domingo, 16 de octubre de 2011

lunes, 10 de octubre de 2011

Camila Vallejos, comunista y líder de las protestas estudiantiles en Chile

Camila Vallejo, 23 años, comunista y líder de los cinco meses de revuelta en Chile


Militante comunista, estudiante de Geografía y presidenta de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile. Tiene 23 años, ojos verdes, personalidad magnética y verbo preciso. Se llama Camila Antonia Amaranta Vallejo Dowling y es la mujer más admirada por los chilenos.

En un continente acostumbrado a los héroes guerrilleros y combativos, Camila Vallejo se ha convertido en símbolo y referente. Desde que comenzaron hace cinco meses las protestas de los estudiantes chilenos, esta joven atractiva, culta y desenvuelta se ha convertido en la principal rival política del gobierno de Sebastián Piñeira.

Gana al presidente por goleada en respaldo popular

Las encuestas dicen que la estudiante es respaldada por el 68 % de la población. Cuarenta puntos por detrás aparece el presidente de la nación, desgastado ante la opinión pública por ordenar la represión frontal de las manifestaciones que piden una educación pública gratuita y de calidad.

Piñera llamó este domingo a los universitarios y secundarios a reanudar el diálogo para destrabar el conflicto estudiantil que se extiende en Chile desde hace cinco meses.

Vallejo, que no tiene pelos en la lengua, afirmó el sábado que la ruptura de las negociaciones se originó "por las declaraciones del presidente Piñera contra la gratuidad en la educación; la 'ley maldita del ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter' y la suspensión de becas en algunas universidades".

Atacada con gases

El jueves, la jornada más violenta de protestas, la líder del sindicato de estudiantes -que representa a treinta universidades- fue atacada con gases lacrimógenos y golpeada por los carabineros. Quedó paralizada durante horas por la reacción alérgica causada por los gases. En las manifestaciones hubo 250 detenidos y varios periodistas fueron golpeados a porrazos.

En cuestión de semanas, Vallejo se ha convertido en un referente. En su cuenta de Twitter tienemás de 300.000 seguidores. A pesar de que ha recibido amenazas de muerte, no se amilana. Ayer no dejó de promover las nuevas jornadas de movilizaciones para el 18 y el 19 de octubre.

Mientras tanto, el diario The Guardian la presentaba en la portada de su web con el titular. "La nueva heroina revolucionaria popular". Antes había sido presentada en otros medios europeos como el icono de la revuelta de los jóvenes indignados del mundo.

Hija de militantes comunistas, organiza las acciones de la federación de estudiantes desde un pequeño despacho de la universidad presidido por un gran póster de Karl Marx. Sus compañeros la protegen día y noche. No es para menos: la dirección y el teléfono de la joven han aparecido en Intenet y la prensa rosa de Chile no deja de sacarle punta a su relación con el expresidente de la federación, Julio Sarmiento, estudiante de Medicina, nacido en Cuba y también comunista".

El Gobierno ha descartado la demanda estudiantil de una enseñanza gratuita para todos con el argumento de que ello supondría que los pobres financiarían la educación de los ricos. En cambio, ha propuesto aumentos sustantivos de becas para los alumnos de sectores pobres y clase media baja, lo que ha sido rechazado por los estudiantes, pues a su juicio no significa cambio alguno en el sistema educativo.

"Reforma tributaria"

Vallejo sostiene que "no estamos diciendo que los pobres financien a los ricos, sino que los ricos, el 5 % de la población chilena, debe financiar la educación mediante una reforma tributaria".

Asimismo, la líder de los estudiantes chilena señaló que rechazan tajantemente la "ley maldita" anunciada por Hinzpeter y el presidente Piñera, que crea el delito de saqueo y castiga conhasta tres años de cárcel las tomas de colegios.

Movilizados desde mediados de mayo, los estudiantes solicitan al Gobierno que se congele el envío al Congreso de proyectos de ley relativos a la educación, que se asegure la transparencia en el diálogo y que no se otorguen recursos públicos a las instituciones que se lucran con la enseñanza.