lunes, 29 de junio de 2009

REAPARECE el GOLPISMO EN HONDURAS


ES EL GOLPISMO FASCISTA CON SU MISERIA
Y ROSTRO DE MUERTE



El pueblo hondureño en las calles Hemos de analizar seriamente qué es lo que movió a los militares golpistas hondureños cuando secuestran y expulsan del país al Presidente democrático Manuel Zelaya. Y, ante este golpe de Estado se debe escuchar a la ONU y la OEA para que el mandatario depuesto vuelva prontamente a Tegucigalpa.

Convocan a paro nacional por golpe de Estado en Honduras

El pueblo hondureño ha salido a las calles a defender la institucionalidad.


Cuando los militares hondureños irrumpieron en la residencia del presidente de la República de Honduras, Manuel Zelaya, se empezó a repetir una historia que bien conocemos en Chile. Los militares golpistas ponían en movimiento toda una estrategia y maquinaria descabellada para interrumpir el proceso democratizador a favor de los pobres y marginados de ese hermano país centroamericano.

Una vez en territorio de Costa Rica y en compañía del presidente local, Oscar Arias, el mandatario hondureño relató la crueldad y barbaridad de los militares que lo encañonaron y sacaron en pijamas hacia el aeropuerto para sacarlo del país. Es decir, la misma mentalidad fascista que operó en nuestro país en contra del presidente Allende, su familia y el pueblo chileno. Es el golpismo fascista con su miseria y rostro de muerte.

Ante este golpe de Estado que se acaba de producir en Honduras, felizmente todos los gobiernos de Latinoamérica han condenado enérgicamente esta asonada de los mandos militares, unida a la inconsecuencia de la Corte Suprema y el gran empresariado que se resiste a la voluntad popular y su derecho a realizar un referéndum para cambiar la Constitución política de esa nación. Se destacan las declaraciones de los gobiernos de Brasil, Venezuela, Cuba, Argentina, Bolivia, Ecuador, Paraguay y Chile.

Precisamente hoy, se debía llevar a efecto una Consulta popular, libre e informada, sobre cómo avanzar hacia una Asamblea Constituyente para iniciar los mecanismos que lleven a la sociedad hondureña hacia una Constitución nueva, libre de los amarres y exclusiones que por años ese pueblo ha tenido que soportar. Esa actitud pasiva y democrática ha sido acallada por los cobardes fusiles, como lo han dicho, tanto la esposa del primer mandatario de Honduras; Ximena Castro de Zelaya, como su Canciller; Patricia Rodas que todavía permanece en la capital.

A medida que pasan las horas y se trata de consolidar el golpe de Estado, tanto la Corte Suprema como el movimiento Paz y Democracia (financiado por poderes fácticos, ciertas jerarquías eclesiásticas de derecha y del alto empresariado hondureño) han defendido una absurda tesis de que el Presidente Zelaya no podía llamar a un referéndum con miras a la creación de una Asamblea Constituyente. Estos sectores tratan de legitimar el golpe y los retrata como golpistas y antidemocráticos.

Esa es la cuestión de fondo. Tanto la derecha, como el poder empresarial, unido a un sector conservador de la jerarquía de la Iglesia, simplemente no respetan ni la voluntad popular ni el orden democrático legalmente constituido. Estos sectores no toleran, bajo ninguna circunstancia, que el pueblo sea quién define los destinos de la Nación en materias sociales, económicas, constitucionales, etc. Esta derecha política e integrista opta por la violencia y la imposición usando el poder militar para sus intereses.

Con todo, América Latina y el mundo, como lo está pidiendo la ONU, la OEA, la Unión Europea y la Unasur, entre cientos de muestras de condena a este golpe de Estado, esperan que sea restituido el mando del presidente Manuel Zelaya y, que una vez de regreso a la sede de Gobierno en Tegucigalpa se inicié un ejemplar juicio en contra de todos los instigadores intelectuales y actores materiales de este atentado a la democracia y a la dignidad de las personas.

Sólo así podrá volver la cordura y la paz a Honduras. También, es de esperar que la Iglesia hondureña y en especial el Cardenal Oscar Rodríguez Maradiaga levante su voz para no aceptar este golpe de Estado y se ponga firmemente al lado de los pobres y los sufrientes como claramente lo indica el Evangelio. De lo contrario, la Iglesia -o parte de su jerarquía- se estaría ubicando del lado de los golpistas, de los poderosos y, a favor de una inaceptable cultura de la muerte.

Jaime Escobar M. es subdirector de Crónica Digital y Editor de la revista Reflexión y Liberación.

domingo, 21 de junio de 2009

El MPT y la coyuntura


por Movimiento de los Pueblos y los Trabajadores (Chile)

La lucha por el fin de la municipalización de la educación
Nuevamente los estudiantes secundarios ponen las cosas en su lugar y dinamizan las luchas de fondo. Más de 5 liceos de los denominados “emblemáticos” –por su carácter histórico y excelencia académica- realizan en la actualidad ocupaciones culturales de sus establecimientos, demandando con claridad el retorno al Estado de la educación municipalizada, otra vez revelada en crisis durante la movilización de los profesores por el bono SAE. Los jóvenes exigen la estatización de la enseñanza municipalizada –municipalización tendiente a la privatización de la enseñanza impuesta en tiempos de la dictadura militar-, y la participación de la comunidad en la formulación de los proyectos educacionales que debe contener una educación genuinamente pública, integral, universal, reflexiva y gratuita.
A escala mundial, la educación privada oscila entre un 10% y un 15%. En Irlanda, la enseñanza privada raya en el 1%, y en Italia es de un 7% la primaria y de un 4,6% la secundaria. En los países denominados "en desarrollo", producto del desmantelamiento estatal y la imposición a rajatabla del recetario capitalista -que entre otros principios, impone desde sus instituciones internacionales, el FMI, el Banco Mundial y la Organización Mundial del Comercio, la privatización absoluta de los derechos sociales fundamentales-, ha propiciado el avance de la enseñanza de propiedad privada hasta un 30%. En Brasil, la educación no universitaria de matrícula privada no excede el 11%; en México llega a un 12%; y en Perú al 17%. Chile supera con creces esas cifras: la suma de la educación privada-subvencionada y la privada-privada ya es mayor que la pública municipalizada. Es el extremo de la liberalización de la enseñanza, con los pobres resultados por todos conocidos.

Las administraciones civiles de la Concertación simplemente consolidaron y profundizaron la tendencia a la privatización y la subvención escolar en desmedro estructural de la enseñanza de propiedad pública. El resultado transitorio de este proceso ha provocado, no sólo una educación altamente segmentada socialmente (de clases), sino que propició las condiciones para el estallido del movimiento estudiantil en 2006, y su resurgimiento actual; y la intención cosmética de modificar la Ley Orgánica Constitucional de Educación (LOCE) por la Ley General de Enseñanza (LGE). Ella, además de consagrar el actual estado de cosas, esto es, la preeminencia de educación privada subvencionada, el colegio conducido bajo paradigmas estrictamente empresariales, persigue entregar la administración escolar a corporaciones cuyos objetivos están asociados a la ganancia y reñidos con el desarrollo y los intereses de las grandes mayorías nacionales. La lucha por la recuperación de la enseñanza como propiedad social financiada por el Estado, y el término de la escolaridad privada subvencionada es ética y políticamente un combate masivo, amplio, ancho del conjunto de los trabajadores y los pueblos. ¿Qué persona, mujer, hombre, trabajador@, joven podría estar fundadamente contra esta lucha y contra estos contenidos? Si en el primer mundo entre un 85% a un 90 % de la educación es propiedad del Estado, ¿Quién sino un sostenedor privado o un fanático de la liberalización irracional e injusta de los derechos sociales elementales podría oponerse a la demanda por la educación pública?

La lucha de los estudiantes debe convertirse en la lucha del conjunto del pueblo trabajador. La importancia estratégica para el país de la reivindicación exige de la movilización de las más amplias franjas de asalariados y pueblo. De lo contrario se corre el riesgo de su rápido aislamiento desde el gobierno y las represalias contra los jóvenes que lideran el movimiento.

Los crímenes de Bagua
Alan García, presidente del Perú, y una de las cabezas de turco de los intereses del imperialismo norteamericano en Latinoamérica, es el responsable visible del asesinato de cientos de originarios en Bagua, en la Amazonia. El mismo Alan García que hace unos años ordenó la aniquilación de presos en las cárceles, hoy, fascistamente y respaldado por el Tratado de Libre Comercio con el gobierno norteamericano, mandó matar indígenas que se oponen justamente a la explotación indiscriminada de una de las reservas naturales más valiosas de la Tierra. El capitalismo, en su larga fase tardía y en plena crisis civilizatoria, destruye empleo –según la OIT , a fines de 2009 los cesantes en el mundo pueden llegar a las 250 millones de personas-, materias primas y naturaleza. El Movimiento de los Pueblos y los Trabajadores se hace parte del clamor planetario tras la condena a los crímenes de García y denuncia que también en Chile, a través de los intereses de la empresa Barrick Gold, se busca acabar con el Valle del Huasco mediante la explotación de oro en Pascua-Lama, en el Norte Chico del país. Las luchas ligadas a la defensa del agua, del mediombiente, del hábitat humano, animal y natural son también combates anticapitalistas de prioridad estratégica. El MPT hace suyos esas luchas urgentes y de las cuales depende el bienestar de la humanidad y las generaciones venideras.

Represión contra el pueblo mapuche
El gobierno de la Concertación no se queda corto respecto del régimen de Alan García si se trata de reprimir al pueblo mapuche. Bachelet inició su gobierno con una simbólica "consulta" a los pueblos indígenas en 2007, y en particular para el mundo indígena urbano hizo una consulta en 2007. Las conclusiones de estos debates permitirían teóricamente un avance en los derechos de los pueblos originarios e incluso facilitaría entendimientos parciales entre parte de sus organizaciones y el Estado. Sin embargo, el 2008 se inició con el asesinato impune de Matías Catrileo y los asesores de La Moneda terminaron por desechar cualquier paliativo: impusieron un comisionado con poderes extraconstitucionales y optaron por el aplastamiento de las organizaciones "participativas" o colaboracionistas y el uso de la represión más brutal contra los sectores más decididos. Hoy el gobierno trabaja por desconocer sus compromisos, como la puesta en ejercicio del Convenio 169 de la OIT, e intenta imponer una nueva consulta ilegal que hace retroceder los derechos adquiridos. A la vez, en las regiones VIII, IX y X, los Carabineros y la Marina mantienen el control político y militar del área, hostigando a diario a las comunidades y a sus dirigentes, sobrepasando sus atribuciones y actuando como un Estado autónomo militarista. Esta situación ha obligado a las organizaciones "participativas y moderadas” a radicalizar sus métodos, reemplazando la inefectiva participación con medidas de presión y adoptando una nueva conducción, esta vez, de acción política tras la conquista de derechos colectivos y la autodeterminación. El MPT estará presente en las luchas de los pueblos originarios, ejercitando las relaciones interculturales, el pluralismo y el intercambio de conceptos y enseñanzas, para fortalecerse recíprocamente y dar una lucha común contra el sistema del capitalismo globalizante, usurpador y opresor.

Junto a los mineros de Tambillos
103 trabajadores, mineros de Tambillos, IV Región, junto con sus familias, están en Huelga Legal desde el 1 de mayo ya que se les ha negado la negociación de sus demandas. Como ninguna gestión de los mineros de buscar mediación o apoyo para poder negociar dio fruto, cuatro de ellos, junto con dos estudiantes solidarios, se encuentran en huelga de hambre desde el miércoles 10 de junio. Ese mismo día, su campamento fue arrasado por la policía. La declaración de los mineros en lucha afirma que “Hemos tomado esta decisión a causa de la nula respuesta de las autoridades de gobierno y los órganos fiscalizadores, manifestando la impunidad con la que operan los empresarios indignando y explotando a los trabajadores, sumando a esto la omisión de los medios de comunicación del conflicto haciéndose cómplice de la actual dueño de la mina, Francisco Javier Errázuriz, uno de los empresarios que concentra el poder económico del país. Teniendo en cuenta que la huelga lleva 42 días sin soluciones ni negociación, y comprende 103 obreros con sus familias planteando las siguientes irregularidades: No se han pagado salarios de los meses de marzo y abril; La rebaja de los sueldos en un 50%; La seguridad laboral nula par las faenas mineras lo que se refleja en las malas condiciones en los camiones y maquinarias, y un comité paritario inactivo que no cumple con sus funciones; Prácticas antisindicales y trato indigno por parte de administradores y capataces abusando de sus atribuciones en especial hacia las mujeres trabajadoras. Tenemos la certeza y estamos concientes que nuestra lucha no es sólo reivindicativa sino que se amplía a una necesidad social de organizarnos por la vida, la dignidad y la justicia y en contra de los menos, que quieren llenarse los bolsillos a costa de nosotros. Nuestra lucha es por los nuestros, los que fueron y los que vendrán.” Al respecto, militantes del MPT de la zona han colaborado activamente desde el inicio de las movilizaciones mineras.

El gobierno contra los medios comunitarios
En las últimas semanas, medios de comunicación comunitarios han sido amedrentados por la policía y agentes de civil del Estado. El MPT, al igual que los enemigos de las grandes mayorías, sabe perfectamente que una de las dimensiones centrales en la lucha por la recomposición de la hegemonía de los pueblos y los trabajadores se disputa en el ámbito de las comunicaciones. Los medios de masas dominantes juegan un rol eje en la alienación, el control social, disciplinamiento y construcción de “consenso” a favor de los intereses de la minoría en el poder. De allí la importancia superlativa de que los de abajo, los desheredados, cuenten con medios propios.

El MPT multiplica su presencia
La ofensiva de los dueños de todo en Chile contra las iniciativas populares es pan amargo de cada día ante el eventual aumento de la conflictividad social devenida de la crisis capitalista en curso. La hora de la unidad sobre los intereses de los expoliados es el único camino posible para enfrentar la agresión oligárquica. Es por ello que el MPT crece hacia abajo, hacia el pueblo profundo, y multiplica su presencia en las diversas iniciativas independientes del movimiento real de los pueblos y los trabajadores. Mientras por arriba, los fuegos artificiales del bloque en el poder y sus contradicciones adjetivas apuntalan una Concertación en descomposición a través de candidatos mediáticos diariamente cubiertos por el órgano oficial de la burguesía, El Mercurio; el funcionario gubernamental y Presidente de la CUT , Arturo Martínez, se apresta a firmar a ojos cerrados la cifra miseria del sueldo mínimo (que no superará los $ 170 mil pesos); los hospitales colapsan por la influenza AH1N1 y las patologías de la temporada; los deudores habitacionales permanecen en huelga de hambre a orillas del río Mapocho por la condonación de sus deudas luego de haber pagado sus casas varias veces; y la cesantía aumenta a pasos agigantados, pese a las soluciones absolutamente insuficientes del gobierno de Bachelet.

Ejecutivo Provisorio
Movimiento de los Pueblos y los Trabajadores

lunes, 15 de junio de 2009

JUAN CARLOS MARIATEGUI



El problema del indio

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Escrito: En 1928.
Primera Edición:En 7 Ensayos de interpretación de la realidad peruana, Biblioteca Amauta, Lima, 1928.
Fuente: La Biblioteca Virtual Universal de Bibliotecas Rurales Argentinas.

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I. Su nuevo planteamiento
Todas las tesis sobre el problema indígena, que ignoran o eluden a éste como problema económico-social, son otros tantos estériles ejercicios teoréticos, y a veces sólo verbales, condenados a un absoluto descrédito. No las salva a algunas su buena fe. Prácticamente, todas no han servido sino para ocultar o desfigurar la realidad del problema. La crítica socialista lo descubre y esclarece, porque busca sus causas en la economía del país y no en su mecanismo administrativo, jurídico o eclesiástico, ni en su dualidad o pluralidad de razas, ni en sus condiciones culturales y morales. La cuestión indígena arranca de nuestra economía. Tiene sus raíces en el régimen de propiedad de la tierra. Cualquier intento de resolverla con medidas de administración o policía, con métodos de enseñanza o con obras de vialidad, constituye un trabajo superficial o adjetivo, mientras subsista la feudalidad de los "gamonales".

El "gamonalismo" invalida inevitablemente toda ley u ordenanza de protección indígena. El hacendado, el latifundista, es un señor feudal. Contra su autoridad, sufragada por el ambiente y el hábito, es impotente la ley escrita. El trabajo gratuito está prohibido por la ley y, sin embargo, el trabajo gratuito, y aun el trabajo forzado, sobreviven en el latifundio. El juez, el subprefecto, el comisario, el maestro, el recaudador, están enfeudados a la gran propiedad. La ley no puede prevalecer contra los gamonales. El funcionario que se obstinase en imponerla, sería abandonado y sacrificado por el poder central, cerca del cual son siempre omnipotentes las influencias del gamonalismo, que actúan directamente o a través del parlamento, por una y otra vía con la misma eficacia.

El nuevo examen del problema indígena, por esto, se preocupa mucho menos de los lineamientos de una legislación tutelar que de las consecuencias del régimen de propiedad agraria. El estudio del Dr. José A. Encinas (Contribución a una legislación tutelar indígena) inicia en 1918 esta tendencia, que de entonces a hoy no ha cesado de acentuarse. Pero, por el carácter mismo de su trabajo, el Dr. Encinas no podía formular en él un programa económico-social. Sus proposiciones, dirigidas a la tutela de la propiedad indígena, tenían que limitarse a este objetivo jurídico. Esbozando las bases del Home Stead indígena, el Dr. Encinas recomienda la distribución de tierras del Estado y de la Iglesia. No menciona absolutamente la expropiación de los gamonales latifundistas. Pero su tesis se distingue por una reiterada acusación de los efectos del latifundismo, que sale inapelablemente condenado de esta requisitoria, que en cierto modo preludia la actual crítica económico _social de la cuestión del indio.

Esta crítica repudia y descalifica las diversas tesis que consideran la cuestión con uno u otro de los siguientes criterios unilaterales y exclusivos: administrativo, jurídico, étnico, moral, educacional, eclesiástico.

La derrota más antigua y evidente es, sin duda, la de los que reducen la protección de los indígenas a un asunto de ordinaria administración. Desde los tiempos de la legislación colonial española, las ordenanzas sabias y prolijas, elaboradas después de concienzudas encuestas, se revelan totalmente infructuosas. La fecundidad de la República, desde las jornadas de la Independencia, en decretos, leyes y providencias encaminadas a amparar a los indios contra la exacción y el abuso, no es de las menos considerables. El gamonal de hoy, como el "encomendero" de ayer, tiene sin embargo muy poco que temer de la teoría administrativa. Sabe que la práctica es distinta.

El carácter individualista de la legislación de la República ha favorecido, incuestionablemente, la absorción de la propiedad indígena por el latifundismo. La situación del indio, a este respecto, estaba contemplada con mayor realismo por la legislación española. Pero la reforma jurídica no tiene más valor práctico que la reforma administrativa, frente a un feudalismo intacto en su estructura económica. La apropiación de la mayor parte de la propiedad comunal e individual indígena está ya cumplida. La experiencia de todos los países que han salido de su evo-feudal, nos demuestra, por otra parte, que sin la disolución del feudo no ha podido funcionar, en ninguna parte, un derecho liberal.

La suposición de que el problema indígena es un problema étnico, se nutre del más envejecido repertorio de ideas imperialistas. El concepto de las razas inferiores sirvió al Occidente blanco para su obra de expansión y conquista. Esperar la emancipación indígena de un activo cruzamiento de la raza aborigen con inmigrantes blancos es una ingenuidad antisociológica, concebible sólo en la mente rudimentaria de un importador de carneros merinos. Los pueblos asiáticos, a los cuales no es inferior en un ápice el pueblo indio, han asimilado admirablemente la cultura occidental, en lo que tiene de más dinámico y creador, sin transfusiones de sangre europea. La degeneración del indio peruano es una barata invención de los leguleyos de la mesa feudal.

La tendencia a considerar el problema indígena como un problema moral, encarna una concepción liberal, humanitaria, ochocentista, iluminista, que en el orden político de Occidente anima y motiva las "ligas de los Derechos del Hombre". Las conferencias y sociedades antiesclavistas, que en Europa han denunciado más o menos infructuosamente los crímenes de los colonizadores, nacen de esta tendencia, que ha confiado siempre con exceso en sus llamamientos al sentido moral de la civilización. González Prada no se encontraba exento de su esperanza cuando escribía que la "condición del indígena puede mejorar de dos maneras: o el corazón de los opresores se conduele al extremo de reconocer el derecho de los oprimidos, o el ánimo de los oprimidos adquiere la virilidad suficiente para escarmentar a los opresores". La Asociación Pro-Indígena (1909-1917) representó, ante todo, la misma esperanza, aunque su verdadera eficacia estuviera en los fines concretos e inmediatos de defensa del indio que le asignaron sus directores, orientación que debe mucho, seguramente, al idealismo práctico, característicamente sajón, de Dora Mayer. El experimento está ampliamente cumplido, en el Perú y en el mundo. La prédica humanitaria no ha detenido ni embarazado en Europa el imperialismo ni ha bonificado sus métodos. La lucha contra el imperialismo, no confía ya sino en la solidaridad y en la fuerza de los movimientos de emancipación de las masas coloniales. Este concepto preside en la Europa contemporánea una acción anti-imperialista, a la cual se adhieren espíritus liberales como Albert Einstein y Romain Rolland, y que por tanto no puede ser considerada de exclusivo carácter socialista.

En el terreno de la razón y la moral, se situaba hace siglos, con mayor energía, o al menos mayor autoridad, la acción religiosa. Esta cruzada no obtuvo, sin embargo, sino leyes y providencias muy sabiamente inspiradas. La suerte de los indios no varió sustancialmente. González Prada, que como sabemos no consideraba estas cosas con criterio propia o sectariamente socialista, busca la explicación de este fracaso en la entraña económica de la cuestión: "No podía suceder de otro modo: oficialmente se ordenaba la explotación del vencido y se pedía humanidad y justicia a los ejecutores de la explotación; se pretendía que humanamente se cometiera iniquidades o equitativamente se consumaran injusticias. Para extirpar los abusos, habría sido necesario abolir los repartimientos y las mitas, en dos palabras, cambiar todo el régimen Colonial. Sin las faenas del indio americano se habrían vaciado las arcas del tesoro español". Más evidentes posibilidades de éxito que la prédica liberal tenía, con todo, la prédica religiosa. Ésta apelaba al exaltado y operante catolicismo español mientras aquélla intentaba hacerse escuchar del exiguo y formal liberalismo criollo.

Pero hoy la esperanza en una solución eclesiástica es indiscutiblemente la más rezagada y antihistórica de todas. Quienes la representan no se preocupan siquiera, como sus distantes ¡tan distantes! maestros, de obtener una nueva declaración de los derechos del indio, con adecuadas autoridades y ordenanzas, sino de encargar al misionero la función de mediar entre el indio y el gamonal. La obra que la Iglesia no pudo realizar en un orden medioeval, cuando su capacidad espiritual e intelectual podía medirse por frailes como el padre de Las Casas, ¿con qué elementos contaría para prosperar ahora? Las misiones adventistas, bajo este aspecto, han ganado la delantera al clero católico, cuyos claustros convocan cada día menor suma de vocaciones de evangelización.

El concepto de que el problema del indio es un problema de educación, no aparece sufragado ni aun por un criterio estricta y autónomamente pedagógico. La pedagogía tiene hoy más en cuenta que nunca los factores sociales y económicos. El pedagogo moderno sabe perfectamente que la educación no es una mera cuestión de escuela y métodos didácticos. El medio económico social condiciona inexorablemente la labor del maestro. El gamonalismo es fundamentalmente adverso a la educación del indio: su subsistencia tiene en el mantenimiento de la ignorancia del indio el mismo interés que en el cultivo de su alcoholismo. La escuela moderna en el supuesto de que, dentro de las circunstancias vigentes, fuera posible multiplicarla en proporción a la población escolar campesina _ es incompatible con el latifundio feudal. La mecánica de la servidumbre, anularía totalmente la acción de la escuela, si esta misma, por un milagro inconcebible dentro de la realidad social, consiguiera conservar, en la atmósfera del feudo, su pura misión pedagógica. La más eficiente y grandiosa enseñanza normal no podía operar estos milagros. La escuela y el maestro están irremisiblemente condenados a desnaturalizarse bajo la presión del ambiente feudal, inconciliable con la más elemental concepción progresista o evolucionista de las cosas. Cuando se comprende a medias esta verdad, se descubre la fórmula salvadora en los internados indígenas. Mas la insuficiencia clamorosa de esta fórmula se muestra en toda su evidencia, apenas se reflexiona en el insignificante porcentaje de la población escolar indígena que resulta posible alojar en estas escuelas.

La solución pedagógica, propugnada por muchos con perfecta buena fe, está ya hasta oficialmente descartada. Los educacionistas son, repito, los que menos pueden pensar en independizarla de la realidad económico-social. No existe, pues, en la actualidad, sino como una sugestión vaga e informe, de la que ningún cuerpo y ninguna doctrina se hace responsable.

El nuevo planteamiento consiste en buscar el problema indígena en el problema de la tierra.

II. Sumaria revisión histórica
La población del Imperio Inkaico, conforme a cálculos prudentes, no era menor de diez millones. Hay quienes la hacen subir a doce y aun a quince millones. La Conquista fue, ante todo, una tremenda carnicería. Los conquistadores españoles, por su escaso número, no podían imponer su dominio sino aterrorizando a la población indígena, en la cual produjeron una impresión supersticiosa las armas y los caballos de los invasores, mirados como seres sobrenaturales. La organización política y económica de la Colonia, que siguió a la Conquista, no puso término al exterminio de la raza indígena. El Virreinato estableció un régimen de brutal explotación. La codicia de los metales preciosos, orientó la actividad económica española hacia la explotación de las minas que, bajo los inkas, habían sido trabajadas en muy modesta escala, en razón de no tener el oro y la plata sino aplicaciones ornamentales y de ignorar los indios, que componían un pueblo esencialmente agrícola, el empleo del hierro. Establecieron los españoles, para la explotación de las minas y los "obrajes", un sistema abrumador de trabajos forzados y gratuitos, que diezmó la población aborigen. Esta no quedó así reducida sólo a un estado de servidumbre como habría acontecido si los españoles se hubiesen limitado a la explotación de las tierras conservando el carácter agrario del país _ sino, en gran parte, a un estado de esclavitud. No faltaron voces humanitarias y civilizadoras que asumieron ante el Rey de España la defensa de los indios. El padre de Las Casas sobresalió eficazmente en esta defensa. Las Leyes de Indias se inspiraron en propósitos de protección de los indios, reconociendo su organización típica en "comunidades". Pero, prácticamente, los indios continuaron a merced de una feudalidad despiadada que destruyó la sociedad y la economía inkaicas, sin sustituirlas con un orden capaz de organizar progresivamente la producción. La tendencia de los españoles a establecerse en la Costa ahuyentó de esta región a los aborígenes a tal punto que se carecía de brazos para el trabajo. El Virreinato quiso resolver este problema mediante la importación de esclavos negros, gente que resulto adecuada al clima y las fatigas de los valles o llanos cálidos de la costa, e inaparente, en cambio, para el trabajo de las minas, situadas en la Sierra fría. El esclavo negro reforzó la dominación española que a pesar de la despoblación indígena, se habría sentido de otro modo demográficamente demasiado débil frente al indio, aunque sometido, hostil y enemigo. El negro fue dedicado al servicio doméstico y a los oficios. El blanco se mezcló fácilmente con el negro, produciendo este mestizaje uno de los tipos de población costeña con características de mayor adhesión a lo español y mayor resistencia a lo indígena.

La Revolución de la Independencia no constituyó, como se sabe, un movimiento indígena. La promovieron y usufructuaron los criollos y aun los españoles de las colonias. Pero aprovechó el apoyo de la masa indígena. Y, además, algunos indios ilustrados como Pumacahua, tuvieron en su gestación parte importante. El programa liberal de la Revolución comprendía lógicamente la redención del indio, consecuencia automática de la aplicación de sus postulados igualitarios. Y, así, entre los primeros actos de la República, se contaron varias leyes y decretos favorables a los indios. Se ordenó el reparto de tierras, la abolición de los trabajos gratuitos, etc.; pero no representando la revolución en el Perú el advenimiento de una nueva clase dirigente, todas estas disposiciones quedaron sólo escritas, faltas de gobernantes capaces de actuarlas. La aristocracia latifundista de la Colonia, dueña del poder, conservó intactos sus derechos feudales sobre la tierra y, por consiguiente, sobre el indio. Todas las disposiciones aparentemente enderezadas a protegerlo, no han podido nada contra la feudalidad subsistente hasta hoy.

El Virreinato aparece menos culpable que la República. Al Virreinato le corresponde, originalmente, toda la responsabilidad de la miseria y la depresión de los indios. Pero, en ese tiempo inquisitorial, una gran voz cristiana, la de fray Bartolomé de Las Casas, defendió vibrantemente a los indios contra los métodos brutales de los colonizadores. No ha habido en la República un defensor tan eficaz y tan porfiado de la raza aborigen.

Mientras el Virreinato era un régimen medioeval y extranjero, la República es formalmente un régimen peruano y liberal. Tiene, por consiguiente, la República deberes que no tenía el Virreinato. A la República le tocaba elevar la condición del indio. Y contrariando este deber, la República ha pauperizado al indio, ha agravado su depresión y ha exasperado su miseria. La República ha significado para los indios la ascensión de una nueva clase dominante que se ha apropiado sistemáticamente de sus tierras. En una raza de costumbre y de alma agrarias, como la raza indígena, este despojo ha constituido una causa de disolución material y moral. La tierra ha sido siempre toda la alegría del indio. El indio ha desposado la tierra. Siente que "la vida viene de la tierra" y vuelve a la tierra. Por ende, el indio puede ser indiferente a todo, menos a la posesión de la tierra que sus manos y su aliento labran y fecundan religiosamente. La feudalidad criolla se ha comportado, a este respecto, más ávida y más duramente que la feudalidad española. En general, en el "encomendero" español había frecuentemente algunos hábitos nobles de señorío. El "encomendero" criollo tiene todos los defectos del plebeyo y ninguna de las virtudes del hidalgo. La servidumbre del indio, en suma, no ha disminuido bajo la República. Todas las revueltas, todas las tempestades del indio, han sido ahogadas en sangre. A las reivindicaciones desesperadas del indio les ha sido dada siempre una respuesta marcial. El silencio de la puna ha guardado luego el trágico secreto de estas respuestas. La República ha restaurado, en fin, bajo el título de conscripción vial, el régimen de las "mitas".

La República, además, es responsable de haber aletargado y debilitado las energías de la raza. La causa de la redención del indio se convirtió bajo la República, en una especulación demagógica de algunos caudillos. Los partidos criollos la inscribieron en su programa. Disminuyeron así en los indios la voluntad de luchar por sus reivindicaciones.

En la Sierra, la región habitada principalmente por los indios, subsiste apenas modificada en sus lineamientos, la más bárbara y omnipotente feudalidad. El dominio de la tierra coloca en manos de los gamonales, la suerte de la raza indígena, caída en un grado extremo de depresión y de ignorancia. Además de la agricultura, trabajada muy primitivamente, la Sierra peruana presenta otra actividad económica: la minería, casi totalmente en manos de dos grandes empresas norteamericanas. En las minas rige el salariado; pero la paga es ínfima, la defensa de la vida del obrero casi nula, la ley de accidentes de trabajo burlada. El sistema del "enganche", que por medio de anticipos falaces esclaviza al obrero, coloca a los indios a merced de estas empresas capitalistas. Es tanta la miseria a que los condena la feudalidad agraria, que los indios encuentran preferible, con todo, la suerte que les ofrecen las minas.

La propagación en el Perú de las ideas socialistas ha traído como consecuencia un fuerte movimiento de reivindicación indígena. La nueva generación peruana siente y sabe que el progreso del Perú será ficticio, o por lo menos no será peruano, mientras no constituya la obra y no signifique el bienestar de la masa peruana que en sus cuatro quintas partes es indígena y campesina. Este mismo movimiento se manifiesta en el arte y en la literatura nacionales en los cuales se nota una creciente revalorización de las formas y asuntos autóctonos, antes depreciados por el predominio de un espíritu y una mentalidad coloniales españolas. La literatura indigenista parece destinada a cumplir la misma función que la literatura "mujikista" en el período pre-revolucionario ruso. Los propios indios empiezan a dar señales de una nueva conciencia. Crece día a día la articulación entre los diversos núcleos indígenas antes incomunicados por las enormes distancias. Inició esta vinculación, la reunión periódica de congresos indígenas, patrocinada por el Gobierno, pero como el carácter de sus reivindicaciones se hizo pronto revolucionario, fue desnaturalizada luego con la exclusión de los elementos avanzados y la leva de representaciones apócrifas. La corriente indigenista presiona ya la acción oficial. Por primera vez el Gobierno se ha visto obligado a aceptar y proclamar puntos de vista indigenistas, dictando algunas medidas que no tocan los intereses del gamonalismo y que resultan por esto ineficaces. Por primera vez también el problema indígena, escamoteado antes por la retórica de las clases dirigentes, es planteado en sus términos sociales y económicos, identificándosele ante todo con el problema de la tierra. Cada día se impone, con más evidencia, la convicción de que este problema no puede encontrar su solución en una fórmula humanitaria. No puede ser la consecuencia de un movimiento filantrópico. Los patronatos de caciques y de rábulas son una befa. Las ligas del tipo de la extinguida Asociación Pro-Indígena son una voz que clama en el desierto. La Asociación Pro-Indígena no llegó en su tiempo a convertirse en un movimiento. Su acción se redujo gradualmente a la acción generosa, abnegada, nobilísima, personal de Pedro S. Zulen y Dora Mayer. Como experimento, el de la Asociación Pro-Indígena sirvió para contrastar, para medir, la insensibilidad moral de una generación y de una época.

La solución del problema del indio tiene que ser una solución social. Sus realizadores deben ser los propios indios. Este concepto conduce a ver en la reunión de los congresos indígenas un hecho histórico. Los congresos indígenas, desvirtuados en los últimos años por el burocratismo, no representaban todavía un programa; pero sus primeras reuniones señalaron una ruta comunicando a los indios de las diversas regiones. A los indios les falta vinculación nacional. Sus protestas han sido siempre regionales. Esto ha contribuido, en gran parte, a su abatimiento. Un pueblo de cuatro millones de hombres, consciente de su número, no desespera nunca de su porvenir. Los mismos cuatro millones de hombres, mientras no son sino una masa orgánica, una muchedumbre dispersa, son incapaces de decidir su rumbo histórico.

miércoles, 10 de junio de 2009

Bagua, Perú: Masacran a 25 indígenas. Otra masacre del Libre Comercio

por NASAACIN
domingo, 07 de junio de 2009





Alan García viene entregando su país al "libre comercio" con tratados inconsultos que el pueblo rechaza y ahora con una masacre que causa horror.. Ahora implementa estos acuerdos de élites y corporaciones y los pueblos Amazónicos se levantaron hace 57 días en protesta pacífica. Como en la Minga en Colombia, bloquearon una vía. Como en Colombia el Gobierno ordenó la masacre para abrir la vía a sangre y fuego, porque primero es el tránsito corporativo, que el derecho a la vida. A nombre del "libre comercio" García ordena una masacre.

Sentimos repugnancia frente a este mayordomo de las transnacionales y de los grandes sectores financieros quien ha ordenado una masacre digna de los fascistas genocidas y racistas. Basta con ver las imágenes, para gritar con amargura y angustia. Un asesino de estos no puede ser Presidente. Alan García y Álvaro Uribe no son Presidentes de sus países. Son Presidentes del poder corporativo contra sus pueblos y al que no esté de acuerdo lo masacran. Ayer avanzó la ratificación del TLC Canadá Perú en el parlamento Canadiense. Esta semana Uribe va al Canadá a promover el TLC. Se entregan Perú y Colombia a la U.E. En Perú se ha cometido una masacre para el TLC.

En Colombia se vienen cometiendo. Se llaman falsos positivos, ejecuciones extrajudiciales, masacres paramilitares, desplazamientos masivos y crímenes de Estado y de lesa humanidad. Lloramos la masacre del Perú y exigimos el juicio de Alan García y de Álvaro Uribe Vélez. Son criminales del Libre Comercio. Con ellos deben ir a juicio sus contrapartes en el negocio y quienes diseñan la política y la imponen para su beneficio. Deben ser destituidos, juzgados y sentenciados, quienes desde la OMC, la Banca Multilateral, los Gobiernos del "Primer Mundo", los clubes de corporaciones y de sectores financieros y sus ejércitos, agencias de inteligencia y Gobiernos vienen matando para despojar y enriquecerse. Nos invaden, nos asesinan, nos desplazan y todo para enriquecerse. La masacre del Perú no debe pasar desapercibida. No queremos TLC! Exigimos la inmediata derogatoria del TLC y la legislación que lo impone!

Tejido de Comunicación y Relaciones Externas para la Verdad y la Vida
ACIN, Junio 6 de 2009







* Fuente: NASAACIN

Hoy he muerto, hoy me han baleado. Hoy me han torturado, me arrastraron y mi cuerpo ha sido quemado y tirado al furioso río. Hoy yo he sido el estudiante de arte baleado en el pecho, la niña de cuatro anitos baleada en el estómago, he sido el cuerpo inmóvil sangrante que la policía peruana ha rematado cobardemente, soy la madre que ha visto a su hijo morir temblando. He sido el indígena que enloqueció y he quemado edificios del gobierno de Perú porque ellos no me representan. Soy la victima del racismo genocida de los derechistas apristas, fujimoristas, alanistas de gobierno de García. Hoy estoy herido, hoy he muerto, hoy estoy tirado en una carretera de Bagua, mi cuerpo será devorado por los animales, porque mi familia y amigos están desesperados pues la policía los balea cada vez que intentan recogerme. Hoy soy el indígena peruano, soy mi pueblo, mi sangre, mi dolor, mi herida, mi cadáver. Hoy te pido, te exijo, te demando Alan García: renuncia, vete, lárgate, tú no eres mi presidente, llévate a tus malditos mafiosos asesinos contigo, Un día terminaras detrás de rejas. Maldito, asesino, genocida, racista, matón, me das asco Alan García.

Today I died, I was shot today. Today I was tortured, they dragged my body and then burned me down. My remains were thrown to the furious river. Today I was the art student shot in the chest, the four year old girl shot in the stomach. Mine was the immobile and bleeding body that the Peruvian Police has shot again cowardly, I am the mother who has seen his son diying while my body was shaking. I was today the Indigenous man who went cracy and burned the government of Peru’s facilities because they do not represent em. I am the victim of genocidal racism of the right-wing Garcia government with the complicity apristas and fujimoristas. Today I'm hurt, I died today, today I am lying on a road of Bagua, and my body will be eaten by animals, because my family and friends are hopeless as the police are shooting everyone who wants to rescue me. Today I am the indigenous Peruvian, I am my people, my blood, my pain, my inquiry, my body. Today I ask you, I require you, I demand for Alan García’s resignation, go, get out, you're not my president, take your fucking murderers with you. One day you will end behind bars. Evil, murderer, genocidal, racist, bully, you are disgusting Alan García.

jueves, 4 de junio de 2009

PRONUNCIAMIENTO POLÍTICO


“…el gobierno de ultraderecha crea las condiciones para reprimir, detener y desaparecer ciudadanos sin ningún obstáculo, lo que significa en los hechos desconocer los acuerdos, leyes y reglamentos establecidos en el pacto federal, que rige las relaciones entre la Federación y los Estados…”
A LOS MEDIOS DE COMUNICACIÒN
A LAS ORGANIZACIONES POLÍTICAS, DEMOCRÁTICAS E
INDEPENDIENTES
A LOS ORGANISMOS DEFENSORES DE LOS DERECHOS HUMANOS
AL PUEBLO DE MÉXICO Y DEL MUNDO

El gobierno de Felipe Calderón Hinojosa demuestra su naturaleza autoritaria, su tendencia profascista y el cínico carácter de un régimen antidemocrático.
Ante su negativa a resolver los problemas sociales económicos y políticos que provoca la crisis estructural que afecta al pueblo de México, el gobierno de ultraderecha convierte la supuesta lucha contra la delincuencia organizada en una estrategia con la que intenta resolver sus problemas políticos, reposicionarse del escenario político nacional, tratando de fortalecer al PAN partido en el gobierno.
La detención de funcionarios públicos municipales y otros funcionarios del gobierno del estado de Michoacán, se convierte en la comprobación de lo expuesto.
El gobierno de Calderón comete un delito al violar el principio de soberanía del Estado de Michoacán, establecido en la constitución política, pilar del pacto Federal, que establece la obligación de avisar a las autoridades estatales de las actividades a realizar por el gobierno Federal, al no hacerlo así el gobierno de ultraderecha crea las condiciones para reprimir, detener y desaparecer ciudadanos sin ningún obstáculo, lo que significa en los hechos desconocer los acuerdos, leyes y reglamentos establecidos en el pacto federal, que rige las relaciones entre la Federación y los estados, lo cual comprueba que sólo un poder gobierna, el poder Ejecutivo y los otros poderes se supeditan a este; esto es un indicativo de la mentalidad autoritaria de un régimen que impone de esta forma un gobierno de facto.
Ante esta flagrante violación a la constitución política es incomprensible la lentitud en la denuncia de los partidos políticos, ante la violación del artículo 21 Constitucional que en términos generales establece que “La investigación y persecución de los delitos incumbe al Ministerio Publico, el cual se auxiliara con una policía que estará bajo su autoridad y mando inmediato” por lo tanto el Ejército Mexicano no tiene facultad para participar en la investigación y persecución de los delitos.
El despliegue militar llevado a cabo en Michoacán viola la Constitución y la soberanía del Estado si dejamos pasar por alto estos delitos Calderón reafirmara sus tendencias fascistas y por lo tanto justificara los casos graves de los derechos humanos.
Las violaciones a los derechos humanos que comete el Ejército Federal, como son los levantones, detenciones y casos de tortura son hechos que al quedar impunes, fortalecen el proyecto dominante de la ultraderecha.
El cinismo político profascista se enmascara tras el uniforme policiaco de los ministeriales o tras el uniforme militar que el humorismo negro presidencial utiliza, al que sólo le faltan las tibias cruzadas sobre la calavera o la cruz gamada.
La esencia fascista de las medidas que tienden a criminalizar incluso los procesos electorales radica en que los órganos o instituciones del poder judicial se convierten en instrumento al servicio de las necesidades políticas del gobierno en turno.
La comprobación de que la delincuencia organizada comparte y acapara en forma acelerada los espacios de poder gubernamental, es el nulo resultado para detener la violencia criminal que se expande a lo largo y ancho del país con más de 10 mil victimas provocadas por la guerra de la delincuencia organizada.
La ultraderecha encabezada por Calderón Hinojosa recurre a la delincuencia organizada para fortalecer su gobierno autoritario, utilizando el terror que la delincuencia genera para imponer a pueblos y comunidades la dictadura criminal de la ultraderecha.
Los propósitos que pretende lograr el gobierno ilegitimo con esta política profascista y de colaboración con el crimen organizado son entre otros:
1. Fortalecer al PAN como uno de los partidos de estado al servicio de la oligarquía el otro es el PRI.
2. Criminalizar la lucha popular.
3. Militarizar al país.
4. Convertir a las instituciones policíacas y militares en brazos ejecutores de la voluntad política del gobierno federal.
5. Mediante la guerra psicológica como variante de la Guerra de Baja Intensidad (GBI) crea terror en los ciudadanos para inhibir protestas por las violaciones a los derechos humanos que cometen el Ejército Federal y cuerpos policíacos.
Estos hechos de innegable tendencia autoritaria, antidemocrática no debemos permitirlos, en tanto que en los pueblos de Centro y Sudamérica se instauran gobiernos de Corte popular, la ultraderecha pretende imponerle al pueblo mexicano el yugo del fascismo, revivir la época aciaga de la guerra sucia, asesinar por hambre y represión al pueblo, ahogar a sangre y fuego nuestros propósitos de cambio y transformación de las injustas condiciones de explotación.
Pese a estos intentos de la ultraderecha la caída del gobierno ilegitimo se convierte en una necesidad alimentada por la realidad que vivimos, el proyecto de un gobierno popular no debe sujetarse a los tiempos o coyunturas electorales.
El pueblo puede en todo momento darle un giro democrático y popular a la historia, esto sólo puede ser posible con la unidad de todas las organizaciones, sectores, clases sociales y pueblo en general, llevar a la practica formas de gobierno popular en un contexto de unidad complementa nuestro avance.
ATENTAMENTE
¡POR LA UNIDAD OBRERO , CAMPESINO, INDÍGENA Y POPULAR!
¡LIBERTAD A TODOS LOS PRESOS POLÍTICOS Y DE CONCIENCIA EN EL PAÍS!
¡PRESENTACIÓN CON VIDA DE LOS DESAPARECIDO POR EL RÉGIMEN!
¡RESPETO A LA SOBERANÌA DE LOS ESTADOS!
¡NO A LA CRIMINALIZACIÓN DE LA LUCHA POPULAR Y DESMILITARIZACIÓN DEL PAÍS!
FRENTE NACIONAL DE LUCHA POR EL SOCIALISMO
MORELIA, MICHOACÁN 03 DE JUNIO DE 2009

miércoles, 3 de junio de 2009

VAMOS EN SERIO


Noam Chomsky, Ken Loach, Slavoj Zizek, Robert Brenner, Mike Davis, Michael Löwy… apoyan a Izquierda Anticapitalista

http://www.anticapitalistas.org/node/3933



El Manifiesto de apoyo a la candidatura de IA a las elecciones europeas ha sido firmado también por destacados sindicalistas, militantes políticos, intelectuales y activistas de movimientos sociales de Europa, América Latina, Estados Unidos, Oriente Medio…


La candidatura de Izquierda Anticapitalista a las elecciones europeas del 7 de junio ha recibido el respaldo público de destacadas figuras políticas, sindicales, altermundialistas e intelectuales de Europa y el resto del mundo, con la divulgación de un manifiesto internacional de apoyo a la candidatura de Izquierda Anticapitalista.

A los apoyos ya obtenidos de Ken Loach y Olivier Besancenot al comienzo de la campaña, se añaden los de diversos intelectuales reconocidos como: Noam Chomsky, lingüista y profesor del MIT de Massachussets y una de las voces críticas norteamericanas de más reconocimiento internacional; Mike Davis, sociólogo y urbanista californiano y uno de los pensadores marxistas más reputados en la actualidad, autor de diversas obras y publicaciones traducidas a varias lenguas, entre ellas el castellano; el esloveno Slavoj Zizek, uno de los filósofos más reconocidos de la actualidad, cuya extensa obra abarca temas como el psicoanálisis, el estudio de la cultura popular, o la guerra de Irak; Gilbert Achcar, libanés actualmente profesor de relaciones internacionales en la Univeristy of London y uno de los especialistas más respetados sobre Próximo y Medio Oriente y autor, entre otros, del conocido libro El choque de barbaries, traducido a doce lenguas; Robert Brenner economista de la Universidad de California (UCLA), miembro de la redacción de la New Left Review y autor de varias obras y artículos de análisis del proceso de globalización y la crisis económica actual; Daniel Bensaid, profesor de filosofía de la Universidad Paris VIII, figura destacada de Mayo del 68 y uno de los pensadores marxistas de referencia en Europa; Michael Löwy, sociólogo brasileño e investigador emérito del Centre National de la Recherche Scientifique (CNRS) de París, especialista en América Latina y conocido por sus estudios sobre pensadores como Walter Benjamin y sobre arte y cultura; el historiador Enzo Traverso, autor de una extensa obra sobre la historia europea contemporánea, el totalitarismo y la recuperación de la memoria histórica; Michel Husson, uno de los economistas críticos más respetados de Francia; Catherine Samary, economista y profesora de la Universidad Paris XII y especialista en Europa del Este; Philippe Corcuff, profesor de sociología en la Universidad de Lyon II, conocido por sus trabajos inspirados en la obra de Pierre Bourdieu…

Firman también el manifiesto varias activistas vinculados al movimiento altermundialista y antiguerra como Eric Toussaint, politólogo belga considerado el mayor especialista internacional sobre deuda externa y autor de más de una decena de libros traducios al castellano; Michel Warschawski, miembro del Centro de Información Alternativa (Alternative Information Center) de Jerusalén, uno de los activitas anti-guerra más reputados de Israel y autor de una extensa obra escrita que incluye varios libros traducidos al castellano; Lea Tsemel, abogada y pacifista israelí; y Daniel Tanuro, economista belga, militante ecologista y especialista en cambio climático.

Entre los firmantes se cuentan también varios dirigentes de la izquierda anticapitalista europea que se añaden al apoyo de Besancenot, como Franco Turigliatto, miembro de Sinistra Critica y exsenador del Partito della Rifondazione Comunista, el único senador de la izquierda italiana que votó contra el envío de tropas del gobierno Prodi en Afganistán; Flavia d’Angeli, ex candidata de Sinistra Critica a las elecciones legislativas italianas de 2008; Gigi Malabarba, miembro de Sinistra Critica y ex presidente del grupo al Senado del Partito della Rifondazione Comunista; Salvatore Cannavo, miembro de Sinistra Critica y ex diputado del Partito della Rifondazione Comunista; Francisco Louça, dirigente y diputado del Bloco de Esquerda portugués; Boguslaw Zietek, presidente del sindicato “Sierpen 80” (“Agosto 80”) y cabeza de lista del Partido Polaco del Trabajo (la principal formación anticapitalista existente en los países de la ex Europa del Este) en las elecciones al Parlamento Europeo en Katawice; Ewa Groszewska, sociólogo y cabeza de lista del Partido Polaco del Trabajo en Katawice en las europeas; Elzbieta Fornalczyk, fundadora del sindicato “Sierpen 80” (“Agosto 80”) en los supermercados Tesco, y cabeza de lista del Partido Polaco del Trabajo en las europeas en Varsovia; y Jean Batou, dirigente de la formación suiza Solidarités y redactor del quincenario del mismo nombre.

Los apoyos internacionales recibidos por parte de Izquierda Anticapitalista tienen entre ellos a destacados activistas latinoamericanos, como por ejemplo Roland Denis, exviceministro de Planificación Económica del Gobierno de Hugo Chávez en Venezuela; Stalin Pérez Borges, dirigente sindical de Marea Socialista y una de las voces más respetadas de las corrientes sindicales combativas venezolanas; Luis Bueno Rodríguez, presidente del Centro de Investigación Laboral y Asesoría Sindical (CILAS) de México; o la feminista mexicana Silvia Resendiz Flores.