jueves, 3 de abril de 2008

A propósito de la visita de la madre de los hermanos Vergara a la UdeC, por Patricia Perez mujer y madre de luchadores sociales

En Chile, a 22 años de la muerte de los hermanos, Eduardo y Rafael Vergara Toledo, quienes fueron interceptados y asesinados en Villa Francia acusados de estar robando un almacén. Su delito: ser militantes del MIR y participar activamente de actos en contra del Régimen Militar. Los autores: (según la Comisión Rettig) Agentes Estatales. Desde entonces este día es recordado como el Día del “Joven Combatiente”.Hoy veo como la historia paradójicamente se repite, con un Joven de 26 años que, participando en el mismo sector de Villa Francia en una actividad conmemorativa de la muerte de los Hermanos Vergara, es asesinado por un disparo en el tórax y, nuevamente, nadie se hace responsable de este crimen; y como nada cambia, a pesar de tener en Chile un Gobierno Democrático, seguimos sintiendo la represión de la mano oscura, ahora avalada por un gobierno Concertacionista.Esta es la forma de acallar a la juventud y traspasarle el miedo de otro tiempo, de otro gobierno, el miedo psicológico que hace paralizarse y no salir a las calles a luchar por los derechos, ésta es la forma que nosotros los “Antiguos”, los que éramos jóvenes para el ´73, reconocemos como Intimidación Estatal.Cuando escuchamos este tipo de noticias, es cuando recordamos y nos entristecemos. Al darnos cuenta que nada a cambiado, a pesar del Arco Iris que nos ofrecieron; que las ilusiones que tenía un pueblo de tener justicia , se ven cada vez más lejanas y, por qué no decirlo, anuladas.Cómo no recordar con orgullo a esos chiquillos que reclamaban contra el sistema y convocaban a los estudiantes secundarios a un Paro Nacional para junio del 2006, cuando salían a las calles a reclamar sus derechos y lograban reunir a sus pares de todo chile, qué ejemplo de fuerza y ganas de vivir .Tengo esperanza en que alguno de estos jóvenes haya despertado el idealismo en otros y más adelante se congreguen nuevamente a luchar, quizás con más años en el cuerpo, pero con más experiencia y por otras necesidades, pero con su bandera de lucha en alto sacando la cara por tantos otros que nada hacen y entregándole optimismo a este país cansado de tantas mentiras de los políticos.