miércoles, 12 de noviembre de 2008

ESPAÑA TAMBIEN DEFIENDE SU MEMORIA


Entrevista a José Galante, "Chato"; ex prisionero político de Franco en Carabanchel.

por Gonzalo Bizama


Hoy como ayer el pueblo de Madrid, especialmente los ex prisioneros políticos de la dictadura en conjunto con vecinos del Ayuntamiento de Carabanchel, se movilizan para manifestar su profunda disconformidad en contra la decisión del gobierno socialista de destruir lo que fuera la principal mazmorra del "Generalísimo".

Como tantas otras veces el poder de la oligarquía se apresura en intentar borrar cualquier vestigio de sus propias atrocidades, en esconder su mano opresora, como si la memoria fuera para ella un peso imposible de cargar en la conciencia. Pero las víctimas del espanto franquista si que pueden rehacerse de sus dolores y tormentos, porque no tienen nada que esconder y muy por el contrario levantan la frente muy en alto reivindicando sus antiguas luchas como militantes sociales de los más diversos frentes.

La cárcel madrileña de Carabanchel , que debiera constituirse en un museo de la dignidad humana, ha sido destruída en su mayor parte incluso
en aquellas áreas que el gobierno se había comprometido a respetar, como lo fuera su antigua cúpula de ladrillos y tejas negras, áreas que se convirtirán ahora en lotes privados para edificaciones y conjuntos habitacionales de altísimo costo. En esto, la burguesía nunca se ha hecho problemas para transformar tanto sufrimiento en ganancia.

Esto es lo que nos cuenta José Galante, un ex - prisionero de Carabanchel.

SA . ¿Chato, cual es la importancia que le atribuyes en defender esta antigua ergástula del franquismo?

JG. Hombre, es fundamental para nosotros mantener en pié la memoria de lo que ocurrió durante la dictadura porque no queremos que nadie se mueva a engaños. La democracia no la conquistó el Rey, ni el Papa ni Felipe González. La democracia la recuperó el pueblo combatiente, y entre el pueblo, nosotros los presos políticos que mantuvimos desde adentro una lucha tenaz y decidida contra el franquismo, y que significó el sacrificio y la muerte de muchos compañeros.

SA. ¿ En que años te tocó estar recluído en este centro?

JG. Bueno mira, como dirigente estudiantil estuve durante tres meses durante el año sesenta y ocho, pero luego como dirigente político, estuve por más de dos años a inicios de los setenta. También tuve que pasar por los llamados "Batallones de Castigo" del ejército, debido a nuestra actitud de legítima rebeldía y a la organización de numerosos motines que organizamos a través de la Coordinadora de Presos en Lucha (COPEL).

SA. Cuéntanos en general y si no es muy terrible para tí , ¿como eran las condiciones que debían soportar los presos de Carabanchel?

JG. Con decirte que además de las torturas y apremios, no teníamos derecho al agua corriente. Se nos hacía recoger el agua en cubos desde unos pozos profundos y muchas veces ya estaba en mal estado. Al organizarnos en comunas, logramos resolver mejor el tema de la preparación de los alimentos. Para nosotros, la cárcel era un frente más de lucha, jamás perdimos contacto con la realidad exterior.Esto nos permitía mantener un contacto fluído con nuestros abogados e incluso mantener toda una biblioteca de " literatura prohibida", que logramos hacer ingresar clandestinamente al penal. A pesar de que convivíamos con la muerte y muchos compañeros fueron condenados a morir por el "vil garrote", mantuvimos siempre en alto nuestras convicciones porque estabamos seguros de que nos acompañaba la justicia de nuestra causa. Así y todo debido a la organización que mantuvimos, logramos un mejor pasar que muchos de los presos comunes que también estaban recluídos.

Con su porte atlético y su cabello ya cano, José Galante se aleja sereno como sus ideas, para integrarse a la manifestación por la conservación de Carabanchel como patrimonio histórico de todos los españoles.