lunes, 12 de julio de 2010

Panamá: LA LEY CHORIZO DE MARTINELLI


"Ley chorizo", ahora es Ley 30

Jesús Simmons DIAaDIA, 11 de junio

En pie de guerra. Así están los miembros de las asociaciones ambientales y de la sociedad civil de Panamá, luego que el presidente Ricardo Martinelli, sancionó la Ley 30, que dicta medidas para promover el desarrollo de la aviación comercial en Panamá.

Esta nueva ley, que en su momento fue el proyecto de Ley 177, modifica los Códigos de Trabajo, Penal, Judicial, la Leyes Ambiental, la Orgánica de la Policía Nacional, de Aeronáutica Civil, del Tribunal de Cuentas y la Migratoria.

Lo que más indignó a los ambientalistas es que mientras los habían citado a una reunión con varios ministros, se enteraron de que la "Ley chorizo" había sido sancionada.

Gabriela Etchelecu, de la fundación MarViva, dijo que los organismos internacionales ven con mucha preocupación lo que está ocurriendo en Panamá. Agregó que "nos hemos convertido en el primer país de América Latina en eliminar el estudio de impacto ambiental y que nunca habían visto cómo se le cerraba la puerta en la cara a la sociedad civil".

Los ambientalistas expresaron su preocupación por la pérdida del grado de inversión que pueda acarrear al país, la aprobada y publicada en Gaceta Oficial como: Ley 30.

Mientras no se derogue esta ley, los amigos del medio ambiente llevarán este caso a la Corte Suprema de Justicia y a los organismos internacionales.

ALGUNAS REFORMAS
No es obligatorio estar en un sindicato, descontarle a los trabajadores la cuota sindical y las empresas no podrán ser cerradas durante una huelga.

Un miembro de la Policía Nacional sea denunciado o querellado por la presunta comisión de un delito en el servicio o cumplimento de su deber, por motivo de uso de la fuerza excesiva, no se ordenará su detención preventiva ni se decretará la suspensión provisional de su cargo.

Quienes falsifiquen o alteren, total o parcialmente, un pasaporte panameño, cédula, licencia de conducir o visa; se le aplicará una pena de 5 a 10 años.

Las obras que sean declaradas de interés social, no requerirán de un estudio de impacto ambiental.

Obliga a las asociaciones sin fines de lucro que publiquen mensualmente, en la Internet, una lista de todos sus donantes.

Panamá: Ley chorizo Martinelli = minería = muerte

Héctor Endara Hill, de Panamá Profundo. Extracto recogido de Argenpress.info

La nombrada ley 9 en 1, conocida también como ley chorizo, por aquello de embutir temas diversos, con la falaz intención de desarrollar la aviación comercial, revela la verdadera agenda del gobierno del “cambio”. En escritos y glosas se rumora que, escondido en la propuesta, van plasmados objetivos e intereses personales del actual mandamás de Panamá en el campo de la aviación comercial.

Así de estridente y oscura la situación, no sorprende que, el paquete de chorizo presentado, plantee reformas en materia comercial, judicial, ambiental y laboral. Todos los cambios, a pesar de las múltiples mentiras de ministros y diputados, van destinados a favorecer intereses mercantiles, mientras se atropella intereses populares y se eliminan derechos sociales.

Así funciona el sistema, cada vez que puede, golpea los intereses de los trabajadores; y recorta las leyes y normativas con tinte democrático que los poderes sienten que obstaculizan su natural visión y misión de explotar y expoliar a las mayorías nacionales y los ecosistemas.

Los principios y pasiones de un gobierno empresarial están fielmente reflejados en las últimas actuaciones mostradas por los poderes del Estado en Panamá. El legislativo hace lo que el ejecutivo le dice y el judicial los bendice a ambos. Aquí lo que importa y vale es el sagrado y sacrosanto principio empresarial-capitalista de hacer dinero a toda costa y a costa de todo.

Todo nuestro repudio para la ley chorizo y los choriceros; para los que nos desgobiernan, violando leyes y procedimientos; para los que se hacen llamar honorables, excelencias, magistrados y ministros, cuando son más que sátrapas carroñeros del capitalismo salvaje. Repudio para los ecocidas; para los asesinos del medio ambiente que promueven minería metálica a cielo abierto y represas en cada estrecho y rincón. Repudio para los “dueños” ganaderos que se han adueñado de territorios indígenas; para los que persiguen comunidades campesinas e indígenas que no tienen donde reclinar la cabeza; para los que mienten descaradamente y llaman “maleantes de mierda” a los trabajadores. Repudio también –y en dosis grande- para los que prometieron seguridad ciudadana y nos han traído un aumento de asesinatos y violencia; para los que prometieron cambio y acabar con la corrupción y han cambiado de discurso y aumentado la corrupción con sus corruptelas.

No hay asociación ambientalista, sindicato de trabajadores o ciudadanos informado que no haya rechazado y repudiado la ley chorizo. La creativa, participativa y combativa caminata de ayer 15 de junio, animada por organizaciones ambientalistas en la ciudad de Panamá, es una muestra y ejemplo contundente de participación ciudadana que debe extenderse a todos los rincones del país.

La administración Martinelli ensaya y prueba la capacidad de lucha y de participación ciudadana de las mayorías nacionales para enfrentar arbitrariedades. Montado sobre las divisiones y debilidades de autodenominadas vanguardias de la “izquierda” panameña, la prepotencia avanza hacia una evidente dictadura empresarial, custodiada por leyes que favorecen capitales nacionales e internacionales y asfixian a los sectores organizados y envenenan y destruyen ecosistemas.