viernes, 26 de julio de 2013

Venezuela: ¿Es posible la vía pacífica?

Fuente: revista de Chile PUNTO FINAL

Julio 2013  

Las corrientes en pugna toman posiciones para la confrontación final que se asoma en lo inmediato. Allí, en la realidad, sabremos la fuerza, la capacidad teórica y práctica de la Revolución.



La Revolución Venezolana es un laboratorio de la vía pacífica al Socialismo. Lo que aquí pase será escuela para los revolucionarios del mundo, seremos muestra de lo bueno y de lo malo, ningún intento de construcción de Socialismo podrá ignorar nuestra experiencia, seremos alerta y confirmación, referencia para las revoluciones del futuro. Veamos.

Cierre del ciclo reformista

La Revolución Venezolana atraviesa una turbulencia que surge por el cierre del ciclo reformista de la revolución. Éste parece ser común a todas las revoluciones pacificas, se caracteriza por la convivencia de la revolución y la contrarrevolución en el terreno político, económico y social burgués. La revolución conquistó el gobierno pero las leyes, las relaciones sociales, económicas y políticas, la cultura, continúan siendo burguesas.

En este periodo, la Revolución se comporta de manera reformista, está limitada por la legalidad burguesa, la lleva al extremo, tensa al máximo las posibilidades de cambio contenidas en la democracia burguesa. Este comportamiento de sincerar a la democracia burguesa, de despojarla de hipocresías, de hacer cumplir sus postulados, evidencia su falsedad y su imposibilidad, y conduce inevitablemente a un enfrentamiento con el sector capitalista de la sociedad para el que la democracia burguesa es sólo un postulado, un adorno de los discursos en las fechas patrias, un ropaje insincero de su acción de explotación y despojo de la riqueza social, nunca mandamientos a cumplir.

La fase reformista de la Revolución Pacifica es de preparación de los campos en pugna para un desenlace que es inevitable. De manera solapada se establece una batalla en el alma de la sociedad: los oligarcas intentando profundizar el espíritu egoísta base del sistema capitalista, y los Socialistas, el gobierno socialista, intentando elevar el sentido de fraternidad, de visión de sociedad. El éxito de la Revolución en este enfrentamiento dependerá de la Conciencia del Deber Social, del sentido de sociedad, que se haya acumulado.

Simultáneamente la contrarrevolución, que ha perdido su instrumento electoral como medio de dominación, ensaya salidas violentas y coloca a la Revolución en el gran dilema, la paradoja, de la vía pacífica: “la burguesía no respeta sus propia legalidad, se coloca al margen de ella, y la Revolución, confinada a la legalidad burguesa, es incapaz de defenderse, cae inerme víctima de la agresión“.

Las fuerzas en pugna

En el cierre de este ciclo se encuentra nuestra revolución. ¿En qué condiciones llegamos a ella, cuáles son las características, cuáles son los actores en este escenario?

Nuestra naturaleza de país rentista petrolero permitió, en este periodo reformista, el surgimiento de una fracción de la burguesía nutrida con la renta petrolera, que ahora disputa mejores cotas de participación en la economía a la burguesía tradicional e influencia decisiva en el gobierno. Por otra parte, los errores cometidos en el pago de la deuda social efectuado de manera meramente filantrópica, de caridad, sin organizar, ni concientizar, sin politizar a los beneficiarios, creó una masa que reacciona más a los estímulos materiales que a los estímulos morales.

El paisaje se completa con una clase obrera dividida entre los sectores economicistas tradicionales y los grupos que impulsan una suerte de “control obrero” que desemboca en la transformación de capas de dirigentes sindicales en empresarios de las empresas del Estado y a la masa obrera en inercia política confinados a los mezquinos límites de su centro de trabajo. Y por último, un sector de la clase obrera que en el proceso se reconoció como clase y entendió su papel histórico de impulsadores del Socialismo, adquirió Conciencia del Deber Social.

En estas condiciones nos acercamos al desenlace del periodo reformista. Las fuerzas, las tensiones se expresan con claridad. Veamos.


El primer elemento en el cuadro es el asesinato de Chávez, que tiene como consecuencia el afloramiento descarnado de las contradicciones sociales que el fuerte liderazgo del Comandante mantenía atenuadas. La lucha por el poder se agudiza, es así que se realizan las últimas elecciones presidenciales.

En estas elecciones emergieron las debilidades del campo chavista y la Revolución consigue triunfar con sólo doscientos mil votos. El gobierno de Nicolás Maduro comienza debilitado y desconocido por la burguesía tradicional. Inexplicablemente, el campo bolivariano no ha hecho un análisis, un estudio, de los resultados. Su origen, sus consecuencias, esta carencia, lo debilita aún más y torna necesariamente errático su accionar. Se sostiene por la inercia del alto prestigio del Comandante Chávez, por su extraordinaria conexión amorosa con el pueblo humilde.

Las fracciones de las burguesías se enfrentan por la diferencia en su relación con el gobierno revolucionario: una colabora mientras fluya la renta petrolera, la otra, aun fluyendo la renta, tiene aspiraciones de conquistar el gobierno, conspira. De esta manera la posibilidad de avanzar al Socialismo es atrapada por esta especie de chantaje de la burguesía, del capitalismo: “Si me alimentas (con dólares de la renta) no te ataco, si avanzas hacia el Socialismo dejarás de alimentarme, te ataco”. Esta fracción de la burguesía lo que propone es un “pacto con el diablo”: si lo aceptas vendes tu alma y pierdes el apoyo de tu base, caes, si no lo aceptas te debilitas y caes.

La fracción de la burguesía directamente enfrentada tiene dos vertientes que se complementan, se influyen mutuamente. Una, la golpista, considera que el gobierno está suficientemente débil y que es hora del golpe. La otra prefiere llegar a las elecciones municipales del 8 de diciembre que han convertido en un plebiscito, en un referéndum revocatorio, y así piensa dar la estocada final a la Revolución. Estas dos fracciones burguesas coinciden en desconocer al gobierno y juntos construyen un poder paralelo que desembocará en el golpe o en las elecciones transformadas en un plebiscito deslegitimador.

Encrucijada final

Ahora las fracciones de la burguesía plantean una constituyente que es el desconocimiento “legal” de la Constitución del 1999, una bandera electoral y simultáneamente la justificación “jurídica” del golpe, de esta manera se colocan abiertamente en la fractura de la legalidad.

Es así que la Revolución Pacifica llega a la encrucijada final, en ella nos encontramos: “Si respetamos la legalidad burguesa, si nos convertimos en sus garantes, seremos irremediablemente derrotados por las fracciones de las burguesías que nos acechan como hienas. Si rompemos la legalidad seremos deslegitimados internacionalmente y se podría justificar cualquier tipo de agresión. ¿Cómo salir de este laberinto… podremos?

En estos días demostraremos si la vía pacífica hacia el Socialismo es posible, o sólo es una ilusión que irremediablemente se desgasta, se debilita hasta extinguirse y da paso al fascismo que castiga los mejores sueños de los pueblos y sanciona con crueldad la ilusión de vivir en paz, de construir el Reino de Los Cielos aquí en la tierra sin modificar la estructura, la cultura capitalista.

Con el rompimiento de la legalidad burguesa por parte de la contrarrevolución, lo que ocurrirá en cualquier momento, se colocará inevitablemente el enfrentamiento en un escalón superior. La crisis hará estallar en la práctica el orden establecido, entonces la pugna será por establecer un nuevo orden: ellos intentan nuevas formas que remocen la dominación, nosotros debemos avanzar hacia la forma Socialista. Sería reaccionario luchar por defender la legalidad burguesa que la realidad ya desechó, la Revolución no puede ser doliente, defender lo que a la burguesía compete.

Sectores conscientes de la clase obrera, los petroleros, han entendido este nuevo escenario que se abre con las acciones francamente golpistas de la oposición, con sus declaraciones, su obstinación de no reconocer al gobierno revolucionario triunfante en las elecciones, su descaro en reconocer sus conversaciones conspirativas con el Departamento de Estado gringo preparando el golpe o la invasión. Estos obreros, en un gesto de valentía teórica y práctica, le salen al paso a la conspiración y al chantaje de la oligarburguesía, proponen un rumbo que está expuesto en un comunicado titulado “LOS PETROLEROS RESTEAOS CON MADURO”. El manifiesto tiene muchas enseñanzas, dibuja aspectos importantes del momento y de la confrontación futura, merece la pena detenernos en él.

Lo primero que establece el comunicado es la Lealtad con Maduro, cuando dice:
No hay atajos, la suerte de la Revolución, del Socialismo, del país, será la suerte de Maduro, de su gobierno. Y la suerte, el destino de la clase obrera está determinado por su capacidad de entender el momento histórico y contribuir decididamente a la construcción del Socialismo“.

Y concluye con esta advertencia:

“Ese es el deber de la clase obrera, somos responsables directos de que este gobierno siga transitando el camino que nos señaló Chávez: ¡hacia el Socialismo! De nosotros, de nuestro apoyo, de nuestro aporte, de nuestro ejemplo depende el éxito en este objetivo. No rehuímos el reto, estaremos siempre con Maduro, señalando errores, haciendo críticas, reconociendo triunfos, aciertos, pero siempre con él, que es estar al lado del sueño de Chávez.

Que ninguna oligarquía se engañe, la nueva o la vieja, que el imperio no se engañe, si continúan sus planes contra el gobierno Bolivariano y Revolucionario de Nicolás Maduro, nos encontrarán firmes, sin grietas, como un solo bloque, y haremos todo lo que haya que hacer. Frente a la constituyente oligarca haremos una Constituyente Obrera, Socialista, Anticapitalista, Antiimperialista, estableceremos las leyes revolucionarias, socialistas, no nos temblará el pulso. Aquí no podrán aplicar su hipocresía de dar un golpe y después elecciones para seguir con el mismo sistema, si se atreven no habrá estabilidad hasta retomar el rumbo al Socialismo“.

Las corrientes en pugna toman posiciones para la confrontación final que se asoma en lo inmediato. Allí, en la realidad, sabremos la fuerza, la capacidad teórica y práctica de la Revolución Pacífica, de su liderazgo, de su base social, para seguir adelante.



Bancos Centrales y su equivocado viraje político

por Hugo Fazio

El Ciudadano

En junio los mercados financieros en todo el mundo, incluido desde luego Chile, incrementaron notoriamente su inestabilidad luego que la Reserva Federal norteamericana anunciase que, de darse determinadas condiciones, procedería en el curso del año a reducir su política de estímulo monetario para ponerle fin en 2014. 

Ese comunicado se colocó en lo fundamental en línea con una desacertada memoria anual del Banco Internacional de Pagos, que sirve de coordinación e intercambio de opiniones para los principales bancos centrales, señalando que los institutos emisores no pueden hacer ya mucho más y deben entrar a considerar el “inevitable” repliegue futuro. Por las medidas que se propusieron Martin Wolf en Financial Times sostuvo que era un plan para empujar a las grandes economías a la depresión, que los grandes bancos centrales contribuyeron a evitar a fines de la década pasada con sus medidas de estímulo. ¿Cómo explicarse el viraje en sus conductas y particularmente el de la Fed? Para el premio Nobel Paul Krugman está respondiendo a presiones políticas cuando la economía norteamericana se encuentra enfrentada a una “depresión de baja intensidad”. 

El execonomista jefe del FMI, Kenneth Rogoff, por su parte, la entiende como una tregua en el largo conflicto por las políticas a seguir entre los “halcones” y las “palomas” de la Reserva Federal. En los países emergentes la inestabilidad se expresó ante todo en el retiro de recursos financieros, que ingresaron copiosamente con anterioridad buscando la rentabilidad que no obtuvieron en los países desarrollados.

En los últimos días de junio el Banco Internacional de Pagos (BIP), donde se coordinan los principales bancos centrales del mundo, dio a conocer su memoria anual sosteniendo que “está quedando cada vez más claro que los bancos centrales no pueden hacer ‘todo lo que haga falta’ para devolver a las aún débiles economías a un crecimiento fuerte y sostenido”. Es decir, dio a entender que prematuramente podía ponerse fin a las políticas de estimulo cuando aún en las grandes economías persisten tasas de desempleo extraordinariamente elevadas.

 El resto del texto se refiere a cómo efectuar el repliegue. “(…) los bancos centrales –indicó el BIP- tienen muy presente que la dimensión y el alcance del inevitable repliegue futuro no tiene precedentes. Esto magnifica la incertidumbre que comportan la salida y el riesgo de que ésta no está exenta de contratiempos”. La responsabilidad de los pasos a dar se la deja a los respectivos bancos centrales. La Reserva Federal, el BCE, el Banco de Japón, el Banco de Inglaterra ”tienen algo muy delicado de sopesar: los riesgos de un repliegue prematuro y los riesgos de seguir demorándolo”, aconsejando que la determinación se efectúe en forma planificada y “asentado en una recuperación sólida”, que claramente aún no se produce. “La historia muestra –concluyó el BIP – que las decisiones de política monetaria resultan más acertadas cuando se ignoran aspectos de conveniencia política cortoplacistas (…)” Visto en la perspectiva de la situación actual las políticas de estímulo monetaria deberían mantenerse, aunque ellas resultarán siempre limitadas en una situación contractiva o de bajo crecimiento si no van unidas a medidas fiscales en la misma dirección.

“En pocas palabras –resumió la formulación del BIP Martín Wolf en Financial Times – sugiere que el sector privado debe incurrir en grandes excedentes financieros, mientras los agentes fuertemente endeudados pagan la deuda y mientras los gobiernos deben tener déficit más pequeños. (…) se trata –concluyó- de un plan para una depresión (27/06/13). En efecto, todas sus propuestas son contractivas cuando el gran problema de los países industrializados es que la demanda agregada sigue siendo baja y la tasa de desempleo continúa siendo muy elevada. En la eurozona, según las últimas cifras oficiales correspondientes a mayo, sigue creciendo.

En el caso de EE.UU., como recalcó Stephen S. Roach. “durante 21 trimestres desde principios de 2008, el consumo personal real (ajustado por la inflación) ha aumentado a una tasa anual promedio de tan solo 0,9%. Este es lejos –subrayó- el período más prolongado de debilidad en la demanda real de consumo estadounidense desde fines de la Segunda Guerra Mundial y una tremenda desaceleración respecto del ritmo de crecimiento del consumo anual real precrisis, del 3,6% entre 1996 y 2007. Como el consumo de los hogares estadounidenses –añadió Roach- representa aproximadamente el 70% de la economía, esa brecha de 2,7 puntos porcentuales entre las tendencias precrisis y poscrisis es de 1,9 puntos porcentuales. Si están buscando la causa del desempleo estadunidense inaceptablemente elevado –concluyó-, no busquen más” (31/05/13).

El análisis del BIP comete adicionalmente el error de no considerar el cuadro fiscal existente en la eurozona y EE.UU. En la primera sigue predominando la suicida política de austeridad que mantiene a su economía en una larga recesión, mientras que EE.UU. desde marzo está sometido al “secuestro” es decir a una constante reducción del gasto público que se suma al incremento en los gravámenes a las familias desde comienzos de año. En esas condiciones apresurar el retiro de los estímulos monetarios, por temor a una supuesta inflación futura, resulta absolutamente errado.

La repercusión en los mercados financieros no se produjo a partir de la memoria anual del BIP, ya venía de antes, pero se intensificó fuertemente al producirse la declaración de la Reserva Federal de que hacia fines de año podría reducir su política de relajamiento cuantitativo, de US$85.000 millones mensuales que a la fecha sigue sin modificarse, de cumplirse una serie de condiciones, que el desempleo baje y la inflación se acerque a la meta del 2% anual, alejándose el peligro de tasas de deflación o de incrementos en el IPC muy reducidos que lleve a reproducirse el largo período de estancamiento experimentado por la economía nipona. “La compra de activos –puntualizó- variará conforme a la marcha de la economía” (20/06/13). Las estimaciones revisadas de evolución económica en la reunión de la Reserva Federal de los días 18 y 19 de junio fueron que el crecimiento de 2013 se moverá en un rango de 2,3% a 2,8%, la tasa de desempleo bajará del 7,3% – 7,5% de la fuerza laboral cifrado en su reunión de marzo a 7,2% – 7,3%, para descender el año próximo a 6,5% – 6,8%, siendo la primera de estas dos cifras la tasa de desempleo que se propone como objetivo. Destacó, además, que la economía muestra resilencia a los recortes del gasto público en la medida que los consumidores impulsan el suyo.

Estimaciones que fueron cuestionadas rápidamente cuando el tercer y último cálculo del producto en el primer trimestre efectuada por el Departamento de Comercio cifró su crecimiento en solo 1,8%, cuando antes lo había calculado en 0,6 puntos porcentuales más. Esta reducción la fundamentó en un fuerte menor crecimiento del consumo, la diminución de las exportaciones y un bajo aumento de la inversión empresarial, en circunstancias que las sociedades no financieras disponen de US$1,8 billones en efectivo y activos líquidos.

Martín Wolf calificó este anuncio como un ajuste monetario “prematuro”. “Si la Fed hubiera sido más cuidadosa –escribió- esta restricción monetaria prematura no habría provocado la caída de los precios de los instrumentos financieros más importantes del mundo” perjudicando “gravemente” el proceso de recuperación. “La manera correcta de proceder –subrayó el economista de Financial Times- (…) es destacar las condiciones no los cronogramas”, así como la necesidad de efectuar una “gestión adecuada de las expectativas” (27/06/13).

Paul Krugman, luego de valorar los esfuerzos de la Fed en el período precedente por impulsar la economía y no olvidarse del crucial tema del desempleo, criticó el cambio en su discurso cuando el “estado de la economía” estadounidense “equivale a una depresión de baja intensidad, y los desacertados mensajes de la Reserva reducen la posibilidad de que esa depresión sea breve” (03/07/13). ¿Por qué este cambio? “(…) yo supongo –se contestó- que lo que realmente está pasando (…) conscientemente o no están respondiendo a las presiones políticas (…). Es triste y deprimente. La razón fundamental por qué la economía sigue deprimida (…) es que muchos responsables políticos (…) han olvidado que la creación de empleo era su misión más importante. Hasta el momento, la Reserva era una excepción, pero ahora parece que se une al grupo”. En la Unión Europea, para citar un ejemplo extremo, en mayo en doce meses los desempleados aumentaron en cifras interanuales en 1.324.000 y en la eurozona en 1.344.000. Los mayores incrementos se produjeron en Chipre de 11,4% a 16,3% y Grecia, en este caso a marzo, de 22,2% a 26,8%. En EE.UU., en junio había 11,8 millones de personas sin trabajo y la tasa de participación laboral fue de 63,5%, una décima superior a mayo, continuando en niveles mínimos en tres décadas. La tasa de desempleo se mantuvo en 7,6%.

“Los principales bancos centrales del mundo –comentó, por su parte, Kenneth Rogoff, ex economista jefe del FMI- siguen expresando su preocupación por las repercusiones que puede generar su lucha contra la recesión. Es un error. Comparado con los riesgos políticos, sociales y económicos que conlleva la persistencia del lento crecimiento económico tras una crisis financiera de las que ocurren una vez cada cien años –argumentó- un arranque sostenido de inflación moderada no es algo por lo que preocuparse” (30/06/13).

“En Estados Unidos –añadió-, la Reserva Federal ha puesto nervioso a los mercados de bonos al indicar que la relajación cuantitativa ha llegado a su fin. La salida propuesta –reflexionó- parece reflejar una tregua entre los halcones y las palomas de la Fed. Los halcones obtuvieron liquidez masiva –detalla-, pero ahora que la economía está fortaleciéndose, los halcones insisten en abandonar los estímulos. Esta es una variante moderna de la receta clásica que consiste en comenzar a ajustar antes de que la inflación cale profundamente, aun cuando el empleo no se haya recuperado completamente”.

El temor a una inflación que en la actual coyuntura no está presente conduce, demuestra la experiencia histórica, a revertir o detener los procesos de recuperación. “Y seria una catástrofe –concluyó Rogoff- si la recuperación descarrilara por una excesiva devoción a los dogma antinflacionarios, igual que cuando algunos bancos centrales eran excesivamente devotos del patrón oro, durante las décadas de 1920 y 1930”. Ni en EE.UU. ni la eurozona existe inflación mientras que Japón hace esfuerzos desesperados por revertir el cuadro deflacionario que durante largos años ha golpeado a su economía.

El Banco Central Europeo (BCE), a través de su presidente, Mario Draghi, efectuó una declaración en que comunicó el acuerdo aprobado por unanimidad, es decir con el voto también del Bundesbank, de mantener su actual mínimo histórico de tasa de interés, de 0,5% nominal anual, “por un período de tiempo prolongado”. Agregando que hacen “lo posible para reaccionar ante la volatilidad en los mercados a su vez consecuencias de sucesos que tuvieron lugar fuera” de Europa (05/07/13). En su texto el BCE constató la improbabilidad de que las actuales circunstancias la inflación supere su meta de 2% en el mediano plazo a causa “de las debilidades generales de la economía”.

Casi simultáneamente el Banco de Inglaterra se pronunció en la misma dirección cuando Mark Carney, su nuevo gobernador –el primero extranjero en sus 319 años de existencia- llevaba solo cuatro días en el cargo. En su comunicado estableció que sus tasas de interés permanecerán más tiempo en sus mínimos históricos y confirmando su programa de emisión monetaria por la vía de compra de activos.

La inestabilidad financiera creada por la posición adoptada por la Fed acentuó la salida de inversiones efectuadas a los mercados emergentes. Durante junio a ello se sumó las noticias provenientes desde China poniendo en duda su nivel de crecimiento, que el director del Centro de Estudios Económica de la Universidad de Fudau (Shangai), estima que en 2013 crecerá “en torno al 7% por los próximos años, que sigue siendo una buena tasa de expansión” (03/07/13). En las últimas cinco semanas completadas al cierre de junio, “los inversionistas han retirado –informó The Wall Street Journal- US$1.200 millones de los US$100.000 millones en activos de fondos mutuos dedicados a los bonos de los mercados emergentes (…) la mayor salida ininterrumpida de capitales desde 2009. Los ingresos de capitales privados a los mercados emergentes –añadió- ascendieron a US$4,2 billones entre 2009 y 2012 (…)” (02/07/13). Es un flujo de recursos que, sin duda, tiene un impacto no menor, aunque todavía es muy inferior a los producidos en la crisis mexicana de 1994 o la asiática iniciada a mediados de 2007.