miércoles, 16 de noviembre de 2011

Europa, la desaparición de la democracia

Francois Bonnet
MediapartTraducido del francés para Rebelión por Beatriz Morales Bastos¿Nos encontramos en un momento crucial histórico, uno de la magnitud de la caída de la URSS (cuyo 20 aniversario se conmemora el mes que viene)? ¿Un momento crucial que sería el desmoronamiento financiero y político de Europa, el final de sesenta años de construcción europea?Es lo que se constata con la aceleración, desde hace una semana y el fracaso del a cumbre del G-20, de una crisis monetaria que, convertida en una crisis política, acaba de provocar lo que hay que denominar dos golpes de Estado. Georges Papandreu en Grecia, Silvio Berlusconi en Italia no han dimitido debido a derrotas electorales, ni siquiera al voto de censura de sus respectivos parlamentos: estos votos de censura nunca tuvieron lugar, ni en Atenas ni en Roma.No, ambos hombres, eslabones débiles de la cadena de jefes de gobierno de la zona euro, cayeron derrocados por los mercados y por unos socios europeos bajo presión. Los mercados, es decir, los banqueros y otros establecimientos financieros (fondos de pensión, hedge funds, fondos de inversión, etc.). Sus socios europeos, es decir, Angela Merkel, Nicolas Sarkozy, los dirigentes del banco Central Europero (BCE) y de la Comisión Europea, que afirmaban actuar en nombre de lo que ellos presentan como su deber: aislar el incendio, salvar el euro (y salvarse a sí mismos).En menos de una semana tres hombres acaban de encarnar y de prestar su rostro a los golpes de Estado de los mercados.Mario Draghi: este banquero, vicepresidente del banco de negocios Goldmann Sachs-Europa, el cual había ayudado a Grecia a maquillar sus cuentas, y después gobernador del banco de Italia, toma la presidencia del Banco Central Europeo.Lucas Papademos: este ex dirigente del Banco Central Griego (1994-2002), más tarde vicepresidente del BCE durante ocho años (2002-2010), y que después de desempeñar estos dos cargos no podía ignorar nada de las cuentas falsas griegas, se convierte en primer ministro griego. Su condición: un gobierno de unión nacional que va de la extrema derecha al partido socialista.Mario Monti: este economista de la derecha liberal, comisario europeo al cargo de la competencia durante diez años (1994-2004) y a este título decidido actor de la desregulación de los mercados europeos, nombrado senador vitalicio, debe convertirse en primer ministro italiano. Su condició: un gobierno de unión nacional que debería ir de la xenófoba y populista Liga Norte al principal partido de oposición de izquierda a Berlusconi, el Partido Demócrata.Esto no ha acabado. Dentro una semana, para el domingo 20 de noviembre, está programada la muerte (esta vez en las urnas) del gobierno español. Sale el gobierno socialista: bajo la presión de los mercados financieros Zapatero decidió anticipar las elecciones. Lo mismo que en 2010 había hecho en Irlanda Brian Cowen para ser derrotado él también y dimitir.¿Por qué, entonces, no seguir la curva de estos regímenes caídos o derrocados? Y escribir, por ejemplo, que a principios de enero, cuando las tasas de interés a 10 años sobre la deuda francesa se hayan duplicado (de 3,4% el jueves, superarían el 7%), Nicolas Sarkozy pedirá formar un gobierno de unión nacional.¿[Por qué no escribir] Que nombrará a su cabeza a un tecnócrata (Jean-Claude Trichet, el cual acaba de abandonar la presidencia del BCE y está disponible...) o un técnico, por ejemplo Michel Pébereau, un ex empleado del Tesoro, que pasó por el gabinete del ministro Monory y hoy es poderoso jefe de BNP-Paribas ?¿Y que si por ventura la izquierda rechazara este gobierno de unión nacional a pesar de las repetidas presiones de los mercados se vería acusada de la política de lo peor como ya lo fue por haber rechazado la “regla de oro”?Ciencia ficción estúpida: ¿estamos tan seguros de ello? Desde hace un mes Dominique de Villepin pide un plan de austeridad de al menos20.000 millones de euros dirigido por un gobierno de unión nacional al que él se uniría enérgicamente. François Bayrou, que se quiere profeta en materia de denuncia de la deuda, blande su concepto de mayoría central, nueva unión nacional del círculo de la razón ( véase nuestra entrevista aquí ). Y no nos quepa duda de que un Jean-Louis Borloo se uniría sin dudar a este dispositivo.¿Se miden bien las escandalosas denegaciones democráticas que tienen que padecer hoy los ciudadanos griegos e italianos? A diferentes títulos, puesto que no se puede comparar a ambos hombres, Papandreu y Berlusconi pueden encarnar o ser percibidos como unos modelos de hombres incompetentes o corruptos. Pero el primero fue elegido por un amplio margen en 2009 y el segundo también fue elegido por un amplio margen en 2008. Y ahora se les ha quitado de en medio, al margen de cualquier procedimiento democrático, en un pánico europeo provocado por las tasas de interés y las cotizaciones bursátiles.“Los locos han tomado el control del manicomio”, dice el economista Pierre Larrouturou en una entrevista para Mediapart. Los financieros “que han arruinado a gran cantidad de personas siguen explicándonos lo que se debe hacer... Estoy condenado a leer unos artículos económicos que no comprendo”, se hace eco en una entrevistas a Le Monde e l escritor franco-griego Vassilis Alexakis.A partir de ahora es inútil hablar de izquierda, de derecha, de paro, de derechos sociales, de redistribución, de revolución fiscal: hay que vigilar los créditos swap, las tendencias de las Bolsas asiáticas y estadounidenses, la cotización de Crédit agricole, de la Société générale et de la Commerzbank, el diferencial franco-alemán, el estado del mercado de obligaciones y después analizar con lupa lo que puede querer decir el último comunicado del BCE que respondía al de la Reserva Federal estadounidense (FED, por sus siglas en inglés) y anticipaba la apertura de los mercados asiáticos. No, no es una broma: el presidente de la República Italiana, Giorgio Napolitano, de 86 años y ex comunista, quiere un nuevo gobierno, a cualquier precio ¡antes del domingo por la noche y la “apertura de los mercados”!Y así es como nuestras democracias desaparecen ante las fuerzas del mercado, las histerias especuladoras y las crispaciones nacionalistas.Y es que nuestros dirigentes han dejado hacer. De pronto emerge una Europa de la urgencia, no “postdemocrática”, como escribe y dice el ex ministro de Asuntos Exteriores [francés] Hubert Védrine (véase el vídeo), sino a-democrática, la de una democracia que se ha desvanecido, la de una democracia que se ha dejado de lado hasta una eventual vuelta a una fortuna mejor.Nos dicen que serán una verdaderas elecciones legislativas en Grecia dentro de quince semanas las que permitirán devolver la palabra al pueblo, pero mientras tanto ¡se habrá adoptado el plan de austeridad que endeudará al país durante la próxima década! En Italia ni siquiera son seguras estas elecciones anticipadas... Por lo que se refiere a España, el Partido Popular (derecha), seguro de ganar a los socialistas, se ha cuidado sobre todo de exponer el menor programa económico y simplemente ha argumentado que era mejor estar en condiciones de aplicar las recetas europeas.La Europa de urgencia, a-democrática, es la de los banqueros y de los tecnócratas. Pero una vez que la política ha salido por la puerta, no tenemos duda de que va a apresurarse a volver a entrar por la ventana en su peor forma: la extrema derecha xenófoba y populista. Y es que en cuanto se trata de Europa, tecnócratas y populistas se alimentan unos a otros: la denuncia de los primeros alimenta a los segundos y el miedo a los segundos arroja en los brazos de los primeros.Librarse de los tecnócratas que son apoderados de los mercados financieros locos; librarse de los populismos extremistas y de los retrocesos de las naciones. Este es finalmente el verdadero reto de esta crisis sin precedentes. Y esto plantea a la vez la cuestión de las responsabilidades pasadas y de los esquemas de futuras reconstrucciones.Las responsabilidades pasadas Nicolas Sarkozy las ha identificado claramente: son las de sus predecesores, con Lionel Jospin y Jacques Chirac a la cabeza. Lo volvió a repetir el martes con ocasión de un viaje a Estrasburgo. Grecia no hubiera debido integrarse en la zona euro; el euro se hizo sin ninguna herramienta de coordinación de las políticas económicas (la famosa gobernanza económica), sin integración o armonización de las políticas de los Estados y de las dos primeras economías europeas, Alemania y Francia.El vídeo del discurso de Sarkozy se puede ver aquí, en particular a partir del minuto 63 .El jefe de Estado se limita a enunciar ahí manidas banalidades. Sí, se conocían las carencias griegas, pero el débil peso de su economía (2% del PIB europeo) debía permitir absorberlas fácilmente (¿acaso no se aceptó a Bulgaria y Rumanía en la Unión Europea sabiendo perfectamente que estos dos países no estaban preparados?).La crisis actual no es consecuencia de malas decisiones en el momento decisivo de la década de 2000, sino de la gestión irresponsable de la zona euro realizada desde 2008 tanto por Nicolas Sarkozy como por Angela Merkel. En vista de la situación se mide mejor hasta qué punto el “minitratado” de Lisboa, iniciado por los alemanes y promovido por Sarkozy desde su elección en 2007, no ha hecho sino instalar todas las palancas de una crisis política que hoy estalla a plena luz.Mediapart ha publicado varias investigaciones al respecto ( por ejemplo, ésta ) . ¿Podemos recordar simplemente que desde 2008 Sarkozy y Merkel hubieran podido obligar a Silvio Berlusconi a modificar su política económica? ¿Que nada les impedía pedir a la derecha griega (entonces en el poder) que dejara de amañar las cuentas del país? ¿Que tanto la canciller alemana como el jefe del Estado francés hubiera podido exigir igualmente a los grandes bancos franceses y alemanes que actuaran de otra manera en sus contratos especulativos sobre las deudas de los Estados?Como no se hizo nada de eso, las tareas de la reconstrucción europea se inician en las peores condiciones. Se mencionan varios escenarios: todos ellos comportan peligros extremos que van desde una posible desintegración de la zona euro o la desmembración de la Unión Europea a una huida hacia adelante federalista y tecnócrata. En este momento ninguno de los escenarios implica nuevas consultas a los ciudadanos europeos ni planea aumentar de nuevo los poderes del Parlamento europeo.El “gran salto adelante” federalista, tan deseado en Bruselas ( véase aquí nuestro artículo ) sólo podrá hacer el juego de los populismos. Hubert Védrine tiene razón al señalar hasta qué punto este término de federalismo es una “palabra maleta” que contiene todo y su contrario. Se puede deplorar, pero hoy es sobre todo un palabra-espantapájaros para una gran mayoría de los ciudadanos europeos.Otro peligro es el proyecto claramente expuesto por Nicolas Sarkozy de un núcleo duro europeo en una Unión Europea de 27 miembros. Es el viejo proyecto de un “grupo avanzado”, algunos países que aceleran su integración económica: esto se puede hacer a la escala de la zona euro (17 países), pero también a escala menor, los cinco o siete más cercanos.Berlín lo desmiente en este memento y París también, pero es una posibilidad que, sin embrago, se ha considerado en el Elíseo y que se expresó en el discurso de Estrasburgo del jefe de Estado. Además, Barroso, presidente de la Comisión Europea, no se equivocó cuandodesde el día siguiente en Berlín se declaraba completamente opuesto a una zona euro que dejaría tras de sí y en una Unión Europea desmembrada a los otros diez países miembros de la UE pero no de la zona euro: “Quiero ser claro, es indefendible”, insistió.Así que puede que haya que leer, con ojos nuevos, la declaración fundadora del 9 de mayo de 1950, la de Robert Schuman, que lanzaba el proceso de construcción europea. Y volver a los principios fundadores:Su primera fase: “La paz mundial no se podrá salvaguardar sin unos esfuerzos creadores a medida de los peligros que la amenazan ”. ¿Toma hoy nuestros dirigentes “la medida” de lo que hay en juego?Su quinta fase: “Europa no se hará de golpe ni en una construcción de conjunto: se hará por medio de las realizaciones concretas que crean en primer lugar una solidaridad de hecho”. ¿La “solidaridad de hecho” es la que se está aplicando a Grecia y a Italia? ¿Las “realizaciones concretas” lo son en prioridad para los ciudadanos europeos? ( Vease la declaración completa aquí) Plantear estas preguntas muestra la magnitud del abismo que se ha abierto a los pies de los europeos. Desde 2005 y desde los votos negativos de franceses y neerlandeses, los partidos dominantes de las derechas y de las izquierdas europeas han eludido el debate europeo. Ya no es posible hacer economía, por consiguiente, hay que volver ante los electores de los 27 países miembros y consultarles.

domingo, 16 de octubre de 2011

lunes, 10 de octubre de 2011

Camila Vallejos, comunista y líder de las protestas estudiantiles en Chile

Camila Vallejo, 23 años, comunista y líder de los cinco meses de revuelta en Chile


Militante comunista, estudiante de Geografía y presidenta de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile. Tiene 23 años, ojos verdes, personalidad magnética y verbo preciso. Se llama Camila Antonia Amaranta Vallejo Dowling y es la mujer más admirada por los chilenos.

En un continente acostumbrado a los héroes guerrilleros y combativos, Camila Vallejo se ha convertido en símbolo y referente. Desde que comenzaron hace cinco meses las protestas de los estudiantes chilenos, esta joven atractiva, culta y desenvuelta se ha convertido en la principal rival política del gobierno de Sebastián Piñeira.

Gana al presidente por goleada en respaldo popular

Las encuestas dicen que la estudiante es respaldada por el 68 % de la población. Cuarenta puntos por detrás aparece el presidente de la nación, desgastado ante la opinión pública por ordenar la represión frontal de las manifestaciones que piden una educación pública gratuita y de calidad.

Piñera llamó este domingo a los universitarios y secundarios a reanudar el diálogo para destrabar el conflicto estudiantil que se extiende en Chile desde hace cinco meses.

Vallejo, que no tiene pelos en la lengua, afirmó el sábado que la ruptura de las negociaciones se originó "por las declaraciones del presidente Piñera contra la gratuidad en la educación; la 'ley maldita del ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter' y la suspensión de becas en algunas universidades".

Atacada con gases

El jueves, la jornada más violenta de protestas, la líder del sindicato de estudiantes -que representa a treinta universidades- fue atacada con gases lacrimógenos y golpeada por los carabineros. Quedó paralizada durante horas por la reacción alérgica causada por los gases. En las manifestaciones hubo 250 detenidos y varios periodistas fueron golpeados a porrazos.

En cuestión de semanas, Vallejo se ha convertido en un referente. En su cuenta de Twitter tienemás de 300.000 seguidores. A pesar de que ha recibido amenazas de muerte, no se amilana. Ayer no dejó de promover las nuevas jornadas de movilizaciones para el 18 y el 19 de octubre.

Mientras tanto, el diario The Guardian la presentaba en la portada de su web con el titular. "La nueva heroina revolucionaria popular". Antes había sido presentada en otros medios europeos como el icono de la revuelta de los jóvenes indignados del mundo.

Hija de militantes comunistas, organiza las acciones de la federación de estudiantes desde un pequeño despacho de la universidad presidido por un gran póster de Karl Marx. Sus compañeros la protegen día y noche. No es para menos: la dirección y el teléfono de la joven han aparecido en Intenet y la prensa rosa de Chile no deja de sacarle punta a su relación con el expresidente de la federación, Julio Sarmiento, estudiante de Medicina, nacido en Cuba y también comunista".

El Gobierno ha descartado la demanda estudiantil de una enseñanza gratuita para todos con el argumento de que ello supondría que los pobres financiarían la educación de los ricos. En cambio, ha propuesto aumentos sustantivos de becas para los alumnos de sectores pobres y clase media baja, lo que ha sido rechazado por los estudiantes, pues a su juicio no significa cambio alguno en el sistema educativo.

"Reforma tributaria"

Vallejo sostiene que "no estamos diciendo que los pobres financien a los ricos, sino que los ricos, el 5 % de la población chilena, debe financiar la educación mediante una reforma tributaria".

Asimismo, la líder de los estudiantes chilena señaló que rechazan tajantemente la "ley maldita" anunciada por Hinzpeter y el presidente Piñera, que crea el delito de saqueo y castiga conhasta tres años de cárcel las tomas de colegios.

Movilizados desde mediados de mayo, los estudiantes solicitan al Gobierno que se congele el envío al Congreso de proyectos de ley relativos a la educación, que se asegure la transparencia en el diálogo y que no se otorguen recursos públicos a las instituciones que se lucran con la enseñanza.

miércoles, 28 de septiembre de 2011

Hipotesis en torno al discurso, la idiologia y antagonismo, como elemento estructural de la sociedad.


Osvaldo Blanco
pluma y pincel

"Detrás de la ideología no hay una cosa en sí; detrás de la ideología, simple y llanamente, no hay nada. En otras palabras, la ideología es la realidad simbólicamente construida a través del lenguaje".





“El problema de si al pensamiento humano se le puede atribuir una verdad objetiva, no es un problema teórico, sino un problema práctico. Es en la práctica donde el hombre tiene que demostrar la verdad, es decir, la realidad y el poderío, la terrenalidad de su pensamiento. El litigio sobre la realidad o irrealidad de un pensamiento que se aísla de la práctica, es un problema puramente escolástico".
(Marx, Tesis sobre Feuerbach, Nº II)


1.- Resumen

“Ideología” y “Discurso” son conceptos que han competido por convertirse en parte central del marco teórico de la crítica política al capitalismo y de cómo éste define el orden social. De hecho, el término de “discurso”, especialmente el proveniente de la obra de Foucault y retomado por el postmarxismo de Laclau y Mouffe surge, precisamente, a partir de su crítica a la versión althusseriana del término “ideología” (Larraín, 2010). La forma como se entiende a esta última, no obstante, también ha sido profundamente modificada de la mano de la obra de Slavoj Žižek.



En el presente texto se desarrollan algunas reflexiones sobre la contraposición entre discurso e ideología como dispositivos textuales en pos de producir una definición “verdadera” de lo social.



2.- El antagonismo: lo “Real” de lo social

Hay una figura extraída del psicoanálisis relativa a fijaciones traumáticas que son al mismo tiempo inevitables e inadmisibles; fijaciones de la personalidad que para seguir siendo operativas deben ser reprimidas (Žižek, 2004). El propósito de indicar esta definición es señalar la siguiente hipótesis: la sociedad, para sostenerse un orden regularmente estable en el transcurso del tiempo, debe ser un término que oculte lo que reprime, presentándose como un ámbito de funcionalidad, un cuerpo con sus órganos claramente establecidos. La sociedad sería una figura fundada en un antagonismo que no logra visualizar, porque se trata de su fondo traumático, una otredad de lo social que remite a lo “no-social”, lo anti-social, lo anómico, lo disfuncional, el caos, la decadencia, al debilitamiento de todos los vínculos sociales (ibíd.).



Ahora bien, la estructura social se funda en un antagonismo con el afuera, pero, lejos de ser un entorno distinto al adentro, lo “no-social” actúa como elemento interno, invisible y reprimido, que, sin embargo, permite a la sociedad establecer una diferencia con dicho elemento en su propia interioridad. Con ello queremos decir que, sociológicamente hablando, no es posible señalar un más allá de lo social. La equivocidad de términos tales como “marginalidad” o “exclusión” social, por ejemplo, está en que muchas veces son interpretados como términos que se basan en la idea de que las personas que viven estas situaciones están “por fuera” de la sociedad. En suma, mi convicción es que no hay nada más allá de lo social y que, por lo tanto, lo anti-social no es una exterioridad, sino más bien un elemento estructurante al interior del orden social.



Dicho de otro modo, el concepto de sociedad es un término universal que, sin embargo, se constituye estructuralmente sobre su propia falla, sobre el trauma o, dicho en términos sociopolíticos más específicos: sobre el antagonismo social (Žižek, 2003). Cualquier intento de definir el sistema social implica un intento, siempre fallido, de encerrarse respecto del trauma antagonista que lo constituye. Dicho de otro modo, el antagonismo (la lucha de clases, la lucha estudiantil, la lucha sexual, los conflictos étnicos, etc.) es la contradicción interna que hace que la sociedad, estructuralmente hablando, tenga este elemento como algo siempre indecible –cada vez que nos abocamos a caracterizarlo aparece un nuevo sujeto reivindicando el legítimo derecho a su diferencia–, vale decir, como el soporte desde donde se estructuran a nivel simbólico las relaciones sociales.



3.- Ideología, Discurso y Verdad.

Ahora bien, si esto es así, proponemos una segunda hipótesis: la ideología surge como la trama narrativa desde la cual el cuerpo social intenta llenar el vacío constituido por el antagonismo traumático que lo funda. Al respecto, Žižek plantea una distinción entre lo imaginario del espectro o núcleo pre-ideológico y la ficción del orden simbólico. El antagonismo que amenaza con derrumbar lo social es para Žižek lo Real lacaniano, el momento traumático que hace presente a la muerte, al caos y la desintegración social. La sociedad teme la aparición del espectro de lo Real, pues éste significa un momento traumático, casi siempre olvidado, que de vez en cuando retorna como amenaza de su muerte (Murillo, 2008). Por lo tanto, la ideología sería aquella ficción simbólica (lenguaje) que rearticula las coordenadas que habían sido desestructuradas con la aparición latente del espectro de la muerte (lo Real). Para Žižek, la ideología es el discurso que permite el reconfortante despliegue del lenguaje, expansión discursiva que tiene por misión reterritorializar la desestructuración y fisura de la entrada en escena del fantasma traumático del antagonismo de lo Real.



Cuando Žižek habla de lo imaginario de la ideología remite al espectro, al fantasma que aparece en el hueco, en el vacío que amenaza con derrumbar el orden simbólico (que, dicho sea de paso, para los sujetos es lo mismo que la “sociedad” o “realidad”). Lo simbólico es el despliegue del lenguaje en pos de liquidar ese espectro por medio de la palabra, de los objetos, de la ciencia. Tal y como señala Murillo (op.cit: 26): “La realidad social en la modernidad industrial se constituyó sobre la ficción simbólica del universalismo de los derechos y deberes; esta ficción invistió la irresoluble y reprimida desigualdad social que afectaba al sistema y su consiguiente amenaza de muerte. Ella reaparece en el espectro ideológico bajo la forma de contradicciones no advertidas”.



Si estructuralmente hablando la sociedad posa sobre un antagonismo traumático, en constante cambio, el discurso ideológico aparece como el intento discursivo por llenar el vacío y proponer una serie de coordenadas que permitan la confrontable identidad y mismidad de “sentirnos en casa”. Desde esa perspectiva, lo que se experimenta como “la sociedad” no es la “cosa en sí”, sino, por el contrario, una trama simbolizada hecha de formas provenientes de una episteme múltiple que logra relacionar metonímicamente elementos diversos, ya sean mitos, folclore, filosofía, religión, ciencia, etc. (1). Vale decir, la episteme remite a cierta formación discursivamente estructurada a partir de la constante actividad del trabajo humano, condicionándolo al mismo tiempo a él. Tal y como lo planteaba Foucault, una episteme nunca es estructura rígida o cerrada (Foucault, 2005). Más bien, se trata de una formación discursiva desagregada, hecha de una concatenación no completa y no lineal –al ser pensado como inconsciente, el lenguaje no se rige por las leyes de la lógica– entre formaciones discursivas y extra-discursivas que establecen grietas, fracturas, contradicciones y saltos argumentativos (Murillo, op.cit; Foucault, 2002) (2). Este discurso en constante producción y reproducción es lo que nosotros transitamos como realidad. De esta forma, la realidad social es una ficción simbólica, no porque ella no exista, sino precisamente por el hecho de que es una realidad construida históricamente por medio del desplazamiento metafórico y metonímico de la cadena de significantes (Žižek, op.cit).



Lejos de estar dada de antemano, la realidad presentada en estos términos ideológicos se escapa de la vieja idea de Marx de “falsa conciencia”. Detrás de la ideología no hay una cosa en sí; detrás de la ideología, simple y llanamente, no hay nada (ibíd.). En otras palabras, la ideología es la realidad simbólicamente construida a través del lenguaje. Desde esta particular definición de ideología hecha por Žižek, no se puede sostener que la ideología es una “falsa conciencia” pues esto remitiría a la convicción de que es posible situarse desde un lugar por fuera de la construcción discursiva.



En este particular punto Žižek se emparenta tanto con Foucault como con post-althusserianos como Laclau, quienes sostienen el término de discurso como una forma de criticar la ideología althusseriana de la falsa conciencia. El discurso remite a relaciones de poder; tal y como dirá Foucault fuertemente influenciado por Nietzsche: el poder produce saber, produce el régimen de verdad que es necesario para el mantenimiento de su dominio. En su versión de “falsa conciencia”, la ideología debe ser criticada desde un lugar extra-ideológico, un punto de vista verdadero, científico –que no es otra cosa que el punto de vista del materialismo histórico– desde donde se juzga a la ideología. Es como si la ideología estuviese en otro lugar que la verdad o, lo que es lo mismo, como si la verdad residiera en un lugar distinto al de la ideología. La ideología desde la mirada de Althusser es una cuestión cognitiva, un error que se supera con la llegada de la verdad a partir del ejercicio científico (Eagleton, 2005). Entre la ideología como error cognitivo y la ideología como realidad simbólicamente tramada existen claras diferencias.



El término de discurso, por contrapartida, tiene en Foucault un resabio nietzscheano que se aleja de las pretensiones científicas respecto de la verdad. Vale decir, a diferencia de la “ideología” de Althusser, el concepto de “discurso” no tiene que ver con la verdad. Para Nietzsche, el conocimiento humano no tiene como finalidad la comprensión y el entendimiento de las cosas. La meta de la ciencia y del conocimiento no es la verdad, como si la verdad estuviese esperando en algún lugar metafísico. La meta de la ciencia y así también de cualquier pretensión de verdad es la dominación.



En efecto, el conocimiento humano está orientado a dominar las cosas, pues es un instrumento dentro de la lucha por la vida. Por tanto, si conocemos algo no es para entenderlo, ni para comprender sus causas. Simplemente producimos conocimiento a partir de la voluntad de poder, puesto que entendemos las cosas para dominar la vida (Larraín, op.cit). El saber está determinado por la voluntad de dominio, por la voluntad de poder. La verdad no es el fin supremo del intelecto. Incluso la mentira y la falsedad, si son indispensables para el dominio de las cosas, pueden ser promovidas y aseguradas por la razón y el conocimiento. De esta manera, si es necesario mantener y extender la propia vida, una falsedad puede ser tan o más importante que la verdad. Esto es expresado por Nietzsche en su famoso aforismo 4 de su obra “Más allá del bien y del mal”: “El hecho de que un juicio sea falso no constituye, en nuestra opinión, una objeción contra ese juicio (…) Se trata de saber en qué medida este juicio sirve para acelerar y mantener la vida, para conservar la especie, para mejorarla incluso (…) renunciar a los juicios falsos sería renunciar a la vida, negar la vida” (Nietzsche, 2010: 50-51).



4.- El exceso del lenguaje respecto de la producción material

La construcción social que llamamos realidad es el tejido históricamente infinito, no inamovible, del quehacer humano siempre entramado en relaciones de poder, en luchas por y contra la dominación. Las relaciones e interacciones sociales nunca se realizan entre sujetos iguales, pues siempre hay poder y resistencia, desequilibrios que remiten al hecho que la sociedad, lejos de un campo inmóvil donde confluye una comunidad de semejantes, está constituida sobre el antagonismo que surge en torno a la multidimensionalidad del trabajo y la dominación.



Dicho antagonismo –de clase, etnia, género, etc. – es el elemento universal siempre presente en la sociedad capitalista y esto es así porque el trabajo colectivo, ya sea de bienes materiales o simbólicos, nunca se distribuye homogéneamente. Si decimos que la estructura social que se da en torno a la producción material de la sociedad y a los intercambios de los bienes y las riquezas, también sostenemos que estos procesos de antagonismo entre los seres humanos producen la realidad simbólicamente mediada, discursivamente intervenida.



Sin embargo, no se trata de pensar que el entramado ideológico concuerda con la producción material. No estamos volviendo a la coincidencia entre base y superestructura. En otras palabras, no hay una exacta correspondencia entre posiciones dadas en el seno de relaciones de producción y generación ideológica de discursos emitidos desde estas posiciones. Por el contrario, la ideología produce siempre un exceso de sentido, pues el antagonismo social es la forma en que la desigualdad se expresa en todas sus múltiples e infinitas materialidades y abstractas formas. El antagonismo material produce un exceso de sentido simbólico, esa es la razón de porqué los seres humanos creamos ideologías y discursos. Estos últimos términos son maneras de dominar siempre inestable campo social, buscando una satisfactoria coherencia. En última instancia, se trata de superar la dicotomía entre reivindicación de clase y movimiento social.

Notas:



(1) En el psicoanálisis lacaniano, la metonimia acompaña a la metáfora como uno de los dos procesos psíquicos que tiene el ello (inconsciente) para manifestarse. El siguiente ejemplo trata de ilustrar este punto: una persona que odie a su padre, al no poder hacer consciente este sentimiento, desarrolla una aversión aparentemente inexplicable hacia la marca de cigarrillos que éste fumaba. En este caso, lo que el padre significa para el sujeto (significado) se traslada del significante inicial (el padre) hacia otro que está relacionado (los cigarrillos) (Dor, 2008).



(2) Las descripciones e ideas enunciadas socialmente se apoyan y se niegan unas a las otras, siendo este vaivén de sentido lo que genera un “efecto de verdad”, donde se “tejen certezas”, conformándose un “sistema de ideas”, una muralla de convicciones, “bases sólidas” que aparecen como una “realidad”. Este sistema de ideas puede aparecer como una base sólida, pese a que existan inconsistencias internas. Efectivamente, estos corpus se estructuran en base a conexiones de argumentos inconmensurables, argumentos que conducen a verdaderos callejones sin salida, a recursos tautológicos, demostraciones circulares que, lejos de progresión linealista, está sujeta a los accidentes externos que condicionan el discurso que percibimos como “verdad” (Foucault, 2002).



Bibliografía:


Dor, J. (2008): Introducción a la lectura de Lacan, Gedisa, Buenos Aires.

Eagleton, T. (2005) Ideología. Una introducción (Barcelona: Paidós)

Foucault, M. (2002) La arqueología del saber, Buenos Aires: Siglo XXI.

----------- (2005) Las palabras y las cosas. Una arqueología de las ciencias humanas, Buenos Aires: Siglo XXI.

Larraín, J. (2010) “El concepto de ideología: Postestructuralismo, postmodernismo y postmarxismo, Santiago de Chile, Lom.

Murillo, S. (2008) “Acerca de la Ideología”. En Colonizar el dolor. La interpelación ideológica del Banco Mundial en América Latina. El caso argentino desde Blumberg a Cromañón, Buenos Aires: CLACSO.

Nietzsche, F. (2010) Más allá del bien y del mal, Edaf, Madrid, pp. 50-51.

Marx, K. (1969): “Tesis sobre Feuerbach”. En K. Marx y F. Engels, Obras Escogidas, Editorial Progreso, Moscú, p. 26.

Žižek, S. (2003) El sublime objeto de la ideología. Buenos Aires: Siglo XXI.

---------- (2004) “¿Lucha de clases o postmodernismo? ¡Sí, por favor!”. En J. Butler, E.

Laclau y S. Žižek: Contingencia, Hegemonía, Universalidad. Diálogos contemporáneos en la izquierda, Buenos Aires: FCE, pp. 95-140.



Osvaldo Blanco.
Sociólogo Universidad Arcis, Magíster en Ciencias Sociales Universidad de Chile.

Cambiar el mundo sin tomar el poder


(LOM Ediciones).


El significado de una revolución hoy, de John Holloway. Este destacado cientista político irlandés pone a disposición del lector un libro polémico, donde lo de fondo es un llamado a la reflexión sobre el tema de si la toma del poder del Estado capitalista, por una fuerza política revolucionaria, convierte a este Estado, por ese solo hecho, en un Estado que efectivamente transformará las relaciones de clase que se dan dentro de él. Para Holloway “el Estado sólo es un nodo en una red de relaciones de poder”. El autor afirma que las grandes revoluciones del siglo XX fracasaron en su modo de manifestarse, lo que no significa, en todo caso, que no sea necesaria una revolución que supere las injusticias y abusos del capitalismo. Pero esa revolución debe ser de otro tipo y no tendría como meta la toma del poder del Estado. Es éste el punto del debate de fondo.

En una de las partes del libro Holloway explica: “La única manera en que puede mantenerse la idea de revolución es apostando más alto. El problema del concepto tradicional de revolución no es quizá que apuntó alto, sino que lo hizo demasiado bajo. La idea de tomar posiciones de poder, ya sea la del poder gubernamental u otras más dispersas en la sociedad, no comprende que el objetivo de la revolución es disolver las relaciones de poder, crear una sociedad basada en el reconocimiento mutuo de la dignidad de las personas. Lo que ha fallado es la idea de que la revolución significa tomar el poder para abolir el poder. Lo que ahora debemos tratar es la idea mucho más exigente de una superación directa de las relaciones de poder. La única manera en la que hoy puede imaginarse la revolución es como la disolución del poder, no como su conquista. La caída de la Unión Soviética no sólo significó la desilusión de millones de personas: también implicó la liberación del pensamiento revolucionario, la liberación de la identificación entre revolución y poder”. Además agrega que “La mejor forma de respetar las luchas del pasado es reconocer que fracasaron y que tenemos que explorar otros caminos para cambiar el mundo de forma radical”. Del libro se pueden desprender varios enfoques y conclusiones, y también contradicciones, y según algunos críticos, distracciones innecesarias, pues esto podría caer en una discusión bizantina eterna. En todo caso el libro es un buen aporte al debate sobre qué camino debe – o debería o no debería- seguir la revolución anticapitalista hoy.

jueves, 25 de agosto de 2011

CHILE: LOS ESTUDIANTES BUSCAN TERMINAR CON LA HERENCIA DE PINOCHET

En Chile renacen los sueños de Allende
por Victor de la Fuente


Cientos de miles de jóvenes se manifiestan en las calles, algo que no se veía desde los años finales de la dictadura (1). Los estudiantes chilenos, en tres meses de masivas movilizaciones, cambiaron la cara del país y han puesto en una incómoda posición al gobierno derechista de Sebastián Piñera.

La sociedad chilena despertó tras dos décadas en que estuvo semi adormecida, ya que de alguna manera se había conformado a la idea que no había otra alternativa que el neoliberalismo.

''Está terminando una etapa de la historia del país. Se inició hace más de veinte años y ha abarcado cinco gobiernos. Comenzó llena de esperanzas cuando los chilenos pusieron fin en 1988 a una dictadura. Más allá de sus logros, la etapa postdictatorial acumuló desesperanza y frustración. Las promesas no realizadas han consolidado una sociedad profundamente injusta'', sintetiza un texto escrito por tres dirigentes de una nueva fuerza de izquierda (2).


¿Dónde quedó el ejemplar "modelo chileno", "el jaguar de América Latina"? Si hace cuarenta años, cuando el país era más pobre, la educación era gratuita, ¿qué ha pasado con el desarrollo y los altos índices de crecimiento?, ¿dónde está el dinero del progreso?, se preguntan los estudiantes.


El 28 de abril, presagiando el gran movimiento que se desataría en junio, se realizó la primera movilización nacional de universitarios, de planteles públicos y privados, contra el alto nivel de endeudamiento que deben asumir para acceder a la educación superior (3).


En mayo comenzaron a percibirse vientos de cambio cuando treinta mil personas manifestaron en Santiago, y varios miles en diversas ciudades, contra el proyecto HidroAysén, que busca instalar cinco mega represas en la Patagonia. Los opositores reaccionaron con rapidez en defensa del medio ambiente y en rechazo al gigantesco negocio de la multinacional Endesa-Enel, asociada al grupo chileno Colbún. Ese proyecto, respaldado por el gobierno y dirigentes de los partidos de derecha y de la Concertación (4), fue aprobado al margen de la opinión ciudadana, generando amplio rechazo en todo el país.


Poco antes se habían dado importantes movimientos regionales, como en Magallanes contra el alza del gas y en Calama por obtener beneficios de la producción de cobre en la zona, así como recuperación de tierras y huelgas de hambre de los mapuches. Luego se sumaron otras reivindicaciones, los damnificados del terremoto de febrero de 2010, que pasan su segundo invierno en viviendas de emergencia, los sindicatos del cobre que paralizaron las minas, las marchas por el derecho a la diversidad sexual, pero sin duda fueron los estudiantes secundarios y universitarios con masivas huelgas, manifestaciones y tomas de escuelas, exigiendo educación gratuita y de calidad, los que trasformaron la situación dando otra dimensión a las movilizaciones y arrinconando al gobierno de derecha.


Cuestionan el sistema


El movimiento estudiantil se lanzó contra las bases mismas del sistema neoliberal, reivindicando el rol del Estado y pidiendo que la educación no sea considerada una mercancía. Exigen terminar con el sistema educacional, basado en el lucro, que dejó la dictadura militar. La consigna más coreada ha sido: ¡Y va a caer, y va a caer, la educación de Pinochet!


Para lograr los cambios de fondo han planteado la realización de una Asamblea Constituyente que elabore una nueva Constitución. Los estudiantes también proponen que la financiación para la educación gratuita se haga a través de la renacionalización el cobre y una reforma tributaria (5). La solución del conflicto la buscan exigiendo más democracia, con la realización de un plebiscito para que la ciudadanía decida qué tipo de educación quiere el país.


Los estudiantes denunciaron a la prensa oficial que criminaliza las manifestaciones y realizaron duras críticas tanto al gobierno de Piñera como a la Concertación. Se tomaron el canal de TV Chilevisión, y también ocuparon las sedes de la ultraderechista UDI y del Partido Socialista.


Paralelamente renace con fuerza la figura de Salvador Allende, jóvenes disfrazados como el presidente socialista eran aplaudidos con entusiasmo en las manifestaciones, en las que aparecieron letreros como ''Los sueños de Allende son posibles''. Los discursos del presidente mártir, pronunciados hace 40 años sobre la educación y la nacionalización del cobre, batieron récords de visitas en internet (6).


El movimiento estudiantil se ha caracterizado por su claridad política y también por su masividad y persistencia. Ha sido unitario, con la participación de secundarios y universitarios, además de profesores, asociaciones de padres, Ongs y sindicatos. (7)


Al igual que en otras rebeliones en el mundo se han usado a fondo las nuevas tecnologías, pero quizás lo principal es que ha sido un movimiento democrático y participativo. Los estudiantes han buscado mantener una buena relación entre los liderazgos de los dirigentes y la participación de las bases, realizando asambleas donde todos opinan y deciden.


En la forma de las protestas han mostrado gran creatividad, cada día aparecían en las calles con una novedad: disfraces, bailes, imitaciones de suicidios colectivos, besos masivos, cuerpos desnudos pintados, carreras de días alrededor de La Moneda, imitación de predicadores, inmovilizarse en las calles, lienzos ingeniosos... Buscan así no sólo llamar la atención, sino también integrar a otros sectores y demarcarse de los hechos de violencia callejera. Incluso han reparado los daños causados al margen de las protestas, pintando fachadas de casas o juntando dinero para el propietario de un automóvil que resultó quemado.


La educación chilena


Si las movilizaciones han sido tan fuertes se debe también a lo injusto del modelo educacional chileno, implantado por la dictadura y desarrollado por los gobiernos civiles que la sucedieron.


En la enseñanza primaria y secundaria, en las últimas tres décadas hubo un boom de escuelas privadas o subvencionadas, que hoy día acogen al 60% de los alumnos. No existe una sola universidad pública gratuita ya que todas -tanto las públicas como las privadas- cobran altos aranceles, caso único en América Latina.


Menos del 25% del sistema educativo es financiado por el Estado y más del 75% restante depende de los aportes de los estudiantes. El Estado sólo consagra un 4,4 del PIB a la educación, bastante menos que el 7% recomendado por la UNESCO. Hoy existen 60 universidades en Chile, la mayoría privadas. Los estudiantes deben pagar entre 170.000 y 4000.000 pesos chilenos (250 y 600 euros) mensuales, en un país en que el salario mínimo es de 182.000 (menos de 300 euros) y el sueldo promedio 512.000 pesos (menos de 800 euros).


Esta situación hace que el 70% de los estudiantes chilenos utilice un crédito universitario. El 65% de los quintiles más pobres no termina su carrera universitaria por problemas económicos (8).


Según el sociólogo Mario Garcés se trata de un sistema perverso, que deja a miles de jóvenes chilenos de clase media y baja endeudados no bien terminan de estudiar, ya que los créditos universitarios se empiezan a pagar desde el primer empleo. Agrega que la educación dejó de ser un mecanismo de movilidad social en Chile y pasó a ser lo contrario: un sistema de reproducción de la desigualdad (9).


¿Por qué ahora?


Es cierto que hubo movilizaciones estudiantiles durante los distintos gobiernos de la Concertación, incluyendo la de 2006, bajo la presidencia de Michelle Bachelet, conocida como ''La revolución de los pingüinos'' (por el color oscuro del uniforme y el blanco de la camisa de los secundarios de colegios públicos).


Sin embargo nunca, en los últimos veinte años, las protestas fueron tan importantes como éstas. Durante dos décadas la Concertación administró el sistema intentando mantener el complejo equilibrio entre políticas de mercado y regulación estatal. Realizó algunas reformas, logrando disminuir los índices de pobreza y extrema pobreza, pero aumentando las desigualdades, dejando a Chile como uno de los 15 países más desiguales del planeta (10). Al comienzo la Concertación contaba con la positiva imagen de haber contribuido al término de la dictadura, pero el malestar y las críticas de la población se fueron acumulando y el endeudamiento de los estudiantes también. La injusticia del sistema se hizo flagrante con la llegada de un gobierno abiertamente de derecha, que maneja el país como una empresa.


Sebastián Piñera y los nuevos dirigentes llegaron con una concepción aún más clara de dejar la educación en manos del mercado, lo que colmó la paciencia, además los jóvenes -que no vivieron en dictadura- están menos influenciados por el anti-estatismo.


Los conflictos de interés también contribuyeron a la rebelión estudiantil ya que el propio Ministro de Educación, Joaquín Lavín era fundador y accionista de la Universidad del Desarrollo (11).


El descrédito de la clase política alcanza un elevado nivel. Todas las encuestas de opinión muestran una baja persistente en el apoyo a los partidos de derecha en el gobierno y también baja el apoyo a la hoy opositora Concertación.


Los jóvenes confían sólo en sus propias fuerzas y en la de los movimientos sociales, pero no en los partidos ni en las instituciones, rechazando la mediación de políticos e incluso de la Iglesia.


El gobierno, para enfrentar las movilizaciones, ha utilizado el diálogo y la represión, cargándose cada vez más hacia la criminalización del movimiento. La prensa oficial -es decir casi toda- ha sobredimensionado las acciones violentas, que se han producido al final de muchas manifestaciones, impulsadas por grupos marginales, algunos delincuentes e infiltrados, incluso policías, que han sido denunciados con videos y fotografías (12).


El 4 de agosto pasado ha quedado como "el jueves negro" para el gobierno. El presidente Sebastián Piñera dijo "todo tiene un límite" y el Ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter, negó el derecho a los estudiantes a manifestarse por la Alameda, como ya se había hecho habitual. La represión fue sistemática durante todo el día, siendo detenidos, según las propias cifras oficiales, 874 estudiantes. La respuesta de la ciudadanía no se hizo esperar y esa misma noche renacieron las manifestaciones callejeras, los "cacerolazos", en todos los barrios y ciudades de Chile. El gobierno, con su intransigencia, transformó la marcha en una Protesta Nacional, como en tiempos de la dictadura. Ese mismo 4 de agosto la influyente encuesta CEP le otorgó a Sebastián Piñera sólo un 26% de apoyo, la apreciación más baja para un presidente desde el regreso de la democracia (13).


Los estudiantes persisten en sus movilizaciones, rechazan las propuestas del gobierno de rebajar el interés del crédito y exigen un cambio radical del sistema. Se unen a los demás movimientos sociales, participan en el Paro Nacional del 24 y 25 de agosto y siguen pidiendo un plebiscito para que sean los chilenos los que decidan democráticamente. Sea cual sea la continuidad de las movilizaciones, ya nació una nueva forma de hacer política, desde los movimientos sociales. Los jóvenes chilenos están abriendo las grandes alamedas que mencionó Allende (14).


NOTAS:


1) La mayor manifestación desde 1990 fue la del Primer Foro Social chileno en 2004, contra la visita de Georges W. Bush, que reunió 70 mil 000 personas. El actual movimiento, desde junio ya ha realizado cinco marchas con más de doscientas mil personas.


2) El pueblo contra las dos derechas de Jorge Arrate, Sergio Aguiló y Pedro Felipe Ramírez, miembros del Movimiento Amplio de Izquierda (MAÍZ). Publicado en la edición chilena de Le Monde Diplomatique, agosto 2011 y en www.movimientoampliodeizquierda.cl


3) Camila Vallejo, presidenta de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (FECH) y dirigenta de la Confederación de Estudiantes (CONFECH) www.camilapresidenta.blogspot.com


4) La Concertación por la Democracia es una alianza de centro izquierda, hoy compuesta por cuatro partidos (PS, PPD, PDC y PRSD) que gobernó los últimos veinte años.


5) La empresa estatal CODELCO nunca fue privatizada, pero la dictadura abrió la nuevas concesiones mineras a las empresas multinacionales y la Concertación siguió ese mismo camino. Hoy el 70% del cobre chileno es explotado por empresas extranjeras. www.defensadelcobre.cl


6) Allende y la educación: http://www.lemondediplomatique.cl/Discurso-pronunciado-por-Salvador.html - Allende y la nacionalización del cobre: http://www.lemondediplomatique.cl/Hace-40-anos-el-11-de-julio-de.html


7) En cada barrio los vecinos juntan ayuda para los liceos tomados. Según los sondeos, el apoyo ciudadano a las movilizaciones estudiantiles se sitúa entre el 75% y el 80%. www.accionag.cl


8) Estudio sobre las causas de la deserción universitaria. Centro de Microdatos, Departamento de Economía, Universidad de Chile. www.microdatos.cl


9) Mario Garcés Durán, director de la Organización No Gubernamental chilena ECO Educación y Comunicaciones, en declaraciones a BBC Mundo.


10) PNUD: Informe Regional sobre Desarrollo Humano para América Latina y el Caribe, 2010. hdr.undp.org/es/informes/regional/destacado/RHDR-2010-RBLAC.pdf


11) El Ministro Joaquín Lavín tuvo que ser sacado del Ministerio de Educación, en pleno conflicto, el 18 de julio, aunque Piñera lo mantuvo en el gabinete como Ministro de Planificación. Ver también Franck Gaudichaud, "Botellas nuevas, vino viejo", edición chilena Le Monde diplomatique, mayo 2011


12) http://www.chilevision.cl/home/content/view/370956/81


13) www.cepchile.cl


14) En su último discurso, el 11 de septiembre de 1973, desde La Moneda, Salvador Allende señaló "mucho más temprano que tarde, de nuevo se abrirán las grandes alamedas por donde pase el hombre libre, para construir una sociedad mejor"


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Recuadro 1


Los tres entierros de Allende


El 4 de septiembre de 2011, exactamente 41 años después de haber sido elegido Presidente de Chile, Salvador Allende será enterrado por tercera vez. La justicia chilena decidió investigar las causas de la muerte de 726 chilenos, entre ellos Salvador Allende, tras el golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973, cuyos casos no habían sido tratados por la justicia. Tras los exámenes el juez Mario Carroza confirmó la tesis del suicidio de Allende. Este tercer funeral se realiza en momentos en que los sueños de Allende son reivindicados en las calles por los jóvenes chilenos.


Allende fue enterrado, por primera vez, la noche del 12 de septiembre de 1973 en una tumba anónima del cementerio Santa Inés de Viña del Mar, por un grupo de militares, sin ceremonia, en presencia de su viuda, Hortensia Bussi, que no pudo ver el cuerpo pues la urna estaba sellada.


Tras el término de la dictadura, los restos de Allende fueron enterrados una segunda vez, en un funeral público y oficial, en el Cementerio General de Santiago, el 4 de septiembre de 1990.


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Recuadro 2


La herencia de Pinochet hoy:


LA CONSTITUCIÓN:


En Chile rige la Constitución de 1980, aprobada mediante fraude en dictadura. Es una constitución antidemocrática, que ya ha tenido tres modificaciones negociadas entre la derecha y la Concertación, pero que continúa perpetuando un sistema electoral que impide la expresión de las minorías y no permite la realización de plebiscitos para que la ciudadanía pueda expresarse.


LA EDUCACIÓN:


En 1981 Pinochet reformó el sistema universitario, eliminando la educación universitaria gratuita.


En 1990, el 10 de marzo, el día antes de entregar el gobierno, Pinochet promulgó la Ley Orgánica Constitucional de Enseñanza (LOCE), que redujo el rol del Estado en la educación al de un mero regulador y delegó la enseñanza en el sector privado.


OTROS:


En 1980 la dictadura privatizó el sistema de jubilaciones, con el decreto ley 3.500, planeado por José Piñera, hermano del actual presidente Sebastián Piñera.


En 1981 se creearon las ISAPRES inciando el sistema privado de salud.


Los sistemas de jubilación y salud privados se han mantenido, acrecentando las desigualdades.


En cuanto a la prensa, incluso los diarios que existen hoy en Chile -todos de derecha- son los mismos que autorizó expresamente la Junta Militar en el bando 15, el 11 de septiembre de 1973: El Mercurio y La Tercera.


(*) Víctor de la Fuente es el director de la edición chilena de Le Monde Diplomatique. www.lemondediplomatique.cl