viernes, 20 de mayo de 2016

ESTUDIANTES EN LUCHA Ocupaciones del 2016 renuevan al movimiento estudiantil y amplían las pautas de lucha


“Independientemente de ser politizado, esta es una lucha por mejoras en las condiciones educativas”, afirma la educadora
José Eduardo Bernardes
São Paulo (SP), 
Estudiantes secundarios ocupan la Asamblea Legislativa para garantizar las investigaciones por los desvios de recursos   - Créditos: Jornalistas Livres
Estudiantes secundarios ocupan la Asamblea Legislativa para garantizar las investigaciones por los desvios de recursos / Jornalistas Livres
Las ocupaciones de las escuelas estaduales y técnicas en varios estados brasileños ganaron nuevos contornos en 2016, con reivindicaciones distintas de aquellas que tomaron más de 200 escuelas del estado de São Paulo en 2015. A pesar de ser difusas y con particularidades en cada ocupación, más manifestaciones realizadas durante el 2016 tiene como objetivos la merienda y la infraestructura de equipamientos educacionales.
En São Paulo, 15 escuelas fueron ocupadas pidiendo la adopción de alimentación digna para los alumnos. Paralelamente, estudiantes secundarios ocuparon la Asamblea Legislativa de São Paulo, para garantizar que fuese instaurada una Comisión Parlamentaria de Investigación (CPI) responsable por investigar el desvio de los recursos destinados a la merienda escolar. Pero además de las escuelas paulistas, otros estados también se movilizaron. En Rio de Janiero, son, al menos, 68 escuelas ocupadas; en Ceará, 12; una en Rio Grande do Sul; además de 72 ocupaciones en el vecino Paraguay.
“El estado tiene la obligación de promover la merienda, para que él pueda quedar mas tiempo en la escuela, porque la familia, muchas veces no consigue y eso es deber del estado. Ellos están apenas cobrando del Estado la parte que les compete”, explicó Neide Noffs, directora de la Facultad de Educación de la Pontificia Universidad Católica (PUC-SP). Según la educadora, “los alumnos comenzaron discutiendo una situación materializada, que es la merienda, pero ellos van a llegar en la calidad de la enseñanza”.
La educación de las escuelas se degradó en los últimos años, apuntó Neide Noffs. Para ella, los alumnos ya percibieron esa deficiência. "Quedó tan empobrecido que el propio estudiante consigue identificar aquello que él precisa y aquello que él no tiene. Independientemente de ser politicazo, esa es una lucha por mejorías de las condiciones de enseñanza, que se deteriora mucho”.
El estudiante João Gabriel, de la Escuela Estadual Adauto Bezerra, en la ciudad de Fortaleza [Ceará], explica que la lucha de los alumnos cearenses es por mejorías de infraestructura en las salas de aula, como la instalación de aire acondicionado en las unidades, merienda digna para los estudiantes, debates sobre cuestiones de género y la tarifa cero en el trasporte para estudiantes. Pero, según João, la lucha es prioritariamente “contra el despido de profesores” y por su capacitación.
“Nosotros priorizamos las pautas unificadas, porque los grandes medios de comunicación procuran enmascarar la grandeza del movimiento. La ocupación es autónoma de los estudiantes, pero los profesores también están apoyándonos. Es un apoyo mutuo una lucha unificada entre los estudiantes y los profesores”, dijo.
“La escuela no acompañó los cambios sociales, como la tecnología, el estimulo para la internacionalización, el contacto con las lenguas extrajeras”, apunta Neide Noffs. Para ella, es deber del estado proveer la calidad, que pasa por la merienda, pero llega en la figura del profesor que da clases y su capacitación. Por eso, simultáneamente con la merienda, ellos comenzaron a apoyar las condiciones de trabajo del profesor”, afirma la educadora.
Para el profesor de políticas públicas de la Universidad de São Paulo (USP), Pablo Ortellado, “ellos están viviendo una experiencia concreta de que la movilización política directa da resultados. Nosotros tuvimos por lo menos 3 mil estudiantes que participaron activamente del proceso de movilización, sin contar los otros que no fueron activos, pero que estaban colaborando, participando de las actividades. Ellos aprenden que la acción organizada de ellos tuvo resultados concretos”, señaló.
Horizontalismo
En las ocupaciones no hay líderes. Todo es decidido entre los estudiantes en asamblea, de manera directa y democrática. “Yo creo que ellos están inseridos en una tradición de otros movimientos que tienen esas características y el más importante de ellos es el MPL [Movimiento Pase Libre] con el cual tienen muchos vinculaos, principalmente al inicio del movimiento”, comenta el profesor de la USP.
En el caso de la ocupación sede operacional de las escuelas técnicas de São Paulo, el Centro Paula Souza, la directora del Centro, Laura Laganá, reclamó diversas veces de la ausencia de lideres estudiantiles con las cuales ellos pueden dialogar. Según Ortellado, “en esa forma de organización, una cosa que el propio Pase Libre enseñó, es que es preciso tener una agenda muy clara de reivindicaciones, de manera que ese carácter más horizontal, no genere una incapacidad de usted efectivamente alcanzar conquistas”.
Inspiración regional
El movimiento estudiantil chileno, que quedó conocido como “Revolución de los Pingüinos”, fue la gran inspiración de los levantes estudiantiles en Brasil y de los demás países de América Latina. En 2006, más de 600 mil estudiantes chilenos fueron las calles para exigir reformas en el sistema educativo, desde el pase libre para el transporte público, hasta las leyes que subsidian escuelas privadas en Chile.
En Chile, cuatro líderes estudiantiles de las manifestaciones fueron electos posteriormente como diputados. En Brasil, los estudiantes secundarios también consiguieron impactar en la política. “El gobierno de Geraldo Alckmin perdió el 20% de apoyo con las protestas. Ningún movimiento reciente causó tanto daño. Ni mismo partidos políticos, ni acciones parlamentarias, consiguió efectivamente causar tanto daño”, comenta Pablo Ortellado. Además de la reprobación popular, las ocupaciones derrocaron, en 2015, el entonces secretario de Educación Herman Voorwald.
La lucha de los estudiantes en Paraguay también afectó de lleno al gobierno. Dos días después de la ocupación de 72 escuelas, la ministra de Educación y Cultura paraguaya, Marta Lafuente, renunció. Ella estaba envuelta en un esquema de la super facturación de la licitación para la compra de alimentos. Las protestas de los alumnos presionaban a Marta Lafuente y reivindicaban infraestructura y merienda para las escuelas.
“Aun está muy temprano para ver como eso irá a reflejar en la política de América Latina. En Chile, tuvo una onda en 2006, otra onda en 2011 y está distante en tiempo, para el que esta aconteciendo en Brasil en 2016, ya se pasaron 5 años. Pero obviamente es un proceso de inspiración”, comenta Ortellado.    



Traducción: María Julia Giménez 

Aporte al pensamiento crítico




Gallo Rojo No1 Mayo 2016
Por Veronika Engler



Los seres humanos tenemos dificultad para considerar los derechos de los demás, lo que nos lleva a no tener en cuenta el punto de vista ajeno ni las limitaciones de nuestro propio punto de vista, es así que con frecuencia incurrimos en una forma de pensamiento egocentrista en el que utilizamos nuestras ideas y conceptos sin tener en cuenta las ideas de nuestros semejantes y sin objetivar la realidad. Nos consideramos ecuánimes, pero confiamos demasiado en nuestras percepciones intuitivas dejando de lado los estándares intelectuales al pensar.

Los estándares psicológicos y subjetivos del pensamiento nos pueden llevar a afirmar que algo es cierto porque el grupo al que pertenecemos cree en ello. Este socio centrismo se desprende de la premisa de que las creencias dominantes dentro de ese grupo son ciertas aunque nunca se hayan cuestionado las bases de las mismas. Un ejemplo claro es la lealtad casi religiosa hacia un partido o fuerza política, devoción que lleva a aceptar los giros y la metamorfosis ideológica que se justifica en la aceptación pasiva de las presiones económicas internacionales y que conlleva a que las barreras entre la izquierda y la derecha sean cada vez más difusas.
A pesar de que somos conscientes de que no basta con creer en algo para que se convierta en verdad, optamos por incurrir en la negación sin darnos cuenta de que el precio por sostener esa posición es tener que justificar constantemente los errores cometidos por los integrantes de la fuerza política que nos representa aunque atenten contra nuestros principios y valores.
Algunos creen que eso es preferible a enfrentar verdades que podrían poner en juego la legitimidad de sus creencias y su fidelidad política, si no fuera así, quizás dejaríamos de tolerar el manoseo que se hace con los Derechos Humanos; las malas políticas económicas; las truncas promesas de mejorar la educación; el sinfín de irregularidades y dinero mal administrado; el nepotismo y el amiguismo; la corrupción; los problemas ambientales y la política cada vez más represiva de seguridad.
No podemos conformarnos con la excusa de que es más fácil defender valores y principios desde la oposición que sostenerlos desde el gobierno sin admitir que las campañas políticas se apoyan en mentiras que tienen por finalidad captar la atención y los votos del pueblo. El pensamiento crítico debería llevar al militante a cuestionar las malas políticas o las actitudes erróneas y a exigir cambios, sin embargo el despertar es lento y doloroso. Cuando siempre se creyó en algo y se luchó por eso, es difícil aceptar que se puede estar equivocado, existe un fuerte deseo o necesidad de mantener la lealtad, a tal punto que se torna difícil para la persona definir hasta donde se puede justificar y pasar por alto la evidencia que queda como resultado de las malas decisiones y sus consecuencias.

Se termina por amparar y justificar actitudes y hechos que de otro modo no serían aceptados, incurriendo en una suerte de complicidad. Que la mayoría del pueblo permita y justifique las transgresiones a los principios y valores de izquierda, otorga a los políticos impunidad para infringirlos y los alienta a seguir por el mismo camino. Hay quienes creen que algo es cierto o es válido porque les conviene y se aferran a esta posición egocentrista con uñas y dientes. Es difícil renunciar a los beneficios obtenidos para aventurarse a la incertidumbre de lo que vendrá.
Otros tienen poca confianza en que se realicen cambios significativos hacia la izquierda desde el gobierno, pero también tienen miedo a lo que puede venir; “más vale malo conocido que bueno por conocer”, que en el caso uruguayo se transforma en aceptar lo “menos malo”.

Los estándares intelectuales legítimos del pensamiento crítico nos sirven para dejar de engañarnos a nosotros mismos y para verificar la calidad del razonamiento sobre un problema. Cuando ordenamos las ideas, los conocimientos y los conceptos estamos siguiendo un proceso que nos lleva a objetivar y tomar posturas frente a un acontecimiento, un problema o un tema determinado. Esta forma de pensamiento parte de nosotros, es auto dirigido, auto regulado, auto disciplinado y autocorregido e implica que debemos tener un dominio consciente de su uso y que tenemos que superar el socio centrismo y el egocentrismo inherente del ser humano. Para lograrlo debemos contar con la suficiente información y evidencia que nos lleva a sacar una conclusión, recopilar información contraria a dicha posición y ser parcial al evaluar todos los puntos de vista. Es mi deseo que “El gallo Rojo” contribuya a aportar algo para desarrollar ese pensamiento crítico más allá de las discrepancias y diferencias.


Veronika Engler, Montevideo 13/05/2016

jueves, 19 de mayo de 2016

La izquierda tiene que repensar su aparato teórico y táctico



David Harvey, profesor de la City University de Nueva York, uno de los pensadores marxistas más prominentes de nuestro tiempo, se sentó con el activista colectivo AK Malabocas a discutir las transformaciones en el modo de acumulación capitalista, la centralidad del terreno urbano en las luchas de clase contemporáneas, y las implicancias de todo esto para la organización anti-capitalista.


AK Malabocas: En los últimos 40 años, el modo de acumulación capitalista ha cambiado globalmente. ¿Qué significan estos cambios para la lucha contra el capitalismo?

D

ensado previamente. Al mismo tiempo veíamos el surgimiento de una oposición que está ligada a las redes, a la descentralización y a la que no le gusta la jerarquía y las formas previas de oposición de tipo fordista.
Así, que de una manera curiosa, las y los militantes de izquierda se reorganizan a sí mismos en el mismo modo en el que la acumulación del capital se reorganiza. Si entendemos que la izquierda es una imagen en espejo de lo que estamos criticando, entonces tal vez lo que debamos hacer es romper el espejo y salir de esta relación simbiótica con aquello que estamos criticando.
MK: ¿En la era fordista, la fábrica era el principal sitio de resistencia. Dónde podemos encontrarla ahora que el capital se ha movido lejos del piso fabril hacia el terreno urbano?
DH: Antes que nada, la forma fabril no ha desaparecido. Todavía encuentras fábricas en Bangladesh o en China. Lo que es interesante es cómo el modo de producción en las ciudades centrales cambió. Por ejemplo, el sector logístico se ha expandido: UPS, DHL y todos sus trabajadores y trabajadoras están produciendo valores enormes hoy en día.
En las últimas décadas, un gran cambio tuvo lugar en el sector servicios también: los más grandes empleadores de mano de obra en la década de 1970 en los Estados Unidos eranGeneral MotorsFord y US Steel. Los más grandes empleadores de mano de obra hoy sonMc Donalds, Kentucky Fried Chicken Walmart. Antes, la fábrica era el centro de la clase obrera, pero hoy encontramos a la clase obrera más que nada en el sector servicios. ¿Por qué diríamos que producir autos es más importante que producir hamburguesas?
Desafortunadamente la izquierda no se siente cómoda con la idea de organizar a los trabajadores y trabajadoras de la comida rápida. Su imagen de la tradicional clase obrera no encaja con la producción de valor de los trabajadores y trabajadoras de servicios, los de distribución, de restaurants, de los supermercados.
El proletariado no desapareció, pero hay un nuevo proletariado que tiene características diferentes del que tradicionalmente la izquierda solía identificar como la vanguardia de la clase trabajadora. En este sentido, las y los trabajadores de Mc Donalds se convirtieron en las y los trabajadores metalúrgicos del siglo XX.
MK: ¿Si esto es lo que es el nuevo proletariado, cuáles son los lugares desde organizar la resistencia hoy?
DH: Es muy difícil de organizar en los lugares de trabajo. Por ejemplo, las y los trabajadorss de la distribución se mueven de un lado a otro. Así que esta población tal vez podría organizarse mejor fuera del lugar de trabajo, quiero decir, en sus estructuras barriales.
Hay una frase interesante en el trabajo de Gramsci de 1919 que dice que organizarse en el lugar de trabajo y tener concejos fabriles está muy bien, pero que deberíamos tener también concejos en los barrios también. Y los concejos de los barrios, dijo, tienen un mejor entendimiento de lo que son las condiciones de toda la clase trabajadora, comparado con el entendimiento sectorial de la organización en el lugar de trabajo.
Las organizadoras y organizadores fabriles solían saber muy bien lo que un trabajador metalúrgico era, pero no entendían lo que el proletariado era como un todo. La organización barrial habría incluido, por ejemplo, a los trabajadores y trabajadoras de la limpieza urbana, de la distribución y las trabajadoras doméstica. Gramsci nunca tomó esto y dijo: "Vamos! el Partido Comunista debería organizar asambleas barriales"
No obstante, hay algunas excepciones en el contexto europeo donde los partidos comunistas organizaron, de hecho, concejos barriales, porque no podían organizarlos en las fábricas, por ejemplo en España. En la década de 1960 esta era una forma de organización muy poderosa. Por ello, como he discutido por un largo tiempo, deberíamos ver la organización barrial como una forma de organización de la clase. Gramsci sólo lo mencionó una vez en sus escritos y nunca lo desarrolló más en profundidad.
En Gran Bretaña en los ’80, hacía formas de organización laboral en plataformas a lo largo de la ciudad, sobre la base de concejos de oficios, que estaban haciendo lo que Gramsci sugirió. Pero dentro del movimiento sindical, estos concejos siempre fueron mirados como formas inferiores de organización laboral. Nunca se los trató como un componente fundacional de cómo el movimiento sindical debería operar.
De hecho, ocurrió que los concejos de oficios fueron a menudo mucho más radicales que los gremios tradicionales y eso era porque estaban basados en las condiciones de toda la clase trabajadora, no sólo de los sectores más privilegiados de la clase. Así, al punto de que estos tenían una definición mucho más amplia de la clase, los concejos tendieron a darse políticas mucho más radicales. Pero esto nunca fue valorado por el movimiento sindical en general, siempre fue mirado como un espacio en el que lxs radicales podían actuar.
Las ventajas de esta forma de organización son obvias: supera la brecha entre organizarse de manera sectorial, incluye todas las formas de trabajo "desterritorializado" y es muy adaptable a nuevas formas de organizaciones comunitarias y de base asamblearia, como Murray Boockchin planteó, por ejemplo.
MK: En las recientes oleadas de protesta -en España y Grecia, por ejemplo, o el movimiento Occupy- puedes encontrar esta idea de "localizar la resistencia". Pareciera que estos movimientos tienden a organizarse alrededor de cuestiones de la vida cotidiana, más que en torno a grandes cuestiones ideológicas en las que la izquierda tradicional solía enfocarse.
DH: Por qué dirías que organizarse alrededor de la vida cotidiana no es una de las grandes cuestiones. Yo creo que es una de las grandes cuestiones. Más de la mitad de la población mundial vive en ciudades, y la vida cotidiana urbana es a lo que la gente está expuesta y en lo que encuentra dificultades. Estas dificultades residen tanto en la esfera de realización del valor como en la esfera de la producción del valor.
Este es uno de mis más importantes argumentos teóricos: todo el mundo lee el Volumen I del Capital y nadie lee el Volumen II. El Vol I es acerca de la producción del valor, el II es sobre la realización del valor. Al enfocarse en el Vol II, puedes ver claramente que las condiciones de realización son tan importantes como las de producción.
Marx a menudo hablaba de la necesidad de ver al capital como la unidad contradictoria entre la producción y la realización. Donde el valor es producido y donde es realizado son dos cosas diferentes. Por ejemplo, mucho valor es producido en China y, de hecho, es realizado por Apple o por Walmart en los Estados Unidos. Y, por supuesto, la realización del valor trata de la realización del valor por medio de costoso consumo de la clase obrera.
El capital puede conceder salarios más altos en el punto de la producción, pero luego los recupera en el punto de la realización por el hecho de que los trabajadores y trabajadoras tienen que pagar alquileres y gastos de vivienda más elevados, costos de teléfono, tarjetas de crédito y así sucesivamente. Así que las luchas de clase en torno a la realización, alrededor de viviendas más baratas por ejemplo, son tan significativas para la clase trabajadora como las luchas acerca de salarios y condiciones de trabajo. Cuál es el punto de tener un salario más alto si te es inmediatamente extraído en términos de gastos más elevados para tener un techo?
En su relación con la clase trabajadora, los capitalistas han aprendido hace mucho que pueden hacer un montón de dinero recuperando lo que antes habían entregado. Y, al punto que -particularmente en los 60 y 70- los trabajadores se empoderaron de manera creciente en la esfera del consumo, así que el capital comienza a concentrar mucho más en extraer valor a través del consumo.
Así que las luchas en la esfera de la realización, que no eran tan fuertes en los tiempos de Marx, y el hecho de que nadie lea el maldito libro (Vol II), es un problema para la izquierda convencional. Cuando vos me decís: "¿cuál es el problema macro aquí?"- bueno, ¡esto es un problema macro! La concepción del capital y la relación entre producción y realización. Si no ves la unidad contradictoria entre ambos entonces no vas a tener la imagen completa. Tiene lucha de clases escrita todo alrededor y no puedo entender por qué un montón de marxistas no logran ver cuán importante es esto.
El problema es cómo entendemos a Marx en el 2015. En los tiempos de Marx, la extensión de la urbanización era relativamente conveniente y el consumo de la clase trabajadora era casi inexistente, así que de lo único que Marx tenía que hablar era acerca de la clase trabajadora arreglándoselas para sobrevivir con un salario magro y cómo eran bastante sofisticados para hacerlo. El capital los dejaba hacer con sus propios dispositivos lo que les gustaba.
Pero hoy en día, vivimos en un mundo en el que el consumo es responsable de casi el 30 % de la dinámica de la economía global; en EE UU llega al 70 %. Así que ¿por qué estamos aquí sentados y diciendo que el consumo es casi irrelevante, pegándonos al Volúmen I y hablando acerca de la producción en lugar del consumo?
Lo que hace la urbanización es forzarnos a cierto tipo de consumo, por ejemplo: tienes que tener un auto. Y tu estilo de vida está dictado en muchos sentidos por la forma que toma la urbanización. Y de nuevo, en los tiempos de Marx esto no era significativo, pero en nuestros días es crucial. Tenemos que amigarnos con formas de organización que de hecho reconozcan este cambio en la dinámica de la lucha de clases.
Los grupos que marcaron los recientes movimientos con su estilo, viniendo de tradiciones anarquistas y autonomistas, están mucho más metidos en la política de la vida cotidiana, mucho más que las y los marxistas tradicionales.
Les tengo mucha simpatía a las y los anarquistas, tienen una mucha mejor línea en este tema, precisamente al lidiar con la política del consumo y su crítica acerca de lo que el consumo es. Parte de su objetivo es cambiar y reorganizar la vida cotidiana alrededor de nuevos y diferentes principios. Así que creo que esto es un punto crucial hacia el cual mucha de la acción política debería ser dirigida en estos días. Pero desacuerdo con vos cuando decís que esta no es una "gran cuestión".
MK: Así que, mirando ejemplos de Europa del Sur -redes de solidaridad en Grecia, auto-organización en España o Turquía- parece ser muy crucial para construir movimientos sociales alrededor de la vida cotidiana y las necesidades básicas en estos días. ¿Ves esto como un acercamiento promisorio?
DH: Creo que es muy promisorio, pero hay una clara limitación ahí, lo que es un problema para mí. La propia limitación es la reticencia para tomar el poder en algún punto. Bookchin, en su último libro, dice que el problema con las y los anarquistas es su negación del significado del poder y su inhabilidad para tomarlo. Bookchin no va tan lejos, pero yo creo que es su rechazo a ver al Estado como un posible aliado hacia la transformación radical.
Hay una tendencia a considerar al Estado como enemigo, el enemigo al 100 %. Y hay muchos ejemplos de estados represivos fuera del control público en el que este es el caso. No hay duda: el estado capitalista debe ser combatido, pero sin dominar el poder del estado y sin tomarlo, pronto vuelves a la historia de lo que pasó por ejemplo en 1936 y 1937 en Barcelona y luego en toda España. Al rechazar tomar el Estado en un momento en el que tenían el poder para hacerlo, los revolucionarios y revolucionarias de España permitieron que el estado volviera a caer en las manos de la burguesía y del ala estalinista del movimiento comunista. Y el estado se reorganizó y aplastó la resistencia.
MK: Eso puede ser cierto para el estado español en la década de 1930, pero si miramos al estado neoliberal contemporáneo y el retroceso del estado de bienestar, ¿que queda de estado para conquistar, para aprovechar?
DH: Para empezar, la izquierda no es muy buena para responder la pregunta de cómo construimos infraestructura masiva. ¿Como construirá la izquierda el puente de Brooklyn, por ejemplo? Toda sociedad reposa sobre grandes infraestructuras, infraestructuras para toda una ciudad, como el suministro de agua, electricidad, etc. Yo creo que hay una gran reticencia dentro de la izquierda para reconocer que necesitamos diferentes formas de organización.
Hay áreas del aparato de estado, aún del aparato de estado neoliberal, que son terriblemente importantes; el centro de control de enfermedades, por ejemplo. ¿Cómo respondemos a epidemias globales como el Ébola o similares? No puedes hacerlo al modo anarquista del "hazlo tu mismo o tú misma". Hay muchas instancias en las que necesitas alguna forma de infraestructura de tipo estatal. No podemos confrontar el problema del calentamiento global a través de formas descentralizadas de confrontación y actividades solamente.
Un ejemplo que es frecuentemente mencionado, a pesar de sus muchos inconvenientes, es el Protocolo de Montreal para enfrentar el uso de clorofuorocarbono en heladeras para limitar la afectación de la capa de ozono. Fue reforzada de manera exitosa en los ’90 pero necesitó de un tipo de organización que es muy diferente a aquella que proviene de una política basada en asambleas.
MK: Desde una perspectiva anarquista, yo diría que es posible reemplazar aún instituciones supranacionales como la OMS con organizaciones confederales que serían construidas de abajo hacia arriba y que eventualmente arribarían a una toma de decisiones global.
DH: Quizás a un cierto grado, pero tenemos que ser conscientes de que siempre habrá algún tipo de jerarquías y de que siempre enfrentaremos problemas como la responsabilidad o el recurso correcto. Siempre habrá relaciones complicadas entre, por ejemplo, gente lidiando con el problema del calentamiento global desde el punto de vista del mundo como un todo y desde el punto de vista de un grupo que está en el territorio, digamos, en Hanover o similar, y que se pregunta, por qué debería escuchar lo que ellxs están diciendo?
MK: Entonces, ¿crees que esto requeriría alguna forma de autoridad?
DH: No, va a haber estructuras de autoridad de cualquier modo, siempre las habrá. Nunca he estado en una reunión anarquista en la que no hubiera una estructura de autoridad secreta. Está siempre esa fantasía de todo siendo horizontal, pero me siento, miro y pienso, "oh dios, hay toda una estructura jerárquica acá pero está encubierta"
MK: Volviendo a las protestas recientes alrededor del Mediterráneo, muchos movimientos se han concentrado en luchas locales. ¿Cuál es el siguiente paso hacia la transformación social?
DH: En algún punto tenemos que crear organizaciones que sean capaces de ensamblar y reforzar el cambio social en una escala más amplia. Por ejemplo, será ¿Podemos en España capaz de hacer eso? En una situación caótica como la crisis económicas de los últimos años, es importante que la izquierda actúe. Si la izquierda no lo hace, entonces la derecha será la siguiente opción. Yo pienso -y odio decirlo- que la izquierda tiene que ser más pragmática en relación a las dinámicas que están ocurriendo ahora.
MK: ¿Más pragmática en qué sentido?
DH: Bueno, ¿por qué apoyé a SYRIZA aunque este no fuera un partido revolucionario? Porque abría un espacio en el que algo diferente podía pasar y eso era una movida progresiva para mí.
Es un poco como Marx diciendo: el primer paso hacia la libertad es la limitación de la duración de la jornada de trabajo. Demandas muy estrechas abren un espacio para resultados más revolucionarios, y aún cuando no hay ninguna posibilidad para ningún resultado revolucionario, tenemos que buscar soluciones de compromiso que sin embargo se apartan del sinsentido de la austeridad neoliberal y abren el espacio en el que nuevas formas de organización pueden tener lugar.
Por ejemplo, sería interesante si Podemos buscara organizar formas de confederalismo democrático, porque en cierto modo Podemos surgió de un montón de reuniones de tipo asambleario teniendo lugar a lo largo de España, así que tienen mucha experiencia con ese tipo de estructura.
La cuestión es cómo conectarán la forma asamblearia a formas más permanentes de organización, en relación a su creciente posición como un partido fuerte en el parlamento. Esto también vuelve a la pregunta de la consolidación del poder: tienes que encontrar maneras de hacerlo, porque si no la burguesía y el capitalismo corporativo van a encontrar modos de reafirmarse y tomar nuevamente el poder.
MK: ¿Qué piensas acerca del dilema de las redes de solidaridad llenando el vacío que dejó la retirada del estado de bienestar e indirectamente convirtiéndose en un aliado del neoliberalismo en ese sentido?
DH: Hay dos formas de organizarse. Una es el vasto crecimiento del sector ONG, pero mucho de eso está financiado de manera externa, no son organizaciones de base, y eso no se acerca a la cuestión de los grandes donantes que marcan la agenda, la cual no será una agenda radical. Aquí nos acercamos a la privatización del Estado de bienestar. Esto me parece que es muy diferente políticamente a las organizaciones de base en las que la gente dice "Ok, el estado no se ocupa de nada, así que vamos a tener que hacernos cargo de nosotros y nosotras mismas" Esto me parece que tiende a formas de organizaciones de base con un status político muy diferente.
MK: Pero ¿cómo evitar llenar esa brecha al ayudar, por ejemplo, a gente desempleada para que no sean exprimidos por el estado neoliberal?
DH: Bueno, tiene que haber una agenda anti-capitalista, para que cuando el grupo trabaje con gente todo el mundo sepa que no se trata sólo de ayudarla a arreglárselas sino que hay todo un intento organizado de tratar de cambiar políticamente el sistema en su integralidad. Esto quiere decir tener un proyecto político muy claro, lo cual es problemático con tipos de movimientos no centralizados, no homogéneos, donde alguna gente trabaja de un modo, otra trabajan de manera diferente y no hay ningún proyecto colectivo en común.
Y esto se conecta con la primera pregunta que hiciste: no hay coordinación acerca de lo que son los objetivos políticos. Y el peligro es que sólo estes ayudando a la gente a arreglárselas y que no haya política saliendo de ahí. Por ejemplo, Occupy Sandy ayudó a la gente a volver a sus casa e hizo un maravilloso trabajo, pero en última instancia, hicieron lo que la Cruz Roja y los servicios de emergencia federales deberían haber hecho.
MK: El fin de la historia parece haber pasado de largo. Mirando las condiciones actuales y los ejemplos concretos de lucha anti capitalista, ¿piensas que "ganar" es todavía una opción?
DH: Definitivamente; y más aún, tienes fábricas ocupadas en Grecia, economías solidarias a través de cadenas productivas siendo forjadas, instituciones de democracia radical en España y muchas cosas hermosas ocurriendo en muchos otros lugares. Hay un crecimiento saludable del reconocimiento de que necesitamos ser mucho más amplios y amplias en lo que concierne a la política en todas esas iniciativas.
La izquierda marxista tiende a desdeñar un poco estas cosas y creo que está equivocada. Pero al mismo tiempo no creo que ninguna de estas cuestiones sea lo suficientemente grande en sí misma como para lidiar con las estructuras fundamentales de poder que necesitan ser desafiadas. Aquí hablamos de nada menos que del Estado. Así que la izquierda debe repensar su aparato teórico y táctico.
FUENTE : 


Traducción: de Gabriela Mitidieri para Democracia Socialista, editado por VIENTO SUR

lunes, 16 de mayo de 2016

Lucha contra el golpe: "De aqui en adelante, es fuego contra fuego", dice coordinador del MST (Movimiento de Trabajadores Rurales Sin Tierra)


Movimientos sociales afirman que no reconoceran al gobierno de Michel Temer y prometen "mucha lucha"
Rute Pina - Brasil de Fato
São Paulo , 14 de Maio de 2016 às 10:16
Frente a los anuncios del gobierno interino, se esperan tiempos de resistencia y lucha  - Créditos: Marcello Casal/ Agência Brasil

Frente a los anuncios del gobierno interino, se esperan tiempos de resistencia y lucha / Marcello Casal/ Agência Brasil


El jueves (12) entrará para la historia como un día muy duro para los movimientos populares y para la historia del país, afirmó el coordinador nacional del Movimiento de Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST) Alexandre Conceição. Él acompañó en Brasilia el desdoblamiento  del desplazamiento de la presidenta Dilma Rousseff. “Se  quebró a la democracia y rasgaron la Constitución”, dijo. Conceição afirma, sin embargo, que la historia no repetirá la masacre al pueblo como ocurrió en el golpe militar en 1964, ya que habrá resistencia de los movimientos sociales y “mucha lucha”.

“No estoy diciendo que en 1964, no hubo resistencia. Pero hoy los movimientos están más maduros  y tenemos más unidad. Vamos a cambiar esa página”, garantizó.

Siguiendo la línea de los movimientos populares que se posicionan en esta quinta, el MST no reconocerá el gobierno interino de Michel Temer y afirmó que hará una “oposición sistemática a los golpistas y a la pauta que ellos quieren imponernos, pero que ya derrotamos en el 2002 [año de la elección de Luiz Inácio Lula da Silva]”. Según él, en Brasil ningún candidato será elegido para el poder ejecutivo con un proyecto como el presentado por el PMDB, “Puente para el Futuro”.

Gobierno interino

Cuestionado sobre la nominación de los ministros de Temer, en espacial de Osmar Terra [Desarrollo Social y Agrario] y Alexandre de Moraes [Justicia], el dirigente manifestó que el MST siempre criticó al gobierno de Dilma por tener a una ruralista dirigiendo la carpeta, en referencia a Kátia Abreu. Pero, en relación a los ministros del gobierno interino, apuntó cualquier análisis tiene que partir del presupuesto de la ilegitimidad. “Es el ministerio de los gopistas. No vamos a dialogar con él, no tenemos ni que pensar de ese ministerio, que fue construido para vender al exterior nuestras riquezas, el pré-sal, las tierras indígenas… no nos representa”, denunció.

Según él, el movimiento apoyará a Dilma para revertir esa situación. “No por ella, pero si por la institucionalidad, por la democracia”, afirmó.
“Digo en broma que el gobierno de Dilma, para la reforma agraria, fue peor que la Corona Portuguesa, que distribuía tierras por el sistema de ‘sesmaría’. No hubo, en 2015, ningún decreto de desapropiación y nuestra base tiene mucho que reclamar de ese gobierno, que fue malo. Y no porque un gobierno es malo que él tiene que ser golpeado”, dijo Alexandre.

Él afirma que la izquierda sale mas fortalecida a partir de las experiencias del Frente Brasil Popular y del Frente Pueblo Sin miedo, diciendo también que ya el jueves (12), el movimiento haría una serie de reuniones para delinear una agenda intensiva de luchas. Sobre el endurecimiento del aparato de Estado y la criminalización de los movimientos sociales, el dirigente evalúa que “de aquí en adelante es fuego contra fuego”. Para él, el proceso de impeachment es un “complot del poder judicial, de los medios y del Parlamento”.

Jóvenes

Laryssa Sampaio, militantes del Levante popular de la juventud, también acredita que no es completa derrota para el campo progresista. “A pesar del golpe, salimos con una victoria porque se abre un nuevo campo de lucha”, dijo.
“los gobierno de Lula y de Dilma no contribuyeron para el proceso organizativo de la juventud, en el aumento de la conciencia de las masas. Hay una gran dificultad de atraer a los jóvenes APRA las calles, pero, en el último periodo, conseguimos conquistar algunos corazones y mentes, y conseguimos masificar los actos, repercutiendo en diversos sectores”, dijo.
Para él, la votación del impeachment en la Cámara, el día 17 de abril, desenmascaró los intereses que el Congreso Nacional representa y “abrieron los ojos de la población”.
Por eso, ella afirma que, a pesar del golpe estar consolidándose, la izquierda reaccionará. Laryssa dice que el colectivo consolidará el lineamiento con las organizaciones del frente Brasil Popular, por entender a la red como un espacio de unidad de la izquierda.
Laryssa critica las propuestas del plan de gobierno de Temer, como la extensión del Prouni
[Programa Universidad para Todos, que estimula la generación de lazos públicos-privados en el área educativa] para la Enseñanza Media, lo que afectaría directamente a la juventud, porque “aumentarían las privatizaciones y desvincularía la responsabilidad del gobierno por la Educación”. “Temer, el PMDB y quien fuera a componer ese gobierno traen pautas conservadoras que estarán fuera de armonía con los avances de la sociedad y de la juventud en los últimos años”, finalizó.

Frente Brasil Popular  (FBP) y Frente Pueblo Sin Miedo (FPSM)

“La mayoría del Senado Federal, al aprobar la admisión del proceso de impeachment contra la presidenta de la Republica, capituló delante del golpe de las oligarquías contra la constitución, tornándose cómplices de la flagrante ruptura del orden democratico. (…)
Las intenciones de los golpistas están declaradas a cielo abierto: atacar los salarios, acabar con la política de valorización del salario mínimo, cortar gastos con programas sociales, eliminar derechos civiles, privatizar empresas estatales, reducir inversiones públicas, anular despensas constituciones obligatorias como salud y educación, abdicar de la soberanía nacional delate de los centros imperialistas. (…)
El Frente Brasil popular y el Frente pueblo Sin miedo, llaman a los trabajadores del campo y de la ciudad, a los intelectuales y artistas comprometidos con la libertad, la juventud y a las mujeres a rechazar, en todos los locales de estudio, trabajo y vivienda, este atentado contra la democracia. Estaremos todos unidos doble la palabra de orden “Fuera Temer”: solamente habrá paz cuando el gobierno sea restituido a quien recibió por mandato constitucional consagrado en las urnas”.

Movimientos de los Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST)

“Tenemos certeza, como afirma el texto del proceso, que la Presidenta no cometió ningún crimen con las pedaleadas fiscales. Si así fuese, el proceso debería tener implicancias sobre el vice que asume, Michel Temer, y el senador Anastasia, ex gobernador de Minas Gerais. Ese es un golpe institucional y antidemocrático, que no respetó la voluntad de 54 millones de electores y fue orquestado por los sectores conservadores de la sociedad (…)
El “punte para la recesión” del golpista Michel Temer solo llevará a aventurar la crisis social y económica y ampliará la inestabilidad política del país. El nuevo gobierno que se anuncia, por su histórico, tampoco representa ruptura con los métodos corruptos, que todos denunciamos en las calles. (…)
En relación a la crisis instaurada, defendemos con los demás movimientos populares, que solamente una reforma política profunda, que devuelva al pueblo el hecho de escoger sus representantes legítimos, puede ser una salida verdadera. (…)

El MST permanecerá movilizado en defensa de la democracia y de los derechos sociales, al lado del Frente Brasil popular y de los millares de trabajadores y trabajadoras que no aceptaron el golpe. Seguiremos siempre en lucha, contrarios al latifundio y al agro-negocio, por la reforma agraria popular y por el derecho constitucional de todos los trabajadores rurales tener tierra y vida digna en el campo”.

Unión Nacional de los Estudiante (UNE)

“[el desplazamiento de la presidenta de la Republica] es el movimiento para remover, sobre cualquier condición, un proyecto popular y progresista de desarrollo que pasó a priorizar las camadas históricamente excluidas de las políticas públicas nacionales. (…)
Se engañan aquellos que imaginan que los movimientos populares y democráticos de la sociedad brasileña asistirán con pasividad al teatro detestable de conspiradores y saqueador del orden democrático. La Unión Nacional de los Estudiantes, representes de dos millones de universitarios y universitarias del país y una de las mas antiguas instituciones de la vida publica nacional anuncia que no reconocerá al gobierno de Michel Temer. (…)
No habrá, por lo tanto, un minuto de tregua concedido a los enemigos del pueblo. Estaremos en las calles, en las universidades, en las redes sociales, en todos los espacios alcanzables en que podamos dejar la denuncia de la grave lesión sufrida por el país. (…)
Somos hoy jóvenes de todos los orígenes, estudiantes hijos de familias ricas o de la periferia que llegaron a la universidad por medio del avance de los programas sociales, del Prouni y del Fies [Fondo de Financiamiento Estudiantil], de la reserva de vagas, de la expansión de la enseñanza superior. Representamos la transformación de un país que no aceptará retrocesos (…)
Prepárense golpistas. Aquí está presente el movimiento estudiantil. Brasil no anochecerá una vez mas”.

Central unica de los Trabajadores (CUT)

“Esto es un golpe.

Al dar continuidad al ritual prescrito por el poder judicial los senadores, entre los cuales varios están siendo investigados sobre la sospecha de crimen, condenaron a un inocente. Esto es inaceptable y mancha, de forma vergonzosa, nuestra historia republicana.
(…) La CUT reconoce el gobierno de Temer y condena como ilegitimo, por faltar el respeto a la voluntad de la mayoría de los ciudadanos brasileños que eligieron a la Presidenta. Combatirá medidas ya anunciadas visando precarizar las relaciones de trabajo, disminuir las inversiones en las políticas sociales, pisoteando los salario, acabar con la política de valorización del salario mínimo, privatizar estatales, empeorando la calidad de las políticas publicas. No aceptaremos que la clase trabajadora y lo sectores mas pobres de la población sean operados con mas sacrificios. (…)
Llamamos a nuestras bases a resistir al gobierno de Temer. Luchamos hasta ahora contra el golpe y continuaremos luchando, en las calles y en los locales de trabajo, para reducir el país al Estado de Derecho, al régimen democrático y para fortalecer al pueblo, de donde emana todo el poder, para efectuar la necesaria reforma de nuestras instituciones políticas”.

Central de movimientos Populares (CMP)

“La Central de movimientos Populares (CMP), que integra el Frente Brasil Popular, viene a declarar públicamente que no reconoce la legitimad del gobierno de Michel Temer, que toma de asalto el comando del país, por medio de maniobras conspiratorias y alianzas espurias.
Los movimientos sociales continuaran en la resistencia y la lucha contra las elites políticas y económicas que en los últimos años estrecharon alianza con sectores de los medios y del poder judicial para derrocar al gobierno electo, por el sufragio del voto popular, pero que se encaja con los intereses de aquellos que estaban hace siglos al comando de la nacional brasileña.”

Traducción: María Julia Giménez