miércoles, 14 de agosto de 2013

El Neoliberalismo, impulsor del narcotráfico y la violencia en México


Vicky Peláez
Vicky Peláez
© Photo Vicky Peláez
2013
Columna semanal por Vicky Peláez
La guerra estadounidense contra las drogas ha sido como apagar un incendio con el oxígeno. El negocio vive de la represión. En la condición de ser un comercio ilícito lo que hace que presente alucinantes tasas de ganancia  (Alonso Salazar J., “La Parábola de Pablo”).

Todo México quedó sorprendido cuando se enteró de la captura de Miguel Ángel Treviño Morales el jefe de uno de los más violentos carteles del crimen organizado Los Zetas.

Lo raro es que la noticia llegó por medio de un periódico estadounidense The Dallas Morning News y no por los medios de comunicación locales. Así funciona la distribución de las noticias en el mundo globalizado. Primero, se informa a las grandes transnacionales sobre los acontecimientos locales, las que posteriormente  retransmiten la  información “ordenada” de acuerdo a las necesidades e intereses globales, a lo que se llama la “periferia”, es decir el lugar del acontecimiento.

Por supuesto, este modo de informar tiene su mensaje. En el caso de la captura del fugitivo número  W-456102936, alias “Zeta-40”, “Comandante Fourty”, “El Catorce” se daba a entender que, aunque fuese capturado por los marines mexicanos en territorio nacional, en realidad fueron los norteamericanos que organizaron su detención.

La confirmación oficial de la captura llegó unas cinco horas después de que el periódico texano The Dallas Morning News la difundiera. También hay algo extraño en la forma de su detención. El mismo “Comandante Fourty” aseguró en varias ocasiones a sus asociados que jamás se rendiría vivo: “me capturarán muerto, pero jamás vivo”. Sucedió lo contrario. La detención se llevó a cabo en la madrugada del pasado 15 de julio a 27 kilómetros al suroeste de Nuevo Laredo, estado de Tamaulipas sin un solo disparo. En la camioneta en que viajaba EL Z-40 estaban sus dos guardaespaldas llevando ocho armas sofisticadas de largo alcance, 500 cartuchos de municiones y dos millones de dólares. No hubo resistencia sino una rendición pacífica. También era extraño que el narcotraficante más sanguinario de México, al momento de ser trasladado a la Subprocuraduría Especializada en Investigación de la Delincuencia Organizada no tuviera esposas y entró en la SEIDO caminando altivamente al lado de un militar que ni siquiera lo estaba sujetando de brazo, como se hace habitualmente en estos casos inclusive con los detenidos esposados.

Inmediatamente el presidente Barack Obama felicitó a su par mexicano Enrique Peña Nieto por la captura de Treviño. El portavoz del departamento de Estado, Patrick Ventrell declaró que “su captura es otro avance de México hacia el desmantelamiento del crimen organizado y elogiamos a nuestros aliados mexicanos en este sentido”. El gobierno mexicano también presentó este golpe al  jefe de uno de los principales carteles  como un gran éxito de la nueva política del presidente Peña Nieto que ha trabajado en la lucha contra el narcotráfico y en favor de reducir el nivel de la violencia, es decir asesinatos, secuestros y extorsiones y estimular el crecimiento económico. Sin embargo, el triunfalismo oficial es demasiado prematuro. Cómo dice el filósofo francés, Pierre Bourdieu, “la verdad no se mide con el aplausómetro”.

El autor del libro, “La Parábola de Pablo”, el investigador social Alfonso Salazar J. escribió que el narcotráfico “es un negocio de alto relievo en el que se puede derrotar a los narcotraficantes pero no al narcotráfico. Siempre hay dispuesta una nueva generación para reemplazar a los capos que han sido muertos o han sido detenidos”. También en mayo de 2012, el jefe del Comando Norte de Estados Unidos, Charles Jacoby declaró que aunque México ha capturado o matado 22 de 37 de sus más buscados capos, “su eliminación no ha tenido ningún efecto apreciable positivo en reducir la violencia generada por el tráfico de drogas”.

Y eso es cierto pues el mismo Treviño reemplazó casi inmediatamente al asesinado en octubre de 2012 en circunstancias misteriosas exjefe del cartel “Los Zetas” Heriberto Lazcano, alias “El Lazca” o “Z-3”. Pocas horas después de ser abatido, el cuerpo del capo  fue robado de la morgue por un comando armado. Dentro del organigrama de carteles siempre hay sucesores en lista de espera y en el caso de Los Zetas es  posible que el hermano de Miguel Ángel Treviño, Óscar Omar Treviño Morales, alias “Z-42” tome la jefatura del cartel si es que no lo ha hecho ya. Por supuesto que habrá ciertas rencillas y ajusticiamientos dentro de esta organización delictiva e igual como se agudizará la lucha del cartel de Sinaloa contra Los Zetas, cuyos métodos menos proclives a la violencia son más aceptables por el gobierno,  pero la actividad delictiva de estas organizaciones seguirá adelante.

No hay que olvidar, que a pesar de que Los Zetas son uno de los principales carteles mexicanos y también el más sanguinario de los existentes (tienen por costumbre cortar las cabezas de sus víctimas entre otras maldades) que controla casi todos los estados costeros del este del país y que hasta tiene sus ramificaciones en Guatemala, en México existen al menos siete carteles principales: Los Zetas, Cartel Pacífico Sur, Cartel Sinaloa, Cartel de Juárez, Cartel del Golfo, Cartel de Jalisco Nueva Generación y Los Caballeros Templarios. También allí operan  20 bandas y grupos locales. La formación de los carteles comenzó en los años 1970 con el advenimiento del neoliberalismo y su política de la privatización de la propiedad nacional, la apertura indiscriminada de mercados, la desregulación económica y el aniquilamiento de derechos sociales y sindicales. La firma del tratado de libre comercio con Canadá y Estados Unidos (NAFTA) agudizó la situación económica de millones de mexicanos, especialmente en el campo donde el gobierno de Carlos Salinas de Gortari (1988-1994) aceleró el proceso de destrucción del sistema de ejidos, obligando a los campesinos  abandonar sus terruños y convertirse en trabajadores indocumentados en  Norteamérica en el mejor de los casos. 

Aquel expresidente llamó a su experimento neoliberal “la revolución económica” permitiendo que Wal-Mart, Starbucks, Office Depot etc. invadieran el país llevando a la quiebra los mercados populares. Poco a poco el gigante del norte se apoderó de la estructura productiva del país. La situación llegó a tal extremo que produciendo México 2,67 millones de barriles de petróleo diariamente, tiene que utilizar las refinerías norteamericanas para la tercera parte de la gasolina consumida en el país. Alrededor de 60 millones de mexicanos viven en la pobreza. Según la revista Forbes, al cierre del último sexenio, el 20 por ciento de los más ricos concentraba el 51 por ciento del ingreso corriente total (ICT), sin contar las fortunas de los doce empresarios multimillonarios que representan el 15 por ciento del Producto Bruto Interno (PBI).  En este contexto  el 20 por ciento más pobre  se repartía apenas el 4.9 por ciento del ICT.

Por supuesto que México era el corredor  del tráfico de drogas de Sudamérica desde hacía mucho tiempo sin la existencia de los carteles organizados. Fue la implantación del neoliberalismo al final de los años 1970 que cambió la situación en el país.  De acuerdo al representante del Centro de investigación Laboral y Estudios Sindicales (CILAS), Hugo Rosell, precisamente en aquel período los traficantes de drogas vieron su oportunidad de organizarse en carteles y convertir la droga, las armas, el tráfico humano, la extorsión, la piratería y el secuestro en mercancías e instrumentos abriendo por medio de la corrupción y la violencia su propio espacio en lo que se llama el mercado libre. El crimen organizado hizo transformar a México, de un territorio de tránsito de droga al otro, agregando el consumo y penetrando prácticamente todas las instituciones estatales y públicas.

Mientras la memoria es proclive al olvido, los documentos publicados por The Washington Post, USA Today en 2004 nos recuerdan cómo en noviembre de aquel año, debido a la corrupción generalizada en México, unos 160 más relevantes fiscales e investigadores empezaron a recibir implantes de Microchips en los brazos para acceder a las áreas restringidas en el interior del Ministerio  de Justicia. Ni esta medida ayudó a combatir el crimen organizado. Se calcula que los carteles tienen a su servicio unos 100,000 hombres armados, la mayoría exsoldados y de preferencia  comandos. De acuerdo a los estudios de las Naciones Unidas, alrededor del 60 por ciento de los municipios de México están penetrados o controlados por uno de los carteles.

De acuerdo a la estadística oficial, el narcotráfico mueve en el territorio nacional alrededor de 30 mil millones de dólares al año, empleando entre 300,000 a 500,000 personas, incluyendo niños. Se calcula que el país produce unas 15,000 toneladas de marihuana, 18 toneladas de heroína y transporta a EE.UU. no menos 600 toneladas de cocaína al año. También los carteles producen en sus laboratorios metanfetaminas utilizando insumos traídos de China. Todo esto explica por qué en los últimos siete años, según el consultor de la Asociación de Autoridades Locales de México. A.C., Miguel Ángel Juárez Franco se han producido 75,000 ejecuciones, quedando  50,000 niños  huérfanos.

En estimación de Juárez Franco, durante la gestión del actual presidente Enrique Peña Nieto la violencia no ha  bajado y actualmente ocurren 34 asesinatos por día sin que el Estado sea capaz de elaborar un plan estructural y no solamente institucional para combatir el crimen organizado  y garantizar la seguridad ciudadana.  Todo queda en retórica y promesas, la opinión general es que no hay ningún intento bien pensado y estructurado para retornar el país al sendero de la paz y tranquilidad. El potencial económico de México lo permite hacer, faltan la voluntad del gobierno y la decisión del pueblo.

LA OPINIÓN DEL AUTOR NO COINCIDE NECESARIAMENTE CON LA DE RIA NOVOSTI

Fidel Castro visto por ilustres contemporáneos



13 agosto 2013 Cubadebate


Fidel con boina. diciembre 7 de 1961. Foto: Liborio Noval
Fidel con boina. diciembre 7 de 1961. Foto: Liborio Noval

NACIÓ DEL PUEBLO

“Porque él nació del pueblo y en medio del pueblo permanece, y por eso su grandeza es la del pueblo cubano. Todo lo que ha hecho, todas sus acciones, son la plasmación de las más altas aspiraciones de la patria de José Martí. La paz en la que yo creo no está ni estará divorciada de la justicia, de la libertad, de la esperanza de un mundo mejor y todo eso lo encarna Fidel.”
Jorge Amado, escritor brasileño
(Entrevista realizada por Winston Orrillo para Prensa Latina, 1986-12-11)

La experiencia de la Sierra Maestra le sirvió a Fidel para trazar la estrategia frente a las fuerzas mercenarias en 1961

SUS IDEAS NO ENVEJECEN

Las ideas como las que Fidel Castro defiende no envejecen nunca. Sigo reteniendo del líder cubano la imagen de un heroico homérico, tanto por sus incontables combates pletóricos de juventud como por su impresionante personalidad. Fidel es la esperanzada luz de un futuro más solidario y más justo.
Rafael Alberti, poeta español
(Mensaje a Fidel, 1996-08-13)

Fidel Castro en enero de 1959. Foto: Archivo de Asuntos Históricos del Consejo de Estado
Fidel Castro en enero de 1959. Foto: Archivo de Asuntos Históricos del Consejo de Estado

CREE QUE ES POSIBLE EL CIELO EN LA TIERRA

Fidel Castro es un hombre privilegiado por su formación cristiana, su opción marxista y la asimilación de la prédica martiana. Es una persona tímida, que casi pide permiso para ser quien es… A pesar de toda su genialidad, de toda la historia que encarna, consigue hacernos sentir su hermano.
Fidel es un hombre que pone su vida en función de la utopía, es un hombre que jamás en esta vida encontrará su plenitud porque Fidel cree que es posible el cielo en la tierra
Frei Betto, teólogo brasileño
(“Absuelto por la Historia”. Editorial Ciencias Sociales., 2002)

Con Fidel y Teófilo Stevenson. La Habana, 1996.
Con Fidel y Teófilo Stevenson. La Habana, 1996.

EL MÁS GRANDE QUE CONOCIÓ

Fidel Castro es el hombre más grande que he conocido en mi vida. He conocido montones de gentes, grandes músicos, grandes literatos, grandes políticos… Jamás nadie me dio la impresión de una cosa íntegra, de un personaje total, en todos sus aspectos, en cada una de sus frases, como Fidel. El pueblo está al lado de Fidel de una forma absoluta, el pueblo de Cuba dice que ojalá Fidel sea eterno. El pensamiento generalizado en América Latina es que Cuba es la realización de todos los pueblos que aspiran a ser; es nuestra esperanza.
Oswaldo Guayasamín, pintor, escultor, muralista ecuatoriano.
(Revista Tiempo, España., 1991-11-18)

Foto que se exhibe en el museo del Paralelo 17. Ningún líder extranjero llegó más profundamente al campo de batalla y al corazón del pueblo vietnamita que Fidel. Su frase, cumplida en hechos, sobre la disposición de Cuba de dar hasta la propia sangre por el heroico pueblo, es recordada en los encuentros con los visitantes cubanos, que siempre somos, sin duda, objeto de la más cálida hospitalidad. Foto: Luu Hai/Cubadebate
Foto que se exhibe en el museo del Paralelo 17. Ningún líder extranjero llegó más profundamente al campo de batalla y al corazón del pueblo vietnamita que Fidel. Su frase, cumplida en hechos, sobre la disposición de Cuba de dar hasta la propia sangre por el heroico pueblo, es recordada en los encuentros con los visitantes cubanos, que siempre somos, sin duda, objeto de la más cálida hospitalidad. Foto: Luu Hai/Cubadebate

JAMÁS OLVIDAREMOS

Los cubanos, con el compañero Fidel al frente, han sido muy solidarios con nuestro pueblo y con nuestra lucha. Los vietnamitas jamás olvidaremos ese apoyo.
Ho Chi Minh, líder vietnamita
(Periodicos Revolución y Hoy, 1965-07-29)

Fidel con los intelectuales. Foto: Roberto Chile
Fidel con los intelectuales. Foto: Roberto Chile

SERÍAMOS BORRADOS

La República de Cuba ha sido restaurada y el deber de todos los hombres de América es defenderla.
El lenguaje de Cuba es el de la verdad, es el lenguaje de Martí, de O´Higgins, de Bolívar. Cuba representa el pensamiento de Sarmiento. Cuba es en estos momentos la esperanza de todo un siglo de falsa independencia y esperamos conquiste e implante su propia justicia.
El que no esté con Cuba, con su revolución, con Fidel Castro está del otro lado, de la ignominia y de la traición. Si la Revolución Cubana se extinguiera seríamos borrados de la pizarra del mundo.
Pablo Neruda, poeta chileno, Premio Nobel de Literatura
(Periódico Revolución, 1960-01-04)

ernesto-che-guevara-fidel-castro 

MAESTRO DE HUMANISMO

Desde que yo era niño lo vi como a un maestro de humanismo. Todavía lo veo de esa forma.
Silvio Rodríguez, cantautor cubano
Fidel y Malcom X
Fidel y Malcom X

 ES UNA INSPIRACIÓN

“Es una secuoya, viejo árbol gigante que mientras otros han sido segados, él sigue en pie y están desesperados para hacer el corte final. Y entonces no tendremos a nadie, como él. Tendremos a otras personas maravillosas y nosotros mismos, seremos los que tengamos que ser, pero él es una inspiración.”
Alice Walker, escritora norteamericana
(Documental “Fidel” de la realizadora Estela Bravo)

Fidel Castro en Mesa Redonda. Foto: Ismael Francisco/ Cubadebate.
Fidel Castro en Mesa Redonda. Foto: Ismael Francisco/ Cubadebate.

SE EQUIVOCARON CON FIDEL

Fidel Castro no ha caído del cielo. El encarna el último episodio de un proceso político que va en ascenso.
América latina ha dado tres genios políticos: Toussaint Louverture, Simón Bolívar y Fidel Castro; y debo decir que es mucho dar, porque los genios políticos no surgen así por así. Humboldt había previsto parte de eso cuando a principios del siglo XIX, después de un recorrido por América, comentó que los dos lugares mas politizados eran Caracas y La Habana, es decir Venezuela y Cuba.
Estamos en medio de una ruptura histórica, de cambio de una sociedad por otra, como pasó cuando el capitalismo sustituyó al feudalismo; cuando el feudalismo sustituyó a la esclavitud. Debido a que estamos en esa ruptura histórica los norteamericanos se equivocaron con Fidel; también se equivocaron con Ho Chi Minh y se seguirán equivocando más, más y más.
Juan Bosch, escritor, político, ex presidente de la República Dominicana
(Camino de la Victoria, Casa de las Américas, 1978)

Fidel Castro en enero de 1959. Foto: Archivo de Asuntos Históricos del Consejo de Estado
Fidel Castro en enero de 1959. Foto: Archivo de Asuntos Históricos del Consejo de Estado

ESCULTOR DE LA REVOLUCIÓN

Fidel es un hombre que plasma la Revolución en sí misma como tal: como dirección, orientación, fisonomía. Es evidente que para el conjunto del pueblo cubano, al margen de sus cualidades, de su eficacia como dirigente, es ya un símbolo que adquiere un valor fuera de lo humano, fuera de lo cotidiano. Cuando se oye la palabra Fidel en la boca de un niño, de un adulto, además del valor directo, tiene una serie de resonancias como en la música de armónica que toca las fibras de la sensibilidad, de la conciencia. Fidel es el escultor de la Revolución Cubana.
Julio Cortazar, intelectual argentino
(“A dos manos”, Ediciones Unión, 1982)

Fidel perfil OFRECIENDO SU CORAZÓN
“El pueblo cubano y Fidel Castro nos están ofreciendo su corazón, su vida, todo, y yo creo que esto es un ejemplo maravilloso de vida, entereza, y tenemos que seguir unidos y seguir luchando, porque la lucha no ha terminado.”
Adolfo Pérez Esquivel, argentino, Premio Nóbel de la Paz
(Intervención en Tribuna Abierta Internacionalista, La Habana, 2000-05-03)

Fidel, Raul, y Nemesia, en la clausura del VI Congreso del PCC
Fidel, Raul, y Nemesia, en la clausura del VI Congreso del PCC
Fidel y Raúl en Cinco Palmas.
Fidel y Raúl en Cinco Palmas.

ADMIRO SU DIRECCIÓN

Yo había estado interesado en Fidel Castro durante muchos años. Leí todo lo que escribió Herbert Matthews acerca de él y había leído mucho de la otra literatura que sé habia escrito sobre la Revolución Cubana, de manera que aunque no estoy de acuerdo con todo lo que ha hecho y personalmente no soy comunista, no obstante admiro su dirección y considero que es uno de los lideres más importantes del mundo de hoy.
Cierta prensa internacional ha tratado de desfigurar la imagen de Fidel, pero no siempre creo todo lo que dice la prensa internacional. También a Ho Chi Minh se le vituperó mucho por parte de la prensa. Una vez que conocí al Presidente Castro, mi opinión sobre su capacidad, realmente se alzó mucho.
George McGovern, político norteamericano, ex senador por el Partido Demócrata
(Luis Báez: A dos manos, Ediciones Unión, La Habana, 1982-01-01)

Fidel y Chávez en el acto por el 10mo aniversario de su encuentro. Chávez recibe la Orden Carlos Manuel de Céspedes.14 de diciembre de 2004 Foto: Estudios Revolución/Cubadebate
Fidel y Chávez en el acto por el 10mo aniversario de su encuentro. Chávez recibe la Orden Carlos Manuel de Céspedes.14 de diciembre de 2004 Foto: Estudios Revolución/Cubadebate

FIDEL NO LE PERTENECE SOLO A CUBA

“Fidel no le pertenece solo a Cuba, les pertenece a este mundo nuestro, a esta América nuestra. Después de casi medio siglo de lucha, Fidel les puede mostrar la cara con integridad plena y con moral absoluta, no solo al pueblo cubano, sino a todos los pueblos del mundo.”
Hugo Chávez Frías
(Palabras pronunciadas por Hugo Chávez en homenaje al 75 aniversario de Fidel celebrado en Venezuela. 13 de agosto de 2001, 2001-08-13)

La estrella de Fidel 2010. Foto: Roberto Chile
La estrella de Fidel 2010. Foto: Roberto Chile


Los Gráficos de Gabriel Carbajales

¿Terrorismo?


Desde hace ya unas décadas, hacia fines del siglo XX, fue estableciéndose como una táctica militar un tipo amplio y difuso de acciones al que se le ha dado el impreciso nombre de “terrorismo”. Quienes otorgan ese nombre tienen una idea determinada de lo que entienden por él; pero quienes lo reciben en realidad jamás se autodefinen como “terroristas”. De hecho, el autor de estas líneas aparece mencionado en un listado de la Fundación contra el Terrorismo en la república de Guatemala, pudiendo afirmar que yo no me considero para nada un terrorista. ¿Lo seré sin saberlo? ¿En qué consiste exactamente ser un terrorista?

terroristas

Lunes, 12 de Agosto de 2013
Por Marcelo Colussi


Si bien puede haber grandes diferencias entre los que así son designados, nadie que reciba ese mote se reconoce -mucho menos se ufana de ser- “señor del terror” sino, en todo caso, luchador social. Con lo que vemos que es muy difuso el término, equívoco, hasta incluso engañoso. En verdad ¿quién es “terrorista”? ¿Qué significa con precisión ser un “terrorista”?

Siendo estrictos, no hay una definición unívoca del término. En todo caso, puede advertirse desde el inicio que su nombre mismo ya presenta una carga negativa: evoca el terror. Un acto terrorista, por tanto, más que significado político -según la lógica con que usualmente se usa en Occidente- es sinónimo de “salvajismo”, comportando un mensaje ético, emotivo, más cercano a lo visceral que a la conceptualización racional. Carga que no tiene, por ejemplo, la llamada guerra convencional. Quien mata en guerra es un héroe. Ninguna bomba inteligente de alta tecnología es asesina, es terrorista, pero sí lo son, por ejemplo, quienes resisten a la ocupación estadounidense en Irak. O, según las nuevas leyes antiterroristas que vamos viendo por diversos países latinoamericanos, quienes se oponen a las industrias extractivas de capitales globales (minería, explotación petrolera o gasífera), o quienes simplemente alzan su voz como protesta por la carestía de la vida. ¿Tiene sentido eso, o se trata sólo de un discurso de dominación, un ejercicio de poder? En el Manual de Entrenamiento Militar de la Escuela de las Américas de Estados Unidos puede leerse como una sana recomendación para sus alumnos, por ejemplo: “aplicar torturas, chantaje, extorsión y pago de recompensa por enemigos muertos”. ¿Eso es guerra limpia o terrorismo? Más aún: ¿es posible que haya guerra limpia? El terrorismo, ¿en qué categoría entra?

Pero entonces, en definitiva: ¿qué es el terrorismo? ¿Hay alguna definición seria al respecto? De hecho se han aportado varias, pero los mismos ideólogos que debaten sobre sus propiedades no terminan de encontrar una versión convincente. El Departamento de Estado de los Estados Unidos de América en uno de sus Informes anuales sobre “Tendencias del Terrorismo Mundial”, antes de definirlo siquiera comienza diciendo que “la maldad del terrorismo siguió azotando al mundo este año, desde Bali hasta Grozny y hasta Mombasa. Al mismo tiempo, se libró intensamente la guerra mundial contra la amenaza terrorista en todas las regiones, con resultados alentadores”, con lo que, ante todo, se parte de una valoración: el terrorismo es intrínsecamente “malo”. Acto seguido lo caracteriza diciendo que “se constituye, tanto en el ámbito interno como en el mundial, en una vía abierta a todo acto violento, degradante e intimidatorio, y aplicado sin reserva o preocupación moral alguna”.

El ex presidente George Bush declaró durante su mandato que “no se cansará, no titubeará y no fracasará en la lucha por la seguridad del pueblo estadounidense y por un mundo libre del terrorismo. Seguiremos sometiendo a nuestros enemigos a la justicia o les llevaremos la justicia a ellos”. Claro que esa justicia puede ser la invasión militar, obviamente, pasando por sobre el derecho internacional y las resoluciones de la ONU. En nombre de la lucha contra este declarado “flagelo”, está visto que puede hacerse cualquier cosa. ¿Tan malo es el “terrorismo” que da lugar a todo tipo de intervención, incluidas guerras preventivas -hasta con armamento nuclear, como llegó a pretender en algún momento la Casa Blanca contra Irán muy recientemente- o hay ahí “gato encerrado”? Obviamente el hecho de concebir una situación tan tremendamente compleja como ésta en los maniqueos términos de “buenos” y “malos” (versión hollywoodense por cierto) nos advierte que ahí hay demasiada mentira acumulada.

De acuerdo a datos suministrados por el mismo gobierno federal de Washington, el “terrorismo” mata en el mundo, en promedio, 11 personas por día, la misma cantidad que muere por hambre… ¡en menos de un minuto!, o que contrae el VIH cada cinco minutos. Pero curiosamente la Casa Blanca utiliza 100 veces menos presupuesto en su lucha contra el SIDA que lo que emplea para su guerra preventiva contra el “terrorismo”. ¿Acaso representa una mayor amenaza a la seguridad de la especie humana el siempre mal definido e impreciso “terrorismo” que la pandemia de SIDA que hoy día nos aqueja, o la hambruna crónica que sigue habiendo?

El tema es complejo, y estamos dominados por un cargado discurso ideológico que la manipulación mediática de estos últimos años nos legó y sigue alimentando a diario: algunos soldados (en general blancos, rubios, amantes de la libertad y la democracia según se nos dijo -y de la Coca-Cola-) suelen ser los “buenos” en toda esta urdida historia, y los “terroristas” -que curiosamente no son blancos…ni toman Coca-Cola- suelen ser los “malos”.

¿Son prácticas “terroristas” las guerras de guerrillas, las guerras de liberación nacional, las luchas anticolonialistas? ¿Cuándo empiezan a ser “terroristas” las acciones militares? Por cierto que el campo conceptual es amplio, difuso, cargado ideológicamente. Si lo que busca el “terrorismo” es crear conmoción y pavor -según una sesgada visión-, eso fue lo que logró, por ejemplo, la invasión angloestadounidense en Irak, a punto que así se designó oficialmente la operación (“Conmoción y pavor”); y no se la llamó “invasión terrorista”. ¿Quiénes son más “terroristas”: las guerrillas antiimperialistas latinoamericanas o los grupos musulmanes antisionistas?, ¿el ejército israelí o la ETA vasca?, ¿las tropas rusas en Chechenia o los comandos chechenios en Rusia?, ¿las bombas nucleares que podrían lanzar Estados Unidos o Israel sobre Irán o los zapatistas de Chiapas?

Como vemos, las posibilidades que pueden caer bajo el arco de “terrorismo” son por demás de amplias: una bomba en un restaurante, una emboscada a una unidad de un ejército regular, un ataque aéreo de un país contra otro, son todas acciones igualmente violentas, con resultados similares: muerte, destrucción, terror en los sobrevivientes. ¿Cuál de ellas es más “terrorista”? Y por otro lado -quizá esto es lo esencial-: ¿quién las define como “buena” o “mala”?, si se quiere: como “terrorista” o como “no-terrorista”.

Es obvio que el término no es nada inocente; su utilización arrastra una tácita condena: habría una violencia legítima -la que puede ejercer un Estado contra otro, o la que ejerce contra insurrectos que se alzan contra el orden constituido-, y una violencia no legítima a la que le cabe el mote -por cierto despectivo- de “terrorismo”. La diferencia estriba no precisamente en una consideración ética (la violencia es siempre violencia, y ninguna es más “buena” que otra) sino en un ordenamiento jurídico que se desprende, en definitiva, de relaciones de poder.

El atentado contra las torres del Centro Mundial de Comercio de New York en el 2001 es un acto terrorista, pero no lo es -al menos así lo presenta la prensa oficial que moldea la opinión pública mundial- un manual militar como el citado más arriba. ¿Cuál de las dos lógicas en juego es más “terrorista”? Y si fuera cierto que la destrucción de esos edificios fue un acto auto-provocado por el gobierno federal de Washington para justificar su proyecto de guerras preventivas, ¿eso es terrorismo o no? Es terrorismo de Estado, pero la prensa oficial no habla de eso. Pinochet, en su lucha contra los “terroristas subversivos”, ¿no era él un terrorista por los métodos empleados? ¿No fueran las peores expresiones de terrorismo de Estado las guerras sucias que ensangrentaron los países latinoamericanos las décadas pasadas? Pero oficialmente esas fueron guerras “contrainsurgentes” y no “terroristas”. ¿Quién lo decide?

Si lo distintivo de un acto “terrorista” es la búsqueda de población civil no combatiente como objetivo, el 80 % de los muertos en las guerras habidas desde el final de la Segunda Guerra Mundial en 1945 a la fecha se encuadra en este concepto; actos, sin duda, por los que ningún militar ni político ha sido juzgado en calidad de “terrorista”. ¿Podría ahora abrírsele un juicio al presidente de Estados Unidos como terrorista por las dos bombas atómicas utilizadas contra población civil? ¿Por qué no?

Hoy por hoy, en un mundo absolutamente dominado por los montajes mediáticos, en forma insistente se ha ido metiendo la idea del “terrorismo” como uno de los peores flagelos de la humanidad. De manera casi refleja suele asociárselo con maldad, crueldad, barbarie; y por cierto, en esa visión parcial e interesada, esas prácticas nos alejan de la civilización supuestamente democrática, presunto punto de llegada de la evolución cultural (léase: economías de mercado con parlamentos formales). Dentro de esa lógica hemos terminado por no poder distanciarnos de la falacia impulsada por los planes de dominación geoestratégicos de Washington de “terrorismo = malo, estamos contra él o somos un terrorista más”. Merced al impresionante juego manipulatorio de los medios masivos de comunicación suele ligárselo a cualquier forma de protesta, en general conectada con los países más pobres y postergados. En esa dimensión, hoy pasan a ser terroristas cualquier trabajador desocupado que protesta, o quien reclama aumento de sueldo, o un estudiante que pide más presupuesto para educación. De hecho, el autor de estas líneas podría serlo.

Todo estos montajes son intrínsecamente perversos, traicioneros, sádicos, propio de fanáticos fundamentalistas. Un “terrorista” -según ese orden discursivo- es un delincuente subversivo, un apátrida; en definitiva: un monstruo inhumano. Por supuesto que los autores del manual de la Escuela de las Américas, aunque inciten a la tortura y a la corrupción, no son “malos”, porque lo hacen en nombre de la guerra contra el terrorismo, que es, a no dudarlo, una “guerra buena”.

¿Quién en su sano juicio podría alegrarse y festejar por la muerte violenta de unos niños, de una señora que estaba haciendo sus compras en el mercado, de un ocasional transeúnte alcanzado por una explosión? Pero ahí está la falacia, lo perverso del mensaje sesgado con que el poder se defiende: se presenta la parte por el todo, mostrando sólo un aspecto -con ribetes sentimentales- de un conjunto mucho más complejo. ¿Alguna vez los medios muestran las escenas dantescas que sobrevienen a los bombardeos “legales” de una potencia militar? ¿Alguna vez se habla de las monstruosidades propiciadas por la pedagogía del terror de un manual como el de la Escuela de las Américas? ¿Sufre más una víctima que la otra? ¿Es más “buena” y “respetable” una violencia que otra? Y fuera de un amarillismo oportunista bastante execrable que constituye una grosera pornografía de la pobreza, ¿cuándo el hambre del mundo es considerado un verdadero problema por los poderes tomándose acciones reales en su contra?

Está claro que la dimensión del fenómeno es infinitamente más compleja que la malintencionada simplificación con que los poderes fácticos presentan el problema. El maniqueísmo n juego, en definitiva, ahoga las posibilidades de soluciones reales. Son tan víctimas los civiles que mueren en un atentado dinamitero hecho por un grupo irregular como los que caen bajo el fuego de un ejército regular. ¿Por qué los regulares serían menos asesinos que los irregulares?

El mundo sigue siendo injusto, terriblemente injusto; la distribución de la riqueza que el sistema capitalista crea es de una inequidad espantosa. El hambre sigue siendo principal causa de muerte de la población mundial, hambre evitable, hambre que debería desaparecer si se repartiera algo más equitativamente el producto social que creamos los humanos. Esa injusticia estructural en las relaciones interhumanas es el principal exterminio que enfrentamos a diario; pero eso no es la gran noticia, de eso no se habla mucho. Hoy el “terrorismo internacional” se presenta como el peor de los apocalipsis concebibles, y en la lucha contra él -así nos dicen al menos- vale todo.

Es por eso que sigue teniendo vigencia lo que, en 1981, firmaban numerosos Premios Nobel como “Manifiesto contra el Hambre”, y que debemos seguir levantando como principal estandarte por un mundo mejor: “Cientos de millones de personas agonizan a causa del hambre y del subdesarrollo, víctimas del desorden político y económico internacional que reina en la actualidad. Está teniendo lugar un holocausto sin precedentes, cuyo horror abarca en un sólo año el espanto de las masacres que nuestras generaciones conocieron en la primera mitad de este siglo y que desborda por momentos el perímetro de la barbarie y de la muerte, no solamente en el mundo, sino también en nuestras conciencias. […] El motivo principal de esta tragedia es de carácter político.”
Por tanto el enemigo y principal amenaza para la humanidad no es el impreciso y siempre mal definido “terrorismo”; sigue siendo la injusticia, aunque nos hayan querido hacer creer estos años que estaba un tanto pasado de moda hablar de ella.



AGENCIA DE COMUNICACIÓN RODOLFO WALSH

EGIPTO: Más de cien muertos en el asalto policial contra la oposición en El Cairo

Los Hermanos Musulmanes cifran los muertos en al menos 600 personas


 El País es  El Cairo 14 AGO 2013



Manifestantes pro Morsi huyen de los gases lacrimógenos. / K. DESOUKI (AFP)

El asalto policial a las dos acampadas de protesta de los islamistas ha causado más de cien muertos. La agencia France Presse cifra los fallecidos en 124, los Hermanos Musulmanes estiman que unas 600 personas han muerto en los desalojos. Testigos sobre el terreno han asegurado a las agencias que los agentes han empleado fuego real para dispersar a los manifestantes, aunque Interior lo ha desmentido. La policía también ha empleado gases lacrimógenos sobre la multitud. Dos agentes de seguridad han muerto por disparos mientras intentaban desmantelar las tiendas de campaña, según la agencia oficial citada por Reuters.

Unos potentes altavoces han avisado a los acampados en la plaza de Al Nahda de El Cairo de que había llegado su última oportunidad de abandonar las protestas y, al contrario que otras veces, finalmente el Gobierno ha cumplido sus amenazas. Las fuerzas de seguridad egipcias han irrumpido esta madrugada en los campamentos que mantenían en El Cairo los partidarios del depuesto presidente, Mohamed Morsi, desde el golpe de Estado del pasado 3 de julio. La protesta más grande es la de la mezquita de Rabá Al Adauia donde los acampados se contaban por miles

El Twitter del portavoz de los Hermanos Musulmanes, Gehad el Haddad, no deja de lanzar denuncias y en él puede leerse que "la policía ha incendiado una tienda de campaña sin ni siquiera preocuparse por ver si había gente dentro; había mujeres refugiadas en su interior". La Hermandad ha convocado a sus fieles a concentrarse en otro campamento, en la plaza Mustafá Mahmud, en Giza.

No ha existido muro ni barricada capaz de detener la acción de los agentes. Las tiendas de campaña instaladas en la plaza de Al Nahda han ardido y formado columnas de humo negro que señalan, en la distancia, el punto en el que se ha producido el desalojo. Poco a poco, todo se ha ido reduciendo a escombros y pronto no quedará nada. Las proporciones del campamento que los seguidores de Morsi levantaron junto a la mezquita de Rabá Al Adauia hacen más difícil su total desmantelamiento, aunque la policía ha ido tomando el control de la zona después de traspasar sus barreras de cemento.

Los enfrentamientos se han extendido por diversas zonas de Egipto tras el asalto. Varias iglesias han sido atacadas en el sur del país. La información sobre la autoría son confusas, según la agencia Efe. La agencia oficial Mena culpa a los islamistas y estos aseguran no estar tras los incendios.

Esta madrugada, el Ministerio del Interior renovaba su oferta de ofrecer una salida segura a los manifestantes, sabedor de que si nadie respondía a la invitación no era debido a las horas intempestivas del anuncio sino a la determinación de los seguidores de Mursi de no abandonar las calles. En su comunicado, el Ministerio añadía que su decisión de esperar ha estado motivada por su deseo de llegar a una solución pacífica a la crisis. Durante los últimos días, tanto el Gobierno interino como los Hermanos Musulmanes y sus simpatizantes no habían hecho más que declararse amigos de la paz y el diálogo pero, tal y como se esperaba, el fin de las sentadas no ha sido pacífico.

Todavía reina la confusión y, mientras se suceden los enfrentamientos entre los agentes y los seguidores del expresidente, las fuerzas de seguridad han cortado las calles aledañas a unas concentraciones que se han quedado sin manifestantes. Unos 200 personas han sido detenidas, incluido el veterano dirigente de los Hermanos Musulmanes Mohamed el Beltagy, informa Reuters, y los servicios de tren que conectan la capital egipcia con el resto del país han sido suspendidos hasta nuevo aviso, ante el temor del Gobierno a que los islamistas reciban refuerzos. Según Al Jazeera, el Banco Central de Egipto ha ordenado el cierre de todos los bancos a mediodía (hora local, misma hora española). Según la agencia estatal Mena, en la localidad de Sahag, en el centro de Egipto, los manifestantes pro Morsi han quemado una iglesia. Otras protestas se están desarrollando en otras ciudades.

Las imágenes de la matanza


  1. Dos mujereshablan con uno de los heridos tendidos en el suelo después de una represión policial egipcia en el ampamento de protesta por los partidarios del depuesto presidente Mohamed Morsi y los miembros de la Hermandad Musulmana. STR (AFP)


  2. Varios miembros de las fuerzas de seguridad egipcias vigilan a un grupo de manifestantes arrestados durante el asalto a uno de los dos asentamientos de los simpatizantes del depuesto presidente Mohamed Mursi en la plaza del Nahda, cerca de la Universidad de El Cairo. AHMED ASSADI (EFE)

  1. Uno de los manifestantes permance detenido mientras las fuerzas de seguridad tratan de seguir controlando el campamento.Engy Imad (AFP)