martes, 6 de enero de 2009

EL GUETO DE GAZA Y LA HIPOCRESIA OCCIDENTAL




TARIQ ALI


El asalto al gueto de Gaza, planificado durante seis meses y ejecutado con perfecta sincronización fue diseñado principalmente para ayudar a los partidos israelíes a triunfar en las próximas elecciones de este estado. Los palestinos asesinados son poco más que un triunfo electoral en la lucha desvergonzada entre la derecha y la extrema derecha en Israel. Washington y sus aliados de la UE, perfectamente conscientes de que Gaza iba a ser asaltada, como lo eran que el Líbano lo sería hace pocos años, se sentaron y observaron. Washington, como es habitual, culpó a los palestinos pro-Hamás, con Obama y Bush cantando la misma partitura del grupo de presión proisraelita de EEUU. Los políticos de la UE, sabían del sitio, el castigo colectivo infligido a Gaza, los civiles elegidos como objetivo, etc. [véase el ensayo refrescante de la profesora de Harvard, Sara Roy, en el último London Review of Books] estaban convencidos de que los ataques de cohetitos habían "provocado" a Israel, pero instaron a "ambas partes" para poner fin a la violencia, con efectos nulos. El dictador apolillado Mubarak en Egipto y los islámicos preferidos de la OTAN en Ankara, ni siquiera se tomaron la molestia de hacer una protesta simbólica llamando a sus embajadores de Israel. China y Rusia no convocaron una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU para discutir la crisis.

Como resultado de la apatía oficial, un producto de este último ataque será crispar a las comunidades musulmanas a lo largo del mundo y aumentar las filas de muchas organizaciones que Occidente dice combatir en la "guerra contra el terror".

El derramamiento de sangre en Gaza obliga a discutir las más importantes cuestiones estratégicas para ambas partes, todas ellas relacionadas con la historia reciente. Un hecho que precisa ser reconocido es que no existe la Autoridad Palestina. Nunca la hubo. Los acuerdos de Oslo fueron un desastre absoluto para los palestinos, y se crearon una serie de guetos palestinos desconectados y mustios sujetos a la permanente supervisión de un brutal cancerbero.

La OLP, una vez el depositario de la esperanza palestina, se convirtió en poco más que un suplicante del dinero de la UE. El entusiasmo occidental por la democracia se detiene cuando los que se oponen a sus políticas son elegidos para gobernar. Occidente e Israel lo intentaron todo para asegurar la victoria de Fatah: los votantes palestinos rechazaron los sobornos y ataques concertados de la "comunidad internacional" en una campaña que vio a los miembros de Hamás y a otros opositores rutinariamente detenidos o asaltados por las Fuerzas de Defensa Israelíes (IDF, por sus siglas en inglés), sus pancartas confiscadas o destruidas, EEUU y la UE invertir en la campaña de Fatah, y a los congresistas de EEUU vociferar que Hamás no debería gobernar. Incluso la programación de las elecciones estuvo hecha por la determinación de amañar los resultados. Programadas para el verano de 2005, fueron aplazadas hasta enero de 2006 para dar a Abbas tiempo de distribuir prebendas en Gaza (en palabras de un agente de inteligencia egipcio: "la gente dará entonces el apoyo a la Autoridad Palestina contra Hamás"). El deseo popular de un escobazo después de diez años de corrupción, amenazas y jactancias bajo Fatah demostró ser más fuerte que todo eso.

La victoria electoral de Hamás fue tratada como un signo ominoso del fundamentalismo creciente, y un aterrador golpe a las perspectivas de paz con Israel, por gobernantes y periodistas del otro lado del mundo atlántico. La maquinaria de las presiones diplomáticas y financieras se puso en marcha para forzar a Hamás a que adoptase las mismas políticas de aquéllos a quienes habían derrotado en las urnas.

Sin las trabas de la combinación de codicia y subordinación de la Autoridad Palestina, sin el enriquecimiento de sus voceros y policías serviles, y su aquiescencia en el "proceso de paz", que ha llevado solamente a una adicional expropiación y miseria a la población bajo su mandato, Hamás ofreció la alternativa de su propio ejemplo. Sin los grandes recursos de su rival, estableció clínicas, escuelas, hospitales, formación profesional y programas de bienestar para los pobres. Sus jefes y cuadros viven frugalmente, al alcance de la gente corriente. Es esta respuesta a las necesidades cotidianas la que se ha ganado amplias bases que la apoyan, no el cacareo diario de los versos coránicos.

Si su conducta en la segunda Intifada le ha dado un grado adicional de credibilidad es menos claro. Sus ataques armados a Israel, así como los de la Brigada de los Mártires Al-Aqsa de Fatah o la Jihad Islámica, han sido respuestas contra una ocupación mucho más mortífera que cualquier acción que nunca se haya acometido. Medida en la escala de los asesinatos de la IDF, los golpes de los palestinos son escasos y siempre mucho menos violentos. La asimetría pudo ser crudamente computada durante el alto el fuego, propuesto unilateralmente por Hamás, iniciado en junio de 2003, y mantenido durante el verano a pesar de los numerosas campañas de ataques israelíes y de los arrestos masivos que aumentaron durante el mencionado alto el fuego, en los cuales más de 300 cuadros de Hamás fueron secuestrados en Cisjordania. El 19 de agosto de 2003, una célula que se autoproclamaba perteneciente a Hamás, en Hebrón, ya denunciada y desautorizada oficialmente por los dirigentes de Hamás, hizo estallar un ómnibus en Jerusalén Oeste; Israel reaccionó de inmediato con el asesinato de Ismail Abu Shanab, negociador jefe de Hamás del alto el fuego. Hamás respondió también. A su vez, la Autoridad Palestina y los estados árabes suspendieron la ayuda financiera a las iniciativas sociales de Hamás y, en septiembre de 2003, la UE accedió a la antigua petición que Tel Aviv llevaba haciendo: incluyó a Hamás en su lista de organizaciones terroristas.

Lo que distingue a Hamás, que lidia en combate desigual, no son los hombres-bomba, recurso compartido con otros grupos, sino su superior disciplina, manifestada por su habilidad para hacer respetar el alto el fuego declarado unilateralmente contra Israel a lo largo del año pasado. Todas las muertes han de ser condenadas, sobre todo la muerte de civiles, pero Israel es, con mucho, el causante del mayor número de asesinatos, dato que los europeos y los estadounidenses prefieren silenciar completamente. Los palestinos no podrían matar en la proporción en que lo hacen los israelitas puesto que el ejército de Israel está equipado con reactores, carros de combate, misiles y es el más fuertemente armado ejército de ocupación de toda la historia moderna. "Nadie puede rechazar o condenar que se revele contra sus ocupantes una población que ha estado sufriendo una ocupación militar de 45 años", dejó dicho el general Shlomo Gazit, antiguo jefe de la inteligencia militar de Israel, en 1993.

El verdadero problema de los EEUU y de la UE contra Hamás reside en que esta organización rechazó la aceptación de la capitulación de los Acuerdos de Oslo y, posteriormente, de Taba a Ginebra, han rechazado dejar en el olvido los desastres que EEUU y la UE han impuesto a los palestinos. Los EEUU y la UE tienen desde entonces, como prioridad, doblegar la resistencia de Hamás. Cortar las financiaciones a la Autoridad Palestina es el arma obvia para obligar a la sumisión a esta organización. Aumentar los poderes de Abbas —colocado por Washington como también lo fue Karzai, en Kabul—, a expensas de la influencia del Consejo Legislativo, es otra de las armas utilizadas.

No hubo ningún esfuerzo serio para negociar con los líderes políticos palestinos electos. Dudo que Hamás se dejase sobornar con facilidad por los intereses israelitas y occidentales, pero si así fuera, no sería el primer caso. Hamás carga con un pesado fardo, desde su formación, y es la flaqueza del nacionalismo palestino: la creencia que sólo habría dos posibilidades, o el completo rechazo de la existencia de Israel o la aceptación del desmantelamiento de Palestina, hasta ser reducida a una quinta parte de su territorio. Entre el desvarío maximalista de la primera vía y el patético minimalismo de la segunda, el camino es muy estrecho, como la historia de Fatah ha demostrado. La prueba para Hamás, no es ser o no ser domesticado a satisfacción de la opinión pública occidental, sino, más bien, conseguir separarse del peso devastador de este atroz pasado. Inmediatamente después de la victoria electoral de Hamás, un palestino me preguntó, en una entrevista, qué haría si estuviese en lugar de Hamás. "Disolvería la Autoridad Palestina", fue mi respuesta y el fin de la imaginada hipótesis. Hecho esto, sería posible reponer la causa nacional palestina sobre bases adecuadas para exigir que el territorio y sus recursos sean compartidos proporcionalmente entre las dos poblaciones cuantitativamente parecidas, no con el 80% para los israelitas y el 20% para los palestinos, una desposesión tan inicua que, a largo plazo, ningún pueblo jamás la asumirá. La única solución aceptable es un único estado, para israelitas y palestinos, en el cual los crímenes del sionismo puedan al fin ser reparados.

No hay otra alternativa. Y la ciudadanía de Israel bien podría cavilar sobre las siguientes palabras de Shakespeare (de El mercader de Venecia), en las que he introducido leves cambios:

"Soy palestino. ¿No tiene ojos el palestino?, ¿No tiene manos, órganos, dimensiones, sentidos, afectos, pasiones? ¿No come la misma comida, no muere por las mismas armas, no padece las mismas enfermedades, no sana del mismo modo, no se calienta en el mismo verano y no se hiela en el mismo invierno, como el judío? Si nos pinchan, ¿no sangramos? Si nos hacen cosquillas, ¿no nos reímos? Si nos envenenan, ¿no morimos? Si nos hacen daño, ¿no nos podemos vengar? Si somos iguales en todo, por qué reprocharnos por ser iguales también en eso… la villanía que nos enseñaron, la llevaré a cabo; y será duro, pero mejoraré la instrucción."

LOS GRANDES MEDIOS DE COMUNICACIÓN

Doce reglas infalibles para la redacción de noticias sobre Oriente Próximo en los grandes medios de comunicación


Nota de Sin Permiso: Nuestro amigo y colaborador Emir Sader nos hizo llegar este texto anónimo, enviado en francés al blog que Emir mantiene en la publicación brasileña Carta Maior.


1) En Oriente Próximo son siempre los árabes quienes atacan primero, y siempre es Israel quien se defiende. Esa defensa se llama “represalia”.

2) Ni árabes, ni palestinos ni libaneses tienen derecho a matar civiles. A eso se le llama “terrorismo”.

3) Israel tiene derecho a matar civiles. Eso se llama “legítima defensa”.

4) Cuando Israel mata civiles en masa, las potencias occidentales piden que lo haga con mayor comedimiento. Eso se llama “reacción de la comunidad internacional”.

5) Ni palestinos ni libaneses tienen derecho a capturar soldados israelíes dentro de instalaciones militares con centinelas y puestos de combate. A eso hay que llamarlo “secuestro de personas indefensas”.

6) Israel tiene derecho a secuestrar a cualquiera hora y en cualquier lugar a cuantos palestinos y libaneses se le antoje. Su cifra actual ronda los 10 mil, 300 de los cuales son niños y mil, mujeres. No se precisa prueba alguna de culpabilidad. Israel tiene derecho a mantener secuestrados presos indefinidamente, ya sean autoridades democráticamente elegidas por los palestinos. A eso se le llama “encarcelamiento de terroristas”.

7) Cuando se menciona la palabra “Hezbollah”, es obligatorio añadir en la misma frase “apoyados y financiados por Siria y por Irán”.

8) Cuando se menciona “Israel”, está terminantemente prohibido añadir: “apoyados y financiados por los EEUU”. Eso podría dar la impresión de que el conflicto es desigual y de que la existencia de Israel no corre peligro.

9) En informaciones sobre Israel, hay que evitar siempre que aparezcan las siguientes locuciones: “Territorios ocupados”, “Resoluciones de la ONU”, “Violaciones de los Derechos Humanos” y “Convención de Ginebra”.

10) Los palestinos, lo mismo que los libaneses, son siempre “cobardes” que se esconden entre una población civil que “no los quiere”. Si duermen en casa con sus familias, eso tiene un nombre: “cobardía”. Israel tiene derecho a aniquilar con bombas y misiles los barrios donde duermen. A eso se le llama “acción quirúrgica de alta precisión”.

11) Los israelíes hablan mejor inglés, francés, castellano o portugués que los árabes. Por eso merecen ser entrevistados con mayor frecuencia y tener más oportunidades que los árabes para explicar al gran público las presentes reglas de redacción (de la 1 a la 10). A eso se le llama “neutralidad periodística”.

12) Todas las personas que no están de acuerdo con las sobredichas Reglas, son, y así debe hacerse constar, “terroristas antisemitas de alta peligrosidad”.

Comunicado del CCR-CG del Ejército Zapatista de Liberación Nacional a 15 Años de su LEVANTAMIENTO ARMADO


martes 6 de enero de 2009


(Transcripción del mensaje leído en castellano por el comandante David, y en tzotzil por el comandante Javier).

Los zapatistas, los pueblos indígenas que nos propusimos luchar por un mundo mejor y más humano, empezamos a ser más perseguidos y golpeados en todos los aspectos por los malos gobernantes de nuestro país y por los poderosos y los partidos políticos.
Y así durante 15 años hemos sufrido amenazas, hostigamientos, persecusiones, ataques militares y paramilitares. El mal gobierno, los partidos políticos y sus aliados, aunque sean gente pobre, no cesan sus ataques de muchas formas con el fin de detener el avance de nuestra lucha y destruir nuestra base que son todos los pueblos en resistencia.

El mal gobierno durante 15 años ha fundado, financiado y entrenado a los grupos paramilitares en todos los pueblos, que tienen la tarea de provocar, amenazar y dividir a nuestros pueblos.

Para debilitar y destruir nuestras bases sociales el mal gobierno ha estado repartiendo limosnas a través de sus programas asistenciales a las familias afiliadas a los partidos políticos con el fin de contentar, acallar y calmar el hambre de la gente pobre.

El mal gobierno ha tratado de convencer y comprar la conciencia de nuestras bases de apoyo, prometiéndoles mejores condiciones de vida para olvidar a sus muertos y a sus justas demandas. Desgraciadamente hay hermanos indígenas que han caido en las trampas del mal gobierno creyendo que con esto van a mejorar sus condiciones de vida sin luchar.

Sin embargo, nosotros los zapatistas no nos levantamos en armas para pedir migajas o que nos traten como limosneros. Nosotros luchamos por una verdadera democracia, libertad y justicia para todos. Luchamos por el bien de la humanidad y contra el neoliberalismo. Luchamos por otro mundo más justo y más humano. Por un mundo donde quepamos todos los que habitamos nuestro planeta.

Pero los malos gobernantes, los poderosos, los que se consideran señores y dueños de todo, se empeñan en saquear las riquezas de nuestros pueblos, en destruir a la naturaleza y en destruir a la humanidad.

Es necesario y es urgente que toda la gente buena y honesta de nuestro país y de todos los países del mundo unamos nuestra palabra, nuestras luchas, nuestra resistencia y nuestra digna rabia. Tenemos esperanza de que otro mundo es posible.
Por eso, a todos los hermanos y hermanas, compañeros y compañeras de México y del mundo les pedimos y los invitamos a organizarse y unirse cada quien en sus pueblos en contra de un enemigo común. Pero debemos buscar la forma y los mecanismos de cómo unir y globalizar nuestras luchas, nuestras resistencias y nuestra rebeldía.
Pero sólo será pósible si nos proponemos caminar juntos y luchar juntos sin importar los tiempos y las distancias que nos encontremos.

Hermanos y hermanas, compañeros y compañeras, llevemos pues adelante nuestras banderas de lucha, hagamos fuerte y grande nuestra lucha, nuestra resistencia, nuestra digna rabia y rebeldía.

Nosotros los zapatistas, los pueblos originarios de estas tierras vamos a seguir adelante en la lucha que hemos iniciado. Vamos a seguir resistiendo con dignidad y rebeldía los golpes del mal gobierno.

En 15 años que nos han venido golpeando hemos aprendido a resistir y a sobrevivir, pero es también porque hemos contado con el apoyo y la solidaridad de muchos hermanos y hermanas de México y el mundo.

Es así que hemos comenzado a construir nuestras autonomías en los distintos niveles, como la salud, la educación, en la comercialización y en el autogobierno de nuestros pueblos.

Con esfuerzo y dificultad hemos tratado de dar unos pasos pero aún no ha sido suficiente para resolver los problemas y las grandes necesidades de nuestros pueblos.
Nuestras autoridades han tratado de resolver los problemas de nuestros pueblos y algunas de las múltiples necesidades de nuestras comunidades, pero la gran parte de nuestras necesidades siguen sin soluciones. El hambre, la miseria y las enfermedades van aumentando día con día.

A pesar de todo esto seguimos adelante en nuestra lucha porque no traicionaremos la sangre de nuestros caídos, que lucharon hasta dar la vida por democracia, libertad y justicia. Seguiremos el ejemplo de ellos y ellas, y seguir nuestra consigna de luchar por la patria o morir por la libertad.

Comité Clandestino Revolucionario Indígena, Comandancia General del Ejército Zapatista de Liberación Nacional.

Desde el Caracol 2, Oventic, zona Altos de Chiapas, México.