miércoles, 30 de abril de 2014

Chile, 1 de mayo: Por la unidad de los trabajadores, POR UN 1° DE MAYO UNITARIO, CLASISTA Y COMBATIVO,

Unión Clasista de Trabajadores

Un primero de mayo diferente es el que convocan diversas organizaciones sociales, entre ellas la Unión Clasista de Trabajadores, que llama a todo el pueblo a participar este jueves, desde las 12:30 de la mañana, en la plaza Brasil, del acto que conmemora dicha fecha. Música, conciencia popular y diversas actividades destinadas a crear unión en la población bajo el lema de un primero de mayo unitario, clasista y combativo.

Ayer 16:04 - El Ciudadano

POR UN 1° DE MAYO UNITARIO, CLASISTA Y COMBATIVO

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Llamamos a todas las trabajadoras y a todos los trabajadores de Chile, junto a los movimientos sociales en lucha, a participar del gran acto del 1 de Mayo, en Plaza Brasil, a partir de las 12 horas.

Se cumple un nuevo Día Internacional de los Trabajadores en recuerdo de los mártires de Chicago que murieron luchando por una jornada de 8 horas de trabajo. Fecha que se conmemorará en nuestro país en un escenario político distinto, con la Nueva Mayoría y el segundo gobierno de Bachelet intentando contener las luchas de clases abiertas el 2011 mediante “reformas” en los marcos del neoliberalismo y negociadas en el parlamento.

Por eso, los abajo firmantes, convocamos al 1 de mayo clasista, unitario y combativo, expresión auténtica de un sindicalismo que retome el legado de la FOCH de Recabarren y la CUT de Clotario Blest, que se materialice en un instrumento sindical, que asuma los nuevos desafíos políticos y prácticos de un sindicalismo de clase, capaz de enfrentar a su contraparte: los dueños de la producción y del capital, en esta lucha que está muy lejos de acabarse.

Los que convocamos nos declaramos en abierta oposición al actual gobierno que encabeza la señora Michelle Bachelet y luchamos por:

1.- Un nuevo Código Laboral para los trabajadores y el pueblo, que reemplace el actual anti-sindical “Plan Laboral”. No aceptamos que el gobierno de la Concertación, hoy devenida la Nueva Mayoría, pacte con el gran empresariado la continuidad del Código Laboral de Pinochet sin modificaciones sustanciales, intentando de esta forma perpetuar el neoliberalismo y el capitalismo en Chile. Exigimos fin al subcontrato, al trabajo precario, a las prácticas antisindicales; al abuso generalizado tanto en el sector privado como público.

2.-El término de las AFPs, con la derogación del DL 3500. Exigimos la implementación de un sistema de reparto, solidario y con aporte tripartito. No aceptamos una AFP estatal que sólo perpetuará la especulación financiera con los dineros de los trabajadores.

3.- Que la Educación y la Salud deben ser gratuita y de calidad para todos. Esto es un derecho y no un bien transable. La comunidad en su conjunto debe decidir los contenidos y formas en que estos derechos se implementen y desarrollen. No más subsidios del Estado a empresarios de la educación ni concesión de hospitales públicos. Fin al lucro.

4.- La nacionalización de nuestras riquezas básicas, con control de los trabajadores, partiendo por el cobre y el agua. Con esos recursos Chile puede no sólo otorgar Salud y Educación gratuita a todos, sino también solucionar muchos otros problemas sociales.

5.- Un salario mínimo de $350.000, acorde a la canasta familiar, más aún cuando se anuncian aumentos considerables de precio en alimentos básicos como el pan.

6.- Exigimos dignidad para las mujeres trabajadoras. Terminar definitivamente con la desigualdad, prácticas sexistas, discriminatorias y patriarcales que afectan a tod@s quienes son oprimid@s por su condición de género en Chile. A igual trabajo igual salario. Asimismo, adherimos a la demanda de las trabajadoras de casa particular que exigen una jornada de 45 horas semanales. No aceptamos que las trabajadoras continúen con jornadas laborales de 72 horas semanales ¡No más esclavitud!

7.- Verdad y castigo a los asesinos de Juan Pablo Jímenez y Rodrigo Cisternas. No más muertes de dirigentes sindicales ni más represión a los trabajadores movilizados.

8.- Fin a los asesinatos de trabajadores en los llamados “accidentes laborales”. Por una real prevención en las faenas, como también juicio y castigo efectivo a los patrones que no aseguren las condiciones de seguridad laboral.

9.- Terminar con la burocracia sindical, la corrupción y el sindicalismo amarillo. Necesitamos un sindicalismo clasista y popular que implemente una real defensa de los trabajadores y trabajadoras ante la patronal.

10.- Por la defensa del medioambiente y las condiciones de vida para el pueblo trabajador. Por último, hacemos nuestra la declaración de principios de la CUT del 1953, donde se señala: “los sindicatos son organismos de defensa de los intereses y fines de los trabajadores dentro del sistema capitalista. Pero, al mismo tiempo, son organismos de lucha clasista que se señalan como meta la emancipación económica de los mismos, o sea, la transformación socialista de la sociedad, la abolición de clases y la organización de la vida humana mediante la supresión del estado opresor”.

Este 1º de Mayo, convocamos a todos los trabajadores y trabajadoras a manifestarnos en forma unitaria en un acto combativo y clasista, que levante las banderas de la independencia política de la clase trabajadora frente a los empresarios y al gobierno de la Nueva Mayoría. Por la unidad de los trabajadores, que muestre en las calles que estamos de pie, que los asalariados y asalariadas de este país no aceptamos más soluciones “en la medida de lo posible”, pues somos los verdaderos creadores de la riqueza.

Convocan:

Unión Clasista de Trabajadores, UCT, Federación Nacional de Peonetas Coca Cola. FENASIPEC, Sindicato Nacional Achs, Sindicato Nacional Jumbo, Sindicato Action Line, Sindicato Nacional CIMM TYS, Sindicato de Trabajadoras Inmigrantes Asesoras del Hogar, Sindicato Tecma, Sindicato Inacap, Sindicato Evercrips, Sindicato Interempresa Sutra, Sindicato Interempresa SITREM, Sindicato Empresa Muebles Sur, SINTRAC C.N.D. Chile, Aprus Hosp. San José, Coordinadora Corriente Sindical Proletaria, Corriente Político Sindical, CPS.

Adhieren:

Asamblea Territorial Pedro Aguirre Cerda, Casa Bolívar, Colectivo Acción Directa, Colectivo Aukamapu, Comité por la Unidad Revolucionaria (CUR), Corporación SOFINI, nuestros hijos., Federación Estudiantil Pedagógico, Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR), La Alzada, Acción Feminista Libertaria, La Batalla de los Trabajadores, Movimiento de Estudiantes de Educación Superior Privada MESUP, Movimiento Patriótico Manuel Rodríguez, MPMR, Partido Comunista Chileno (Acción Proletaria) PC(AP), Partido Igualdad (PI), Somos Usach, Taller La Clase, Todos Somos Asamblea
El Ciudadano
Chile: Corriente sindical UCT denuncia

“Políticas de la CUT solo benefician al empresariado”

“Por un primero de mayo clasista y combativo, en abierta oposición al gobierno empresarial de Bachelet y el movimiento sindical hegemónico, con sus políticas de pacto con el empresariado”, este es el mensaje con el que la Unión Clasista de Trabajadores (UCT), llamó a la fuerza laboral a movilizarse el próximo primero de mayo, para exigir una transformación de las relaciones laborales y la creación de un nuevo código del trabajo, entre otros.

Unión Clasista de Trabajadores · Ayer 17:04
Afiche-UCT+

En un documento publicado en internet, la agrupación que reúne a organizaciones sindicales, políticas y sociales, expresó su completo rechazo al modo en que el movimiento  sindical patronal (CUT) ha elaborado sus directrices, argumentando que “representa una política ajena a la tradición de lucha de los trabajadores chilenos, siendo una expresión orgánica de una política de pacto social que solo beneficia al gran empresariado que busca perpetuar el neoliberalismo y capitalismo en Chile”.

Al respecto el abogado de la UCT, Florencio Pardo, sostuvo que la CUT hace mucho tiempo dejó de representar los intereses de la fuerza laboral, por lo que aseguró se vieron obligados a reagruparse para luchar por la construcción de un nuevo tipo de relaciones laborales y el fin de la  precarización.

Por su parte, el presidente del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Achs, y miembro de la UCT, Víctor Quijada, agregó que la Central Laboral solo ha mostrado indiferencia respecto de las necesidades reales de los trabajadores y una profunda insensibilidad frente al fellecimiento de los mismos producto de accidentes causados por negligencia o descuido de los empleadores, “la Central oficialista solo se ha preocupado de generar alianzas estratégicas con el Gobierno y la mutual, sin pronunciarse o condenar la muerte de los trabajadores, y qué decir de los paros, vimos la tremenda movilización de los portuarios y la CUT cero apoyo”, agregó Quijada.

El dirigente también puso énfasis en el poco interés de la Central Unitaria en la fijación del sueldo mínimo, acusándola de aceptar migajas del gobierno y los empresarios. “Nosotros proponemos avanzar hacia la construcción de una nueva central sindical, guiada por los principios de la CUT del 53, donde cada trabajador tenga derecho a un voto y los puestos de las dirigencias no sean vendidos al partido que tiene más dinero”, remató la autoridad sindical.

El vocero del Sindicato Nacional Jumbo, Rafael Torres, se sumó a las palabras de los sindicalistas destacando que su proyecto es ambicioso ya que persiguen la unión de los trabajadores, con el establecimiento de sindicatos “reales de base” que les permitan converger en los cambios que proponen.

 “Queremos lograr una jubilación digna, una previsión solidaria y tripartita, terminar con las mutuales que usan los dineros de los trabajadores para sostener el sector privado, sancionar con cárcel la irresponsabilidad patronal que signifique un accidente o la muerte de un trabajador, y cambiar el código del trabajo creado por José Piñera en el año 76 bajo la dictadura de Pinochet, al que al día de hoy no se le ha cambiado ni una coma”, detalló Torres.

Finalmente los dirigentes realizaron un llamado a los y las trabajadoras, a todas las organizaciones sociales y políticas, a los pobladores y estudiantes a unirse en la lucha para conseguir los objetivos trazados y a movilizarse este 1 de mayo en una marcha simbólica que partirá en Cumming con la Alamenda, a las 10 de la mañana, para luego llegar a la Plaza Brasil donde a las 12:00 horas se realizará un acto central.
Unión Clasista de Trabajadores 
El Ciudadano


Estudiantes Chilenos confirman marcha para el 8 de mayo

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por Revolución 3.0
Martes, 29 de Abril de 2014 10:23

La Confederación de Estudiantes Universitarios de Chile (Confech) hizo un llamado hoy a sumarse a la marcha por la educación fijada para el próximo ocho de mayo, la primera que se realizará ante el nuevo gobierno de la presidente Michelle Bachelet.

De esta manera, los universitarios se unen a los estudiantes secundarios, quienes ya pidieron los permisos para efectuar una marcha por la educación para el próximo ocho de mayo en Santiago.

Así lo decidió la Confech tras concluir su asamblea nacional en el campus Isla Teja de la Universidad Austral de Chile, en la ciudad de Valdivia al sur del país.

De acuerdo la vocera de los universitarios, Melissa Sepúlveda, esta nueva marcha, la primera que deberá enfrentar el gobierno de la presidenta Michelle Bachelet, se debe a la poca claridad sobre las reformas a la educación que se han planteado hasta ahora.

“Hemos decidido convocar, en conjunto con los estudiantes secundarios a la marcha del día ocho de mayo, ante la situación de las últimas semanas y las declaraciones del ministro de Educación, donde vemos una lógica de continuar con el modelo de mercado del sistema educativo y el Estado subsidiario”, dijo Sepúlveda.

Tanto la Asamblea Coordinadora de Estudiantes Secundarios (Aces) como la Coordinadora Nacional de Estudiantes Secundarios (Cones) ya llamaron a participar en esta marcha, y esta última organización pidió los permisos correspondientes a las autoridades el viernes pasado.

Esta marcha había sido convocada para el día 24 de abril, pero dado que muchos estudiantes han estado trabajando como voluntarios en la ayuda y reparación de las cerca de 3 mil casas destruidas en el gran incendio de la ciudad de Valparaíso, se decidió suspenderla.

Por otro lado, los estudiantes además manejan un cronograma de diversas actividades en las semanas previas al discurso presidencial del 21 de mayo, donde Bachelet dará a conocer la cuenta pública y los principales anuncios sobre materias de leyes, donde se espera que presente parte de su programa de reformas a la educación.

Los estudiantes chilenos iniciaron el año 2011 grandes protestas exigiendo un cambio en el modelo educacional, lo cual no tuvo respuesta del entonces gobierno del presidente Sebastián Piñera.
Con información de Xinhua

lunes, 28 de abril de 2014

Preludio para una guerra inminente

Los sectores belicistas del gobierno de EE.UU. cometieron la grave imprudencia de cruzar la línea roja con Moscú, pasando de guerras periféricas (antes en Corea o Vietnam, hoy en Siria) a provocar un enfrentamiento directo con Rusia.


putin
No está claro en base a qué análisis el Pentágono y la CIA pensaron que su complot contra Rusia –el de instalar un régimen antirruso en Kiev e integrarlo en la OTAN– iba a tener éxito. Si a pesar de contar con miles de agentes e informantes militares y civiles, públicos y ocultos en ese país, Estados Unidos ha hecho un fiasco de gran calibre y de consecuencias imprevisibles. Los sectores belicistas del gobierno de Estados Unidos cometieron la grave imprudencia de cruzar la línea roja con Moscú, pasando de guerras periféricas (antes en Corea o Vietnam, hoy en Siria) a provocar un enfrentamiento directo con Rusia. Ahora, además de tragarse el sapo de la integración de Crimea a Rusia –en parte gracias al referéndum y el hábil uso del vox populi por parte del Kremlin– también han tenido que aceptar la propuesta de Moscú de cambiar la Constitución ucraniana para transformar el país en una federación, en un Estado-tapón no alineado, y así impedir que se convierta en otra base de la OTAN en sus fronteras. Y quizás sea mejor que no lo amenacen con más sanciones económicas si no quieren que los rusos saquen su dinero de Chipre o de Portugal y fuercen a Bruselas a un nuevo rescate.
Una vez que sucedió a Boris Yeltsin en 2000, Vladímir Vladímirovich Putin fue tratado con mimos por un Occidente que pretendió desactivar su posible oposición a las aventuras bélicas en marcha, contar con su consentimiento para instalar bases militares en Asia Central, implicarlo en la inmoral guerra contra Afganistán y utilizar su territorio para el tránsito de los convoy (Ruta Norte) a este país, y todo ello a cambio de nada: concesiones unilaterales.
En 2008, el ex oficial de la KGB y su equipo se dieron cuenta que el acercamiento a Occidente no había beneficiado a Rusia. El enfoque brzezinskiano de la política exterior de Obama, de menos Oriente Medio y más contención de Rusia y China, era más cristalino que el vodka. Putin recogió la idea fracasada de Obama de formar un G2 con China, y fortaleció sus lazos con el gran vecino.
Putin comenzó a proyectar una imagen de fuerza y seguridad y consolidó su poder personal. Su postura antiestadounidense neutralizó a los militares “nostálgicos” que venían exigiendo una política exterior contundente en defensa de los intereses nacionales.
Rusia, al igual que los chinos, sospecha que las primaveras árabes están promovidas por Estados Unidos para rediseñar el nuevo mapa de la región acorde a los actuales intereses y en perjuicio de Rusia y China.
Como señala la politóloga Nazanin Armanian, en su blog, Libia es el nombre del penúltimo golpe que Putin recibió de Estados Unidos: la resolución del Consejo de Seguridad proponía una zona de exclusión aérea y no el cambio del régimen. A partir de ese momento, Putin se opone a amenazas de Washington contra Irán y Siria y concede asilo a Snowden, intentando recuperar la autoridad moral que había perdido.
Así surge la nueva Doctrina Putin que considera la inestabilidad de los países vecinos una amenaza para la seguridad rusa y se adjudica el derecho a estabilizarlos.
Rusia dejó de confiar en Estados Unidos y la Unión Europea. Los trágicos fines de Saddam y Khadafi mostraron que ni una sólida relación con Occidente es garantía de salvar el pellejo.
Al mismo tiempo, al conjurar el bombardeo a Siria, advirtió que jugar con la “nueva” Rusia tendría sus costos: una de las lecciones se llama Crimea.
Vladimir Putin tiene más admiradores en el mundo de lo que cree.
El hombre fuerte de Rusia cuenta con el apoyo tácito e incluso ciertos aplausos discretos de varias de las principales potencias emergentes del mundo, empezando por China e India.
Ante el rechazo de Europa, Rusia tendrá más necesidad de cultivar una buena relación con Pekín. Y en cuanto a la propia Ucrania, que ya vende a China material militar de mejor calidad que el que Rusia ha estado dispuesta a vender hasta ahora a su aliado asiático, las nuevas autoridades han garantizado al Gobierno chino que el hecho de que Pekín no haya condenado la anexión de Crimea no tendrá repercusión alguna en sus futuras relaciones. Mejor, imposible.
Además de esta realpolitik, existe también un componente emocional. A los dirigentes chinos que, como Xi Jinping, crecieron cuando todavía gobernaba el presidente Mao, sigue gustándoles de forma instintiva la idea de que otro líder no occidental se plante frente a un Occidente imperialista y capitalista.
Los comentarios en los medios de comunicación chinos se han vuelto más precavidos desde que Putin pasó de la anexión de Crimea a agitar las aguas en el este de Ucrania. El periódico nacionalista Global Times, que el mes pasado hablaba del “regreso de Crimea a Rusia”, advierte ahora de que “la región oriental de Ucrania es un caso distinto al de Crimea. Si la zona se separa de Ucrania, asestará un golpe directo a la integridad territorial garantizada por el derecho internacional”. (Claro que lo que pretende Putin no es una secesión total, sino sólo una gran Bosnia a la finlandesa, un país neutral con una versión tan amplia de “federalismo” que las regiones orientales se convertirían en entidades de tipo bosnio, dentro de la esfera de influencia rusa).
Sin embargo, no parece que esa preocupación creciente enfriara la acogida que se le dio el martes pasado en Pekín al ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov. El presidente Xi dijo que las relaciones entre China y Rusia “son mejores que nunca” y han desempeñado “un papel insustituible en el mantenimiento de la paz y la estabilidad en el mundo”. El Ministerio de Exteriores chino declaró que la relación entre China y Rusia es “la relación entre dos grandes países más llena de contenido, con más categoría y más importancia estratégica”.
Lo mismo ocurre con la India: el mes pasado, el presidente Putin dio las gracias a India por su postura “contenida y objetiva” a propósito de Crimea. La obsesión soberanista de la India poscolonial y la desconfianza ante cualquier indicio de imperialismo liberal occidental se traducen –cosa bastante ilógica– en el apoyo a Moscú. Y tampoco es sólo India. Los otros dos socios de Rusia en el llamado grupo de los Brics, Brasil y Sudáfrica, se abstuvieron de votar la resolución de la Asamblea General de la ONU en la que se criticaba el referéndum de Crimea.
Según el politólogo ruso Geidar Dzhemal, “los Estados Unidos están interesados en que la guerra entre la Federación Rusa, Ucrania y la UE transcurra bajo su supervisión”, según publica la página kontrudar.com.
El politólogo ruso advierte que la situación actual ya se ha salido fuera del marco de un proceso político corriente. “Considero que como resultado vamos a tener una guerra en toda regla. Creo que la guerra dentro de Ucrania inevitablemente va a involucrar a Rusia. En primer lugar, Crimea ahora se encuentra aislada y ese aislamiento irá creciendo, ya ahora está cortada la electricidad, el agua que llega a través del canal del Norte de Crimea no ha sido cortada, pero su caudal ha bajado 3 ó 4 veces. Y si lo siguen bajando, cosa que seguramente harán, va a significar el colapso de agua en la península. Además, con el transbordador sólo se puede llevar 60 furgones de alimentos al día. Y cuando Crimea formaba parte de Ucrania a diario llegaban 250 furgones durante las 24 horas. Es decir, que incluso llenando el transbordador sólo con este suministro, la cantidad de alimentos que va a llegar a Crimea será 4 veces menor que antes de la anexión. De modo que ahora mismo en Crimea hay un tremendo problema de déficit de agua. Y además está el problema del suministro de la energía eléctrica. Para resolverlos, Rusia necesita abrir un corredor, cosa que únicamente se puede hacer a través de las regiones del sureste de Ucrania, a través del istmo. De otra manera no se entiende cómo se puede apoyar a Crimea. De modo que habrá que invadir simplemente estas regiones. Es decir, que este proceso ya está en marcha en algunas regiones, por ejemplo en Slaviansk, lo que significa el conflicto con Ucrania y con quien la apoye.”.
Walter Goobar

El significado actual del 1 de Mayo


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Escrito por Iñaki Gil de San Vicente / ABN   
Domingo, 27 de Abril de 2014 
La burguesía necesita aumentar el desempleo y el paro permanente, el subempleo y la precarización extrema para aterrorizar a la clase trabajadora
1. HECHOS
El 1 de mayo de 1886 se inició una huelga obrera en Chicago para reducir a ocho horas diarias el tiempo de trabajo. Esta huelga era parte de un amplio movimiento de las masas obreras y populares en los Estados Unidos para reducir la durísima jornada de trabajo que llegaba hasta las 12 y 14 horas durante seis días a la semana, en muy penosas condiciones laborales, con disciplinas muy duras, con despidos inmediatos, con abusos de todas clases incluidos los sexuales contra las trabajadoras, con explotación infantil, sin derechos sociales ni políticos, sin cobertura sanitaria pública, etcétera. Condiciones espantosas que también se sufrían en la Europa de entonces, impuestas a la fuerza desde los orígenes mismos del capitalismo industrial a finales del siglo XVIII en Inglaterra e incluso antes, en el capitalismo manufacturero, impuestas muchas veces con la intervención militar salvaje. En 1868 el movimiento obrero había logrado gracias a muy duras luchas anteriores conquistar la jornada de 8 horas pero solo para un sector de la clase: el explotado en las empresas públicas y servicios estatales, aunque la patronal boicoteó esa ley todo lo que pudo. Y en 1874 se redujo la jornada a 8 horas a otras franjas obreras.
Alrededor de 340.000 trabajadores secundaron las huelgas y movilizaciones; trabajadores de todas las ramas productivas y de servicios, de sexos y edades diferentes, con culturas, lenguas y tradiciones diversas que no impidieron que las masas explotadas construyeran la unidad de clase del trabajo frente a la unidad de clase del capital, la unidad obrera frente a la unidad burguesa. La reacción capitalista fue atroz, movilizando recursos militares y policiales del Estado, empresas privadas especialistas en la represión selecta con sicarios asesinos y con sindicatos mafiosos de revienta-huelgas, esquiroles y «amarillos» traídos de otras regiones y del lumpemproletariado, con despidos, multas y desahucios masivos de los huelguistas expulsados de las casas de las empresas y echados a la calle con sus familias, con los sermones pacifistas e interclasistas de las sectas cristianas, con la propaganda agresiva de la prensa exigiendo mano dura y represión.
El capital recurrió a casi todo para aplastar al trabajo, sólo le faltó poner en marcha un golpe militar e instaurar una dictadura de clase, cruda y desnuda, abierta, como ya había aprendido a hacerlo en las Américas y como haría luego contra tantas naciones trabajadoras del mundo. No lo hizo en este caso porque aún disponía de otros instrumentos menos salvajes y más efectivos en ese nivel de radicalización de la lucha de clases, instrumentos como la supuesta «democracia norteamericana» y sus elecciones periódicas, la ley y la justicia, los tribunales, el parlamento, etcétera. Si bien es cierto que todavía entonces amplias masas explotadas no podían «disfrutar» de la democracia burguesa en el mismo sentido que la clase dominante, no es menos cierto que este sistema de dominación tan efectivo por su invisibilidad tenía arraigo en la conciencia alienada de las masas. También disponía de otros recursos de sujeción mental y de obediencia colaboracionista, fundamentalmente el fetichismo de la mercancía que obnubila, falsea e invierte la realidad anulando la conciencia crítica y libre. Además, el hecho de que ya en 1868 y 1874 se habían logrado victorias legales a favor de las 8 horas, incumplidas por la patronal, fortalecía el fetichismo parlamentarista y legalistas, lo que unido a concesiones significativas sobre las 8 horas en algunas ciudades, más el miedo a más duros golpes represivos, terminó paralizando la oleada de luchas.
Pero la justicia burguesa no se detuvo. Además de haber asesinado y herido a decenas de obreros en las represiones, el capital necesitaba «sangre cualitativa» para aterrorizar a los sectores más conscientes y organizados. La policía, que había avasallado y saqueado sedes sindicales y de organizaciones obreras, que se había apoderado de documentos y actas, que había arrancado declaraciones y confesiones atemorizadas, se volcó en la represión especializada sobre un reducido grupo acusado de dirigentes terroristas, condenando a cinco de ellos a la pena de muerte. Uno se suicidó el día antes de «ejecución», pero los cuatro restantes fueron legalmente asesinados el 11 de noviembre de 1887. Durante el año y medio transcurrido de mayo de 1886 a noviembre de 1887 la burguesía y su Estado habían tenido tiempo para dividir al movimiento obrero y popular con la clásica política de la zanahoria para los desertores y el palo para los resistentes, así que apenas tuvo problemas para controlar las manifestaciones de protesta por los asesinatos legales.
2. PRIMERA LECCIÓN
Durante los 128 años transcurridos desde que las luchas obreras dieron el salto a la gran movilización de aquél 1 de mayo, el capitalismo ha pasado por varias fases o formas concretas, pero se ha mantenido esencialmente el mismo, tanto que desde finales del siglo XX se ha lanzado a reinstaurar aquellas formas de explotación pero con los medios actuales. Como hemos visto, en 1868 y 1874 el Estado legalizó las 8 horas de trabajo aunque la patronal se opuso e incumplió esa ley. En el mismo 1 de mayo de 1886 se legalizaron las 8 horas en muchos lugares mediante acuerdos entre las burguesías y el Estado, pero en otros no. En Europa también se produjeron las mismas contradicciones no antagónicas entre el Estado, representante de la burguesía en su conjunto, y algunos grupos capitalistas que no querían ceder en nada y sí mantener una explotación salvaje.
La experiencia demostró que, en aquellas condiciones, la productividad media aumentaba si se reducía la duración del trabajo pero se aumentaba su intensidad, es decir, si con menos tiempo de trabajo se producía más y mejor y encima disminuía la protesta obrera. Por otra parte, en aquél contexto, reducir el tiempo de trabajo manteniendo el salario permitía que la clase obrera descansara más, dispusiera de más tiempo de ocio y consumo burgués y se integrase más en el sistema, acelerando así el circuito entero de producción, distribución, consumo, realización y acumulación ampliada.
Si bien estas tensiones intraburguesas han reaparecido en situaciones similares, como se ve con la experiencia keynesiana y en parte con el toyotismo y algunas formas de producción flexible, sin embargo, a raíz de las tremendas dificultades del capitalismo imperialista para salir definitivamente de la crisis iniciada a finales de la década de 1960 pese a todos los esfuerzos monetaristas y neoliberales lanzados desde 1973-1975, y a pesar de los puntuales repuntes transitorios siempre fracasados, desde entonces la burguesía imperialista ha optado abiertamente por aumentar el tiempo de trabajo y por incrementar la intensidad de la explotación, es decir, por unir la plusvalía absoluta con la relativa. Ha optado también por acabar con cualquier autonomía del Estado convirtiéndolo en un perro fiel que cumple sin dudar las órdenes de las grandes corporaciones financiero-industriales.
Quiere esto decir que el movimiento obrero debe rechazar la mentira del «Estado del bienestar», del «Estado benefactor», para comprender que ya ha pasado para siempre la fase en la que el Estado burgués podía atender sustancialmente a las necesidades de la clase explotada. Las muy reducidas medidas recientes del gobierno alemán para aumentar el salario directo e indirecto, controlar los precios de los alquileres, impulsar el consumo, etc., no buscan beneficiar al pueblo trabajador empobrecido y cada vez más furioso tras años de austericidio, sino sólo desatascar cuanto antes tapones y nudos que obturan y frenan la expansión del poder euroalemán, nada más. Por otra parte, el caso alemán es excepcional y se basa en las gigantescas ganancias acumuladas por su burguesía, lo que le permite jugar al gato y al ratón con los sindicatos, pero otras burguesías imperialistas relativamente poderosas, como la francesa, no pueden hacerlo y han obligado a la socialdemocracia a aplicar recortes sociales escalofriantes.
Solamente cuando el pueblo trabajador dispone de un gobierno y de un Estado dispuestos a enfrentarse a la burguesía propia y mundial, como sucede en cierta medida en las Américas y en otras muy reducidas partes del mundo, solo entonces puede confiar en que ese poder político actuará en defensa suya. Pero esa confianza debe estar asentada en la experiencia diaria y en la capacidad de autoorganización del poder popular y obrero fuera del Estado, libre de sus tentáculos. Todo Estado, incluido el obrero y popular, está en peligro de corrupción interna, y el burgués está corrupto en sus entrañas. Por esto el movimiento obrero ha de organizarse fuera del Estado, aunque sea suyo, para dirigir desde fuera –también desde dentro- la lucha por la reducción drástica del tiempo de trabajo explotado, una reivindicación revolucionaria por esencia.
3. SEGUNDA LECCIÓN
La clase trabajadora norteamericana logró decisivas conquistas gracias a su capacidad de asentar una unidad obrera y popular suficientemente fuerte. Superando enormes dificultades y provocaciones teledirigidas por los aparatos represivos de una burguesía monopolista que en 1904 con sólo 318 truts controlaba el 40% de la industria norteamericana. Pese a esto, en 1905 se creó el sindicato IWW o Trabajadores Industriales del Mundo, que fue objeto de una sistemática represión desde ese instante, como antes lo fueron quienes organizaron la huelga de 1886. Uno de los objetivos básicos de la represión fue romper esa unidad enfrentado a trabajadores con trabajadoras, a blancos con negros y latinos, a irlandeses con italianos, a los trabajadores industriales con los de servicios, a fabriles con campesinos, y golpeándoles a todos con empresas privadas de represión como la Pinkerton y mafias sindicales, además de a la policía. Como estos y otros medios no eran suficientes, la entrada de Estados Unidos en 1917 en la guerra mundial justificó imponer muy severas represiones obreras y sindicales con la escusa de la «seguridad nacional». Más tarde, haría lo mismo desde 1942-1945 en adelante para derrotar la oleada de reivindicaciones, y a partir de finales de 1960 de forma intermitente y en ascenso.
Si la lucha de 1886 sacó a la luz la unidad entre la represión económico-sindical a gran escala y la política contra las organizaciones revolucionarias, la experiencia hasta el presente no hace sino confirmarlo. También sucede lo mismo en Europa y en todo el capitalismo mundial, que no solo en el imperialista. Precisamente, mientras que la burguesía obliga al Estado a abandonar su intervencionismo socioeconómico en todo lo relacionado con el bienestar público, le lleva a multiplicar su intervencionismo controlador, vigilante y represivo sobre las clases explotadas. La lucha sociosindical y política ha de aprender de esta experiencia mundial la decisiva importancia de unir en lo posible la conciencia política con la conciencia socio-sindical, y dentro de esta unidad la importancia de la sistemática acción militante. El espontaneismo de masas fue una de las fuerzas activas en 1886 pero también lo fueron, y cada vez más, las organizaciones obreras anarquistas y socialistas cada vez más conscientes de actuar políticamente con sistemas organizativos capaces de aguantar la represión que se endurecería según aumentasen y se radicalizasen las movilizaciones.
El fetichismo parlamentarista sin contenido político obrero que luego haría estragos, como ya los estaba haciendo en la Europa de finales del siglo XIX, fue imponiéndose por varias razones específicas del capitalismo norteamericano que no podemos detallar ahora, pero entre las que destaca la facilidad con la que las patronales y la burguesía en su conjunto destrozaban una y otra vez las organizaciones obreras y sindicales con conciencia política radical, condenando al socialismo y al anarquismo al ghetto universitario y frecuentemente ni a eso. En Estados Unidos hay una vida político-radical rica, compleja y plural, y aumentan ahora las luchas obreras y populares, pero el Estado ha desarrollado un sistema tan efectivo de control y aislamiento atomizador preventivo, que es muy difícil avanzar en la unificación estratégica. También hay que tener muy en cuenta que la debilidad teórico-política de la izquierda por las derrotas sufridas refuerza el individualismo metodológico y ético-burgués imperialista que la clase dominante refuerza y readecua permanentemente.
Lo malo es que la clase dominante mundial tiene como ejemplo y modelo a seguir el yanqui, lo que se aprecia no sólo en Europa sino también en el Caribe y América del Sur y del Centro, y en el resto del mundo. Frente a esta ofensiva reaccionaria generalizada el movimiento obrero ha de recuperar los valores comunes de solidaridad, de ayuda mutua, de reconquista del tiempo propio y libre y de reducción del tiempo explotado, etc., que unieron al movimiento popular y obrero de Estados Unidos de aquél 1 de mayo.
4. TERCERA LECCIÓN
Sin duda, la lección fundamental a extraer es la desesperada obsesión capitalista por «volver» a las formas de explotación imperantes en el pasado, y contra las que se levantó la clase trabajadora hermana de Estados Unidos. Entrecomillamos «volver» para resaltar que en realidad se trata de ampliar, masificar y endurecer aquellas disciplinas, prohibiciones y castigos pero con los métodos actuales, infinitamente más sofisticados y perversos. El neoliberalismo mejora las tesis maltusianas y liberales extremas de la economía vulgar burguesa, llamada neoclásica, creada para oponerse al marxismo y derrotar al movimiento obrero de la época.
Ahora, la burguesía necesita, por un lado, aumentar el desempleo y el paro permanente, el subempleo y la precarización extrema para aterrorizar a la clase trabajadora mundial, dividirla y enfrentarla con ella misma. Por otro lado, necesita aumentar el tiempo de trabajo explotado, que no sólo la intensidad de la explotación, es decir, necesita que la clase obrera produzca más en cada hora de trabajo y que también trabaje más horas, sobre todo necesita mantener el salario igual pese al incremento de la explotación intensiva y extensiva, y si puede, busca incluso reducir el salario global a pesar de que la clase obrera aumente su productividad. Por esto, la patronal siente como un ataque insoportable a su misma esencia de clase todo intento de reducción del tiempo de trabajo explotado.
Exceptuando tibias y timoratas medidas cobardes por parte de algún Estado en la recuperación de derechos básicos -el caso alemán visto- como es la reducida sanidad pública instaurada por la Administración Obama, lo que se aplica es una política con cuatro constantes: austeridad, es decir, reducción de gastos sociales vitales, de salarios directos e indirectos, de pensiones y jubilaciones, de servicios colectivos, etc. Privatización, es decir, vender todo lo público, colectivo y común a la burguesía a precio de ganga, para que pueda aumentar la tasa media de beneficio aunque sea a costa del empobrecimiento popular. Flexibilidad, es decir, destrucción de derechos sociolaborales y democráticos, derechos políticos conquistados por el pueblo trabajador pero que dificultan los negocios burgueses. Y represión, es decir, amedrentar a las clases trabajadoras para que no se resistan y sobre todo no pasen a la ofensiva, para que malvivan en el miedo y en la obediencia acobardada.
Para combatir al monstruo capitalista de las cuatro cabezas -austeridad, flexibilidad, privatización y represión-, el movimiento obrero ha de recuperar el vital internacionalismo consecuente de la II Internacional cuando en 1889 decretó día de lucha el 1 de mayo en agradecimiento y en honor a la clase obrera de Estados Unidos. Hoy más que entonces, debemos actualizar en la práctica aquella decisión porque hoy el capitalismo está definitivamente mundializado y cualquier lucha obrera y popular ha de unir su reivindicación territorial, regional y nacional, con su visión mundial. El movimiento obrero consciente yanqui así lo hizo protestando una vez y siempre contra las guerras imperialistas desatadas por «su» burguesía y saliendo en defensa de los pueblos atacados por ella.
El imperialismo activa todos sus medios militares, políticos, culturales, económicos… para aplicar su estrategia de explotación mundial en las mejores condiciones de superioridad global. Por esto, el internacionalismo obrero y popular, socialista, es el componente interno que une todas las luchas de las clases y pueblos oprimidos contra el enemigo común, sabiendo que el libre desarrollo de cada nación trabajadora es la base del desarrollo de la humanidad en su conjunto. En América Latina, este internacionalismo consecuente debe materializarse en el apoyo práctico a las liberaciones de los pueblos, en las ayudas a sus gobiernos progresistas amenazados por el militarismo yanqui y sus exigencias de absorción y deglución económica, social, cultural y natural. Solamente así haremos honor a los héroes del 1 de mayo de 1886.
Euskal Herria, 20 de abril de 2014

Enclave nazi en Chile: un insulto al país


 Contrainjerencia, Abril 2014


Villa-Baviera

DARIO NUNEZ / RESUMEN.CL – El hallazgo de osamentas humanas en un predio de Bulnes, propiedad de los dueños de Villa Baviera -la ex Colonia Dignidad- vuelve a poner en entredicho la permanencia de un enclave que ha causado enorme daño a los chilenos.

El 24 de febrero 2014, unos turistas descubrieron casualmente osamentas humanas en las cercanías del Río Itata, en un recinto de la planta chancadora Abratec S.A., ubicado detrás del Restaurant Casino Familiar, empresas ambas propiedad del holding Villa Baviera. Hecha la denuncia del hallazgo, los peritos constataron que se trataba de restos humanos de al menos tres personas, uno de ellos podría corresponder a un menor de edad. El lugar se encuentra a 440 km al sur de Santiago y 85 km al nor-este de Concepción, por carretera.

Enclave

Villa Baviera es el nombre con que Paul Schäfer y sus socios rebautizaron Colonia Dignidad, el enclave nazi alemán que se afinca en la zona precordillerana de Parral, a orillas del río Perquilauquén. Allí, camino a Catillo, se instalaron a fines de 1961 apadrinados por una camarilla de políticos de derecha, siempre dispuestos a tender lazos de amistad y cooperación con los nazis prófugos.

Paul Schäfer, nacido en 1921, alcanzó a ser sargento en la última época del ejército hitleriano, ya en desbandada, y luego de la guerra se ocultó en sectas religiosas. Deambulando de secta en secta como seudo predicador, de las que fue sucesivamente expulsado por abuso de menores y apropiación indebida, decide fugarse de Alemania para escapar de dos órdenes de captura emanadas de procesos abiertos en su contra por aquellos delitos. Aprovechando que Chile era lugar de destino natural para nazis prófugos, en 1961 llega a al país un grupo de ex soldados nazis que se ocultaban en una supuesta organización religiosa y benefactora. Entre ellos venía Paul Schäfer con el mismo disfraz de predicador y guía espiritual. Con la ayuda de los consabidos padrinos, que no se preocuparon de averiguar que éste predicador era prófugo de la justicia alemana (y si lo supieron no les importó), llegaron a instalarse en la comuna de Parral usando el pretexto de ayudar a las personas afectadas y damnificadas por el terremoto de 1960.

Gracias al apoyo de la camarilla derechista y utilizando el paraguas de “Sociedad Benefactora y Educacional Dignidad” consiguieron que el gobierno [de derecha] de Jorge Alessandri [1958-1964] les diera personería jurídica, exención de impuestos, subsidios de colonos, franquicias de benefactores y, de paso, una red de relaciones públicas. En Parral compraron el fundo El Lavadero, junto al estero del mismo nombre y a orillas del río Perquilauquén, donde rápidamente establecieron los límites externos propios de un campo de concentración y un régimen interno de esclavitud. Los habitantes de los predios de la Colonia no se sometían a las leyes chilenas sino que se regían por reglamentos y leyes internas, impuestas por Schäfer y sus socios; es decir, operaban como un verdadero estado autónomo. Estas prácticas esclavistas y autonomistas estuvieron siempre avaladas, justificadas y encubiertas por la red de protección que se conformó en torno a los alemanes.

Aliados

El auge y apogeo de Colonia Dignidad se produjo durante la época de la dictadura. Ya durante el gobierno de Allende, los fachos de Patria y Libertad encontraron en los dominios de Colonia Dignidad espacio y apoyo para organizar sus actividades fascistas y terroristas contra el gobierno popular. Luego del golpe militar, el enclave alemán fue un campo de tortura de prisioneros políticos; las catacumbas de esta colonia alemana se transformaron en laboratorios de exterminio para la DINA. La Brigada Sur de la DINA, que operaba entre Curicó y Concepción, bajo el mando del oficial de ejército Fernando Gómez Segovia, tenía instalado su cuartel general en una casa ubicada en calle Ignacio Carrera Pinto N° 262 de Parral, propiedad de la Sociedad Benefactora Dignidad y facilitada a la DINA para sus fines criminales.

Por lo menos 120 presos políticos pasaron por las mazmorras de Dignidad llevados allí por los grupos de exterminio de la DINA, según confesiones de ex colonos que escaparon de las cadenas de Schäfer y según se ha podido establecer en numerosos procesos judiciales, por declaraciones de sobrevivientes y de ex agentes represores. Decenas de detenidos desaparecidos registran como último paradero conocido los recintos de tortura de Colonia Dignidad. Son decenas también los ex prisioneros políticos sobrevivientes que fueron llevados y torturados en este lugar.

Cuando en 1979 Pinochet ordenó la “Operación Retiro de Televisores” [exhumación de cadáveres de víctimas para hacer desaparecer sus restos] la Colonia de Schäfer no estuvo ausente de la macabra operación, que consistió en remover restos de detenidos desaparecidos inhumados en sepulturas también ilegales, a fin de hacerlos desaparecer definitivamente. Los hombres de Schäfer removieron los restos de al menos 22 desaparecidos que estaban sepultados en una fosa clandestina al interior del fundo El Lavadero, según confesó judicialmente el colono Gerhard Mücke. Las osamentas fueron rociadas con fósforo químico para pulverizarlas y luego arrojarlas al río Perquilauquén.

Luego del plebiscito de 1988, y ante la previsible caída de Pinochet y su régimen, Schäfer y su staff procedieron a destruir y deshacerse de los vehículos que habían pertenecido a detenidos desaparecidos y que la Colonia había recibido como obsequios de la DINA. Pero eso no es todo. Cuando Paul Schäfer permanecía prófugo y oculto en Argentina, ordenó desde allí una nueva remoción de cuerpos, de armas y productos químicos.

Lavado

En 1991 el gobierno de Patricio Aylwin, mediante el decreto 143, procedió a quitarle la personería jurídica a Colonia Dignidad. Pero ya para entonces, el pulpo había crecido demasiado. Las propiedades de la Colonia se multiplicaron y se expandieron. No solo Parral, sino también Chillán, Bulnes y Quillón fueron algunos de los nuevos destinos donde instalaron sus redes y negocios.

Al perder la personalidad jurídica y todas las prerrogativas que ostentaba por el título de sociedad benéfica, lo primero que hizp Schäfer fue cambiar el nombre legal del engendro nazi. Desde entonces pasó a denominarse con el bucólico nombre de Villa Baviera y diversificó los bienes y propiedades de que se había hecho en una serie de empresas y organismos de pantalla. Es también el momento en que las redes de influencia y protección del enclave nazi comienzan a jugar su papel de defensores y lavadores de imagen. La derecha política chilena hizo gala de sus mejores argumentos de beneficio social para atribuírselos al alemán pedófilo y a su sociedad criminal.

Las sociedades o empresas en que los germanos de Colonia Dignidad camuflaron sus dudosas adquisiciones son variadas y han ido mutando y cambiando de nombre para proteger los intereses materiales de la sociedad según de eventuales acosos de Impuestos Internos, procesos judiciales por delitos de derechos humanos o causas por abusos sexuales sobre menores. Hoy por hoy, con la complicidad de los de siempre, conforman un verdadero holding compuesto por tres empresas de pantalla que los colonos llaman ABC: Agripalma S.A, Bardana S.A. y Cinoglosa S.A. Bajo estos tres fantasmas se ocultan las empresas que le dan valor patrimonial a los dueños: Inmobiliaria e Inversiones Cerro Florido Ltda., que figura como propietaria de todos los inmuebles de la Colonia, administra todos los fundos y las faenas y negocios forestales; Abratec S.A., que administra todos los hoteles y restaurantes de la Colonia, opera una empresa de transportes y opera el negocio de los áridos y movimientos de tierra; Productora y Distribuidora de Alimentos Prodal Ltda., que se encarga de la producción y venta de productos de panadería, pastelería, rotisería y quesos; Transportes Power Tur Ltda., que es una empresa de movimiento de carga por carretera; y Sociedad El Quilén Colectiva Civil, cuya finalidad específica es un misterio.

Finalmente, no fueron los delitos de violaciones a los derechos humanos cometidos contra prisioneros de la dictadura, presos políticos y detenidos desaparecidos, los que terminan por cercar a Paul Schäfer y su imperio de esclavitud y terror. Fueron los otros delitos de pedofilia, abuso sexual y violación de menores, cometidos contra los niños que estaban bajo su control y voluntad, los que acaban con la impunidad. Fue el mismo crimen por el que escapó de Alemania el que terminó por cercarlo en Chile. Pero en 1997, con la inefable ayuda de la red de protección, de nuevo escapó y se refugió en Argentina, donde años después pudo ser capturado, traído a Chile y encarcelado. En 2010 murió este criminal en una cárcel de Santiago. Los más felices con su deceso fueron aquellos encubridores y protectores que, con el silencio del alemán, seguían salvándose del desprecio y del escarnio público, con mayor razón de cualquier posibilidad de ser juzgados por su complicidad con criminales de sucia estofa.

Hallazgo

El hallazgo reciente de osamentas en el predio de Bulnes vuelve a demostrar que este enclave nazi no termina de causar daño a los chilenos. Aunque todavía no se conocen los resultados de los exámenes de laboratorio que deben realizar los peritos del Instituto Médico Legal (para determinar fecha de muerte, causas de la misma e identidad de las víctimas), no cabe duda alguna que se trata de una inhumación ilegal y de crímenes de lesa humanidad, puesto que uno de los cráneos presenta orificios atribuibles a disparos.

Lo más probable es que los restos correspondan a víctimas de Colonia Dignidad. El espectro de atrocidades cometidas en los dominios de Paul Schäfer es tan amplio que las osamentas podrían corresponder a detenidos desaparecidos de la dictadura militar, o a víctimas que quisieron rebelarse de la esclavitud a que eran sometidas al interior del enclave, o lugareños que fueron eliminados por disputas de tierras, o por disputas internas entre los colonos. Con los nazis de Colonia Dignidad cualquier opción es posible.

Para más información:

Los desaparecidos en Colonia Dignidad / La historia de uno de los guardaespaldas del líder de Colonia Dignidad /
“Mi vida bajo el régimen de Paul Schäfer”
Fotografía: Manifestación reciente contra los alemanes nazis, colaboradores de la dictadura chilena, de Colonia Dignidad/Villa Baviera. (Foto Resumen)
*) Darío Núñez, colaborador en Concepción, Chile, de la revista Resumen (en papel) y del portal Resumen.cl

lunes, 21 de abril de 2014

Sobre la construcción del Partido Comunista de Vietnam



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por Miguel Urbano Rodrigues    Abril /2014 La Haine

Los que deberían transmitir por el país las decisiones adoptadas, tendrían que hacerlo oralmente. El tío Ho temía que los documentos cayesen en manos del enemigo 


La Historia no registra una guerra de liberación similar a la del pueblo vietnamita. La lucha armada contra el colonialismo se inició en l944 y finalizó en l975 con la toma de Saigón al gobierno títere allí instalado por los Estados Unidos.

Las fuerzas revolucionarias habian derrotado primero a los franceses, forzándolos a reconocer la independencia del Vietnam del Norte. La intervención militar norteamericana señaló el inicio de otra guerra cuyo desenlace fue la derrota militar de la más poderosa potencia mundial.

Solamente en las epopeyas míticas del Gilgamesh babilónio y la Ilíada de Homero se encuentra un desafío victorioso a lo imposible comparable a lo del pueblo de Ho Chi Minh.

Sobre ella medité conmovido hace unos días al leer un libro: “La Primera resistencia vietnamita”, de Nguyen Giap y Quoq Viet. Lo compré en Santiago do Chile durante el gobierno de Allende, pero no lo leí entonces y lo consideraba perdido. Es una edición mexicana de la editorial Grijalbo, fechada en 1970.

La primera parte fue escrita por el general Giap, el gran estratega que derrotó a los franceses en Dien Bien Phu y después a los norteamericanos en una serie de campañas que le generaron prestigio mundial como genio militar.

En contextos históricos, geográficos y culturales muy diferentes, dos factores en las revoluciones rusa y vietnamita fueron decisivos para la victoria: un gran partido y un gran líder.

En este pequeño libro (159 páginas) el principal personaje es el Partido. Yo admiraba la gesta vietnamita pero tenía dificultad en comprender cómo había sido posible construir en condiciones tan adversas una organización comunista capaz de asumir en la lucha por la independencia el papel de vanguardia.

Giap evoca en su texto el primer encuentro, en el Norte de Tonkín, con Ho Chi Minh, tras el inicio de la II Guerra Mundial. En l940, los japoneses ocuparon sin resistencia las colonias de Indochina, pero la administración permanecía en manos francesas y la policía y las tropas de Vichy desencadenaron una feroz represión contra los patriotas del movimiento libertador.

GIAP EVOCA SU PRIMER ENCUENTRO CON HO CHI MINH

El Tío Ho -como le llamaban- se encontró en la frontera chino-vietnamita con un reducido número de emigrados que se habían refugiado en el país vecino. Del hacían parte Pham Van Dong, futuro primer ministro y Giap, un joven abogado y profesor de Historia que se había adherido al Partido.

Ho Chi Minh dio prioridad a la formación política de eses cuadros que deberían volver al país para crear en el Norte de Tonkín las primeras bases de la Liga Vietminh.

El profesor de esos cursos fue él. Discutió el programa, sometido a la aceptación colectiva. Las lecciones, adaptadas al nivel de las masas, eran muy simples.

Los militantes atravesaron la frontera en la Provincia de Cao Bang e iniciaran el trabajo político en una región donde predominaban campesinos de la minoría Nung que comprendían mal la lengua vietnamita.

El Tío Ho se reunió poco después al grupo. Estableció su puesto de mando en una cueva, en las montañas. Giap recuerda que allí las condiciones de vida en una rigurosa clandestinidad eran extremamente duras. Un día en que, gravemente enfermo, temía un desenlace fatal, Ho llamó a Giap y le dijo: «En este momento la coyuntura nacional e internacional nos es muy favorable. Nuestro Partido no debe dejar pasar la oportunidad. Debemos asumir la dirección de la lucha para la conquista de la independencia, cueste lo que cueste, aunque arda toda la cordillera vietnamita (…) Sobre la lucha armada, a partir del momento en que las circunstancias sean propicias, será preciso iniciarla con determinación, pero sin olvidar la consolidación de nuestras bases para evitar cualquier tropiezo». Parecía dictar su última voluntad. Felizmente se curó y dirigió la lucha por muchos años.

El sabía –subraya Giap- «comunicarnos maravillosamente su inquebrantable fe en la Victoria de la revolución (…) Situaba el problema a debatir y nos daba algún tiempo para reflexionar sobre el. A continuación se realizaba la reunión y el debate (…) Después de la discusión adoptábamos los acuerdos finales y exigía que los cumpliésemos costara lo que costase».

Siempre acosados por la represión, se organizaron tan bien que, a pesar de las privaciones -la alimentación era escasa y frugal, a base de arroz y frutas- consiguieron crear en aquella región selvática una fundición para la fabricación de granadas y armas toscas, un periódico para los militantes, el «Vietnan Independiente», y un hospital de campaña.

En 1944 cuando De Gaulle, tras la batalla de Normandía, entró en París y formó un gobierno con participación de los comunistas, se agravaron en Vietnam las contradicciones entre franceses y japoneses.

EL MOVIMENTO DE RESISTENCIA CRECIÓ TORRENCIALMENTE

Ho Chi Min, que saliera de las prisiones de Chiang Kai Chek, consideró que en el Sur no había condiciones para desencadenar la lucha armada. El Ejército de Liberación del Vietnam aun no estaba preparado para la insurrección. Era indispensable profundizar las relaciones entre los guerrilleros y las poblaciones.

Cuando Japón capituló en 1945, eclosionó en Tonkín la Revolución de agosto. En el mando de las Fuerzas Armadas de la joven República Democrática del Vietnam, Nguyen Giap, desempeñaría un papel histórico.

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UN PUEBLO Y UN PARTIDO HEROICOS

El texto de Hoang Quoc Viet -coautor del libro- incide sobretodo en la construcción del Partido realizada en una atmósfera de enorme represión. Hoang Quoc, un sindicalista que fue presidente de la CGT vietnamita, participó desde muy joven en las huelgas de 1929 en el puerto tonquinés de Haiphong. Viajó a Francia donde contactó en Marsella con camaradas del PCF. De regreso a Tonkín, fue elegido para participar como delegado en la primera reunión del Comité Central del entonces Partido Comunista de Indochina. Fue preso en las vísperas con otros camaradas. En la cárcel de Haiphong fue torturado salvajemente por la policía francesa durante diez días consecutivos.

Trasladado al presidio central de Hanoi, de allí fue embarcado en l931 en un buque para la penitenciaria de Saigón. Metido en un varadero, lo encadenaron con diez camaradas a una barra de hierro que debían cargar en todas las escalas al tiempo que sufrían latigazos de los guardias.

Condenado a prisión perpetua, el destino final era el siniestro presidio de Poulo Condor. El capítulo en que recuerda los años que allí pasó es clarificador sobre su fibra de comunista. El agua del baño era infecta, provocando heridas y eccemas. «La comida -escribe- era aun más repugnante. Era servida en fuentes de un metro nunca lavadas. Había también una «sopa ácida»: pescado salado cocido en zumo de arroz fermentado. Le dimos el nombre de «sopa moto» porque provocaba violentas diarreas cuyos estampidos sonaban durante día y noche en la fosa sanitaria».

Muchos presos murieron en aquel infierno. Hoang Quoc afirma haber forjado allí su temple de comunista.

Con otros camaradas formó una célula comunista y consiguieron en lucha permanente autorización para abrir pozos, plantar legumbres, criar gallinas, organizar un equipo de fútbol. La organización de los presos funcionó tan bien que en todos los edificios del presidio había células comunistas. Una de ellas creó un periódico, «Opiniones comunes», que circulaba clandestinamente. Crearon también una biblioteca clandestina con los clásicos del marxismo. Cuando colocaron en una pared un mapa de la URSS y otro de las regiones de China controladas por los comunistas, el director del presidio lo mandó destruir y los convocó. Fueron todos molidos a palos con porras.

En l936, cuando lo liberan durante el gobierno del Frente Popular, Hoang Quoc fue inicialmente situado por el Partido en el periódico «Vivir», de Hanói. A partir del año siguiente asumió la dirección política de todos los órganos de comunicación social del Partido en Tonkín.

Recuerda que en esos días se entregaba totalmente al trabajo revolucionario, dedicándose sobretodo a los temas ideológicos. El funcionamiento del Partido, entonces por breve tiempo en una semiclandestinidad, era el de una organización marxista–leninista cuya dirección en la teoría y en la práctica tomaba como ejemplo la democracia socialista de los revolucionarios bolcheviques de 1917.

Sin sorpresa, en las vísperas de la Guerra Mundial, Hoang, expulsado de Hanói por la policía, fue a realizar trabajo político a las montañas con las minorías étnicas. Contribuyó a que esas selvas remotas, casi inaccesibles, se transformasen –es él quien lo afirma- «en la cuna de la República Democrática del Vietnam como reducto inexpugnable de nuestra prolongada resistencia».

Las condiciones de vida en la región eran tan primitivas que al inicio dormían encima de establos de búfalos.

Un día cuando las campanas de una iglesia próxima tocaron a rebato, le llegó la noticia de la derrota de Francia. El trabajo revolucionario ganó un ritmo nuevo, muy intenso. Hoang dirigió un mensaje a los soldados franceses, sugiriendo que siguiesen el ejemplo de los 'communards' de 1871 y apuntasen las armas contra los colonialistas en vez de usarlas contra la insurrección de los campesinos.

Es bello el capítulo en que evoca la VIII Conferencia del Comité Central, realizada en una cabaña de la selva en que el único mueble era una mesa de bambú y los participantes se sentaban en troncos. Se cantó la Internacional, y el discurso de clausura fue pronunciado por Ho Chi Minh, anunciando la llegada de «un nuevo día”. Al final se exigió la destrucción de las copias de todos los documentos aprobados.

Los camaradas que deberían transmitir por el país las decisiones adoptadas, tendrían que hacerlo oralmente. El tío Ho temía que los documentos cayesen en manos del enemigo.

Las páginas dedicadas a la preparación de la insurrección son conmovedoras. Hoang iba hacia el sur en misión cuando en una aldea del delta del Río Rojo vio un coche que tenía izada una bandera roja con la estrella dorada. Un megáfono que transmitía canciones revolucionarias informó de repente: «Las fuerzas insurrecionales bajo la dirección del Viet Minh tomaron Hanói a las cuatro de la tarde. En la capital el poder está totalmente en las manos del pueblo».

El GRAN DESAFÍO

En l975, derrotado el gobierno títere de Saigon y unificado el país, nuevos y complejos desafíos se presentaron al Partido.

En l981, en una entrevista del periodista norteamericano Stanley Karowe, Pham Van Dong, entonces primer ministro, abordó el tema. Afirmó que los desafíos del presente y del futuro serian colosales, mucho más complejos de lo que habían previsto.

«Si –dijo- derrotamos a los Estados Unidos. Pero no tenemos comida suficiente, somos subdesarrollados económicamente. Gobernar un país es más difícil que vencer una guerra». Lucido, pronosticó los tremendos problemas que su pueblo tendría que enfrentar.

Hoy Vietnam tiene 90 millones de habitantes. Es un pueblo alfabetizado que reconstruyó una economía arrasada por el imperialismo, con enormes extensiones de tierras envenenadas por herbicidas.

Los desafíos en el futuro inmediato son complejos en un mundo hegemonizado por el imperialismo estadounidense. Pero la historia de su heroico partido justifica la esperanza.

En este inicio del tercer milenio de Nuestra Era, cuando muchos partidos comunistas tienden a socialdemocratizarse, reeditar y divulgar el maravilloso libro de Giap y Hoang Quoc será una contribución revolucionaria para el fortalecimiento de la confianza de los comunistas en la victoria final sobre el capitalismo.
Vila Nova de Gaia, 31 de marzo de 2014