sábado, 29 de septiembre de 2012

"Venezuela es una inspiración para la izquierda mundial", dice político francés


Publicado el 9/27/12 • en Contrainjerencia

fdelapierre

NEIRLAY ANDRADE / REBELION –

El secretario nacional del Partido de la Izquierda de Francia, François Delapierre, calificó como “una fuente de inspiración” las experiencias democráticas de América Latina, de la izquierda y especialmente de Venezuela, de cara a la crisis del modelo económico neoliberal que actualmente sacude a Europa.

“Nosotros estudiamos las políticas del Gobierno Bolivariano para fabricar nuestro programa” de acción, declaró Delapierre, jefe del comando de campaña de Jean-Luc Mélenchon durante las últimas presidenciales celebradas en Francia, de visita en Caracas para participar en el seminario Neoliberalismo del Viejo Mundo versus Socialismo del Nuevo Mundo.

En entrevista con la Agencia Venezolana de Noticias (AVN), el dirigente parisino catalogó a Venezuela como “una fuente de inspiración para la izquierda mundial” y subrayó el papel histórico que tiene la nación suramericana en el nuevo siglo.

“Nosotros en Francia, y en Europa, necesitamos la victoria de la izquierda, de Hugo Chávez, porque Venezuela, como otros países de América Latina, abren nuevos caminos frente a al crisis”, dijo a propósito de las elecciones presidenciales del próximo 7 de octubre.

Delapierre precisó que la políticas económicas y sociales de Caracas no son “únicamente una fuente de inspiración programática” sino que además van acompañadas de “una demostración concreta”: sí es posible cumplir con las demandas del pueblo a pesar de tener tan cerca al imperio estadounidense.

“Europa está destruida por las crisis y las políticas neoliberales. Necesitamos puntos de apoyo de otros países con respuestas eficaces y compatibles con los intereses del pueblo, y Venezuela es el punto de mayor avanzada, es el motor para la izquierda mundial”, dijo.

Advirtió sobre las amenazas que se ciernen sobre la experiencia bolivariana, no sólo por la tentativa de la derecha local de regresar al poder sino por el interés del capital financiero internacional por convertir al país en presa para sus operaciones mercantiles.

Delapierre describió como un círculo vicioso la política de la banca europea y advirtió que se trata de la apuesta financiera por la que opta el abanderado de la derecha venezolana, Henrique Capriles: “La banca europea no puede prestar dinero a los Estados pero puede prestar a los bancos privados y luego éstos prestan a los Estados con intereses muy altos”.

Denunció una “campaña de prensa organizada por Estados Unidos contra el Gobierno de Chávez”, pero aseguró que esta acción mediática no ha calado entre la población de izquierda ni entre los jóvenes de las barriadas francesas.

La soberanía de los recursos energéticos, la consolidación del sistema democrático, la apuesta por un mundo multipolar y el desarrollo de un modelo cooperativista fueron los puntos del programa nacional de Gobierno destacados por el izquierdista.

Admitió que en Europa no se ha construido aún “una respuesta de izquierda” a la crisis y recordó que en el caso francés la bonanza petrolera está en manos de una empresa privada que no paga ningún tipo de impuestos por los beneficios que recibe.

Al referirse a las misiones de salud y al trabajo conjunto entre Caracas y La Habana, el sociólogo manifestó su emoción ante la idea de que una persona pueda ser salvada por una de otro país: “Eso es una visión cultural de la cooperación entre seres humanos que enfrenta el discurso de competencia todos contra todos

95 Aniversario de la revolución de octubre de 1917. Una luz que no se apaga


Hoy por hoy, la Rusia soviética sigue siendo el principal referente revolucionario de la historia contemporánea







Pepe Gutiérrez Álvarez

Una de las formas de mesurar la importancia excepcional que –todavía- sigue teniendo el legado constructivo de la revolución rusa de Octubre de 1917, es observar como el neoliberalismo no desaprovecha la ocasión para tirar el niño con el agua sucia, que la hubo también. No desaprovechan la menor ocasión, y sin embargo, ahí sigue, como la última gran referencia revolucionaria con sus luces, y a pesar de sus sombras.

Desde 1989 hasta finales del siglo XX, la ofensiva neoliberal llegó a ser realmente agobiante. Llegó a arrastrar a la socialdemocracia invertida, y de paso a muchos comunistas que, arrepentidos de sus pecados de juventud, consiguieron finalmente cumplir su sueño de llegar al poder. Aunque fuese por la puerta falsa. Maltratada, vilipendiada, deformada, amputada, lo cierto es que la revolución rusa de 1917 fue un punto axial en la historia, tan determinante que hasta sus más feroces detractores se ven todavía obligados a denigrarla. Es el acontecimiento que ha permitido hablar del “siglo soviético” (Moshe Lewin), y no creo que nadie pueda dudar de que se trate del más influyente del siglo pasado ya que su influjo resultó determinante en todos los demás (ascenso del nazismo, guerra española, segunda guerra mundial, etc). Su cadencia empero, está todavía lejos de remitir ya que ahora el discurso dominante trata por todos los medios de imponernos su negación completa, asegurando que fue un desastre “desde el primer día” (Antonio Muñoz Molina dixit). Y es que, al igual que la revolución francesa, la revolución de Octubre continuará polarizando la opinión mundial todavía durante mucho tiempo, y quizás un tanto especialmente con ocasión de las sucesivas décadas, unas efemérides que cuenta por sí misma con su “pequeña” historia.

Anotemos sucintamente que su décimo aniversario (1927) coincidió con la última manifestación libre (en el curso de la manifestación oficial un sector de los asistentes se dirigió a vitorear a Trotsky con consignas de la Oposición) en una Rusia en la que Stalin comenzaba a ser el “heredero” de Lenin y hablaba de construir el “socialismo en un solo país”, fue el año en que tuvo lugar la tragedia de la revolución china, así como la huelga general británica (grandes episodios marcados por la sombra de Octubre, y en los que los partidos comunistas actuaron más en función de la política exterior soviética que como secciones con finalidades propias), también fue el año de Octubre, la película de Sergei M. Eisenstein, y máxima expresión hasta el momento de la censura estalinista (ya que fue el propio Stalin quien decidió que se podía ver y que no...El siguiente (1937) coincidió con el “gran terror” que se llevó por delante toda la vieja guardia bolchevique, con su correlato de adecuación a la política de “apaciguamiento” del nazismo, determinante en la llamada política de no-intervención en la guerra española...

Recién acabada la II Guerra Mundial con la victoria contra las tropas del Eje, en 1947 tiene lugar el momento de mayor apogeo del “socialismo real” extendido en los países del Este y ampliado a China (1949). Sin embargo 1957 es coincidente con el inicio del declive del estalinismo tras las “revelaciones” del XX Congreso, y la revolución húngara...La siguiente efeméride señala empero un momento de optimismo: se vive el “reformismo” de Kruschev, el sueño de la “coexistencia pacífica”, la revolución aparece como una vía que permite el desarrollo acelerado de los países atrasados...Un año más tarde esta perspectiva se torna sombría: cae Kruschev, la “primavera de Praga” acaba con la ocupación rusa, mayo del 68 cuestiona el papel del emblemático partido comunista francés. En 1977 tiene connotaciones diferentes. Todavía se vive la ola renovadora del 68, caen las dictaduras en Portugal, Grecia y España, pero la contrarrevolución neoliberal inicia siguiendo el camino de sangre abierto por las dictaduras “franquistas” en Chile, Argentina, Uruguay...Esta contrarrevolución parece incontenible una década más tarde. Dos años después cae el muro de Berlín, concluye lo que Hobsbawn llamará acertadamente el “siglo corto”. El socialismo no aparece ya como la solución sino como el problema. La denigración del historial revolucionario se convierte en una moda dominante. Toda utopía lleva en su seno el Gulag...

Esta era la música dominante todavía una década más tarde. La llamada globalización desarmaba a las izquierdas y sindicatos tradicionales, desestructuraba la clase obrera, diezmaba el “romanticismo revolucionario”, desactivaba las tradiciones colectivistas. La historiografía certifica que el gran dios del capitalismo ha vencido al pequeño dios del comunismo, y este se trasluce en detalles que “iluminan” los mensajes mediáticos: los problemas son los “dictadores” y las “dictaduras”, y se amalgaman los derecha e izquierda, Castro y Pinochet, Hitler y Stalin, Stalin y Lenin, y así, al tiempo, se escamotean a los grandes genocidas como Kissinger o Nixon, ocultan los desastres humanitarios causados por la crecienteconcentración de riquezas en unas pocas manos.

Sin embargo, parece que estamos asistiendo al inicio de un nuevo ciclo. El capitalismo sin oposición lleva al desastre ecológico, a las guerras, a lucha de clases desde arriba, y están apareciendo nuevos movimientos, nuevas alternativas, decepciones como la brasileña de Lula, tan esperanzadoras como los es ya la Venezuela de Chávez, y como todo lo que ha ido sucediendo desde el estallido de la “primavera árabe”, también con sus luces y sus sombras. Se habla del socialismo del siglo XXI, y el consenso en la izquierda radical sobre la crítica radical del llamado “socialismo real” es casi absoluta...El socialismo del siglo XXI será desde abajo y profundamente antiburocrático o no será; el estalinismo era un anticomunismo.

Al mismo tiempo que un cambio radical en la situación nacional, la revolución rusa tuvo un papel de “ejemplo” para la historia mundial. Desde 1917, el sistema capitalista ha temido a la revolución, al ejemplo del “comunismo”. Ya no se trataba pues de un lejano ideal destinado a la derrota como lo fueron tantos otras revueltas igualitarias desde las cátaras, la de los husitas, la de los “niveladores” británicos, de los “sans-culottes” en Francia, y durante el siglo XIX, la de socialistas franceses en 1848, de los comuneros de 1871...No se trataba de un sueño sino de una realidad que se concretaba en unos de los mayores países del mundo. Antes había tenido lugar la revolución mexicana de Villa y Zapata, y luego todas las demás, hasta la gran potencia británica inclusive conoció una impresionante huelga general en 1927, además, había desatado la revolución anticolonial que ahora tenía ante sí un modelo de desarrollo al margen y en contra de las potencias dominantes.
El socialismo militante era un movimiento que había comenzado a tener cada vez más auge desde finales del siglo XIX. En 1914 estalló una primera guerra mundial que convirtió las guerras pasadas casi en juegos florales. El hecho de que la revolución se desarrollara en el momento álgido de dicha guerra mundial y en no poca medida, también como consecuencia de ésta, fue mucho más que una coincidencia. La guerra también había destruido las ilusiones que, entre otros, había expresado el “revisionismo” socialdemócrata de Bernstein o el fabianismo británico, de una evolución gradual hacia el progreso y el avance social. Asestó un golpe mortal al sistema capitalista mundial tal y como había existido hasta 1914, dejando en evidencia sus dramáticas contradicciones, y su inestabilidad inherente. Ya nada fue como antes, y quienes ocultan dicha guerra al hablar de la revolución rusa, desfiguran deliberadamente los hechos. Así pues, la revolución rusa iniciada el 8 de marzo por las mujeres trabajadoras, puede ser considerada como una consecuencia y mismo al tiempo como una causa de la decadencia del capitalismo que necesitaba “espacio vital” para sus mercancías, y que ya no permitía la expansión de las revoluciones democráticas como en su fase ascendente. Esta revolución había comenzado destronando al Zar, y abriendo las puertas de las cárceles, amén del regreso de una muchedumbre de revolucionarios incompatibles con el zarismo, el gigante con los pies de barro, una caída que hizo temblar otras muchas coronas. La mayoría de los revolucionarios rusos se reclamaban del marxismo parte de éstos pertenecían a una de las dos alas (bolchevique y menchevique) de lo que había sido la socialdemocracia rusa, quienes junto con los “populistas” (Partido Social Revolucionario, también conocidos como eseristas) y fracciones anarquistas, se encontraron con una alternativa en movimiento en los efervescentes soviets, el primero en Petrogrado, la antigua San Petersburgo que había cambiado de nombre al comienzo de la guerra, y que se extendió hasta el último rincón de la geografía rusa. El soviet era en cierto sentido rival del gobierno provisional formado por los partidos constitucionales en la vieja Duma La expresión "poder dual” fue creada para describir esta situación ambivalente. Aunque en su actitud inicial, los soviets surgieron como expresión de la revolución de febrero, no tardaron en desbordar este marco. Tradicionalmente, las izquierdas habían aceptado la existencia de dos revoluciones específicas y sucesivas. La primera era la burguesa-democrática que era la que se pensaba, correspondía a Rusia un país que estaba saliendo de un régimen feudal o semifeudal, la segunda era la socialista, que correspondía a una fase superior y ulterior de la democracia, era la democracia socialista. En este esquema dominante se incluía el apoyo más o menos incondicional hacia el gobierno provisional, perfectamente compartido por los dos primeros bolcheviques importantes que se instalaron a Petrogrado: Kamenev y Stalin.

Sin embargo, pronto se vio que este gobierno provisional no se cuestionaba la guerra, ni se daba ninguna prisa por imponer las grandes reformas pendientes. Olvidar esto es negarse a entender lo que sucedió.
Como ya he explicado en otro trabajo en Kaos, la dramática llegada de Lenin a Petrogrado a comienzos de abril acabó con esta frágil componenda. Lenin al principio prácticamente solo, incluso entre los bolcheviques, atacó la idea de que la crisis vigente entonces en Rusia era simplemente una revolución burguesa. Era una revolución en transición de una primera fase, que había dado el poder a la burguesía, a una segunda, que transferiría el poder a los obreros ya los campesinos. El gobierno provisional y los soviets no eran aliados, sino antagonistas, representantes de diferentes clases. El objetivo que se proponía no era una República parlamentaria, sino "una república de soviets (consejos) de obreros y campesinos pobres Representantes de los campesinos en el país entero, creciendo desde la base» El socialísimo no podía, ciertamente, ser introducido de manera inmediata, pero, como un primer paso, los soviets se apoderarían del control "de la producción y la distribución social».
No era otro el tema de las famosas Tesis de Abril, clave de bóveda en el pensamiento de Lenin. A todo lo largo del verano de 1917, Lenin fue consiguiendo gradualmente el apoyo del partido y de los soviets para este plan, que se convirtió en el programa de la revolución de octubre. Tenia, sin embargo, su talón de Aquiles. En líneas generales, Marx había previsto una revolución socialista desarrollándose sobre una base de capitalismo y democracia burguesa establecida por una revolución burguesa previa. Pero en Rusia esta base era rudimentaria o inexistente. El dilema pues no era, tan evidente a primera vista, y para los bolcheviques (como antaño para Marx), la revolución no estaba confinada por fronteras nacionales. Tanto él como Trotsky encontraban que la revolución rusa seria el “prólogo” de la revolución en los principales países europeos, y sobre todo en Alemania. Por lo mismo, el numéricamente débil proletariado ruso marcharía codo a codo y en camaradería con el proletariado europeo hacia el objetivo socialista, y que una revolución nacional seria únicamente el primer episodio de una revolución europea o mundial. El pueblo soñaba con la revolución, pero -como dirá Marc Ferro-, los bolcheviques le ayudaran a pensar en ella.

La dura realidad, agravada por la guerra y el cerco internacional, no tardó en complicar esta visión. Cuando Lenin, a desgana, y una mayoría del partido aún más a desgana, votaron por el tratado de Brest-Litovsk con el Reich alemán, en 1918, aceptaron tácitamente la idea de que, por el momento y como solución de emergencia, la vida de la república soviética era más importante que cualesquiera objetivos revolucionarios de más alcance. Al exponerse la aislada república a la guerra civil y a la invasión extranjera, y en vista de la creciente demora de la revolución en Occidente, esta prioridad penetró, insensible, pero hondamente, en la forma de pensar de los dirigentes políticos soviéticos. En 1921, a raíz de los trágicos acontecimientos de Kronstadt, Lenin puso fin al régimen del mal llamado "comunismo de guerra”, que, aunque vitoreado por sus defensores como un avance sorprendente en el camino hacia el socialismo, era en ese momento una reacción artificial a las exigencias de la guerra civil, y en su lugar inauguró la "retirada” parcial y temporal del NEP (Nueva Política Económica) a las condiciones burguesas de comercio.

Ese mismo año, el acuerdo comercial anglosoviético y, al año siguiente, la conferencia de Génova crearon una componenda práctica entre los principios del internacionalismo revolucionario y la necesidad urgente de romper el boicot occidental y establecer relaciones comerciales con el mundo capitalista En tanto Lenin permaneció con vida, estas líneas políticas serian consideradas todavía como componendas temporales sobre la base de una emergencia, para romper un punto muerto, para salir de un intervalo incómodo Lenin nunca perdió su convicción revolucionaria ni mostró inclinación alguna a elevar esas componendas a la categoría de principios básicos. Pero cuando murió, en enero de 1924, la perspectiva de la revolución en Occidente parecían todavía muy vagas y remotas y las líneas políticas basadas en ella tenían en su contra las exigencias predominantes por un sector creciente que enroscaba en lo único que se mantenía en pie: el Estado. El aislamiento que, desde el principio, provocaba acciones aparentemente carentes de relación con los objetivos y principios de la revolución, mostraban ahora la necesidad de una revisión ideológica. El planteamiento bujariniano de "Socialismo en un solo país” fue la teorización a este estado de cosas, las actitudes que cristalizaron en la nueva doctrina fueron apropiadas por Stalin que se había convertido en el representante del “partido del Estado”. Era parte objetiva de la desesperada situación en que se hallaba el país, de la desintegración de la economía, de la debilidad del proletariado y de su agotamiento después de la dura prueba de la guerra civil. Cuando fue formulada, esta doctrina sistematizada e impuesta al partido, encajó como un guante. La revolución no estaba en ningún prólogo sino que ya había llegado a una finalidad, la impuesta por el único viejo bolchevique que nunca había ocultado su escepticismo ante la perspectiva de una revolución en Occidente, no en vano era el único que desconocía la cultura europea, el único ajeno a los debates y tradiciones internacionalistas.

No obstante, esto no se hizo sin oposición, una resistencia que, aunque no contaba con un apoyo social que no podía tener, desarrolló una poderosa lucha política. Trotsky y otros menos conocidos insistieron una y otra vez que el socialismo fundado por la revolución en un país económicamente atrasado, donde el proletariado mismo estaba económicamente atrasado y era numéricamente débil. El socialismo-socialismo, el que habían soñado Marx y Lenin solo podía crearse como resultados de una revolución del proletariado unido al menos en parte de los países económicamente avanzados. Los éxitos de la revolución, por tanto, notables desde cualquier punto de vista, tenían un carácter híbrido y ambiguo, no podían sustituir un desarrollo social que Rusia estaba muy lejos de conseguir. El propio Marx observó que el embrión de la sociedad burguesa había sido formado dentro de la matriz del orden feudal y estaba ya maduro cuando la revolución burguesa lo instaló en los centros del poder.
La Oposición de Izquierdas daba por supuesto que algo análogo ocurría en la sociedad socialista antes de que tuviera lugar la victoria de la revolución socialista. En un supuesto y solamente en uno, se hizo realidad esta idea. La industrialización y la modernización tecnológica, que era uno de los principales éxitos de la sociedad capitalista, fueron también requisito previo del socialismo. Un par de décadas antes de 1914, la economía capitalista había comenzado a superar los limites de la producción en pequeña escala de las empresas particulares y las sustituya por la producción en gran escala que dominaba la escena económica y se había infiltrado inevitablemente en el ejercicio del poder político El capitalismo mismo estaba ya desdibujando la frontera que separaba la economía de la política y preparaba el camino para alguna forma de control social planificado. Un medio con el que podía avanzar en la creación de unas nuevas condiciones.

El estudio de la economía de guerra alemana inspiró la observación de Lenin en el verano de 1917 de que "el capitalismo de monopolio estatal es la preparación material más completa para el socialismo”. Unas pocas semanas más tarde añadió, un poco perplejo, que "la mitad fundamental, económica” del socialismo había sido realizada en Alemania "en forma de capitalismo de monopolio estatal”, o sea en un país incomparablemente más desarrollado que la atrasada Rusia. Las contradicciones del capitalismo habían ya producido, dentro del orden capitalista, el embrión de la economía planificada de la Unión Soviética gracias a una revolución que se había iniciado en el “eslabón más débil de la cadena imperialista”.

Este hecho ha inducido a algunos críticos (Bordiga, consejistas, Djilas, Castoriadis, Tony Clift, etc) a definir lo conseguido por la planificación soviética como "capitalismo de Estado”. Como se ha demostrado, este punto de vista carece de base. El capitalismo sin empresarios, sin paro y sin mercado libre, en el que ninguna clase se apropia del valor excedente producido por el obrero y en el que los beneficios hacen un papel puramente secundario, en el que los precios y los jornales no están sujetos a las leyes de la oferta y la demanda, no es ya capitalismo en ningún sentido razonable. La economía planificada soviética fue reconocida en todas partes como un desafío al capitalismo. Era "la mitad básica, económica” del socialismo y un resultado importante de la revolución, y cuando ha caído, el capitalismo se ha sentido liberado y ha podido reanudar “la lucha de clases desde arriba”.

Aunque, en cualquier caso, seria pueril negar el título de "socialista” a la proeza de un pueblo, también sería igualmente absurdo insistir en que constituye una realización de la "asociación libre de productores” de Marx, o de la dictadura del proletariado, o de la "dictadura transitoria de obreros y campesinos” a la que se refería Lenin en El Estado y la revolución. Las condiciones exigidas por Marx de que "la emancipación de los obreros tiene que ser tarea de los obreros mismos” fue una verdad hasta que la guerra civil desestructuró totalmente, tanto económica como socialmente a una clase social que Trotsky definió como “una maravilla de la historia”.
Las revoluciones agraria e industrial soviéticas evidentemente cayeron de la categoría de una "revolución desde arriba”, impuesta por la autoridad conjunta del partido y el estado, confundidos hasta extremos que causaron el natural estupor que se manifiesta en obras como la novela antiutópica Nosotros, de Eugene Zamiatin. La visión de una clase trabajadora crecientemente preparado y educado dentro de la sociedad burguesa, de la misma manera que había crecido la burguesía dentro de la sociedad feudal, no había pasado a ser realidad salvo en núcleos de “intelectuales orgánicos” muy reducidos. Las clases dominantes actuaban cuando percibían que los trabajadores “sabían demasiado”, como expresó uno de los jueces que condenaron a los “mártires de Chicago”. Esto fue todavía menos factible en una Rusia atrasada, donde la clase trabajadora era pequeña, estaba oprimida, carecía de organización y no había asimilado ninguna de las libertades condicionales de la democracia burguesa, incluso muchos trabajadores revolucionarios permanecían imbuidos en tradiciones religiosas y patriarcales muy profundas, como percibió el último Lenin y el Trotsky de Notas de la vida cotidiana.
El diminuto núcleo de obreros con conciencia de clase que quedó de los que protagonizaron la revolución y la guerra, era completamente insuficiente para la tarea de organizar y administrar los territorios incorporados a la "república soviética”. Su debilidad era la fuerza del partido bolchevique, una organización compacta y disciplinada dirigida por un grupo de intelectuales y revolucionarios devotos, que acabó ocupando el vacío, y dirigió la política del régimen por medio de métodos que, después de la muerte de Lenin, se volvieron más y más cínicos y dictatoriales. Recursos que al principio se usaban raras veces en el contexto de las pasiones y las atrocidades de la guerra civil se fueron convirtiendo gradualmente en un vasto sistema de purgas y campos de concentración Aunque los objetivos pueden ser calificados de socialistas, los medios utilizados para conseguirlos eran, con frecuencia, la negación misma del socialismo Obviamente, esto no significa que no se realizara avance alguno hacia el exaltado ideal del socialismo, hacia la liberación de los obreros de las opresiones del pasado y el reconocimiento de su papel igual en una nueva especie de sociedad. Pero el progreso era indeciso y fue interrumpido por una serie de reveses y calamidades, tanto evitables como inevitables. Después de las destrucciones y escaséeles de la guerra civil hubo un breve respiro en el que el nivel de vida tanto de obreros como de campesinos subió lentamente muy por encima del nivel miserable de la Rusia zarista. Durante la década que comenzó en 1928 todos avances se redujeron de nuevo bajo las intensas presiones de la industrialización y el campesino hubo de pasar por los horrores de la colectivización forzada comandada con mano de hierro por una burocracia sin oposición. Apenas se empezó a restablecer el país cuando se vio expuesto al cataclismo del auge nazi, a los horrores de la segunda guerra mundial, capítulo de la historia en el que la que la Unión Soviética fue blanco de la ofensiva más constante y devastadora de Alemania en el continente europeo. Estas aterradoras experiencias han dejado su huella, tanto material como moral, de la vida soviética y en las mentes de los dirigentes y el pueblo soviético No todos los sufrimientos de los primeros sesenta años pueden ser atribuidos a causas internas o a la mano de hierro de la dictadura de Stalin.
Con todo, a partir de los años cincuenta y sesenta los frutos de la industrialización, la mecanización y la planificación a largo plazo comenzaron a madurar, y un reflejo de esto lo encontramos en un producto tan poco revolucionario como Doctor Zivago, especialmente en la versión fílmica. Quedaba mucho que era aún primitivo y atrasado para cualquier baremo occidental, pero los niveles de vida subieron perceptiblemente. Los servicios sociales, contando entre ellos la educación primaria, secundaria y superior, se volvieron más efectivos y se ampliaron de las ciudades a la mayor parte del campo. En esta fase histórica, os instrumentos más notorios de la opresión estaliniana fueron desarticulados. El patrón de vida de la gente del pueblo cambió para mejorar. Cuando se celebró el quincuagésimo aniversario de la revolución, en 1967, el optimismo parecía justificado, y pudo observarse la magnitud del avance. Durante medio siglo la población de la Unión Soviética había aumentado de 145 a más de 250 millones; la proporción de habitantes urbanos había aumentado de menos de un 20 a más de un 50 por ciento. Se trataba de un incremento enorme en la población urbana y la mayor parte de los recién llegados eran hijos de campesinos y nietos o bisnietos de siervos.

El obrero soviético, e incluso el campesino soviético, de 1967 era una persona muy diferente de su padre o abuelo de 1917. Apenas podía no darse cuenta de lo que la revolución había hecho por él y esto equilibraba con creces la ausencia de libertades que nunca había disfrutado ni siquiera soñado poseer. La dureza y la crueldad del régimen eran reales, pero también lo eran sus éxitos, por otro lado, el campesinado había sufrido tragedias sin cuentos, pero no tenía la más mínima nostalgia por el antiguo régimen.

Mundialmente, el efecto inmediato e inequívoco de la revolución rusa había sido una fuerte polarización de actitudes occidentales entre los de arriba y los de abajo. La revolución era un mal despótico y criminal para los conservadores y una Iuminosa vía de esperanza para los movimientos que soñaban con cambios radicales. La creencia en este antagonismo fundamental inspiró la creación de la Internacional Comunista, que conoció cuatro congresos iniciales de intensos debates sobre la táctica y la estrategia a desarrollar y en los que intervinieron los mayores revolucionarios del siglo. En un principio, el referente ruso fue uno más, la autoridad de sus líderes como Lenin, Trotsky, Zinóviev o Bujarin, fue debatida y contrastada, y las secciones nacionales contaban con una amplia autonomía, así el partido comunista alemán llegó a cambiar de dirección hasta tres veces en un solo año. El propio Lenin insistía que el centro de la Internacional se tenía que desplazar de Moscú a Berlín.
Pero, cuando la revolución europea no consiguió imponerse, y fue derrotada en Alemania en tres ocasiones (1918-19, 1921, 1923), la exigencia cada vez más firme de tratar a la Unión Soviética como “bastión” del movimiento obrero internacional, y al Komintern como depositario de la “línea correcta”, condujo gradualmente a una nueva polarización entre el Oriente y el Occidente. Surgió la consideración de que el fracaso de la revolución en su extensión en los países occidentales, era una prueba de la quiebra sufrida por el marxismo occidental, que en el momento crítico no consiguió producir ninguna teoría o práctica revolucionaria aplicable a una sociedad capitalista avanzada. De alguna manera, tal fracaso fue lo que resultó oblicuamente explicado por el equipo dirigente del PCUS como la “traición” de los dirigentes socialdemócratas occidentales, sobre todo de los alemanes, produciendo un encono por el que el ascenso del nazismo se hizo “irresistible”. Pero ya era un hecho sintomático de esta división el que no pudiera encontrarse ningún lenguaje común, el “socialismo en un solo país” acabó siendo “el socialismo en ningún otro país”.

La revolución mundial, tal y como había sido concebida en Moscú desde la muerte de Lenin -que asistirá al IV Congreso internacional, el último en el que Trotsky también tiene un protagonismo, y el último en el que se puede hablar de un debate entre iguales-, pasó a ser un movimiento dirigido "desde arriba”. Por una dirección única que decía actuar en nombre de la “patria del proletariado”, de único país que había sido capaz de llevar a cabo una revolución y avanzar victoriosamente. Los propios fracasos, más los desastres económicos del capitalismo (crack de 1929), alimentaron esta creencia tanto entre los trabajadores como en numerosos intelectuales desencantados del liberalismo. Sobre esta dinámica se impuso la autoridad incuestionable de Stalin, y de una cohorte de líderes nacionales que pretendían condensar el monopolio del conocimiento y la experiencia sobre la manera de hacer una revolución (“los rusos saben lo que hacen”, tenían una autoridad vaticana sobre los disidentes marginados). La idea de la revolución internacional sufrió un vuelco, y ahora el principal y prioritario interés del movimiento comunista pasaba a ser la defensa incondicional del único país en que la revolución ya era una realidad, un modelo. Estos partidos pasaron a pensar en dos planos, localmente reformador, antifascista, e internacionalmente, prometiendo un porvenir glorioso como el que se atribuía a la URSS, cuyas críticas quedaban desautorizadas desde el momento en que se confundían con la que nunca había dejado de hacer la reacción. Estos dos axiomas y las líneas y procedimientos políticos derivados de ellas resultaron a la larga, completamente inaceptables para las clases trabajadoras de Europa Occidental, que se creían mucho más adelantadas, económica, cultural y políticamente, que sus atrasados compañeros rusos y no podían cerrar los ojos ante los aspectos negativos de la sociedad soviética La persistencia de estas actitudes políticas no consiguieron más que desacreditar, a ojos de los obreros occidentales, a las autoridades moscovitas, a los partidos comunistas nacionales sometidos a ellas y, finalmente, a la revolución misma En último término ayudaba a justificar, en cualquier caso por el momento, la máxima de Stalin de 1918 de que "no había movimiento revolucionario en Occidente". Las relaciones con los países atrasados no capitalistas se desarrollaron de manera completamente diferente a la tradicional. Lenin fue el primero en descubrir un vinculo entre el movimiento revolucionario para la liberación de los obreros de la dominación capitalista en los países adelantados y la liberación de naciones atrasadas y colonizadas del dominio de los capitalistas, y con la revolución rusa, el anticolonialismo dio un paso muy importante, trascendental. Desde el primer momento se sintió atraído por la experiencia rusa tanto en lo referente al derrocamiento del viejo zarismo como en el apartado del desarrollo económico. La revolución rusa fue, por decirlo así, el primer capítulo de revoluciones como la china o la vietnamita.

Así pues, en la medida que la Unión Soviética consolidaba su posición, su prestigio como protector y dirigente de pueblos "coloniales” aumentó rápidamente. Había conseguido por medio de un proceso de revolución e industrialización, un aumento espectacular de potencia económica, de poder político internacional...Por lo mismo, la defensa de la Unión Soviética, lejos de parecer una embarazosa prolongación del programa revolucionario, equivalía a la defensa del aliado más potente de los países atrasados en su lucha contra los países imperialistas adelantados. Los métodos rechazados en países donde la revolución burguesa era una cuestión histórica y donde los movimientos obreros eran fuertes y habían crecido dentro del marco elástico de la democracia liberal, no parecían repulsivos en países donde la revolución burguesa estaba aún por hacer y donde todavía no había grandes sectores proletarios. En lugares donde las masas hambrientas y analfabetas no habían llegado aún a la fase de conciencia revolucionaria, la revolución desde arriba era ciertamente mejor que lo que ellos tenían. Sin ir más lejos, en los años sesenta un potentado muy español realizó un periplo por la URSS, y al volver proclamó: “Viven peor que nosotros”. El maestro que me lo comentaba subrayaba lo del “nosotros”, o sea “ellos”, los que vivían de los demás.

Mientras en los países capitalistas avanzados el fermento generado por la revolución rusa seguía siendo un modelo cuestionado y no daba lugar a una alternativa constructiva para la acción revolucionaria, en los países no capitalistas atrasados, sometidos a dictaduras conservadoras, resultaba mucho más convincente, Cuba fue un ejemplo. El prestigio de un régimen que, a pesar del cerco y la hostilidad internacional, se había elevado a la categoría de segunda potencia industrial, le convirtió en el referente natural de muchas revueltas de países atrasados contra la dominación imperialista, incluso en países de tradiciones religiosas tan exacerbadas como Afganistán o Irán. El capitalismo occidental que antes de 1914 había estado virtualmente oposición, y podían cantar sus propias glorias (vean sino el cine de aventuras coloniales en la India, películas como la célebre Gunga Din), se encontraron con un país que era la negación de estas glorias. El “tercermundismo” encontró en la URSS una potencia egoísta que, sin embargo, se veía obligada a jugar su papel de oposición, hasta que se daba el caso de un régimen -como el Sukarno en Indonesia o el del Sha de Persia-, favorable a una entente con la URSS, también quería acabar con los partidos comunistas...Entonces, los partidos comunistas nacionales se veían obligados a justificar los apoyos más desastrosos. En el caso del Sha de Persia, hubo una entente incluso con la China de Mao, lo que explica en buena medida la súbita decadencia del partido comunista, y el consiguiente ascenso de los beatos islamistas.

En resumen, si bien la revolución rusa de 1917 no llegó a conseguir ni de lejos los objetivos que se había propuesto en Octubre, ni a satisfacer las esperanzas que había generado fuera y dentro, y que su historial fue manchado hasta extremos dantescos por el estalinismo y la burocracia, no por ello dejó de tener repercusiones positivas y profundas que se han hecho tanto más perceptible con su desaparición.
Hoy por hoy, la Rusia soviética sigue siendo el principal referente revolucionario de la historia contemporánea, una historia necesaria aunque solamente sea para saber todos los errores y horrores que no se deben de repetir…


Viernes 28 de septiembre de 2012, por Mar





COLOMBIA: ¡Basta de TORTURA en las cárceles!



25 de setiembre de 2012
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(AW)Imagen de Areito para denunciar la tortura en Colombia: la publico en agosto 2012 con un nuevo texto, porque lamentablemente la tortura contra la oposición política en Colombia, lejos de cesar, se ha incrementado en los últimos años, en el régimen de Uribe y hoy con el régimen de Santos. La tortura en las cárceles revela sistematismo, y asimismo las detenciones-desapariciones forzadas que son crímenes de lesa humanidad que significan tortura para el desaparecido, sus familiares y su entorno social, siguen creciendo.Para ahondar sobre la realidad de la tortura en Colombia recomendamos leer y difundir en solidaridad la siguiente investigación:Parte V del Dossier: Colombia y sus miles de presos políticos silenciados *(Por Azalea Robles)


 
"Presos políticos lisiados, paralíticos, ciegos o enfermos son sometidos a la tortura diaria al ser situados en medio de patios paramilitares para allí recibir golpizas y hostigamientos en situación de total indefensión, y son privados de medicamentos y asistencia médica, de manera a que las enfermedades los consuman: son mensajes que buscan paralizar la empatía social. Se trata de demostrar que la crueldad sin límites ejercida por un estado goza de total impunidad".
Diomedes Meneses: ‘utiliza silla de ruedas debido a la paraplejia ocasionada por las torturas', está siendo empujado a la muerte por tortura de negación de asistencia médica. Oscar Elías Tordecilla, invidente y con los brazos amputados, situado adrede en una penitenciaría sin presos políticos, en violación al dictamen de Medicina legal y al DIH: ‘necesitó atención médica para evitar la pérdida de visión, pero nunca le fue brindada'.
"Los presos políticos diagnosticados con cáncer continúan sin recibir atención médica. Que las organizaciones solidarias del Mundo exijan al Estado colombiano cese de forma inmediata la aplicación de este método de tortura". CSPP

1.Introducción

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Para finalizar este Dossier sobre la realidad de los 9.500 presos políticos en Colombia [1], abordamos un capítulo más amplio sobre la tortura, por ser ésta de carácter sistemático: representa un mensaje de terror enviado a la sociedad en su conjunto. Es el‘castigo' contra el pensamiento crítico, la reivindicación social, y la empatía. De los miles de presos políticos amordazados en las cárceles colombianas, se estima que el 90% son civiles encarcelados con la finalidad de desmantelar la organización social, y que el 10% son presos políticos y de guerra miembros de las organizaciones insurgentes. La persecución sistemática contra la oposición política emplea al aparato judicial como arma de guerra [2]. Desde el estado son negados los presos políticos, en todas sus categorías: a los presos políticos civiles y a los presos políticos de guerra se les endilga, mediante grotescos montajes judiciales, cargos por delitos comunes: "La estrategia usada contra los prisioneros políticos es juzgarlos por rebelión y agregarles los cargos de terrorismo, narcotráfico y concierto para delinquir con fines terroristas, con el claro objetivo de quitarles el estatus político, facilitando incluso la extradición [el Art. 35 de la Constitución impide la extradición por delitos políticos]"[3]. Sindicalistas, estudiantes, líderes campesinos, defensores de DDHH (etc.) terminan presos por ‘terrorismo' y otros delitos comunes, debido a las estrategias del estado colombiano para negar su accionar represivo a la par que lo intensifica. A los presos políticos de guerra se les imponen penas exorbitantes, se niega su carácter político y sufren torturas y atentados además de chantajes con su vida o la de sus familiares, con la finalidad de convertirlos en falsos ‘testigos' contra activistas sociales. La reivindicación de justicia Social -en el 3er país más desigual del mundo- es represaliada de manera totalitaria.
2. La tortura: enviar un mensaje de terror a la sociedad, paralizar la reivindicación mediante el miedo
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La represión sistemática contra la organización social es un mensaje de terror de estado contra la población: se expresa en el encarcelamiento político, en el asesinato político, en el control social, en la desaparición forzada [4]; se expresa en las torturas terroríficas ejercidas por la herramienta paramilitar en coordinación con el ejército en las zonas a despojar [5], torturas a modo de escarnio público para provocar masivos desplazamientos forzados [6]; en ese mismo orden de ideas, de paralizar la reivindicación mediante el miedo, se implementa la tortura en las cárceles colombianas. Es parte del Terror de Estado: su función no es solamente ejercer la crueldad contra el opositor privado de libertad, para generarle a éste sufrimiento, sino enviar un mensaje de terror a quiénes quisieran oponerse a un Status Quo imperante de saqueo y empobrecimiento. Así, las situaciones límite de presos políticos lisiados, paralíticos, mancos y ciegos, o enfermos que son sometidos a la tortura diaria al ser situados en medio de patios paramilitares para allí recibir golpizas y hostigamientos en situación de total indefensión, y que son privados de medicamentos y asistencia médica de manera a que las enfermedades los consuman, son mensajes que buscan paralizar la empatía social: se trata de demostrar que la crueldad sin límites ejercida por un estado goza de total impunidad.
Varios presos políticos están muriendo por negación de asistencia médica, hay igualmente negativa de clasificación de internos en abierta violación al DIH por parte del estado colombiano [7]; asimismo hay una negativa de aplicar la debida reducción de pena y excarcelación a presos lisiados y enfermos terminales, también se denuncia el alejamiento geográfico y separación familiar como forma de tortura, las palizas, descargas eléctricas, envenenamientos (combustible, materia fecal, vidrios en las comidas), la privación de agua, los encierros prolongados en calabozos, el hacinamiento extremo [8], los tratos degradantes y las humillaciones de carácter sexual, las amenazas de extradición, las torturas a familiares que van desde manoseos hasta violación y desaparición forzada. La impunidad ampara la tortura, no son respetadas las sentencias de la Corte Constitucional, tampoco las tutelas. Además se expiden leyes enfocadas a la persecución de la protesta social como la Ley de Seguridad Ciudadana del gobierno Santos, y normas internas del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (INPEC) que vulneran los DDHH [9]. De ahí la importancia de que crezca la solidaridad activa con los presos políticos. Hay razones políticas, éticas y humanitarias de sobra para que la sociedad colombiana e internacional alce un clamor solidario.
3. Grave situación de homicidios de presos a manos de las autoridades por tortura y negación de asistencia médica
 
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Por negación de asistencia médica los presos quedan lisiados, paralíticos, ciegos, o pierden la vida [10]: "A cada prisionero nos ha tocado activar el sistema de amparo mediante la tutela, mecanismo constitucional que el INPEC no cumple, burlándose del fallo, gracias a que los jueces de tutela no hacen efectivo el arresto y el pago de la multa por desacato"[11].
Los casos de presos asesinados por negación de asistencia médica son alarmantes: estas torturas son aplicadas con particular saña contra los presos políticos. Las organizaciones de DDHH lanzan la alarma. Dada la cantidad de presas y presos políticos en situación de tortura en las cárceles colombianas, presentaré solamente algunos casos.
José Albeiro Manjarrés falleció el 8 de enero 2011, devorado por un cáncer de estómago para el cual le negaron los análisis durante más de un año, incluso cuando ya perdía masa muscular a simple vista [12]. Ante la gravedad de su caso y los atroces dolores que padecía, los demás presos desarrollaron una huelga de hambre e interpusieron una tutela para que el estado lo atendiera; pero todo fue en vano: hubo negación absoluta de atenderlo por parte de las autoridades, propiciando así el cáncer terminal y la muerte. El ensañamiento llegó a tal punto contra este preso político que fue inscrito como NN en la morgue "a pesar que el INPEC contaba con la plena identificación y tenía los teléfonos de la familia, a quienes nunca informaron de su muerte" [Ibíd. ].
El preso político Arcesio Lemus también fue asesinado por negación de asistencia médica y tortura; el testimonio de su hija retrata la vida de una familia, que es la historia de la persecución a la oposición política. También alerta sobre la existencia de una política de Estado contra los presos políticos:
"Mi padre, Arcesio Lemus, se hizo líder comunitario, y un referente del trabajo revolucionario en el Tolima. Ese tipo de cosas no las perdona el Estado. Así que en la década de los 90 mi padre tuvo que desterrarse para salvaguardar su vida (...) Mi madre fue víctima de un montaje judicial, que la tuvo dos años tras las rejas. Yo fui conducida a una correccional de menores cuando tenía 15 años(...) Fueron años de presión que no le dejaron [a Arcesio Lemus] más opción que la clandestinidad. Se incorporó al ELN, como salubrista (...) En 2005 mi papá fue detenido. Empezó el calvario del encierro. (...) Comenzó a enfermar: a la edad de 65 años empezó a tener intensos dolores de cabeza y mareos. Los directivos penitenciarios se llenaron de solicitudes de mi padre, en donde les exigía su derecho elemental a la salud. Nunca fueron atendidas por el INPEC. Mi padre empezó a sufrir desmayos que tampoco fueron atendidos. Sus compañeros de cautiverio hicieron huelgas y motines, hasta que lograron que lo sacaran a "la unidad de sanidad", donde lo aislaron. (...) Empezamos a gestionar visitas de organismos de derechos humanos (...) pero nada funcionó. Fue remitido, en grave estado de salud, nuevamente a la cárcel. (...) [Luego en] el Hospital Lleras Acosta recibió una atención deshumanizada y humillante, como suelen recibir la mayoría de presos (...) Sin atender su delicada situación fue devuelto a la cárcel(...) Logramos una visita de diez minutos, y lo encontramos con un golpe terrible en la cabeza, bañado en sangre y en una situación peor. "Fue que se cayó", nos dijeron en el INPEC. Empezamos a rogar que lo llevaran de nuevo a un centro médico. Mi padre ya no podía hablar tan siquiera, llevaba casi quince días vomitando, no controlaba esfínteres, había perdido peso de manera alarmante y, por si fuera poco, se agregaba un trauma craneoencefálico que nunca se supo cómo sucedió dentro de la cárcel (...) Fue remitido a una institución hospitalaria, ya en estado de coma. Allí le encontraron un tumor en su cerebro (...) el 29 de junio 2010, falleció. (...) [Es] la ignominia que viven los presos colombianos, especialmente los presos políticos, contra quienes pareciera existir una política de Estado(...) El INPEC paga a la EPS que atiende la salud de los internos, casi 32 mil millones de pesos al año. ¿Cuánto dinero de ese se invierte en atender la salud de los internos, si pasan años para que sea aceptada una solicitud de revisión médica, de exámenes, de tratamiento?"[13].
 
 
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Las muertes por negación de asistencia médica suceden una tras otra, en la más absoluta impunidad. El 1 de noviembre 2011 fue asesinado por tortura Ricardo Contreras: molido a palos por la guardia, y privado de asistencia médica [14]. El 15 de noviembre 2011 el estado asesina al preso Jhon Jairo Garcia por tortura de negación de asistencia médica [15]. En la cárcel el Pesebre muere Jonathan Smith Arias en enero 2012 [16], y el 9 de abril 2012 fallece Yovani Montes, ambos por negación de asistencia médica [17]. En diciembre 2011 fallece Luis Fernando Pavoni [18], y el 14 de junio 2012 fallece Óscar de Jesús Pérez, ambos por negación de asistencia médica, en Bellavista [19]... La lista continúa de manera aberrante. La Personería de Medellín reporta que: "en los últimos dos años han muerto 12 reclusos por falta de atención médica" [Ibíd. ], y el mismo drama se repite en cada región de Colombia.
En diciembre 2011 defensores de DDHH denuncian: "la inminente negligencia de la fiscalía, que se niega a expedir la resolución de traslado del penitenciario a un centro de atención medica pertinente al caso de salud de José M. Álvarez Tonguino recluido en la PICOTA-ERON y solicitado en extradición, que padece de una enfermedad que no ha recibido un trato adecuado y que por solicitud del médico interno, es necesaria la atención especializada urgente debido al estado de descomposición de su axila. El caso de Tonguino, a quien se le está violando su derecho a la salud, no es un fenómeno aislado, varios prisioneros han muerto (...) Es innegable que en las cárceles de Colombia se violan los DD.HH., se da un trato contra la dignidad humana"[20]. Pese a las súplicas de familiares y organizaciones, la negación de asistencia médica acaba con la vida de Tonguino a inicios de 2012. Son reiteradas las solicitudes -infructuosas- de que "se abran las investigaciones contra los funcionarios del INPEC, en cabeza de su director General de la policía G. Ricaurte, la Dirección de la Cárcel PICOTA-ERON y contra el personal de la guardia, por violar la Ley 65/93, Art. 16 CN y el acuerdo 0011/2002. (...)que se garantice el Derecho a la Vida" [Ibíd.].
La impunidad es total para un mecanismo de tortura y homicidios. Algunos presos políticos que han sido asesinados por negación de asistencia médica son: Jordán Fabián Ramírez, Otoniel Calderón Ovalle, Jimmy Ducuara Garzón, Arcesio Lemus, José Albeiro Manjarrés [21].

4. Presos políticos que están siendo asesinados por tortura de negación de asistencia médica
 
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Los presos son privados de medicina, y los médicos encarcelados. Por curar a todo aquel que requiriera asistencia médica en la región dónde vivía, Carlos Figueroa, médico cirujano, fue víctima de montaje judicial y condenado a 20 años de prisión por "rebelión", para castigar su respeto por la vida: "A nivel judicial también existen los ‘falsos positivos'". Este médico preso político padece de cáncer: "Para que me iniciaran el tratamiento tuve que demandar al estado; pero no me llevan a las citas. Muchos enfermos reciben peor trato incluso (...) Apenas se denuncian los maltratos somos llevados a cárceles de alta seguridad, como lo que me ocurrió por pedir agua potable (...) Los presos políticos deberíamos estar en patios diferentes a los de los paramilitares y aquí no hay ninguna clasificación"[22].
Están en alto riesgo de muerte por negación de asistencia médica varios presos políticos. Señalaré algunos casos. El preso político Devis Ochoa [23] es diabético de tipo dos, ya pesa tan sólo 47 kilos, y se le niega una alimentación adecuada y la asistencia médica como forma de tortura que provoca la muerte; también se le ha introducido en un patio de paramilitares, en un intento de asesinato. 
Al preso político Gustavo Giraldo el estado también lo está asesinando por negación de asistencia médica: padece de una enfermedad degenerativa que le ha hecho perder más de la mitad de su peso, cada día sin asistencia lo empuja a la muerte [24]. El preso político Hernán Rodríguez Díaz realizó una huelga de hambre reclamando asistencia médica y su traslado de penal, dado que el INPEC lo envió al "centro de tortura de Valledupar", alejándolo de su núcleo familiar[25]. "El prisionero político padece una infección estomacal, un problema visual y dolores en la vejiga, por lo que ha presentado múltiples peticiones de atención médica las cuales han sido ignoradas. Hernán Rodríguez Díaz y 44 prisioneros mas denunciaron que se encontraban enfermos por causa de la contaminación del agua y alimentos, padeciendo los síntomas de caída de cabello y uñas, diarrea, sangrado rectal y oral, sin que hubiesen sido atendidos" [Ibíd.].

5. Presos políticos de guerra heridos: negación médica, tortura extrema
 
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La situación de los presos políticos de guerra es dramática: éstos son con frecuencia capturados heridos tras combates o bombardeos, y se les niega la asistencia médica, empujándolos a la muerte o a la pérdida de sus miembros. Tal es el caso del preso político y de guerra Rolando Gradados que tiene las piernas y los brazos destruidos, y es torturado al negársele asistencia médica, restringírsele el agua potable y presionarlo a falsas confesiones bajo amenaza de extradición: "No puede caminar, ni comer solo y siempre debería estar asistido por una enfermera, sus necesidades deben ser realizadas en una bolsa; no está recibiendo la asistencia médica y la pésima alimentación del penal pone en riesgo su vida, no recibe la dieta ordenada por el médico, soporta fuertes dolores (...) Fue abordado por dos hombres de aspecto extranjero en el área de sanidad de la cárcel y estos lo hostigaron afirmándole que sería extraditado a Estados Unidos si no confesaba(...) Fue alejado de su familia en una política de destierro que vulnera un derecho fundamental. En el área donde se encuentra hay 9 internos que no están asistidos correctamente, ni enfermera tienen, incluso hay un enfermo terminal. Les están restringiendo el agua"[26].
 
 
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El preso político de guerra Diomedes Meneses Carvajalino ha sido víctima de torturas por parte del estado colombiano, que le sacó un ojo con un puñal, e intentó asesinarlo en repetidas ocasiones, "utiliza silla de ruedas debido a la paraplejia ocasionada por las torturas propinadas por funcionarios del Gaula"[27]. Además está siendo empujado a la muerte por tortura de negación de asistencia médica: "devorado por una bacteria agresiva que le está carcomiendo el tejido muscular y óseo(...) la infección se trasladó al glúteo, afectando su integridad física: se expone a amputación (...) Por más de dos años una bacteria corroe su humanidad (...) Iguales circunstancias padecen miles de presos que son desatendidos en las prisiones colombianas, lugar donde se tortura sistemáticamente, incumpliendo el Estado colombiano sus obligaciones constitucionales de respetar el DIH, los derechos humanos" [Ibíd.], denuncia el Comité de Solidaridad con los Presos Políticos (CSPP).
La situación de los presos ancianos, lisiados o con enfermedades crónicas en las cárceles colombianas es vergüenza para la humanidad: el hacinamiento, la insalubridad, la privación de agua, la comida descompuesta, las agresiones físicas de los guardianes o del paramilitarismo los vulneran de manera inexorable. Iván Cepeda denunció: "La gravísima situación se expresa en que más de 400 personas estén lisiadas en las cárceles, que más de 400 personas estén enfermas con carácter terminal"[28]. La debida reducción de pena y la excarcelación de presos lisiados o enfermos terminales es negada con saña. En mayo 2012 denuncian: "El prisionero Nelson Guzmán se encuentra cuadripléjico y sin la atención medica adecuada, en condiciones miserables (...) El juez Escobar ni siquiera se ha tomado la molestia de venir a verlo, pese a la solicitud de prisión domiciliaria. Situación similar ocurre con los prisioneros de la tercera edad que sufren penosas enfermedades"[29].

6. Tortura aberrante e intento de asesinato contra preso político sin brazos y ciego
 
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El ensañamiento contra los presos políticos alcanza niveles aberrantes: el preso político Oscar Elías Tordecilla, invidente y con los brazos amputados, está encarcelado en situación limite, situado adrede en una penitenciaría sin presos políticos, en violación al dictamen de Medicina legal y al DIH. Oscar fue arrestado de civil en fase de recuperación; pero perdió por completo la visión por causa de la negación de asistencia médica del INPEC: "Un joven que sufrió amputación de los miembros superiores y durante todo este tiempo necesitó atención médica urgente para evitar la pérdida de su visión, pero ésta nunca le fue brindada"[30]. Su defensor logró sacarlo de la cárcel al cabo de 7 meses, gracias al dictamen de "Medicina Legal que afirma que por sus discapacidades físicas no puede estar en un centro penitenciario. Le otorgan detención domiciliaria." Pero el estado, en una clara demostración de ensañamiento con fines de tortura, revocó la detención domiciliaria: "En medio de una de esas ilegales jugadas que realiza la rama judicial por orientación directa de los organismos de seguridad (...) Oscar es condenado a 40 años de prisión y remitido a la Cárcel de Itaguí, ignorando el dictamen de Medicina Legal" [Ibíd.]. El estado colombiano viola el DIH y se empecina en mantener una situación de tortura: un mensaje de terror. Además de causar la ceguera de Oscar, el INPEC profundiza la tortura: "Óscar es trasladado consciente y premeditadamente a una cárcel en la cual no hay colectivos de presos políticos que puedan brindarle la solidaridad que necesita. Por el contrario, sólo hay paramilitares(...) Oscar no puede valerse por sí mismo. Es puesto en una situación de total indefensión" [Ibíd.]. El estado busca aplastarlo como ser humano, porque remitir a un preso político y de guerra sin brazos y ciego a una cárcel llena de paramilitares es de las peores crueldades concebibles. Se evidencia una omisión preconcebida que le ha generado ceguera y un ensañamiento criminal al situarlo en una tortura permanente que atenta contra su vida.
7. Negación de asistencia médica constituye "atentado contra la vida"
 
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El CSPP denuncia en mayo 2012 que "Los presos políticos con cáncer continúan sin recibir atención médica por parte del estado":
"Los presos políticos enfermos de cáncer Luis Alberto Jaimes García, Vicente Saúl Valcarcel Albarracín y Juan Emilio Calle Cabeza, recluidos en la cárcel de Palogordo; continúan sin recibir el tratamiento médico necesario y su condición se deteriora cada día (...) Luis Alberto Jaimes, diagnosticado con cáncer de colon ha empeorado a pesar que el Juzgado tuteló los derechos fundamentales a la salud, sin que hasta la fecha se haya iniciado las sesiones de quimioterapia ordenadas por la junta de oncología (...) A Vicente Albarracín, diagnosticado con cáncer de recto, le manifestaron que debía someterse al tratamiento de quimioterapia pero que CAPRECOM no contaba con el medicamento (...) Juan Emilio Calle de 33 años, fue diagnosticado con cáncer linfoma Hodcking, desde el año 2008. Pese a la gravedad de la enfermedad se encuentra sin recibir atención médica desde hace dos años (...) Desde enero 2012 su estado de salud recayó ostensiblemente (...) el oncólogo ordenó un tratamiento de quimioterapia, terminado este procedimiento se debía hacer un trasplante de médula ósea. Aún con esta orden médica, Juan Emilio no ha recibido el tratamiento, consecuencia de ello su estado de salud empeora, al punto que hoy pesa 54 kilos, permanece con fiebre alta, constante dolor de cabeza y cuerpo, poco sueño y visón borrosa, entre otros síntomas.
La desatención en salud constituye un atentado contra la vida y la dignidad humana, además de erigirse como un tratamiento cruel e inhumano. El estado Colombiano tiene la obligación de respetar, proteger y garantizar la vigencia plena de los derechos fundamentales en las cárceles. El desconocimiento de los mismos a los presos políticos, representa una violación tanto del derecho internacional de los DDHH, como del DIH. Cobra vigencia la necesidad de mantener los ojos en las cárceles colombianas"[31].
8. ¿Cuáles son las causas de tan reiterativos casos de cáncer en las cárceles colombianas ?
La incidencia de cáncer en las cárceles colombianas es extrañamente alta. El CSPP alerta:
"Han muerto ya varios presos políticos y sociales como consecuencia de cáncer, lográndose detectar en los mismos una inadecuada asistencia médica. Esta grave problemática ha sido denunciada de forma reiterada por los colectivos de presos políticos y organizaciones de derechos humanos, sin que las autoridades hayan realizado las investigaciones que permitan establecer cuáles son las causas de tan reiterativos casos de cáncer y las actuaciones disciplinarias por negligencia médica [o negación]. La situación transgrede las normas del derecho humanitario. Hacemos un llamado urgente para que las organizaciones solidarias de Colombia y el Mundo, exijan al Estado colombiano cese de forma inmediata la aplicación de este método de tortura y a la vez tratamiento inhumano y degradante al interior de las cárceles, procediendo a: 1. Atender oportunamente los casos de salud de todos los presos políticos y sociales de Colombia; 2. Adelantar investigaciones penales y disciplinarias serias, contra los altos funcionarios del Estado que por acción u omisión son responsables de estos graves hechos; 3. Indagar las causas que están provocando los reiterativos casos de cáncer en las cárceles colombianas, a efectos de prevenir la ocurrencia nuevos hechos" [32].

9. Arroz con combustible, vidrios o materia fecal en la comida, y alimentos descompuestos vulneran gravemente la salud
Las reiteradas denuncias por intoxicación alimentaria en diversos penales dan cuenta del carácter continuo de este atentado contra la salud y la vida. "Condiciones inhumanas, golpizas y tortura persisten en la prisión de alta seguridad de La Tramacúa, en Colombia, aseguró Alliance for Global Justice. Se priva a los presos de agua y la comida contiene materia fecal o está podrida, según han constatado la Comisión para los Derechos Humanos de Naciones Unidas y distintas ONG" [33]. El 16 de abril 2012 el CSPP denuncia: "Nueva intoxicación masiva en Palogordo", alertan los presos políticos:
"Los productos cárnicos han presentado avanzado estado de descomposición, jugos agrios; esto ha aumentado el número de presos intoxicados. Se suma además el hecho sucedido el 11 de abril cuando al almuerzo se nos suministró un arroz con sabor y olor a combustible (A.C.P.M.). El 14 de abril 2012 a raíz de un jugo, se presenta una intoxicación general de presos, tocándonos hacer del cuerpo en las áreas de ducha porque el número de sanitarios (4) no dan abasto. Existe un temor latente para consumir los alimentos, pues volveríamos a recaer en otra intoxicación. Mientras estas cosas suceden en las cárceles, el señor Ricaurte - Director del INPEC- hace declaraciones en las que anuncia al país que a tres presos de clase alta se les asignó cocinero personal y ‘lo que más les gusta es la mazamorra chiquita'. Los oligarcas ladrones de cuello blanco gozan de estos privilegios" [34].
Los presos emprenden masivas huelgas de hambre contra el envenenamiento:
"Los presos políticos y prisioneros de guerra confinados en Palo Gordo Girón Santander, denunciamos que a partir del día 23 de abril 2012, nos hemos declarado en huelga de hambre indefinida por la pésima atención de la empresa prestadora del servicio de alimentación(...) Esta empresa viene reiteradamente incumpliendo en la calidad y cantidad de los alimentos(...) Nos suministra alimentos en estado de descomposición no aptos para el consumo humano. Ocasionándonos serios problemas de salud como son intoxicaciones masivas, diarreas, y demás problemas digestivos que a la vez nos han dejado otros problemas de salud tales como ulceraciones e irritación del colon, un 40% de la población reclusa padece de esta enfermedad" [35].
Las ulceraciones e irritaciones del colon son factores de riesgo para el cáncer.La Campaña Traspasa los Muros alerta: "Preocupan gravemente las múltiples denuncias por problemas de salud relacionados con posibles cánceres de estomago o demás partes del aparato digestivo de los prisioneros, que en algunos casos ha ocasionado la muerte, como sucedió con el prisionero político José Albeiro Manjarres, quien murió luego de que se le descubriera de forma tardía un cáncer terminal de estómago. Que se conforme una comisión (...) con el objeto de verificar los motivos por los cuales en la Penitenciaria de Palogordo se presentan múltiples casos de enfermedades cancerosas que afectan el aparato digestivo"[36].
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Convertir la comida en un arma contra los presos es una tortura recurrente: el 26 de junio 2012, 20 presos deciden amarrarse a una altura de 20 metros del suelo en la cárcel de Valledupar, denuncian: "Un día el INPEC nos da vidrio en las comidas, como el 28 de mayo, que dejó a 5 presos heridos incluyendo a Javier Moscote, quien fue hospitalizado por heridas ocasionadas al interior de su cuerpo por los vidrios injeridos, y otro día no nos da comida"[37]. El CSPP denuncia: "el suministro de agua se efectúa sólo dos veces al día por lapsos inferiores a 20 minutos (...) los reclusos deben recoger el agua en recipientes y transportarla, hay celdas en el quinto piso. Esto genera enfrentamientos (...) a diario aproximadamente 60 detenidos de cada torre se quedan sin agua, lo que constituye condiciones de vida cruel y degradante" [Ibíd.].

10. Suicidios
 
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La cantidad de suicidios debido a las torturas es alarmante. Leandro Salcedo se suicidó tras meses de tortura: "El régimen de crueldad y Tortura al que están sometidos los reclusos, especialmente en la UTE (calabozos), los lleva a atentar contra su propia vida, como Leandro" [38]. Jorge Russo fue empujado al suicidio al negarle los medicamentos que le eran necesarios, además de torturarlo reteniendo las encomiendas de su familia, y otras crueldades; cuando se subió a las estructuras carcelarias: "uno de los guardias le lanzó una pipeta de gas desde la terraza, también le lanzaban piedras y una lo golpeó fuertemente en la cabeza" [39].
El traslado geográfico y alejamiento familiar es utilizado como forma de tortura y vulnera los derechos de los presos y de sus familiares, ocasionando cuadros dramáticos, como los suicidios: tal fue el caso, aparentemente, de Luis Carlos Arroyave [40], que apareció colgado en una de las áreas de vigilancia de la guardia; o de Jhon Jairo Garrido Barrios, encontrado sin vida el 1 de septiembre 2011 en la Penitenciaria de Valledupar: la tortura a la que el INPEC lo sometió, negándole -pese a órdenes judiciales- el acercamiento a su núcleo familiar, lo empujó al suicidio. Manifiestan los prisioneros que no pudo soportar más la tortura de estar lejos de su familia, situación que consideraba como "muerte en vida"[41]. En enero 2012, se ahorca Frank Camilo Amado, bajo "una política sistemática de represión y violencia por parte de la guardia, generando todo tipo de torturas físicas y psicológicas, humillaciones y tratos degradantes, fuertes palizas, choques o descargas eléctricas, gases en la cara(...) Alguien debería indagar sobre las causas de que en menos de 6 meses ya existan 5 muertos", denuncian los presos políticos de Girón en junio 2012 [42].

11. Palizas aunadas a negación de asistencia médica
 
 
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Por palizas son asesinados los presos, como ocurrió con Ricardo Contreras -uno de los casos conocidos-: molido a palos por la guardia y privado de asistencia médica. Los presos desesperados entablan huelgas de hambre con la esperanza de hacer cesar la tortura, algunos hasta se cosen la boca; pero las torturas y la negación de asistencia médica siguen siendo un mecanismo de agresión contra la vida de los presos. Jhon Leyner Delgado fue: "sometido a aislamiento por negarse a firmar un documento donde se auto-culpara (...) Al negarse a firmar, la golpiza propinada por la guardia le provocó múltiples heridas. No ha sido atendido. Por haber sido sometido a tortura, ha iniciado una huelga de hambre. Con el fin de exigir respeto a sus derechos fundamentales y al derecho a la salud en particular", denuncia el CSPP [43]. El 11 de julio 2012 muere Jair Benavidez Suárez "luego de tres meses de aislamiento prolongado y fuertes golpizas del INPEC" [44].

12. Denuncias contra el INPEC y el Estado quedan en la impunidad
 
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El Movimiento de Víctimas de Crímenes de Estado expresa: "La Defensoría del Pueblo presentó el 14 de octubre (2011) una denuncia penal en contra del General Ricaurte, director del Inpec, por presuntos actos de tortura. La tortura en cárceles sigue siendo una práctica sistemática, que permanece en total impunidad. Tal como lo indica la Coalición Colombiana Contra la Tortura, en su Informe de Seguimiento a las Recomendaciones del Comité contra la Tortura de Naciones Unidas, (...) entre el año 2010 y lo que va del 2011, la Defensoría del Pueblo del Cesar reportó tan sólo en el establecimiento de alta seguridad de Valledupar 220 quejas de internos contra funcionarios del Inpec, de las cuales, 46 quejas son por maltrato físico, tratos crueles, inhumanos y degradantes" [45].
 
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Ampliar la solidaridad y denunciar internacionalmente es un imperativo humanitario. Las denuncias que logran salir de las cárceles colombianas quedan en la impunidad, y no son sino la punta del iceberg: "Ningún documento escrito entra ni sale de las cárceles sin la censura previa" [46]. La impunidad ampara a los torturadores, mientras que un comportamiento respetuoso de los DDHH es castigado: cuando hay jueces que se niegan a avalar los montajes judiciales del estado, éstos sufren asesinato o encarcelamiento político, como el Juez Oscar Hurtado, detenido por negarse a legalizar capturas masivas y detenciones arbitrarias [47]. 
Las madres de presos caminaron desnudas en mayo 2012: "En contra de la tortura, la falta de agua, la no garantía del derecho a la salud, el traslado de los internos a centros penitenciarios alejados de sus familias (...) Los familiares sentimos como propios los sufrimientos que padecen nuestros seres queridos en los centros de tortura llamados cárceles (...) El sistema jurídico colombiano entrega sin ningún reparo a sus nacionales en extradición(...) Nos desnudamos para ser escuchadas."[48]
13. Alejamiento familiar para impedir denuncias y desarticular procesos organizativos
 
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No obstante su situación de vulnerabilidad extrema, los presos políticos siguen trabajando en procesos organizativos de defensa de los derechos humanos. El preso político Jairo Fuentes denuncia: "En las cárceles el derecho de expresión es reprimido con medidas como el alejamiento familiar (...) quienes estamos denunciando esta realidad oprobiosa somos trasladados a cárceles de máxima seguridad, lejos de nuestras familias" [49]. La Campaña Traspasa los Muros denuncia esta forma de tortura: "Uso de traslado y aislamiento como forma de desarticulación organizativa (...) no se tiene en cuenta que la ubicación del proceso judicial esté en el mismo sitio donde la persona está recluida. Este hecho se da en el caso de las y los prisioneros políticos, por la gran cantidad de traslados que sufren en aras de impedir que estos creen grupos de trabajo dentro de los centros de reclusión y también como retaliaciones de sus acciones de denuncia y desobediencia. Esta situación provoca una forma adicional de pena que es el hecho de estar alejado del núcleo familiar"[50].
En Junio 2012 denuncian que corre peligro la vida del defensor de DDHH, preso político y de guerra Marbel Zamora trasladado aunque: "una tutela le concedió el derecho a la unidad familiar(...) destacado por su valioso trabajo en el Movimiento Nacional Carcelario, que reivindica la rebaja del 20% de la pena para todos los prisioneros, el traslado de los presos a sus sitios de origen familiar y procesal, no a la extradición(...) Destacado en la resistencia frente a las reiteradas violaciones de DDHH por parte del INPEC. Su traslado a la cárcel de Valledupar pone en grave riesgo su vida(...) dicha cárcel se ha caracterizado por su permanente tortura"[51].

14. Inmersión en patios paramilitares pone en riesgo la vida de los presos políticos
 
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El DIH preconiza la Clasificación de internos, pero: "los prisioneros políticos no son separados debidamente de los presos vinculados al paramilitarismo, convirtiéndolos en población vulnerable. La no separación pone en amenaza constante su vida"[52],denuncia la campaña Traspasa los Muros. Los traslados a patios con notoria mayoría paramilitar se usan como método de tortura contra los presos políticos. En julio 2012 denuncian: "Los atropellos a la seguridad y la vida de que fueron víctimas los presos políticos José Darío Arévalo Quintero, Wilson Enrique Leva, José Antonio Mendoza, Álvaro Padilla Tarazón (...) ordenando su traslado a otros patios(...) Solicitamos que sean reubicados urgentemente donde nos encontramos la mayoría de los presos políticos." Arévalo Quintero expresa: "Temo por mi integridad física y por mi vida, me encuentro entre internos procesados por paramilitarismo e integrantes de la fuerza pública"[53]. En el marco de la huelga nacional de hambre de marzo 2012: "el Prisionero Político Leonardo Chaux Hernández se declaró en huelga de hambre para denunciar que era el único prisionero político en el patio 1B de La Dorada, y en exigencia de la visita humanitaria de la Comisión Internacional de DDHH"[54], impedida por el estado colombiano.
El preso político de guerra Diomedes Meneses, víctima de tortura e intento de homicidio por miembros del Gaula (ejército), aún impunes, fue puesto en un patio con miembros del Gaula:
 
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"Caí tras el disparo... luego me propinaron otro disparo en el abdomen (a quemarropa). Luego me lanzaron una granada que me levantó 2 metros del suelo. Después viendo que todavía estaba vivo me agarraron a patadas y culatazos, me partieron esta pierna. Cuando la granada detonó me reventó por dentro y me puso a vomitar sangre por la boca, por los oídos, por los poros, pero a ellos no les importó, me siguieron golpeando(...) El Cabo Salazar sacó un puñal y me chuzó todos los dedos. Luego me sacaron todas las uñas de los dedos de los pies (...) Me pinchó el ojo izquierdo, lo perdí. Me degolló (...) Estoy condenado a 22 años de cárcel por ‘rebelión' y ‘tentativa de homicidio' pero no sé de qué tentativa se trata porque yo no les disparé, ni llegué a usar el arma(...) Y están los 15 nombres de los que me torturaron a mi, miembros activos del Gaula, entonces ¿por qué no han hecho justicia?(...) En esta cárcel han tomado represalia política(...) Nos dieron a ‘escoger' a los presos políticos entre los calabozos y el patio paramilitar(...) Me roban, me hacen caer de la hamaca, me golpean... Saben mis limitaciones físicas y que soy un preso político, y aquí hay ejército, Gaula, paramilitares"[55].
15. Tortura contra presas políticas, chantaje con los hijos
 
 
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Las presas políticas denuncian también torturas físicas, sicológicas, y conexas a la negación de asistencia médica y la insalubridad. Hay casos en que las torturas las vulneran de manera definitiva, como el de Marisela Uribe García, detenida con más de 5 meses de embarazo de gemelos, que perdió sus bebés por tortura [56]. Marisela fue denunciante de la mayor fosa común del continente, hallada en Colombia con 2000 cadáveres de desaparecidos a manos del ejército: situada detrás del Batallón militar de la Fuerza Omega[57].
A las presas políticas se les reducen las visitas de los hijos, obligando a estos a sufrir situaciones dramáticas. Denuncian el chantaje como forma de tortura que utiliza el INPEC, implicando a sus hijos. Las visitas o la reducción de pena son impedidas como retaliación contra la organización política. Los niños están expuestos a ser entregados a orfanatos, si no les queda un familiar que los acoja. A las madres cabeza de hogar se les violan sus derechos a detención domiciliaria, como en el caso de Liliany Obando, socióloga que pasó casi 4 años presa sin pruebas, durante los cuales le fueron negados sus derechos constitucionales como madre cabeza de familia [58]. Liliany expresa:
 
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"El terrorismo de estado que opera en Colombia o bien desaparece a su opositor político, o lo asesina, o lo encarcela (...) Un 90% de las mujeres privadas de la libertad somos madres, la mayoría madres cabeza de familia. Es muy grave que una justicia vengativa ponga en la cárcel a las mujeres madres, porque penaliza a los hijos. Estas niñas y niños van a quedar gravemente dañados por la experiencia de tener a sus madres en prisión (...) Muchos de ellos si no tienen un familiar que los cuide crecen en la institución del estado, que es prácticamente otra cárcel, donde van a estar recluidos, y podrán solamente visitar a sus madres una vez al mes, por unas pocas horas. Algunas mujeres llegan a la cárcel en estado de gestación. Hasta la edad de 3 años pueden tener a sus hijos (en algunas cárceles). Hay estudios que demuestran que estos niños que han crecido en prisión sicológicamente tienen muchos problemas... pero es la única opción para quien no tiene con quien dejar a sus hijos (...) Estas condiciones son violatorias de los derechos de los niños" [59].
Las presas políticas sufren agresiones reiteradas, obligadas a convivir con paramilitares:"exponiéndonos, y a nuestros visitantes, en nuestra seguridad. Exigimos que se de cumplimiento a las leyes internacionales de clasificación de internas por hecho punible y se nos separe de las detenidas de ‘Justicia y Paz', paramilitares(...)"[60]. También alertan:"No hay diagnósticos sobre enfermedades crónicas o terminales, no se atienden los tratamientos post-quirúrgicos o no se suministran los medicamentos. Situaciones tan graves como las que denunciaron las prisioneras políticas del ERON Cúcuta: ‘hay varias internas con ordenes de cirugías con 10 a 12 meses de anticipación y no han sido atendidas'" [61].

16. Tratos degradantes y humillaciones de índole sexual
Las torturas y vejaciones reseñadas en este informe son apenas una ínfima parte de la realidad, son la parte visible. Noticias Uno reportó la denuncia de violaciones sexuales por parte de guardianes: "Una reclusa fue abusada por los guardianes de la cárcel de Valledupar. Según denunció los guardianes estarían abusando de otras reclusas. El INPEC ordenó una investigación, pero no la trasladó a ella, de tal manera que sigue custodiada por los guardias denunciados.‘Vienen a sacar a las mujeres y a tener relaciones sexuales, es un abuso de autoridad'. Cuatro uniformados son investigados por inducir a las detenidas a prostituirse. ‘Yo dije que era violación(...) después de eso siguió el acoso, la burla y después denuncié otro intendente que se metió al cuarto porque según él ya lo había hecho con otro guardián'" [62].
 
 
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Los familiares visitantes sufren "abusivos manoseos en sus partes intimas"[63], asimismo los presos políticos denuncian:"debemos soportar todo tipo de humillaciones, tratos crueles, inhumanos y degradantes; sometidos a vejámenes como ser requisados totalmente desnudos y obligados a realizar genuflexiones (cuclillas) frente a los guardianes (...)Ese tipo de requisas, son proscritas por la Corte Constitucional(...)" [64], pero la impunidad ampara la continuidad de la tortura.
17. La tortura en Colombia: una lógica de estado
 
 
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La tortura se inscribe en una lógica de estado, de dominación mediante el miedo; no se trata de casos aislados: la impunidad que la encubre la perpetúa a la par que evidencia su carácter de herramienta del terror. Hay una utilización sistemática de la tortura, que conlleva incluso la muerte de presos políticos, y llega hasta la desaparición forzada y homicidio contra los familiares. El tema de la tortura implicando a familiares de presos políticos será desarrollado en la parte VI de este dossier. Ante la impunidad que prolonga la tortura, ante los sufrimientos indecibles, ante los homicidios de presos, se hace urgente la solidaridad internacional. La exigencia del cese de la tortura y la exigencia de la libertad para los miles de presos políticos son pasos imprescindibles hacia una verdadera paz con justicia social. La importancia de visibilizar estos crímenes de estado radica en tratar de impedir que se sigan instaurando como mecanismo de terror contra la reivindicación social. Estos mecanismos represivos son la matriz la guerra, su finalidad es perpetuar el creciente despojo de las riquezas de Colombia y la concentración de capital en pocas manos, en desmedro de una población cada día más empobrecida.
 


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Para la libertad
Voces que atraviesan los muros y las rejas
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Por qué
 

Porque la prisión murada nació con el capitalismo para control y disciplinamiento de los sectores sociales oprimidos. 

Porque la cárcel es un depósito de seres condenados al aniquilamiento de su condición humana.
Porque los hombres y mujeres que la padecen, invariablemente, habitan el territorio de la pobreza y la rebeldía.
Porque no podemos derribar los muros y las rejas, pero sí atravesarlos con las voces de tantas compañeras, de tantos compañeros, quienes se hallan sentenciados al silencio y al olvido.
Porque de este modo podemos compartir con nuestros lectores, sus denuncias, sus tristezas y sus sueños, es que la Agencia Rodolfo Walsh promueve este sitio de expresión.
Porque las razones que nos impulsan, en conjunto, provienen del mismo dolor y de la misma terquedad en emprender el vuelo hacia un horizonte de justicia y libertad

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Edición: Oscar Castelnovo
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AGENCIA DE COMUNICACIÓN  RODOLFO WALSH
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Nuestro colectivo está conformado por una gran diversidad de pensamientos políticos e ideológicos. Por esa razón las notas expresarán distintas visiones y no siempre representarán a la totalidad de los militantes. La libertad de expresión es nuestra prioridad porque queremos que se escuchen múltiples voces. Las diferencias no nos separan sino que nos enriquecen.
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