar del mundo académico al mundo real, a las juntas de vecinos, los partidos, a las organizaciones sociales, debe haber una combinación o si no quedará reducido a un mundo que teoriza. Es necesario incorporarse para poder refundar una nueva institucionalidad y un nuevo Estado, que sea democrático, donde se ejerza la solidaridad y la fraternidad. Eso traducido en una nueva Constitución para este siglo XXI”.

Un interesante debate se produjo en la sede Concepción de la Universidad la República en torno a la necesidad de que Chile tenga una nueva Constitución que nazca, no de un grupo de expertos encerrados entre cuatro paredes, sino del pueblo, a través de una Asamblea Constituyente.

“La Asamblea Constituyente debe ser un proceso emancipatorio de nuestro pueblo entendiendo y pensando en los ciudadanos, en el pueblo, en las distintas corrientes de opinión. Una iniciativa como ésta debe pasar del mundo académico al mundo real, a las juntas de vecinos, los partidos, a las organizaciones sociales, debe haber una combinación o si no quedará reducido a un mundo que teoriza. Es necesario incorporarse para poder refundar una nueva institucionalidad y un nuevo Estado, que sea democrático, donde se ejerza la solidaridad y la fraternidad. Eso traducido en una nueva Constitución para este siglo XXI”. (Cristian Cuevas, presidente de la Confederación de trabajadores contratistas el cobre)

“Es urgente modificar la Constitución porque ésta es una camisa de fuerza, tenemos que tener una nueva Constitución y esto se hace marcando una preferencia, por cualquier candidato, no hay que marcar dos opciones porque eso anula el voto, hay que marcar una y junto con eso escribir AC. Habiendo un número importante personas que marquemos el voto de esta forma vamos a poder demostrarle al país, a los personeros políticos, la urgencia que tiene el pueblo de Chile, de que algún día seamos un país democrático”. (Juan Guzmán Tapia, ex ministro de la Corte de Apelaciones de Santiago)

“La Constitución de 1980 es mil veces más reaccionaria y antipopular que la de 1925, es un retroceso tremendo…hoy se nos pretende hacer creer que lo que estamos pidiendo es demasiado, que nunca en Chile hemos tenido una Constitución redactada por el pueblo. Se dice también que la Constitución es un paquete muy bien atado y que es mejor no cambiarla, es lo que se dice. Ese planteamiento que es peligroso, porque argumenta que no se puede porque nunca se ha hecho, es el que tenemos que derrocar y lo podemos hacer porque tenemos una razón política, ideológica, histórica que nos dieron los fundadores de la república y es aquella que inspiró a todas las fuerzas que luchamos contra la dictadura”. (Gustavo Ruz, integrante de la Red de Asamblea Constituyente de Santiago)

De a poco la sala se fue llenando. En los respaldos de las sillas, quedaban parcas, chaquetas, gorros y uno que otro paraguas. Ya no era necesaria la calefacción. Mientras se esperaba el inicio de la jornada, la conversación fluía en el salón principal de la Universidad de la República. Otros hojeaban con interés ejemplares de dos diarios “alternativos” que sus propios creadores vendían pidiendo un “aporte voluntario”. Encuentros, saludos, intercambio de invitaciones a conversatorios y coloquios. Jóvenes de pelo largo y mochila; adultos de pelo blanco y miles de historias en la piel…

La convocatoria de la Red por la Soberanía Popular de Concepción, integrada por 20 organizaciones sociales, era atractiva: debatir acerca de una nueva Constitución para Chile, desde una asamblea constituyente. Llamativa propuesta.

Y también llamativos los expositores. El ex ministro de la Corte de Apelaciones de Santiago, Juan Guzmán; el dirigente de la Confederación de Trabajadores Contratistas del Cobre, Cristian Cuevas y el integrante de la Red Asamblea Constituyente de Santiago, Gustavo Ruz.

Cada uno expuso su particular punto de vista sobre el tema, aunque la conclusión fue la misma: la necesidad de tener una nueva Constitución que nazca desde el pueblo soberano.

¿Qué dijo cada uno? Aquí van algunos de los pasajes más significativos de las intervenciones.

Cristian Cuevas, presidente de la Confederación de Trabajadores del Cobre, habló desde la visión de los trabajadores, del mundo del sindicalismo.

“Hay que entender que en el movimiento sindical no todos tienen igual disposición para hacer planteamientos políticos con la maduración y la comprensión social que deben tener los trabajadores para entender que hay que tener una nueva Constitución…”

“Esto se debate en la base del movimiento social pero no logra cristalizar en un movimiento que convoque a todos, sólo son intencionalidades…como Confederación nos planteamos que debíamos avanzar hacia una Asamblea Constituyente para una nueva Constitución. No estoy seguro, pero creo que nuestro país nunca ha habido una Asamblea Constituyente con la participación de las organizaciones, siempre han sido las elites las que han definido la institucionalidad, por tanto nunca ha habido una acción en donde los movimientos sociales puedan cristalizar en una nueva Constitución…”

“Esta aspiración, este deseo debe transformarse en un movimiento de millones que sean capaces de estremecer a nuestro país y hacer conciencia acerca de por qué es necesario tener una nueva Constitución, donde estén garantizados los derechos de hombres y mujeres, de las distintas identidades religiosas, culturales, sexuales de nuestro pueblo. Esto no puede quedarse en un deseo de una elite que intelectualiza lo que quiere pero no logra transformarlo en algo que vincule al movimiento social completo…”

“Uno se cansa de la quejumbre, vivimos quejándonos de todo, pero somos actores pasivos, no determinamos las conductas, no definimos para donde queremos llevar este objetivo político. Uno lo que ve es sólo un acomodarse, ser pasivo, hay una sociedad desesperanzada y no le podemos heredar eso a nuestros hijos…”

“Esta es una aspiración democrática y noble, pero si no logramos que eso lo entienda el ciudadano que no está en este foro, se va a quedar solo en un deseo…”


Juan Guzmán Tapia, ex ministro de la Corte de Apelaciones de Santiago, puso su mirada jurídica:

“…manifestar, clamar por lo que necesitamos que es quitarnos la camisa de fuerza que implica la Constitución de Pinochet. Todos conocimos lo que fue el golpe. Un bombardeo teatral que fue el primer acto de terrorismo. La represión que permitió el denominado estado de guerra…”

“En 1980 comienza el periodo de transición a la democracia con la dictación de la Constitución que es de corte neoliberal, supuestamente de economía social de mercado, que lograría el desarrollo pleno en 1987, aunque ello nunca fue así…”

“En Chile existe una democracia pero sólo formal que queda plasmada en varios artículos. El primero que dice: Las personas nacen libres e iguales en dignidad y derechos. Otro que habla de Chile es una república democrática. O el que señala que La soberanía reside esencialmente en la nación. Y varios más. Las garantías constitucionales son meras expectativas. Cuando vemos cómo están protegidas nos damos cuenta que están protegidas las empresas y no los derechos de las personas”.

“La Constitución actual es de corte neoliberal, de 100 años de antigüedad en relación a los conceptos actuales…”

“Esta Constitución es inmodificable, sólo puede hacerse con el consenso pero eso implica cambalache y generalmente con eso no nos ha ido bien. Para modificar la Constitución se requiere 3/5 de los senadores o diputados en ejercicio. Si existe la oposición del presidente una vez que se ha insistido por el Parlamento, recién tiene la opción de promulgar la modificación o someter recién al plebiscito, eso requiere vencer algunos quórum, por eso dudo que se pueda hacer una modificación…”

Gustavo Ruz, sociólogo, integrante de la Red Asamblea Constituyente de Santiago, hizo su aporte con mirada histórica en el presente y el futuro.

“No puede ser que tanta gente durante tanto tiempo esté engañada bajo el imperio de un puñado de personas, que tiene el poder de la economía, de los medios, de los bancos, de las cúpulas partidistas, del sistema institucional, un puñado que controla la sociedad. Podríamos hablar de plutocracia, de los que tienen más, de los que tienen el dinero, que mandan más que los diputados y senadores y que 8 millones de ciudadanos…”.

“…en un periodo de 15 años, Chile fue un país muy libre, entre 1958 y 1973, no hemos sido tradicionalmente un país democrático. Avanzamos en la democratización y se nos pasó la mano. El año 73 la oligarquía da el golpe de estado no para sacar a Allende, no para impedir el Plan Z o erradicar el cáncer marxista, sino para restaurar el rol dominante de la plutocracia, de la minoría rica sobre el conjunto de la sociedad, esa restauración habría sido imposible mediante elecciones. Tenía que ser mediante un derramamiento de sangre. En ese periodo se hace la reforma agraria y se nacionaliza el cobre, esos 15 años son de acento democrático y soberano. Nunca en la historia de Chile habíamos sido más soberanos, más dueños de nuestro destino que el día que todos los chilenos nacionalizamos el cobre, ese hecho no podía ser permitido por los dueños del dinero. Esa fue la razón del golpe, habernos atrevido a ser dueños de nuestro destino”.

“La Constitución de 1980 se redacta de tal manera que Pinochet muera en el poder. El tema central de la nueva Constitución no es la descentralización, la ecología o la discriminaciones, el tema central es que la vía por las cuales Chile se modernizó a través del rol del Estado se suprime y el Estado no puede tener empresas a no ser que haya 2/ 3 del los parlamentarios que lo autoricen. Se le niega el estado, se reserva la riqueza a los ricos, que generan más poder, controlan el 60 por ciento del capital. El poder del dinero influye cuando se discute el uso de nuestros recursos, del agua… el poder fáctico del dinero. Frente a eso, que se ha generado por la fuerza de un bando dictado por cuatro generales, la Constitución que nos obliga a aceptar una legalidad que es como un embudo, conforme a aquello, se hizo un movimiento de resistencia contra la Constitución del 80... Ahora, debemos demostrar que quienes queremos una Constitución democrática somos mayoríaen Chile".

El debate generado tras las exposiciones, dejó claro que la reflexión y el intercambio de ideas, recién comienza. Aún falta camino por recorrer…

Concepción, 11 de julio de 2009.-

lunes, 13 de julio de 2009

Herminia de la Pincoya


x Andrés Bianque ::

Niños enfermos, ¿Tendrá algún remedio para la fiebre?, Quisiéramos participar en la olla común, ¿Cómo lo hacemos? Necesitamos una casa ¿Sabe dónde se puede conseguir eso?
Resulta que ella podría ser perfectamente el resumen preciso y certero de la vida de una mujer americana, de las nuestras, muy nuestras, dedicada a combatir, desde las más diversas trincheras, aquello que oprime todas las quimeras.
Intento afinar de manera exacta la cuerda en que reposan los recuerdos, voy trepando lento hacia la década de los ochenta, hasta que le veo allí azuzando con ceño de brazos cruzados el fuego que crispa el agua de un fondo de comida, mientras en silencio de harina, el pan amasado espera somnoliento su estirón de levadura sobre un tosco mesón, que han construido los hombres cesantes de sueños.
Aparecen de rato en rato ciertos vecinos buscando respuestas a las más diversas preguntas. Niños enfermos, ¿Tendrá algún remedio para la fiebre?, Quisiéramos participar en la olla común, ¿Cómo lo hacemos? Necesitamos una mediagua, una casa para poder vivir ¿Sabe dónde o cómo se puede conseguir eso?
Qué dulces eran los damascos esos veranos en aquella mítica esquina de trigales y gardenias, que olor exquisito a tierra recién regada y barrida en tono de alfombra popular para quien llegara a la casa. Qué tibias eran las tardes de invierno amobladas por la respiración tierna de agrupaciones de sueños hermanadas en aquella casa, cuartel general de mujeres generales de insignias y medallas invisibles que colgaban y cuelgan sobre sus pechos que sostuvieron el mundo que se vino abajo, después de aquello de lo septiembre verde. Que olorosa era la canela junto a Iván, que de cañerías fracturadas y enyesadas por Don Fernando, y la hermosa señora Gladys y su jalea de hospital, el seductor eterno de Mauricio dando clases de cómo abordar a las féminas. Tantos seres anónimos que el oleaje del tiempo se lleva tiempo adentro…
Que gran familia popular pululaba en aquella casa, que de niños felices entrando y saliendo por las puertas que siempre estaban abiertas. Detalle que dibujaba de cuerpo entero su esqueleto de vigas vigorosas, de enjambre de vidas divididas entre lo que se dice y entre lo que se hace. Y las chocolatadas, y las tizadas y los juegos, y los parches contra los balines…
Herminia tenía el sabor a abuela en aquellos tiempos, inspiraba ternura a pesar de su carácter serio y decidido. La conocí sencilla de hablar, segura de ideas, la recuerdo humilde, a pesar que ella sabía lo suyo, pero prefería siempre caminar por las barriadas y las poblaciones a habitar en las nubes de intelectuales. Me llamó la atención la manera diestra en que interpretaba las heridas, las de adentro y las de afuera. Pienso en lo difícil que se hace el describir el semblante curtido de una mujer de pueblo que vive para el pueblo y que pareciera, conociera todas sus vertientes y posibilidades. Parida, nacida y curtida en la lucha.
Y su característica voz ronca de tanto grito contra la hiedra que llena la casa y las cuadras, yo pinto callado el borde de un lienzo, mientras observo atento, como decenas de personas le preguntan qué hacer hasta en los más domésticos y fáciles ejercicios cotidianos que realizar.
Por aquellos años, Toño, el indio Toño aparecía con su bandera de sonrisas e historias lindas a alegrar a cada uno de los que allí estábamos, alargaba su cuerpo de Arauco sobre el umbral y sonreía con los ojos ante cualquiera que le mirara. Estaba la Panchita, Mapuche pequeña pero de corazón gigante, como no he visto hasta el momento.
Y aquí debo, debo detenerme en esa mujer de greda, porque me aborda el deber de contar que después de terminar las tardes faenando palos, harina, panes y sales, ella se iba a su otro hogar. Tomaba su carretón de mano, anclado a la orilla de aquella morada. Se daba su pausa líquida en algún garito oculto de aquellos años, algunas veces, y continuaba su viaje hasta su casa, la que quedaba en la misma dirección que la mía.
Muchas veces, comenzaba a murmurar en voz alta palabras incomprensibles, el murmullo se hacía arroyo más claro, hasta que el agua del molino de su boca se transformaba en canción sonora y persistente. Cantaba en Mapuche, coreaba sus nombres y ciertos nombres en Mapudungun… ¡Canta Panchita, canta! Le decíamos, le decía, y ella cantaba como un pájaro herido sobre las ramas de una araucaria herida y primera vez en mi vida que escuchaba una canción mortal, terrible, profundamente intensa y hermosa en el límite impuesto por los señores de la noche, cantaba en los ochenta, cuando era quizás, un solo grupo al que le importaba la causa de los peñis. Y ahí parada frente a una barricada artesanal, ella se paraba, cruzaba sus manos en el bajo vientre y como una niña de escuela, le cantaba a sus ancestros. Palos, pañoletas, piedras y otros para nosotros, y ella simplemente suspendida entre el humo y la noche, cantándole a los pájaros, a los niños que éramos nosotros accidentalmente, y un escalofrío colectivo nos erizaba la piel y los lamentos y , carajo, lanzábamos las piedras más lejos que nunca..
Nosotros con miedo de gritar libertad aquellos años, y ella, cantando el lenguaje prohibido de los pehuenes, los montes y los lagos. Muchas veces la escuché y no entendí nada, nada, absolutamente nada, y yo miraba su rostro partido de arrugas tempranas y se me encogía el pecho y las costillas se me rompían como ramas secas y alto y hermoso aleteaba mi corazón ante el llamado de sus tierras.
Herminia de la Pincoya, le susurraba el orgullo de ser Mapuche a la Panchita, en forma constante, le hablaba de corrido del indomable e indómito pueblo aquel, del cual sentirse eternamente orgulloso.
Ay Herminia linda, como has desafiado los años, y por sobre todas las cosas, los daños. Y sólo fue ayer que he visto tu paso lento con el lienzo entre las manos y tu grito pequeño en contra de todo lo malo. Y me entero que sin querer, estuve sentado a la mesa con una leyenda, que desde los 50, que desde los 60, que desde los 70, que desde siempre, la matriz de nuestra clase te regalo como defensora de tus otros hermanos y hermanas para toda la vida.
Y cómo no recordar aquella tarde en que te vi vestida de verde oliva defendiendo la tierra de Sandino en una fotografía, y tu humildad de mujer sabia, y tu silencio y tu mejor hagamos, a estar sentados escribiendo discursos infinitos.
Ahora, el coma entra en la redacción de tu vida, y en vilo, tanto yo, como muchos de aquellos que han tenido el honor de conocerte, sienten el filo del precipicio de la muerte. Si supieran aquellos que tienen un hogar gracias a tus desvelos, si supieran algunos, que de cicatrices les curaste. Si supieran de las marchas que conocen tus pies hermosos, si supieran que adorno has sido las noches de tomas en terrenos hambrientos de dinero. Fuiste adoptando fantasmas sobre la hamaca de tu pelo, fuiste amparando el tiempo de harina colectiva sobre tus sienes.
Mujer entre las mujeres, dirigente honesta dentro de los honestos, combatiente del conjunto de disciplinas que acarrean vida a las calderas humeantes de nuestro pueblo, pudiste haberte ido hace años, pudiste haber vivido plácida en muchos lugares, pudiste haber adquirido un sueldo substancioso y un buen puesto por servicios prestados a la clase. Pero no, ahí andabas, ahí andas de la mano con otros que nada tienen. Enseñándole a los jóvenes ciertas cosas que no aparecen ni en los estatutos de ciertos partidos, ni en los decálogos de filántropos de ateneos.
Herminia Concha, dirigente, abuela de combatientes, mujer, nana de cachorros en ciernes, madre, compañera de noches amargas, siempre ahí, siempre allí. Estas letras no son más que un pálido remedo que no alcanzan la estatura de tu semblante sereno.
Mejórese, véngase con nosotros, la estamos esperando, hacen falta miles como usted.

Video: "La marcha del Hambre" de los mineros de Tambillos, Chile

Chile: La historia de la huelga de los mineros de Tambillos y otras tragedias

miércoles, 8 de julio de 2009

Chile: Sobre una izquierda revolucionaria en ciernes. Riesgos y desafíos en la constitución del MPT


Este texto pretende dejar sentada la opinión de un irregular militante acerca del proceso constitutivo del Movimiento de los Pueblos y los Trabajadores en Chile (MPT), una federación de izquierda que pretende la acumulación de fuerzas para la trasformación radical del sistema político-económico en un mediano plazo. Se trata de opiniones que pretenden una validez general, pero que se asume desde el principio de que por sí no las tienen; es un intento de enriquecer el debate político por eso es prudente que sean tomadas en cuenta independiente que provengan de un individuo ajeno al marco cultural desde donde se gesta el MPT, esto es, un individuo alejado de la lucha político social, que no pertenece a ningún colectivo y que por lo tanto posee la libertad, e inclusive la irresponsabilidad, para emitir algunos juicios. Antes de ser tildado como un mero "intelectual" o un revolucionario de biblioteca quiero manifestar mis opiniones y contar con la dádiva de la escucha, o de la lectura, pues la intención no es otra que el fortalecimiento de esta instancia.
El contexto histórico que ha parido al MPT.

La izquierda chilena posee una historia propia que debe ser asumida antes de buscar impacientemente, o neuróticamente inclusive, la unidad o la movilización.

Tras un proceso de acumulación de fuerzas de más o menos medio siglo, la izquierda logró imponerse en un sistema electoral liberal y gobernar lo suficiente como para imprimir radicales transformaciones. Este proceso fue diverso al de los estados centrales (hegemónicos o imperialistas) en donde la izquieda jamás ha logrado vencer con las reglas del juego existentes, y de las revoluciones en estados dependientes que han debido recurrir a la ruptura del orden institucional para hacerlo. En los últimos años los procesos en Venezuela, Ecuador, Bolivia, entre otros, han universalizado la "vía chilena al socialismo", sin embargo las mismas contradicciones de la Unidad Popular, más otras nuevas, emergen o se larvan en su seno. Mientras el gobierno de Allende respondía a la lucha anticolonial, específicamente la desfeudalización del país, en un sistema ideológico mundial bipolar, los gobiernos socialistas "reales" de hoy pretenden lo mismo y con los mismos medios (nacional desarrollismo, estatismo, control de la producción y fortalecimiento de las organizaciones sociales) pero en un mundo distinto: Vencieron electoralmente en uno de los momentos de mayor prepotencia imperial de los EEUU que se conozcan pero el que prevalecieran es tanto una señal de la decadencia del imperio yanqui como también una contribución a su declive. De modo que sin contar hoy la izquierda local de una acumulación de fuerzas mínima para emprender una tarea de transformación radical, los vientos en la espalda hacen a muchos perder las proporciones y apurarse más allá de lo prudente, concibiendo posible la toma del poder del estado (burgués) en éste momento de modo de trasformar la realidad nacional desde arriba.

Las bases políticas de la izquierda chilena que fue gobierno fueron aniquiladas desde 1973, con el asalto de una contrarrevolución oligárquica aún hoy en despliegue. Este proceso fue exitoso para la clase dirigente, tanto la criolla como la mundial, y catastrófico para la izquierda. Una equivocación de los actuales gobernantes y la izquierda, aún así, podría ganar elecciones pero en tal descalabro, en tal carencia de una militancia competente para hacerse cargo de tareas complejas, dicho triunfo sería nada más que pírrico pues no permitiría realizar las reformas estructurales que se precisan e inclusive destruiría las precarias bases que se cuentan. La apuesta electoral presidencial por lo mismo no sólo debe ser rechazada de plano por quien pretenda que la izquierda tarde o temprano venza, pues no nos acerca a dicho fin e inclusive nos aleja.

Sin embargo ha primado la ansiedad y gran parte de la izquierda militante se encuentra hoy embarcada en varias y contradictorias campañas electorales. Su número por sí mismo, es decir más de uno, de por sí trasgrede la lógica de utilizar la campaña electoral como un medio de agrupar a la izquierda, visibilizarla, y aunar esfuerzos; tanto Arrate como Navarro se han tomado demasiado en serio la aventura electoral desde un comienzo pese a que incluso Juntos No Podemos, por lo que dichas aventuras más que apuntar a la dirección lejana pero plausible de la victoria, implica una artera estaca más en nuestro alicaído cuerpo.

La crisis económica recién comienza y augura resultados catastróficos. EEUU aún se sostiene junto al dólar pero es un plazo y no una condición el que colapse. La debacle de los EEUU nos arrastrará a todos quienes nos hemos arrimado en el gigante. Nuestros fondos públicos han sido invertidos en la ruleta del tesoro estadounidense por lo que una caída del dólar hará de nuestros treinta mil millones de DOLARES, un cúmulo inservible de papeles. La crisis en Chile por lo tanto será tanto y más severa que en otros sitios, de hecho mucho mayor a lo que será en Brasil, Argentina o Venezuela, pues todos ellos han sellado alianzas con países que van en crecida como Rusia, China e India. La catástrofe en nuestro país asegura conflitividad pero eso no implica necesariamente fortalecimiento de la izquierda más aún, el hambre a veces nubla el juicio y los totalitarismos de extrema derecha son tan posibles como un gobierno improvisado de extrema izquierda, por lo que apostar a que la crisis por sí misma hará aquello que no hemos sido capaces de hacer por nosotros mismos es hacerlo al mero azar, y con muy malas cartas en nuestra mano.

La violenta y exitosa contrarrevolución oligárquica no sólo aniquiló a la izquierda sino que anidó profundas desconfianzas y miedos en su militancia sobreviviente. A penas a quedado un número suficiente para resistir, aún así la mayor parte de las energías se han usado en buscar una justicia legal para las violaciones a los derechos humanos o para buscar el triunfo en un sistema electoral burgués por sí mismo. Para el gobierno esto ha sido un regalo generoso por parte de la izquierda pues le ha permitido hacer su negocio sin la más mínima interferencia; aún hoy Frei puede llegar a gobernar gracias a la gratuita dádiva de la izquierda, girado en enero y a cambio de nada, como si la función de ella se redujera a arbitrar los conflictos intracapitalistas.

Sólo en el último lustro se ha gestado y o reconstruido una nueva izquierda capaz de renunciar a la inútil tarea de cambiar el pasado y avocarse al futuro; han sido los secundarios quienes han iniciado esta renovación, en el sentido auténtico del término, cuando han dicho "no queremos una ley, queremos que se nos ofrezca un futuro". Ese estallido fue incomprendido por nuestra izquierda quien pretendió registrar en su nómina a los dirigentes en vez que aunar fuerzas y propender al triunfo y o consiguió desnaturalizar su movimiento incorporando luchas gremiales legítimas, pero incompatibles con las primeras como las de los operadores del sistema, o con las de los universitarios. (Debe comprenderse de una vez y para todas que los universitarios provienen de la oligarquía o en ultimo caso de las familias más favorecidas del país; no debe confundirse la culpa de clase con la convicción política por más escaseen los militantes.) La lucha de los secundarios fue y es intraducible a las propuestas de los dirigentes oficiales; la estatización es un medio, un medio más entre otros, una condición que si bien puede entenderse necesaria en ningún caso es suficiente.

La caída de la URSS permitió que algunos conservaran las banderas pero desertaran de la lucha. La izquierda chilena debe comprender que los socialistas en el gobierno son tan enemigos de ella como la unión demócrata independiente. Pero a la vez la "renovación" (en su uso eufemístico) ha servido para que otros se consideren consecuentes por el sólo hecho de no madurar teóricamente, de ser incapaces de comprender que si bien el mundo no ha cambiado mucho, gran parte del acervo doctrinario e ideológico ha obsolecido y que no existe forma de remendar cuando los agujeros llegan a las costuras y a los parches.

Los doscientos y tantos años de izquierda son la historia del fracaso y mucho debemos aprender de ellos para no volver a cometerlos, por lo mismo es inútil una refundación desde ellos si es que no se afirma que se lo hará desde las cenizas. La izquierda no debe converger en torno a ideas que han fracasado ni en torno a un pasado idealizado, debe coincidir respecto del presente y del futuro. Es la vocación política colectiva la que debe construir una teoría acorde a su actividad; aceptar que la historia ha sido el fracaso obliga a partir casi desde cero, al menos desde un prisma metodológico.

El obstáculo que nuestra izquierda aún no dimensiona es la magnitud de este paso y de la inaudito que pudiera ser. La reconstrucción de la izquierda pos URSS ha sido un fracaso también en el resto del mundo, tanto en el primer como en el tercer mundo como en el fracasado neo internacionalismo de Porto Alegre. Si la izquierda chilena logra reconstruirse desde las bases, no con motivo u ocasión de un triunfo electoral producto de una crisis oligárquica, habrá dado un paso hacia un punto distante pero seguro que nadie en el mundo ha comenzado ha transitar.

La precisión de los fines y de los medios.

Sin la definición de ese punto distante al cual acercarse ninguna táctica es válida o inválida, ninguna organización será algo más que la suma de individuos o de organizaciones. La caída de la URSS nos ha enseñado que la dictadura del proletariado ni nos acerca ni nos aleja del comunismo, que la socialización de los medios de producción no desjerarquiza a la sociedad y que por lo tanto el gobierno de unos sobre otros continúa en otras formas. La construcción de un hombre nuevo a veces nos conduce a la creencia en la absoluta maleabilidad del hombre con fines que lo trascienden. Las campañas ideológicas destinadas a sostener la guerra fría por último no trepidaron en conservar creencias falsas y nocivas en la población en función de crecer cuantitativamente.

La finalidad de la izquierda debe ser la que fue desde el comienzo, lejos de los dogmatismos marxistas y o leninistas; visualizando ese punto, hacia el cual dirigirse, todo lo demás resulta sencillo. La izquierda pretende la emancipación absoluta del hombre, repudia el ejercicio de poder de uno sobre otro, la izquierda es la pretensión de realizar la democracia es decir, es más que la radicalización de esta. La izquierda es más, mucho más que la lucha contra el imperialismo yanqui, el neoliberalismo o el capitalismo. La izquierda es, debe ser, el insolente desafío a lo existente, la extremación de la voluntad colectiva, destinada a vencer sobre los gobernantes actuales como de los futuros pues su finalidad no puede ser otra que transformar radicalmente el modo en que está organizado el mundo, y con eso el mundo. Chile no es el punto de falla del sistema mundial pero si todo comienza o no acá depende de nuestra voluntad política.

Lo sistémico y lo antisistémico.

Pero el purismo teórico puede ser contraproducente a la acumulación de fuerzas y viceversa. Es preciso comprender nuestro fin en organizarnos de modo que los medios que utilicemos puedan ser evaluados como adecuados o inadecuados. Si la finalidad es ganar elecciones sonreír será un medio adecuado; si lo que se pretende es sumar fuerzas, pero fuerzas coherentes a la transformación radical de lo existente, debemos ser muy cuidadosos en apurar aquello que tiene tiempos e instancias. Se debe crecer primero hacia dentro para luego hacerlo hacia afuera; se deben dar una serie de discusiones políticas (teóricas, estratégicas, tácticas, doctrinarias e ideológicas) para que sólo una vez que un consenso inicial, general, mínimo, cuaje, podamos agregar más ingredientes al caldo.

Si lo que se pretende es hacer política necesitamos personas que se sumen a nuestro movimiento pero antes debemos tener una idea que ofrecer, un proyecto. El mayor riesgo a que se enfrenta el MPT consiste en no poder ser más que la suma de sus partes y que dichas partes sólo hayan convergido en la marginalidad política coyuntural más que en un proyecto colectivo en común.

Tomar decisiones tácticas sin aún converger en la estrategia es un paso apresurado pues no se dirige a ninguna parte. Los urgentes padecimientos cotidianos no deben impedir este fortalecimiento interno que es el único modo serio de darles algún remedio aunque sea en un par de décadas más. Anular el voto en las próximas elecciones puede ser un gancho seductor que deje manifiesta nuestra molestia hacia una táctica electoral carente de estrategia emancipatoria; pero si por buscar esa convergencia táctica, banal desde un prisma estratégico aunque éste solamente sea un esbozo, sería irresponsable quebrar la unidad por ese sólo hecho. Sin embargo la posición electoral en segunda vuelta sí podría revestir una importancia mucho mayor, no porque esta defina al presidente sino porque sería un modo de refundar la izquierda desde el margen de las luchas intraoligárquicas criollas. Para el MPT es más importante que enemistarse de modo profundo y definitivo con el PC o con el MAS el hacerlo con el actual gobierno, sus sucesores y sus aliados pues si ellos en lo inmediato no son asumidos como el enemigo la pregunta es ¿Quien? Si el PC en su táctica carente de estrategia emancipatoria se hace gobierno, en tanto rémora o quinta columna de la oligarquía, es obvio que no se puede dudar en incorporarlo en la lista de enemigos pero el hacerlo desde ya, apuradamente, olvidando que tras esas decisiones existen profundas discrepancias teóricas pero quizá no afectivas, quizá no relacionadas con estar en procura de un horizonte común, sería quemar los puentes de modo precipitado, temerario e irresponsable. Con lo que no debemos dudar es identificar como tal a quien es nuestro enemigo declarado, el mismo que ha librado en contra nuestra una guerra sin cuartel durante casi treinta y siete años: La concertación es la continuación legal y política de la dictadura por lo tanto ningún militante de ella puede osar ser considerado un compañero, en eso no pueden haber dudas.

Definirse en este preliminar acto constitutivo como antistémicos o anticapitalistas no nos debe tampoco confundir que el rol es luchar por la superación de todas y cada una de las injusticias por lo que es inseparable a nuestra tarea el estar del brazo de todo quien luche por más que sus reivindicaciones puedan parecer sistémicas desde algún neo dogmatismo. Es preciso sumar fuerzas, la solidez teórica propia será la garantía de no diluirse en conflictos ajenos, de convencer tanto con nuestras ideas como con nuestra consecuencia en la lucha. Dejar de antemano marginadas y silenciadas ciertas luchas, por no calificar de antisistémicas, nos debilita socialmente sin fortalecernos teóricamente, es tan irresponsable como asumir alguna de esas luchas como si fuera la única existente. Lo que nos debe hacer decidir, por ejemplo, si Pascua Lama es una lucha válida y Patagonia sin Represas no, deben ser cuestiones sustantivas no meras formalidades, no un superficial automatismo burocrático. Debemos ser capaces de asumir esas luchas sin desnaturalizarnos, eso tiene que ver con nuestra fortaleza teórica no con la cualidad intrínseca antisistémica de las mismas.

Conclusión.

Es falso concluir que la izquierda padece de los nefastos efectos del sobrediagnóstico. Desde luego que se ha hablado mucho y quizá escrito más de la cuenta, pero eso no significa que hayan sido las discusiones correctas o las conclusiones adecuadas para una refundación.

La crisis doctrinaria de la izquierda produjo una estampida y una alienación tanto de los intelectuales como de los activistas, transformándose ambos términos peyorativos. Hay quienes se han concentrado en el mero actuar o en el mero escribir olvidando que teoría y práctica son inseparables.

La superación depende de qué tanto hayamos madurado en estos aciágos días de fragmentación y desesperanza, de qué tan capaces seamos de dejar de lado las diferencias terminológicas, metodológicas, doctrinarias, ideológicas, en fin, meramente formales y coincidir en un punto común al final del horizonte hacia donde dirigir de modo común nuestros pasos.

Es urgente, e importante, una teoría lo más verde posible, lo más viva, que acompañe esta lucha. Una teoría capaz de visualizar los enemigos pero también a los amigos. Que nos permita evaluar nuestro trabajo, poder afirmar si es que nos acercamos o nos distanciamos de la finalidad común que perseguimos. El marxismo no puede, pues no ha servido para eso e incluso lo ha hecho para lo contrario, ser considerada por sí misma la fuente común que con urgencia precisamos, pese a la enorme importancia que posee como fuente. Sus miles de interpretaciones posibles nos enfrentan a un abismo dogmático que no contribuye a transformar la realidad; su uso y abuso por organizaciones burocráticas hace difícil, incluso ilusorio e elusorio, tratar de rescatar el "marxismo correcto", y además le concede a la dirigencia una serie infinita de consignas destinadas a vestir de triunfo al fracaso. Finalmente sus leyes de la historia o de la economía, tantas veces refutadas en nuestras narices, no deben ocupar el tiempo de una organización que se base en la voluntad política como elemento necesario y suficiente para la transformación. Debe existir una teoría mínima pero lo suficientemente sólida para que ésta no se transforme por sí misma en el obstáculo para la organización, pero lo suficientemente certera en tanto brújula para guiar el camino.

La izquierda chilena, con este ejercicio novedoso que es el MPT, debe avanzar en un camino nuevo aún no transitado de ser algo más que la suma de las partes, que la federación de los marginados. Debe consolidarse colectivamente pues de otra manera no crecerá y por lo tanto será otra experiencia fracasada más a registrar en nuestras biografías. Su tarea no es pelear con la izquierda, su tarea es cambiar el mundo, empezando por Chile si es necesario.


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lunes, 6 de julio de 2009

Zelaya: “Si Estados Unidos van a convivir con golpistas, se termina la democracia en América”

Miguel D’Escoto sobre la dictadura en Hondura: “La lucha continúa”
lunes, 06 de julio de 2009
El presidente de la Asamblea General de la ONU, Miguel D´Escoto, afirmó a su llegada a Managua que “no tiene precedentes el rechazo que está teniendo la actitud de los golpistas en Honduras y aún así se mantienen empecinados en esta actitud. Ahora hay una señal de que estarían abiertos al diálogo”, dijo a través de Telesur.

D’Escoto acompañó al Presidente constitucional de Honduras, Manuel Zelaya, en el avión en el que pretendía ingresar a Tegucigalpa, y que fuera bloqueado por los golpistas, quienes reprimieron brutalmente la manifestación pacífica que lo esperaba en el aeropuerto de Toncontín.

“Es importante que el Presidente Zelaya demostrara a su pueblo que estaba haciendo lo posible para aterrizar. El pueblo quería romper las barreras para romper los obstáculos, pero los masacraron… Esta es una lucha que continúa y que ha sido fortalecida por una manifestación de heroísmo y patriotismo del Presidente Zelaya”, agregó.

“Mi obligación es mantener a las naciones del mundo informada, me regreso de inmediato a Nueva York y voy a cumplir con esta misión”, concluyó.
5 Julio 2009

- * Fuente: Cuba Debate


Estados Unidos debe tomar acciones inmediatas, exige Zelaya

Por Yeni Ortega

Los militares colocaron varios vehículos en la pista de aterrizaje y amenazaron con interceptarlo usando la Fuerza Aérea hondureña. Zelaya procedió a volar hacia Nicaragua, porque no tiene combustible para llegar a El Salvador, donde esperan los demás presidentes.

Los manifestantes saludaban la aeronave venezolana donde llegó sin poder aterrizar, en medio de una masacre, el Presidente constitucional hondureño a la capital de su país.

Presidente Zelaya desde el avión antes de partir a Tegucigalpa






Transcripción de las declaraciones del Presidente, realizadas por Cubadebate:

Capitán del avión en que viaja el Presidente Manuel Zelaya se comunica con Telesur: Buenas tardes, para informarle a la comunidad que hemos hecho dos pasajes sobre la pista, la cual está custodiaba por efectivos y vehículos. Solicitamos aterrizar indicando que teníamos a bordo al Presidente de la Asamblea General de la ONU y nos amenazaron con ser interceptados. Estamos procediendo a nuestro alternado que no lo podemos decir por cuestiones de seguridad.

Es imposible aterrizar en estas condiciones, en el segundo pasaje ya colocaban vehículos en la pista. En estos casos hay que proceder al alternado e informar las anomalías que no nos permiten aterrizar.

Declaraciones del Presidente Manuel Zelaya: Aquí ellos están impidiendo el aterrizaje y han puesto obstáculos para que no pudiéramos hacer el aterrizaje en la pista y han entorpecido el aterrizaje además de las amenazas del operador diciendo que íbamos a ser interceptados directamente por la Fuerza Aérea. Nosotros frente a esta situación tenemos que proceder a lo planificado con los demás miembros de la OEA para ver qué solución se toma porque no se puede abordar la pista. Hay una oposición total poniendo obstáculos y dos carros en las entradas de la pista.

Estoy haciendo todo lo que tengo que hacer, estoy en la cabina de mando, con los dos pilotos que hacen lo que humanamente pueden para poder aproximarse a la pista. Si tuviera un paracaídas me lanzaba de este avión, pero los pilotos no pueden aterrizar con obstáculos en la pista. La decisión que vamos a tomar es seguir haciendo lo que teníamos planificado, otro mecanismo para entrar al país, si no se puede lo vamos a hacer mañana, pasado, pero nuestro interés es ingresar al país. La gente no ha podido romper el cerco militar porque si lo hubiera hecho hubieran eliminado los obstáculos.

Es una barbarie la que hay en Honduras y lo denuncio ante la comunidad Internacional. Debe haber en los gobiernos alguien que ponga orden sobre un grupo armado contra el país, tiene que existir un gobierno que ponga orden en el mundo para canalizar esfuerzos multinacionales. Este movimiento golpista no nace de ninguna Revolución Social, sino de una elite que toma el poder por la fuerza y lo quiere seguir sosteniendo por la fuerza. A partir de mañana todo recae sobre las potencias, especialmente Estados Unidos que teniendo una fuerza tan grande, debe tomar acciones inmediatas.

He recibido llamadas hoy de personalidades en el mundo y en minutos estaremos informando cuales serán las próximas acciones. Los pilotos dicen que no se puede aterrizar porque podrían provocar un accidente del avión. Queremos entrar de cualquier forma a la pista del aeropuerto, siempre con respeto y tolerancia.

Locutora Telesur: ¿Qué acciones solicita a Obama?

Manuel Zelaya: Específicamente el gobierno más fuerte en asuntos económicos, en aspectos de la esfera del dólar, para nosotros, es Estados Unidos. Si van a convivir con golpistas, se termina la democracia en América. Si los presidentes de América van a permitir esto porque reciban orden de un militar, por una farsa o infracción, entonces la democracia se convierte en una gran farsa y fachada. En este sentido pido a las potencias que tiene influencias económicas y comerciales que tomen medidas cuando existen atropellos de los poderes legítimos de la sociedad apoyados en la barbarie y el terror como en Honduras.

Estoy al lado del pueblo,…busco mi retorno al país para que el país vuelva a la calma. Esos señores deben estar seguros que no pueden gobernar un Ejército como el hondureño o un pueblo que tiene capacidad para rebelarse. Hoy Honduras es una oposición social contra un gobierno de facto que por mantener sus privilegios son capaces de mantenerlos en la extrema pobreza y la no participación.

Zelaya declara en pleno vuelo y CNN se pega a TeleSUR






A las naciones del mundo, debemos buscar una respuesta inmediata. En estos momentos me voy a comunicar con los Presidentes de Suramérica. Aún diciendo que nos acompaña el Presidente de la Asamblea General de la ONU no han querido abrir el aeropuerto y nos han dicho que el avión civil debe salir inmediatamente o va ser interceptada. Esto no va a impedir que hagamos lo que tenemos que hacer con el fin de este sacrificio que hace el pueblo. Es injusto lo que hoy está pasando en Honduras.

Hora: 7: 57PM: Contacto telefónico con Abraham Istillarte. Informa que está con el Presidente Zelaya y que vieron momentos muy duros en el aire y apunto de aterrizar cuando sobrevolaban la pista. La pista estaba llena de carros militares y el Presidente tuvo posibilidad de tener comunicación directa con pilotos. En estos momentos estamos aterrizando en Managua.

Declaraciones del Presidente Manuel Zelaya: Aprovecho para comunicar a los Presidentes reunidos en El Salvador, con el Presidente Correa, la Presidenta Kirchner y el Secretario General de la OEA que se comunicaron para ver si me traslado para el aeropuerto de El Salvador o si tratamos de coordinar este esfuerzo de hoy que fue infructuoso por la represión.

Estoy con Miguel D´Escoto que está presenciando lo que hay en Honduras, el terror que hay en el país y algo debe hacer Naciones Unidas, los gobiernos de Europa, Estados Unidos; ahora están asesinando personas de manera innecesaria porque la gente estaba en manifestaciones pacíficas.

Estamos en el aeropuerto de Managua pero me voy a comunicar con los otros Presidentes para coordinar con ellos cuáles son los siguientes esfuerzos, lamentando profundamente con las familias de las personas heridas y fallecidas. Hubiera querido que eso no hubiera existido y que la gente no tuviera que sacrificarse porque un régimen de facto impone la fuerza.

Debemos buscar la solución inmediata a este problema que han creado los golpistas en Honduras. Vengo de Washington y no pensé que iban a poner obstáculos en la pista, (pensábamos) que la gente iba a sobrepasar los obstáculos, la gente se quedó corta en cuanto dispararon, la gente iba a entrar a quitar los obstáculos de la pista. Los pilotos dijeron que no podían aterrizar. Insistí en dar otra vuelta y me dijeron que era imposible aterrizar con obstáculos en la pista. Si hubiera tenido cualquier forma de descender por Santa Madre, por Dios, lo hubiera hecho.

Tengo que buscar alguna manera de ingresar para que el país vuelva a la paz (…) no es posible que un grupo de personas esté manteniendo reprimido al pueblo. Nadie en el mundo podrá parar el proceso de transformación que se inició en Honduras. La Policía o el Ejército, ha manchado el honor al masacrar manifestantes (…)

El derecho a manifestación es universal, el derecho a huelga es universal, a mantener una protesta en la calle es universal. ¿Sabes lo que hecho como Presidente? Salgo a enfrentar la manifestación. Mi gobierno no ha sido represivo, lo que pasa es cuando es un gobierno abierto entonces lo acusan de que busca populismo, división en las clases sociales (…) cuando hay un Presidente que se acerca al pueblo tienen todas las críticas de la oligarquía mediática y económica en el país.

Corren peligros las reformas a favor de una democracia participativa en América. La pobreza de nuestros países se basa en la participación de la gente, el proceso de participación ciudadana es el que está en peligro. Tenemos de vuelta a una derecha más criminal y fascista que en el pasado, una derecha que se están agrupando casi en una conspiración, complot. Siento que el Presidente Obama está haciendo reformas que algunos no aceptan…Hoy el mundo debe poner atención que se están reunificando las derechas extremas con el fin de encontrar otro sistema e impedir que el pueblo no se manifieste en procesos de cambio. Mi proceso es estar apegado a los principios de participación ciudadana. Ese fue el lema de mi campaña, la primera ley que aprobé fue de participación ciudadana. Tratábamos de dar más poder al ciudadano y esto provocó un golpe de estado…soy el Presidente electo por voluntad popular y nadie, solo Dios, podrá impedir que luche por derechos sagrados de mi sociedad. Estos impostores tienen que salir del cargo en el que no han sido escogidos por el pueblo.

Creo que los europeos y americanos, que hacen alarde de su sistema democrático, no pueden permitir que caiga la democracia porque derechas se reunifican y encuentran apoyo en los Ejércitos. Los presidentes del mundo no deben dormir o que duerman con sus maletas hechas porque los Ejércitos los pueden amarrar y enviar a otro país e iniciar un régimen de terror. La humanidad entera debe ponerse de pie. El mundo debe crear un orden internacional justo y económico que permita participación al pueblo. Este es el mensaje porque lo que pasa en Honduras le puede pasar a cualquier país en cualquier momento.

30 años duró la dictadura en Honduras, 16 años un tirano como Tiburcio que afectó a miles y miles. Si vuelven los Somozas, Stroessner, los dictadores como Pinochet, que sacrificó al pueblo de Chile, entonces los demócratas debemos reagruparnos y decirles a esos nuevos Atilas y déspotas que el mundo no es de las armas ni la fuerza, sino de la paz, la razón y la no violencia. No predico la violencia, mi gente es pacífica pero estos señores han confundido la tolerancia, la humildad con la prepotencia y soberbia que les asiste para hacer de Honduras un infierno en el que Dios debe poner manos y castigarlos de forma inmediata.

Estos señores no van a poder gobernar a Honduras. A Micheletti, debe convencerse que a esa Casa Presidencial se entra por la puerta grande, electo por el pueblo (…) debe de salir porque ha avergonzado a Honduras. Llamo a la OEA a que restablezca los vínculos esta misma noche y mañana volvamos a la paz. El presidente es el que puede calmar al país porque es el líder que el pueblo escogió. Y llamo la Iglesia Católica, al Cardenal, que rectifique, que ame al pueblo hondureño antes de a esos grupos de elite que imponen su criterio a los hondureños. Se que es un hombre sano y santo. Seguiré luchando por lo que he creído, no me voy a amedrentar ni aún con las bayonetas puestas. El cardenal no se pronunció por la humillación a mí y a mi familia. Le pido ante el pueblo y Dios que se pronuncie por la represión que me hicieron a mí.

Estoy compungido con este sacrificio que le ponen al pueblo hondureño. Un estado de facto en el siglo XXI, nadie lo va a aceptar. Honduras es un pueblo humilde pero tenemos el coraje para sobreponernos…estos muertos y sacrificios que han hecho hoy el pueblo. Deben de salir rápidamente de la usurpación del poder que están haciendo, no para dármelo a mí porque ser o no ser Presidente sigo siendo igual (…)

El pueblo está indignado viendo la represión y la fuerza que hoy le imprimen a este régimen. Ahora la juventud sabe lo que es lucha, confrontación, lo que son las Fuerzas Armadas a quien he llamado para que no apunten su rifle contra el pueblo…cambien la orientación de su rifle para lo que ordenó Morazán, reprimir a los conservadores, no al pueblo. Cometen un grave error que hoy costó vidas humanas. El pueblo tiene la fuerza para denunciarlos ante la comunidad internacional. He luchado por los cambios que merece el país y por esos cambios he sufrido un golpe de estado y han asesinado a la gente.

Locutora: Le informo que los presidentes lo están esperando en el aeropuerto de San Salvador…

Presidente Manuel Zelaya: Dígale a los Presidentes, que son líderes, que estoy saliendo entonces para reunirme con ellos. Estoy a 20 minutos del El Salvador. Le agradezco esta comunicación y salgo a El Salvador para ver cómo podemos llegar a Honduras.

En Olancho todo el mundo porta una pistola y yo pedí que no llevaran armas, dejen que sean los soldados y actuemos como hemos predicado. Soy alguien con la suficiente capacidad para saber perdonar pero estos crímenes el pueblo ni la historia los va a perdonar. Ojalá que pudiéramos ver que no hay muertos en Honduras.

* Fuente: Cuba Debate